Por José Amaya

Los trabajadores tienen el derecho a sindicalizarse lo cual está   reconocido por la Constitución Salvadoreña en el artículo 47, en donde se establece que...los patronos y trabajadores privados, sin distinción de nacionalidad, sexo, raza, credo o ideas políticas y cualquiera que sea su actividad o la naturaleza del trabajo que realicen, tienen el derecho de asociarse libremente para la defensa de sus respectivos intereses, formando asociaciones profesionales o sindicatos.

Al ser ratificados  y entrado en vigencia en el 2006 los Convenios  87, 98, 135 y 151 de  Organización Internacional del Trabajo (OIT),  hora gozan del derecho a sindicalizarse  los trabajadores públicos  de las diferentes instituciones del Estado con la excepción de la Fuerzas Armadas y la Policía Nacional Civil (PNC).

Además del derecho a sindicalizarse los sindicatos tienen derecho a la personalidad Jurídica y la independencia. Lo anterior está siendo irrespetado por el actual gobierno como lo hacían los gobiernos anteriores.

Los sindicatos tienen derecho a sus credenciales

Según datos del Ministerio de Trabajo a enero del 2020 se tenían un total de “883 sindicatos registrados” de los cuales  461  están  acéfalos de estos 210  son independientes, 40 públicos, 5 de autónomas, 37 de gremios, 123 de empresas y 46 de la industria. “… hasta el 16 de febrero de este año fueron 208 sindicatos los que recibieron sus credenciales” (EDH. 24/05/21)

Respecto a la Federaciones y confederaciones  existe “… un registro de 60 federaciones, 26 están acéfalas; y de 8 confederaciones sindicales, 3 están sin autoridades…” (EDH. 24/05/21)

En dichos sindicatos se tienen “…150,519 personas afiliadas… 34,671 son empleados públicos y 19,405 trabajan en instituciones autónomas,… 76,163 son del sector de la industria y 2,784 son de empresas; otros 12,341 están afiliados a sindicatos independientes y 5,155 son de gremios…” (EDH. 24/05/21)

Existen sindicatos que han sido declarados acéfalos por no contar con Junta Directivas inscritas legalmente, lo cual además se debe principalmente a una estrategia de las autoridades del Ministerio de Trabajo quienes no  han inscrito las Juntas Directiva electas.

Lucha por la  defensa sindical

El  Movimiento Poder Popular  ha  denunciado el retraso en la entrega de credenciales a sindicatos al respecto representantes del Movimiento Poder Popular han manifestado “…Presidente Nayib Bukele le pedimos tomar nota de las arbitrariedades que el señor ministro de trabajo está cometiendo con el movimiento sindical, no solo está vulnerando la Libertad Sindical, si no que ha hecho que nos enfrentemos entre trabajadores…Señor ministro de Trabajo esa es la labor que le ha encomendado el Presidente NAYIB BUKELE, dividir a los trabajadores, NO LO CREEMOS,..Nosotros como Poder Popular exigimos respeto a la Libertad Sindical, unicamente pedimos nuestras credenciales, no nos puede obligar a hacer sus caprichos personales, el movimiento sindical no le pertenece, llamamos al presidente NAYIB BUKELE a intervenir, no permitiremos mas abuso de poder del Ministro ROLANDO CASTRO…”

Parte de los sindicatos a los cuales  les está negando las credenciales plantearon la necesidad histórica de acabar con los partidos y Diputados corruptos  enquistados en la Asamblea Legislativa e hicieron el llamado a legislar en función de los intereses del pueblo trabajador. Al retrasar o denegar las credenciales el Ministro de Trabajo busca callar las criticas o luchas de los sindicatos e indirectamente los obliga a apegarse a su proyecto.

El reparto de las tripartitas

Al no contar con las credenciales los sindicatos se ven limitados  al momento de la defensa legal de los trabajadores pero además también impacta en la actuación de las federaciones y confederaciones, también limita la participación  en las elecciones de organismos tripartitos tales como: Concejo Superior del Trabajo, Consejo del Salario Mínimo, Instituto Salvadoreño del Seguro Social, Instituto Salvadoreño de Formación Profesional y Fondo Social para la Vivienda. De esta forma el Ministro ha de asegurar que quienes participen en dicho organismos sean afines.

Las bases de las organizaciones sindicales deben luchar por la independencia no solo del gobierno actual sino también de los demás partidos políticos y de la patronal,  se debe evitar ser instrumentos de presión en su lucha contra el actual gobierno, tuvieron su tiempo y fue muy poco lo que hicieron a favor de los trabajadores hoy vienen a darse de golpes de pecho.

 Se debe buscar la unidad de acción en función de los intereses de los trabajadores, no se debe caer en las tácticas divisionistas del gran empresariado y de los partidos políticos quienes recurren a la difamación o falsos señalamientos hacia ciertas dirigencias sindicales.


Por Marcial Rivera

Desde la toma de posesión del cargo de Presidente de la República, Nayib Bukele ha buscado posicionarse en la opinión política como un funcionario con alta aceptación y popularidad, de esta cuenta, ha ido construyendo una narrativa pública basada en el odio, el descrédito y el bullying hacia quienes considera sus adversarios políticos, además de un amplio despliegue publicitario y propagandístico. Hasta antes del 28 de febrero, día de las elecciones municipales y legislativas, tenía por adversarios políticos, a “los mismos de siempre”, cuyo listado comenzó a conformarse por los partidos políticos de oposición que polarizaron el sistema de partidos políticos en El Salvador, por 30 años, ARENA y el FMLN.

En su narrativa, “los mismos de siempre” incluyen ONG’s, universidades, tanques de pensamiento, defensoras y defensores de DDHH, básicamente cualquier ciudadana que no le apoye ni piense como él y, por tanto, cualquiera que sea parte de “los mismos de siempre” es adversario político del presidente y debe ser neutralizado, y excluido de los distintos espacios de toma de decisión que involucren asuntos públicos.

Críticas hacia el GOES

Al instalarse en el gobierno, se hizo evidente el alcance que tendría el estilo de gobernar de Bukele, “medicina amarga”, lo que ha sido objeto de críticas por distintos sectores de la sociedad salvadoreña, uno de los cuales han sido las Organizaciones No Gubernamentales, particularmente las que trabajan −dentro de su ejecución programática− temas estratégicos tanto en la gestión pública, Derechos Humanos, atención a grupos vulnerables de la población; entre otros. Las críticas desde las ONG’s hacia el GOES han resultado incómodas y no han sido bienvenidas, en lugar de hacer acopio de recomendaciones públicas y puntuales en temas clave para el país, Bukele se ha dedicado a ridiculizar y descalificar públicamente a quienes le critican.

Una de las primeras acciones llevadas a cabo por la nueva Asamblea Legislativa fue conformar una Comisión Especial para investigar fondos otorgados a ONG siendo Alexia Rivas su presidente, Secretario de la Comisión Caleb Navarro, como relator Giovanni Zaldaña y como vocales los diputados Lorena Fuentes, Carlos Herman Bruch, Reynaldo Cardoza y Romeo Auerbach, este último de GANA y los demás integrantes de Nuevas Ideas.  Esta comisión tiene como objetivo enlistar de manera más precisa, las entidades de sociedad civil, que desde su misión institucional han ejercido un trabajo de auditoría y fiscalización hacia la labor gubernamental, particularmente las ONG’s que trabajan temas relacionados con transparencia, acceso a información pública, Ley de Acceso a la Información Pública y Estado de Derecho; mismas que desde la actual narrativa gubernamental no sirven a la ciudadanía, ni han hecho algún aporte significativo a la  sociedad.

Los resultados de la “investigación” que realice esta comisión, servirán como antecedente para la aprobación de una Ley Anti-ONG’s, similar a la que el congreso guatemalteco aprobó recientemente, de manera que la neutralización hacia la labor de las ONG’s estará positivada en una ley específica, consolidándose la persecución política hacia las voces disidentes, usando el aparato y la coerción del Estado. Por esto, no sería extraño que desde la Asamblea Legislativa se busque perseguir adversarios políticos, inventando delitos, cancelando personerías jurídicas de fundaciones, ONG’s y persiguiéndolos con el Fiscal General de la República inconstitucional, impuesto por la nueva Asamblea Legislativa y públicamente afín al Bukele y una Sala de lo Constitucional afín al presidente, la cual tampoco procesaría amparos, hábeas corpus, inconstitucionalidades o hábeas data, cuando los magistrados impuestos son afines a Bukele.

Retiro del apoyo de USAID

El 21 de mayo de 2021, USAID publicó un comunicado de prensa, en el que anunciaba -entre otros aspectos- "USAID tiene una profunda preocupación con respecto a la votación de la Asamblea Legislativa salvadoreña del 1 de mayo para destituir al Fiscal General y a los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de El Salvador, y preocupaciones mayores sobre la transparencia y la rendición de cuentas. En respuesta, USAID está reorientando la asistencia de estas instituciones, la Policía Nacional Civil y el Instituto de Acceso a la Información Pública."

La reacción de Bukele frente al anuncio del retiro de fondos de USAID fue la de solicitar públicamente que esta agencia de cooperación no financie a “la oposición”, siendo el principal problema, que no se define, ¿Quién es la oposición? Anteriormente se tenían a los partidos políticos de oposición enlistados como “oposición política”, sin embargo, en la actualidad la lista crece cada día más, llegando al punto irrisorio, de considerar a ONG’s como Cristosal o al mismo Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), como parte de esa oposición. Esto ocurre, al tiempo que la comunidad internacional sigue condenando el golpe de Estado técnico y pendiente de las consecuencias del deterioro institucional que, impulsado por el gobierno central, con acciones públicas contrarias a la Constitución de la República, leyes secundarias, tratados y acuerdos internacionales firmados y ratificados por el Estado salvadoreño.

También deben mencionarse otros acontecimientos ligados a la crisis política, como el regreso de Jean Manes como encargada de negocios de Estados Unidos en El Salvador, cuyo nombramiento no es casual, claramente Washington necesita a alguien con experiencia en el territorio salvadoreño para salvaguardar sus intereses y aminorar influencias extra continentales que eventualmente reduzcan su radio de influencia sobre El Salvador y la región centroamericana. A esto se suma el rompimiento del acuerdo entre el gobierno de Bukele y la Organización de Estados Americanos para auspiciar a la Comisión Contra la Impunidad en El Salvador, en razón del nombramiento de Ernesto Muyshondt –ex alcalde de San Salvador− como asesor de esta entidad internacional.

Debe resaltarse que una de las principales promesas de campaña e insignias de Bukele como candidato, fue la creación de una CICIES, para lo que hizo cabildeos con la Organización de las Naciones Unidas y la OEA, aceptando finalmente el modelo propuesto por la OEA, el cual desde su génesis venía con limitaciones en su accionar, motivadas principalmente por sus atribuciones, aunque durante su duración, interpuso una serie de avisos a la Fiscalía General de la República, sobre casos de corrupción del actual gobierno, durante el manejo de la pandemia, con la ejecución de los casi cinco mil millones de dólares que el gobierno tuvo a su disposición.

Consecuencias de perseguir ONG’s

La participación de las ONG’s en El Salvador es histórica y ha jugado un papel trascendental en distintos momentos de la historia del país, durante la guerra interna atendió población víctima de situaciones derivadas del conflicto, principalmente en temas de atención humanitaria a población desplazada interna y externamente. Mucha de esta población nunca fue prioridad de atención para el Estado salvadoreño, por lo que, sin la participación de las ONG’s en la atención a esta población, la misma hubiera quedado completamente abandonada.

En tiempos de paz también han jugado un rol importante, en lo relacionado con atención a grupos vulnerables de la población, empoderamiento de la ciudadanía y dignificación de los derechos de la población; pasando de un enfoque asistencialista a un enfoque basado en derechos, en el que la caridad se deja de lado, la solidaridad pasa a ser el hilo conductor de su accionar, con miras a mejorar la calidad de vida de la población sujeta de intervención de las distintas entidades de sociedad civil. Perseguir ONG’s no solucionará ninguno de los problemas estructurales que se viven en El Salvador desde hace muchas décadas, además de no resolver problemas estructurales se dejará de atender a muchos ciudadanos, cuya asistencia es realizada por ONG’s frente al abandono sistemático del Estado, siendo esta la principal afectada, pero lo más grave es que perseguir ONG’s que representan voces disidentes acentúa el deterioro y la fragilidad institucional que se vive en El Salvador; esta es una de tantas acciones destinadas a desmantelar la democracia que tanto ha costado a este pueblo.

El Partido Socialista Centroamericano exhorta a la ciudadanía a resistir y defender las libertades democráticas, a seguir denunciando en las instancias nacionales e internacionales, las acciones antidemocráticas de Bukele, y la persecución hacia las voces disidentes, que hoy más que nunca se vuelven necesarias. Pero lo mas importante sigue siendo desatar la movilización interna independiente contra el bonapartismo de Bukele.


Por: Alberto Castro

El proyecto bonapartista de Nayib Bukele, no podría ser posible sin el respaldo moral de  organizaciones sindicales, para llevarlo a cabo necesita de dirigentes fieles a sus propósitos que dobleguen mediante consenso la voluntad de la clase trabajadora, así los sirvientes de Bukele se mueven procurando imponerse por encima del movimiento obrero, actuando como una especie de fracción política que intenta arrastrar bajo su influencia a los núcleos sindicales que han minado.

Sin embargo, debemos aclarar que esta práctica es archivieja, en la historia reciente ya antes el movimiento sindical fue controlado por direcciones afines al FMLN, quien desde sus años como oposición hasta durante gobernó donde por cierto alcanzó mayor fuerza, se sirvió de su influencia para encaminar a los trabajadores como instrumentos de presión social hacia sus opositores, de igual manera les utilizó como destacamentos de grupos de choque para someter violentamente a los sindicatos que estaban fuera de su órbita, con el resquebrajamiento del FMLN y su ostracismo, la vinculación tradicional del movimiento sindical con el progresismo a virado hacia el  bonapartismo conservador, volviéndose necesario vitalizar la lucha por la independencia del movimiento sindical respecto al Gobierno y todos los partidos de la Asamblea legislativa cuyas agendas difieren de forma antagónica con la lucha reivindicativa de la clase trabajadora.

Los esbirros de Bukele en el movimiento sindical

Los actos preparativos para dominar al movimiento sindical arrancó con el nombramiento como Ministro de Trabajo a Rolando Castro, antiguo burócrata sindical muy idóneo para este tipo de maniobras sucias, lo que pareció ser una acción populista resultó ser nada menos que el principio de un plan preconcebido que se reforzó con el asalto al Sindicato de Trabajadores del Seguro Social (STISSS) en 2019, donde tramposamente e irónico como se lee, Rolando Castro derrocó a la burócrata afín al FMLN, Armida Franco e impuso al frente a Ricardo Monge hijo, quien antes provenía de uno de los colectivos más pequeños del STISSS, hacerse del sindicato de trabajadores de la institución que brinda servicios de seguridad social a la clase trabajadora cotizante fue estratégico.

Esta acción se reforzó con la integración de Jaime Ávalos con el Sindicato de Empresa de los Trabajadores del Seguro Social (SITRAISSS), estos dos dirigentes crearon una coalición dentro del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), pero no para propósitos concernientes a los trabajadores de dicha institución, contrario a ello lo hicieron para forjar un bloque de entero respaldo a Bukele, estos elementos se mueven conforme les dicta la agenda el Ejecutivo. La Asociación Salvadoreña de Trabajadores Municipales (ASTRAM), antigua guarida de Rolando Castro, es hoy una institución cuyos dirigentes lo han transformado en una agrupación que se mueve según lo disponga el Ministro de Trabajo, otro dirigente destacado progobierno es Roswal Solorzano del Sindicato de Trabajadores del Órgano Judicial (SITOJ), quien tristemente desaprovecha su prestigio sirviendo como monigote. Estos líderes espirituales representan la nueva camarilla burócrata que se congracia con el Gobierno a cambio de prebendas personales.

Políticas gubernamentales de ataque

Para neutralizar a las organizaciones sindicales que no se han sometido, el Ejecutivo ha lanzado diferentes acometidas, a manera de ejemplo podemos ver que por un lado está el Instituto de Formación Sindical, creado el mes pasado con el que pretende incluir a 150,000 trabajadores desde donde se establezca una mesa de correspondencia y se diriman negociaciones colectivas, desde acá institucionalizará una actividad sindical bajo la lupa del Gobierno, para existir los representantes sindicales deberán ser parte del gueto corporativo. Recientemente la prensa opositora publicó una información donde se muestra que el Gobierno de Bukele tiene en acefalía a más de 400 sindicatos, de 883 registrados 461 están acéfalos. Los caminos a seguir son pocos: luchar por la autonomía e independencia o doblegarse cobardemente y someterse a Bukele, la historia nos muestra que solo mediante la lucha se puede resistir y vencer.


Por Salvador Flores Vásquez

El 16 de marzo del 2021 las autoridades del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) anunciaban la reclasificación nivelación y reorganización de puestos de los trabajadores. De esta manera  estaría  solventada la deuda histórica con sus trabajadores.

Existieron trabajadores  que  celebraron el anuncio llegando a plantear que yo no eran necesarios los sindicatos ni las luchas debido a que las autoridades del ISSS por su propia voluntad habían dado solución,   mientras otros trabajadores y sindicatos lo tomaron con reservas debido a que no quedaba claro si realmente serian beneficiados  todos  los trabajadores de manera igualitaria.

Aumento de salarios solo fue para unos pocos

Desde sus inicios el   Sindicato de Instituto Salvadoreño del Seguro Social (STISSS), el Sindicato de Médicos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (SIMETRISSS) y el  Sindicato de Enfermería del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (SEISSS), etc,   denunciaron la falta de claridad e información respecto a la manera en que se realizaría  la tan  anunciada reclasificación y  nivelación;  alertaron de la maniobra de las autoridades.

Ciertos trabajadores  entendieron como si los sindicatos se opusieran a la reclasificación, cuando en realidad los sindicatos buscaban que esta beneficiara a todos los trabajadores por igual. Ya todo estaba definido al STISSS como sindicato titular no que le quedaba más que esperar el momento de la negociación del Contrato Colectivo de Trabajo.

Si bien existe un reducido sector de trabajadores  del ISSS que se han visto beneficiados con un significativo aumento de salarios.  Una inmensa mayoría quedo por fuera de dicho beneficio lo cual ha generado descontento e indignación.

Continúa la deuda histórica con sector profesional

Para el sector profesional que ha venido organizándose y luchando históricamente para que  las autoridades del ISSS les reconozcan el grado académico de licenciatura,  la promesa  de  reclasificación y  nivelación para solventar la deuda histórica no se ha cumplido;  debido a que realmente  no les han  reconcomido  el grado académico de Licenciatura  (Laboratorio Clínico, Radiología e Imágenes, Fisioterapia y Terapia Ocupacional, Anestesiología e Inhaloterapia, Psicología, Trabajo Social, Nutrición, Educación para la Salud, Química y Farmacia, Materno-Infantil y Enfermería). 

No se ha cambiado la clase con la que aparecen en la boleta.  No se ha reconocido el tiempo que se tiene de laborar en la institución,  ya que existe personal   que acaba de ingresar a la institución el cual  ha pasado a ganar salarios hasta de $950.00, a lo cual no es que opongan, sino que reclaman el hecho de que a las personas que llevan años laborando en la institución no se la reconocido económicamente dicha experiencia.

Por lo tanto los profesionales de salud que trabajan en el ISSS continúan demandando el reconocimiento de su grado académico, un justo pago por la profesionalización, que la comisión de profesionales y sus propuestas sean tomadas en cuenta por parte del STISSS y las autoridades del ISSS más aun en estos momentos que  están en la negociación del Contrato Colectivo de Trabajo.

Se debe tener en cuenta que esta maniobra con el sector profesional es parte de una estrategia divisionista de las autoridades, no se debe de caer en dicha maniobra, como profesionales del ISSS en estos momentos  deben fortalecer al STISSS.

Por un Contrato Colectivo de Trabajo en beneficio de todos los trabajadores

La reclasificación, nivelación y reorganización a dejado un sin sabor en la mayoría de trabajadores del ISSS y no es para  menos. Además del sector profesional  los menos favorecidos han sido quienes  menos ganan.

En esta negociación del Contrato Colectivo de Trabajo es el momento que el STISSS negocie cláusulas que beneficien  de manera general a todos los trabajadores del ISSS,  pero también se incorporen clausulas  en función de los intereses del sector profesional en donde además de reconocer el grado académico se reconozca el tiempo de laborar, demanda que en la anterior administración del STISSS se negaron a defender.

El STISSS de cara a la negociación de este nuevo Contrato Colectivo debe integrar una comisión con representantes de todos los sindicatos y sectores del ISSS, lo cual da transparencia a dicha negociación. Así mismo se les debe informar a las bases sindicales y demás trabajadores de todas las negociaciones.

Es necesario recuperar las cláusulas entregadas en las negociaciones  anteriores, y es fundamental  exigir un aumento general de salarios de $300.00 para todos los trabajadores.


Por: Alberto Castro.

Antes del cambio en la administración Yanqui, Nayib Bukele, sostenía un discurso hacia la potencia imperialista del Norte, que acompañaba exponiendo actitud genuflexa con el ex mandatario, Donald Trump, al cual en su momento llamó ‘’cool’’, muy por el contrario, hacia la República Popular de China, sobre la que declaró que revisaría el acuerdo que había dejado el FMLN durante la gestión anterior, pues según sus palabras dicha nación no respetaba las soberanías ni las reglas de mercado.

Joe Biden ha mostrado tener una postura crítica del asalto al Poder Judicial y a la Fiscalía General de la Republica, en el mismo día que dio inicio a su control legislativo Bukele, para rematar el Departamento de Estado de los EEUU publicó una lista donde aparecen señalados por corrupción tres funcionarios del Gobierno de Bukele, con todo esto el panorama se torna diferente, lo que le lleva a modificar su discurso a una escala muy diferente; ahora se comporta crítico con EEUU y  hace guiños al gigante asiático.

Estos sucesos han llevado a la oposición a especular sobre la magnitud de las posibles represalias  de los EEUU, mientras tanto la propaganda oficialista decora la imagen de las buenas relaciones con China, como si de una mejor alternativa imperialista se tratara. Bukele ha sacado el discurso pro soberanía solo para pasar página a la crítica internacional, por ejemplo, cuando el golpe al Poder Judicial, se dirigió a los países del primer mundo con expresiones como ‘’estamos limpiando nuestra casa-queremos ser como ustedes’’, frases emotivas para calar en el sentimiento nacionalista, pero alejadas de toda racionalidad sobre todo, pues el primer mundo ha saqueado y sometido pueblos hasta el día de hoy, y lo que está haciendo es cambiar de amo.

El error del debate ¿China o EEUU?

El Ejecutivo salvadoreño dista de tener políticas tendientes a la conquista de la autodeterminación del pueblo, muy por el contrario, sigue bajo parámetros dependientistas, que en nada van cambiar lo que por décadas han hecho del financiamiento la cadena del sometimiento al imperialismo. Objetivamente el planteamiento: ¿China o EEUU?, significa: TPS, remesas y Fomilenio 2 a cambio del acatamiento a las órdenes de EEUU vía Embajada vs el tratado de $500 millones en inversión pública no reembolsable sin condiciones con China, quien ha dicho que se mantiene neutral, como no, solo busca una apertura comercial con beneficios fiscales a cambio de su financiamiento, mientras que los norteamericanos rehúsan el cesar su presencia en la vida política nacional porque estamos bajo su zona de influencia directa ante la amenaza que le presenta el imperialismo chino en esta región. 

El tratado con China

Preventivamente Bukele firmó un Convenio Marco con China durante su viaje por Asia en diciembre del año 2009, pero esperó la rectificación por una Asamblea Legislativa controlada por él, pues al viejo bipartidismo no piensa repartirle ninguna utilidad. La tensión con EEUU se presentó oportunamente para dar legalidad al Convenio,  con ello pudo eludir la presión interna del empresariado al mostrarles nuevas rutas y nuevas aperturas comerciales en el Oriente.

Ahora bien, debemos comprender que este Convenio Marco, no es una simple regalía sin ningún compromiso tal y como lo pinta el oficialismo, ya que implica que se establecen cláusulas contractuales donde el Estado salvadoreño y la República Popular de China han acordado obligaciones reciprocas a cumplir, es aquí donde la clase trabajadora no debe perderse en el debate sostenido por la intelectualidad burguesa, no se trata de elegir como buenos siervos al mejor amo, sino saber que beneficios o afectaciones nos traen este tipo de acuerdos como clase en conjunto.

Un Convenio Marco implica que para su ejecución se establezcan accesoriamente Convenios Específicos para desarrollar fines y proyectos, donde China se conserva la discrecionalidad del desarrollo total de los proyectos, dará el dinero pero se reservará el derecho de explotación de la obra bajo conducción muy probable de personal chino, al respecto merece la pena identificar el establecimiento de relaciones laborales de cada proyecto a desarrollar velando se respeten y amplíen los convenios y tratados internacionales en materia laboral. 

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