Oscar Ortiz, vicepresidente electo, se reunió con la dirigencia sindical

Por Ricardo Ruiz

El pasado viernes 25 de abril Oscar Ortiz, Vice Presidente recién electo, participó en una reunión con los movimientos sindicales para iniciar con los procesos del los diálogos Gran Acuerdo Nacional. Con este proceso el FRENTE pretende integrar a los diferentes sectores sociales a un trabajo en conjunto con el gobierno para la definición e implementación de políticas públicas y creación de leyes que beneficien al sector laborar.

En esta primera reunión se convocó a los sindicatos y organizaciones laborales de El Salvador, un pequeño grupo en comparación con la cantidad de sindicatos existentes en el país, legalizados o no. En el dialogo participó la Comisión de Transición de Gobierno, en el cual se encuentra Hato Hasbún, actual Secretario de Asuntos estratégicos de la presidencia y Ministro de Educación.

Con la reunión buscaba inicialmente tomar insumos para lograr gobernabilidad e impulsar las medidas del nuevo gobierno en materia económica y generación de empleo. Sin embargo, la reunión tomó un giró a un dialogo de denuncia de las decisiones que ha tomado el FRENTE en los últimos años, y la forma en cómo se han dirigido los ministerios y encargados de las instituciones gubernamentales, el alejamiento al sector laboral, denuncias de casos que han percibidos los sindicatos tanto en el sector público, privado e informal, la falta de leyes que beneficien al sector industrial de las maquilas y al sector informal, los cuales no cuentan con ninguna prestación social o laboral.

Ortiz realizó un llamado a no estar haciendo denuncias de cada sindicato debido al tiempo que se tenía y a la necesidad de tomar acuerdos, mientras tanto Hasbún refutó las denuncias de los sindicatos de las organizaciones magisteriales y problemas que se han dado incluso con el escalafón.

Al final de la reunión Ortiz hizo una propuesta de las cosas que debe hacer el gobierno próximo, entre estos: Generar más y mejores empleos, abordar temas de seguridad y el empleo, continuar con un dialogo permanente con las diferentes organizaciones sindicales, aumentar la base fiscal a través de impuestos y políticas fiscales, además de creación y observación de leyes, entre estás la de la Función Pública, el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y los Asocios Públicos Privados. Además el vice presidente electo mencionó que era necesario seleccionar solamente dos o tres personas de todas las organizaciones para continuar los diálogos.

Actualmente El Salvador vive en un proceso de transición entre el primer gobierno del Frente Farabundo Martí para La Liberación Nacional (FMNL), en el cual aun está de presidente Mauricio Funes Cartagena, quien es un reconocido periodista salvadoreño que fue el candidato del FRENTE para la candidatura presidencial del año 2009, aun sin ser militante del partido.

Con esto de haber tenido un presidente que no es propio del partido se escusa el FRENTE de no haber hecho transformaciones sociales significativas y la forma en como se han implementado las políticas públicas, las cuales han sido altamente criticado por la sociedad, en especial las organizaciones sociales y la sociedad civil.

El nuevo gobierno se hace llamar de pura sangre, debido a que la formula ganadoras del los pasados comicios electorales del 9 de marzo está conformada por militantes activos del FRENTE, y que tuvieron alta participación en las organizaciones guerrilleras

Como Partido Socialista Centroamericano hacemos una denuncia a la manera en cómo se está realizando estos pequeños diálogos nacionales con una fracción de las organizaciones sindicales, además de estar llamando a hacer comisiones con una pequeña comisión con representantes de esta clase tan variado y con la gran cantidad organizaciones y miembros. Además de apoyar las denuncias que hacen los sindicados y que todavía siguen sin ser escuchados y sin ser resueltos.

También hacemos un llamado a la sociedad a no confiar de estos seudo diálogos en los cuales simplemente se escuchan las críticas y protestas para dejar al sistema económico neoliberal que se ha estado implementando y dañando en gran medida al sector proletario y a la sociedad en sí.

Lorena Peña, diputada del FMLN, observa la ceremonia indígena

Por Cuauhtémoc Tit   

Hace 490 las sociedades que habitaban en lo que hoy conocemos como República de El Salvador fueron invadidas por el imperio español, lo que implicó cambios a nivel social, económico, político, cultural, etc. Uno de los principales cambios operados fue a nivel de la propiedad. En este aspecto, y según fundamentos de la Iglesia Católica, los territorios habitados por los pueblos originarios pasarían a ser propiedad de la Corona española. El rey de España repartió dichos territorios, dando la mayoría de éstas a los invasores españoles laicos y al clero, y una mínima parte a los pueblos originarios, subsistiendo de esta manera la propiedad privada individual y la propiedad privada colectiva. Además de introducir nuevas forma de forma de propiedad, también se introdujeron nuevas concepciones sobre la tierra: para el invasor la tierra es un medio de producción al cual había que sacarle el máximo provecho no importando el daño que se le haga; en cambio para los pueblos originarios la tierra es la madre, la dadora de vida, la cual había que proteger. Hoy los capitalistas se rasgan las vestiduras pretendiendo mantener el medio ambiente y con doble moral implementan proyectos, pero muchas veces son las mismas comunidades originarias y campesinos quienes sufren las consecuencias.

Liberalismo: rapiña, violencia y disgregación contra los pueblos originarios

Años después a la independencia de los criollos respecto a España surgió una lucha entre grupos dominantes, disputándose el poder los conservadores y los liberales. Rafael Zaldívar fue un representante de los liberales. Ellos pregonaban el desarrollo de la nación y el bienestar para todos, pero en realidad estaban engañando al pueblo ya que solo buscaban acrecentar sus riquezas y consolidarse en el poder, por lo cual tuvieron que negociar con la vieja clase dominante añilera.

Las personas pertenecientes a los pueblos originarios llevarían la peor parte bajo el gobierno de Rafael Zaldívar, debido a que entre 1881-1882 fueron promulgadas una serie de leyes de extinción de ejidos y tierras comunales que permitieron la expropiación de las tierras de las comunidades indígenas.

Una de estas fue la Ley de Extinción de Comunidades promulgada el 23 de febrero de 1881. Entre sus considerandos esta ley establecía: “Que la indivisión de los terrenos poseídos por comunidades impide el desarrollo de la Agricultura, entorpece la circulación de la riqueza y debilita los lazos de la familia y la independencia del individuo…Que no obstante aún se conserva el pésimo sistema de bienes comunales administrados por corporaciones que tienen personalidad jurídica;…Que tal estado de cosas debe cesar cuanto antes como contrarios a los principios económicos, políticos y sociales que la República ha aceptado.” Durante la colonia la Provincia de San Salvador tuvo como principal actividad económica la agro-exportación del cacao y el bálsamo. Cuando esta decayó, fue la agro-exportación del añil; al decaer la comercialización de dicho producto, éste fue sustituido por el café. En este caso las comunidades indígenas serian el blanco, ya que poseían las mejores tierras para el cultivo de dicho producto y además al desintegrarlas estarían proporcionando la mano de obra barata, siendo estos los verdaderos objetivos de dichas leyes. Según un informe presentado por las diferentes gobernaciones departamentales al Ministerio de Gobernación en 1879, “el porcentaje de ejidos y comunidades en relación con el territorio agrícola es del 21.7 por ciento. Aproximadamente 281 mil 294 hectáreas repartidas en doce departamentos…ya que dos de ellos no presentaron el informe. De ese porcentaje, un 13 por ciento pertenecía a Sonsonate y Ahuachapán. (CoLatino, 24/1/2005).

La eliminación de las tierras comunales obligó a que la mayoría de personas de las comunidades indígenas para poder sobrevivir vendieran su fuerza de trabajo, convirtiéndose en proletarios agrícolas o campesinos pobres. Además, llevó a una concentración de la propiedad de la tierra en manos de los productores de café que luego se consolidarían como la clase dominante: la oligarquía cafetalera, cuyos descendientes mantienen el poder. Al igual que ellos se los disputaron a los añileros, hoy nuevamente se lo disputan nuevos núcleos económicos emergentes.

Proyecto de Ley de cultura y Arte busca restituir las tierras comunales

En los próximos días las diferentes fracciones políticas que conforman la Asamblea Legislativa discutirán el proyecto de Ley de Cultura y Arte , el cual tiene como objeto: “…desarrollar y ordenar el marco legal sobre Cultura previsto en la Constitución Política de El Salvador y establecer los principios fundamentales, las definiciones, la institucionalidad y los principios de la política estatal de cultura a fin de proteger los derechos culturales estipulados en la Constitución y en los Tratados Internacionales que reconocen tales derechos como Derechos Humanos…” este proyecto de Ley contiene elementos que necesitan mayor análisis y revisión a fin de que verdaderamente ofrezca las condiciones jurídicas y materiales para que el pueblo tenga verdadero acceso a la cultura y al arte.

En esta ocasión uno de los puntos que llama mucho la atención es TÍTULO IV. DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS, artículo 45 que refiere: "El Estado reconoce y protegerá los derechos de los pueblos originarios a poseer, explotar, controlar y utilizar sus tierras, territorios y recursos comunales, y en los casos en que se les ha privado de sus tierras y territorios de los que tradicionalmente eran dueños, o se han ocupado o utilizado esas tierras y territorios sin su consentimiento libre e informado, adoptará medidas de restitución o de una justa indemnización".

Este punto es fundamental ya que se estaría devolviendo a los pueblos originarios en una primera fase las tierras comunales que le fueron expropiadas en el gobierno de Zaldívar, las cuales en su mayoría pasaron a manos de la oligarquía cafetalera y que actualmente son propiedades de la rancia clase dominante. Existen sectores ligados a esta rancia clase dominante que se oponen a la devolución de las tierras a las comunidades indígenas. Al respecto Francisco Bertrand Galindo manifestó "Levantar un tema como ese por medio de una ley, aparentemente inocente, sería realmente causar muchos problemas y eventuales confrontaciones entre los supuestos beneficiarios y los propietarios actuales". Por su parte, Carmen Elena Figueroa, diputada de ARENA, manifestó: “No vamos a llegar de tajo y decirle (a los actuales poseedores de tierras) ya no son suyas, porque hace dos siglos su familia y las generaciones anteriores se dedicaban al cultivo de la tierra, es difícil, hay que analizarlo despacio." (EDH.12/04/2014). Diputados de los demás partidos políticos también han mostrado sus reservas acerca del tema de la devolución de las tierras comunales.

La tierra para quien la cultiva: recuperemos lo robado por la burguesía cafetalera

La existencia de los pueblos originarios en El Salvador ha sido negada por los gobiernos de turno, llegando a decir que en El Salvador no existen indígenas o en otros casos que son una mínima parte de la población. Fuera de esos aspectos técnicos los gobiernos no pueden negar que la corona española expropió de sus territorios a los pueblos que habitaban ancestralmente en lo que hoy conocemos como El Salvador y partes de estos territorios pasaron a ser propiedad de los invasores. No se puede negar que en el gobierno de Zaldívar existieron comunidades originarias poseedoras de tierras y que estas tierras fueron robadas legalmente por la oligarquía cafetalera y que producto de dicha expropiación las comunidades indígenas, que habían logrado mantener su identidad, fueron obligadas a renunciar a su identidad mimetizándose con el resto de la población. Esta situación se profundizó después de la masacre de 1932, pero luego de cierto tiempo han empezado a recuperar su identidad como pueblos originarios, ocupando la posición de proletarios y de campesinos en el proceso productivo.

Por lo tanto, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) considera que actualmente la problemática de los pueblos originarios no se reduce meramente a un problema étnico sino principalmente es un problema de clases, en donde existe una clase que es dueña de los medios de producción, lo que permite sobre explotar a las grandes mayorías. Por esto llamamos a todas las organizaciones de pueblos originarios y campesinas a conformar una coordinadora, a movilizarse y demandar: Que el gobierno de Funes y del FMLN haga públicos los nombres de los actuales dueños de las tierras comunales y la ubicación de las tierras comunales que fueron expropiadas por el gobierno de Zaldívar; a la vez exigimos la aprobación de la normativa que contempla la devolución de las tierras comunales y mediante métodos de luchar popular exigir la entrega inmediata de la tierra y una reforma agraria integral.

Por Ricardo Ruiz

El pasado sábado 5 de abril del presente año el Partido Socialista Centroamericano, PSOCA, celebró su quinto año de fundación como un instrumento consecuente de lucha común, amplio, de carácter democrático, en dondepodamos debatir los principios, el programa, las estrategias y lastácticas políticas, que nos permitan combatir la crisis del capitalismo en la perspectiva de reunificar Centroamérica bajo un Estado Federal Socialista.

PSOCA continuidad del PCCA

La actividad se denominó: “Legado Histórico Revolucionario de uno de los más representativos dirigentes centroamericanos: El Comandante Marcial” y giró en torno a la conmemoración número 31 de la muerte delcomandante Marcial, Salvador Cayetano Carpio, miembro fundador de las gloriosas FPL, Fuerzas Populares de Liberación "Farabundo Martí" quien en 1925 participo en la fundación del Partido Comunista Centroamericano, PCCA, la organización de la cual nosotros intentamos continuar su tradición y legado tanto político ideológico marxista-leninista, y el carácter de centroamericanista. Martí luchó a nivel de la región con un pensamiento reunificador de los diferentes Estado, además de las luchas proletarias desde los partidos comunistas a los que llegó a pertenecer (PCCA y posteriormente en el PCS, Partido Comunista Salvadoreño).

El Comandante Marcial también militó en el Partido Comunista Salvadoreño, quienes habían olvidado, o mejor dicho ocultado adrede, parte de los hechos de 1932 y el nombre de Farabundo Martí. Marcial al fundar las FPL retoma el nombre de Martí por las luchas y el pensamiento que poseía; además ser reconocido por el uso del método de lucha la vía armada para la toma del poder, usando como principal estrategia la guerra popular prolongada (GPP). Marcial fue muy crítico de la sociedad en que se vivía y del mismo partido comunista, además de hacer dos afirmaciones muy ciertas en sus escritos recogidos en el libro “Nuestras montañas son las masas” y que se confirman en la actualidad:

-      Marcial insistía en la necesidad del "verdadero partido comunista" y de que el FMLN, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, era, y es, un frente que aglutinaba a diferentes organizaciones y no un partido obrero.

-      Que dentro del FMLN y otras organizaciones había una cúpula pequeño burguesa, y que al llegar a negociar con las diferentes fuerzas de derecha y el mismo imperio perdería la supuesta calidad de partido proletario y se convertiría en un partido pequeño burgués con sus propios intereses.

Dicha actividad fue abierta al público y con invitación a las diferentes organizaciones, sindicatos de izquierda, colectivos y personas críticas de la sociedad que quisieran conocer más sobre el PSOCA, su pensamiento y trabajo consecuente; además de conocer el legado y filosofía del comandante Marcial, y de Farabundo Martí.

En esta ocasión se hizo el reconocimiento a estos dos grandes dirigentes que trabajaron por la construcción de una nueva sociedad y un sistema que estuviera en favor del proletariado y en el respeto de los derechos de las personas y su dignidad como humanos; desde el trabajo ideológico y formativo, hasta el trabajo de campo y su preparación para las diferentes tareas y luchas en cada uno de los contextos en que vivieron.

Se inició con el tradicional himno a de Internacional Socialista y grito de consignas, para después pasar a las palabras conmemorativas sobre este evento aclarando los orígenes de los partidos centroamericanos y el trabajar que ha desarrollado el PSOCA desde su fundación. Además se contó con la participación de ex compañeros de armas del comandante Marcial, quienes hicieron reflexión sobre el trabajo y disciplina de las FPL, además de aportar insumos sobre los sucesos ocurridos en la caída de la dirección de las FPL y problemas internos que llevaron a la muerte física, y no ideológica, de Cayetano Carpio.

La construcción del socialismo es posible

Fara finalizar el evento se realizó un debate sobre la realidad nacional, la historia y la vida de Marcial, en donde los participantes pudieron dar aportes al análisis de la situación en que se vive y el trabajo urgente que se debe realizar, continuando en gran medida el legado del comandante Marcial y del mismo Farabundo Martí, además de cientos de revolucionarios consecuentes con las causa que lucharon desde antes de la guerra para la construcción de una mejor región.

Como Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hacemos un llamado a la reunificación de las luchas, a superar la dispersión en reagrupamiento y un andar común para lograr los objetivos, los trabajos urgentes y poder hacer la tan ansiada transformación de la sociedad.

Ante la muerte de Salvador Cayetano Carpio llamamos a cerrar filas y hacer una memoria de los ideales del comandante Marcial y que no simplemente queden en el recuerdo, sino que se utilicen en las luchas diarias de cada uno de los frentes y organizaciones.

Lo impensable comienza a ser realidad: diálogo FMLN-ANEP

Por German Aquino

En el 2009 el pueblo salvadoreño derrotó a la derecha arenera. Mauricio Funes desde la campaña planteó el acercamiento con el empresariado salvadoreño y una vez electo se proyectó un gobierno de unidad nacional, lo que implicaba gobernar de la mano de los ricos. El FMLN hizo una diferencia entre el gobierno de Funes y el FMLN, argumentando que esas cosas pasaban por que el partido todavía no había llegado al gobierno y que era necesario que llegara uno que proviniera directamente del FMLN, manteniendo un discurso de cara a mantener siempre el apoyo de sus bases. Cuando se acercaba la campaña electoral para presidente, el FMLN sacó ventaja política de los proyectos ejecutados por el gobierno de Funes, quien a pesar de mantener un aparente distanciamiento con la cúpula del FMLN pasó a ser uno de los mayores activistas del FMLN, utilizando los recursos del pueblo de forma similar a como lo hacía la derecha arenera.

De los acuerdos de paz al acuerdo de nación

Según declaraciones que dieron dirigentes empresariales de la ANEP después de la reunión con representantes del Gobierno recién electo, ellos consideran que “hasta hoy es que se ha iniciado un diálogo con el sector empresarial y el público”, considerando al gobierno de Funes como “confrontativo y excluyente”. Al respecto, Funes de manera contradictoria ha manifestado: “Da la impresión que el diálogo ahora es que comienza…que su gobierno fue quien ‘rompió con el esquema oligárquico’ que antes dominaba en el país…Estoy convencido que el nuevo Presidente electo (Salvador Sánchez Cerén) continuará con este esquema antioligárquico”. Las declaraciones del presidente Funes son contradictorias; por un lado se presenta como el gobierno que inicio el diálogo, pero por otro como un gobierno antioligárquico. Habrá que ver cuáles fueron esas medidas que realizó en contra de la oligarquía.

Roberto Lorenzana, secretario de comunicaciones del FMLN, considera que el Presidente Funes inició el diálogo, pero que no tenía capacidad de negociación, manifestando al respecto que “Ahora van a negociar con el poder real del FMLN”; e incluso realizó una comparación entre el proceso de diálogo y negociación de la revolución salvadoreña manifestando que en la guerra: “Fue Duarte el que inició el proceso de diálogo, en un principio nosotros teníamos escepticismo porque Duarte no representaba un poder real, cuando llega Cristiani, que tenía una posición mucho más dura, nosotros dijimos: este es el poder real, con este se puede negociar”. Queda claro que Funes, al igual que Duarte, solo sirvió para acercar las partes. Ahora viene una nueva negociación de la cúpula del FMLN como representante de intereses de núcleos económicos emergentes y ARENA como representante de los intereses de la rancia clase dominante. Se habla de un segundo acuerdo de nación, como si los acuerdos de paz hubieran traído grandes beneficios a la clase trabajadora, los campesinos, los pueblos originarios y demás sectores populares; y lo peor, aún no han traído la paz que tanto se ansiaba. Contrario a todo ello, dichos acuerdos de paz fueron la llave que le permitió a la derecha arenera gobernar por 20 años, periodos en los cuales se saquearon las instituciones del Estado y muchas pasaron a manos privadas, permitiendo la acumulación de mayores riquezas a los sectores ligados a la derecha arenera.

Las bases del FMLN deben interpelar a la burocracia del FMLN

Los argumentos de que el gobierno del FMLN no realizaba verdaderos cambios son inválidos. Ahora se tiene a Sánchez Cerén como el presidente de la república y a Óscar Ortiz como vicepresidente; ambos provienen de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), una de las organizaciones que conformaron el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Pero todo parece que en vez de combatir a la clase dominante, la cúpula del FMLN por fuera de la voluntad de sus bases ha iniciado todo un proceso de diálogo y negociación con ARENA, a quien caracteriza como oposición y con Gana, PCN, PDC y Unidos por El Salvador a quienes sitúa como oposición democrática. Las esperanzas de aquellas bases del FMLN que pensaban que en este gobierno del FMLN se verían verdaderos cambios están en riesgo.

 


Por Mario Carranza

Salvador Cayetano Carpio, mejor conocido como Comandante Marcial, nació el 6 de agosto de 1919, en la ciudad de Santa Tecla. Durante hechos confusos todavía sin aclarase, Carpio falleció el 12 de abril de 1983 en la ciudad de Managua. Alrededor de la muerte de Marcial y de la Comandante Ana María (Mélida Anaya Montes), los enemigos de clase y sus aliados han tejido toda una red de artimañas que buscan ensombrecer la figura de este gran dirigente.

Un obrero, organizador y luchador

Inicialmente Cayetano Carpio, para poder sobrevivir, desde muy joven se desempeñó como aprendiz de zapatero. Fue miembro del Partido Comunista Salvadoreño (PCS), fundador del Comité de Reorganización Obrera Sindical Salvadoreño (CROSS), fue Secretario General de la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños, CGTS. Además fue un gran organizador de luchas obreras; su férrea lucha contra los patronos y el gobierno lo llevó a ser perseguido por el gobierno. Cuando nos referimos a Cayetano Carpio no se puede evitar hablar de su irreprochable trayectoria como un elemento de gran importancia en el proceso revolucionario salvadoreño, fue un gran cuadro revolucionario, y un autodidacta.

De Farabundo a Marcial hacia la integración socialista centroamericana

El Comandante Marcial militó en el Partido Comunista Salvadoreño (PCS), organización política surgida en 1929, en plena consolidación del estalinismo, que nace para luchar por el bienestar de las grandes mayorías, siendo uno de sus grandes fundadores Farabundo Martí, quien imprimió al proceso organizativo un carácter centroamericanista; prueba de ello fue su participación en la creación del Partido Comunista de Centro América, en cuyo espíritu fue fundado hace cinco años, el cuatro de abril, el PSOCA.

Como miembro del PCS Cayetano Carpio cuestiona la composición social de dicha organización manifestando: "El partido comunista y sus cuadros eran fundamentalmente de la pequeña burguesía. Eran cuadros especialmente intelectuales, profesionales, como Dagoberto Marroquín, Tony V. Hidalgo y una serie de licenciados, doctores, estudiantes… muy pocos obreros, algún campesino que había quedado de 1932 y tres o cuatro dirigentes sindicales también de ese año; el predominio era pequeño burgués, de gente posiblemente honesta, tratando de proletarizarse, pero que sencillamente estaban con todas las lacras de su clase."

Cayetano conocía la realidad del PCS y la composición social de esta organización así como sus políticas de claudicación y coexistencia pacífica. Su objetivo de militancia en el PCS era clara, organizar a la clase trabajadora y demás sectores y hacer prevalecer una línea política combativa. Tanto la representación pequeña burguesa como la proletaria coexistían en el interior del PCS, dándose un férreo ataque por parte de los primeros a las políticas combativas de Cayetano. Fue el respaldo dado por una parte de la dirección del PCS en 1969 al gobierno del general Sánchez Hernández en la guerra contra el pueblo hondureño lo que llevaría a Cayetano a romper con el PCS. Como una escala más en la lucha el 1 de Abril de 1970 Marcial fundó las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) Farabundo Martí, rescatando así la gesta de 1932 y la figura de Agustín Farabundo Martí, la cual había sido olvidada por el PCS.

Las FPL, como una organización político-militar adoptan como principal método de lucha la vía armada y como principal estrategia la guerra popular prolongada, en sus inicios fue conformada en su mayoría por obreros y campesinos luego se incorporaron sectores medios, y pequeño burgueses, quienes buscaron hegemonizar la organización.

Superemos la dispersión

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a rescatar el legado revolucionario del Comandante Marcial, máximo representante y dirigente de la clase trabajadora salvadoreña. A la vez consideramos que debemos hacer un balance histórico de las derrotas sufridas por la clase trabajadora en nuestra lucha por la liberación, debemos aprender las lecciones. Marcial comprendió lo urgente y necesario que era la conformación del Partido Revolucionario que representara a las grandes mayorías. La estrategia guerrillerista, en sus variantes castrista y maoísta, no logró la destrucción del poder burgués e imperialista y la construcción de un nuevo poder basado en los obreros y campesinos. La nueva vanguardia revolucionaria salvadoreña y centroamericana debemos retomar dicha tarea de construir el partido marxista revolucionario que encabece la lucha contra el capitalismo y el imperialismo a partir de la movilización y organización revolucionaria de las masas oprimidas, partido en el cual el PSOCA busca constituirse.

Más artículos…

Hemeroteca

Archivo