Por Cuauhtémoc Tit   

En el caso del territorio de Cuzcatan, hoy El Salvador, el proceso de invasión inició en 1524. Así, el 6 de junio 1524 Pedro de Alvarado llega a Mochizalco, poblado en el cual es recibido en paz; el 7 de junio llega a Acatepeque, pero ya sus moradores habían abandonado el lugar. El 8 de junio de 1524 en Acaxual (Acajutla) los guerreros de Mochizalco, Acatepeque y Acajutla ofrecieron una férrea resistencia a los españoles, incluso Pedro de Alvarado recibió un flechazo en el muslo de la pierna izquierda que lo dejo cojo para toda su vida. Han pasado 490 años después de esta sangrienta batalla en donde los pueblos originarios de Cuzcatan lucharon contra los invasores y sus aliados.

La invasión española, antecedente de todos los males

La invasión de España a los pueblos originarios hace 490 es el antecedente de la crítica situación económica y social por la cual atraviesa el pueblo centroamericano. Mediante la invasión introdujeron el modelo de explotación del hombre por el por el hombre. Siendo derrotados militarmente, los pueblos originarios fueron sometidos en el aspecto económico, con lo cual fueron obligados a pagar tributo, despojados de las tierras, sometidos a la esclavitud y luego a la servidumbre. Al ser despojado de la tierra, el cual no era solo el principal medio de producción si no que guardaba una estrecha relación con la misma cosmovisión y espiritualidad los pueblos originarios, fueron obligados a perder su identidad desde esos tiempos hasta la actualidad y aquellos pueblos que se resistieron hasta la fecha han sido condenados a la pobreza y marginación social.

En el aspecto ideológico-religioso, los invasores hicieron uso de la evangelización en donde la iglesia jugó un papel importante. Sometieron a través del miedo e introdujeron el pecado y según fundamentos de la Iglesia Católica, los territorios habitados por los pueblos originarios pasarían a ser propiedad de la Corona española. A nivel político introdujeron concepciones e instituciones que les aseguraran la dominación.

Los pueblos originarios se han mantenido en constante resistencia y lucha

A partir de la invasión pasando por la colonia, la independencia, hasta la conformación del Estado salvadoreño la dominación, el sometimiento, explotación y miseria y represión se han mantenido hasta llegar al actual estado capitalista. A manera de ejemplo se pueden citar la promulgación entre 1881-1882 bajo el gobierno de Rafael Zaldívar, de una serie de leyes de extinción de ejidos y tierras comunales que permitieron la expropiación de las tierras de las comunidades indígenas, el etnocidio cometido en 1932 bajo el gobierno del General Martínez en el cual tuvieron participación también progenitores de miembros de la actual derecha arenera.

Desde hace 490 años los pueblos originarios de El Salvador se han mantenido en resistencia, pero el Estado salvadoreño y las clases dominantes han negado la existencia de los pueblos originarios. En los últimos años la lucha de los pueblos originarios ha mostrado un acrecentamiento; parte de ello ha sido exigir del Estado el reconocimiento a nivel constitucional.

Después del reconocimiento debemos luchar por la garantía de los derechos de los pueblos indígenas

En el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), la participación política de los pueblos indígenas ha sido un elemento fundamental en la construcción, por lo cual consideramos que independientemente del reconocimiento del Estado burgués los pueblos originarios existimos, estamos vivos. Consideramos una victoria el hecho de que el día 12 de junio de 2014 los diputados de las diferentes fracciones legislativas, después de rasgarse las vestiduras por fin acordaran reconocer nuestra existencia legal como pueblos originarios ratificando la Reforma del Artículo 63 de la Constitución de la República que agrega un inciso según el cual : “El Salvador reconoce a los Pueblos Indígenas y adoptará políticas a fin de mantener y desarrollar su identidad étnica y cultural, cosmovisión, valores y espiritualidad”. Esto representa un gran avance, pero debemos continuar luchando hasta lograr mejores condiciones materiales de vida. Este logro alcanzado es producto de la lucha de todas las personas pertenecientes a muchas organizaciones de pueblos indígenas.


Por Alberto Castro

El aumento de los homicidios en las últimas semanas, los cuales son atribuidos a las maras y a las pandillas, está poniendo en evidencia el protagonismo de estas organizaciones que operan en El Salvador. A través de su accionar estos grupos afectan a la clase obrera debido a que las principales víctimas son los trabajadores y sus familias. El problema de la violencia y la delincuencia es hasta cierto punto tolerado y goza de la complacencia de la clase dominante, cuyos representantes: Estado, gobierno, iglesia, gremiales empresariales y partidos políticos, manejan el tema con inmensa hipocresía y sacan ventajas de la problemática.

Violencia social como arma de dominación


El pueblo calla porque tiene miedo, ya que estas organizaciones le advirtieron “ver oír y callar”; en la esquina de la desesperanza el pueblo aún espera alguna respuesta de Dios o del gobierno en turno. Por su parte, los burgueses, como dueños de los medios de producción al mismo tiempo que ostentan en sus manos el poder político, y la conducción del subsistema ideológico, han sabido utilizar a la perfección la palabreja “la mara”, para inculcar en la conciencia de los trabajadores la existencia de un fenómeno social. Pero ellos se desligan de su responsabilidad en el asunto instrumentalizado a las maras y pandillas, otorgándoles la credibilidad en cuanto le atribuyen a dichas estructuras los delitos, al mismo tiempo que les premian otorgándoles el carácter de autodeterminación y respeto a las mismas; esto cuando se sirven de estas organizaciones para favorecer sus intereses como clase dominante.

Tregua: demostración y acumulación de fuerza

Desde los gobiernos de Arena hasta el actual del FMLN, los partidos políticos electoreros han buscado acercamientos con dichas organizaciones, pero no para dar una salida negociada al conflicto social sino como tácticas electorales que les permitan acumular votos para llegar o mantenerse en el gobierno. Una vez en el gobierno traicionan e incumplen las promesas realizadas a los representantes de estas organizaciones, y no dan continuidad al proceso desde el Estado. Por el contrario, utilizan las fuerzas represivas del Estado para reprimirlos, lo que ha agravado más la problemática de la violencia.

En el gobierno de Funes y del FMLN las maras y las pandillas rompieron el silencio e hicieron pública la necesidad de buscar una salida a la problemática. Parte de ello fue la llamada tregua, la cual consistió principalmente en la no agresión entre miembros de las maras y las pandillas. Dicha tregua fue muy criticada y utilizada por la derecha arenera en contra del FMLN y es considera un fracaso, pero debe entenderse que una tregua es algo temporal no algo definitivo; dicha tregua cumplió con el objetivo demostrar la capacidad de dichas organizaciones a la vez que internamente fue utilizada para acumular fuerzas.

La tregua surgió acompañada del plan “Municipios Seguros” el cual busca incluir a miembros de las maras y de las pandillas en programas de reinserción social, con los que se busca disminuir los homicidios. Dichos programas fueron un fracaso, debido a que no garantizaban la sostenibilidad económica de las familias, y no daban una respuesta real al problema de desempleo y de salarios que permitan un nivel de vida digno.

Por no una verdadera solución

Los índices de violencia y delincuencia crecen desmesuradamente. Para la derecha arenera esto es una herencia del gobierno de Funes y del FMLN; para el FMLN este es un desgaste de Arena. Pero mientras ambos instrumentalizan la violencia y la delincuencia, la clase trabajadora sigue clamando una solución a dicha problemática estructural. Para ello se debe corregir la causa que lo genera, como lo es la exclusión social causada por el sistema capitalista. Por ello las diferentes organizaciones de trabajadores, campesinos, pueblos originarios, estudiantiles y populares, debemos exigir al gobierno del FMLN que vaya más allá de la tregua y que de soluciones permanentes y reales al problema de la violencia y delincuencia.

No a planes represivos


La militarización y la implementación de un Estado policiaco no es la mejor respuesta a las demandas de seguridad, aunque para el gobierno son las salidas más fáciles. De igual manera se debe demandar al gobierno del FMLN la pronta investigación de la existencia de grupos de exterminio, los cuales no solucionan el problema y lo complican más, con el agravante de que dichos grupos pueden ser utilizados también con fines políticos.

El vicepresidente Oscar Ortiz sonríe con Jorge Daboub presidente de ANEP

Por Rael Oshun

Al comenzar a gestarse dentro del FMLN el cambio de pensamiento, o cambio ideológico, se divulgó entre las organizaciones que lo componían la afirmación de que las fuerzas guerrilleras ya no daban más, y que se tenía un costo social demasiado grande. Esa postura sirvió para justificar la tan apresurada negociación, ya que en realidad se había llegado a un empate en la medición de fuerzas entre el gobierno y el FMLN, y tanto la dirigencia guerrillera como los países cuyos intereses estaban en juego pensaron que llegaría pronto la intervención norteamericana a El Salvador, Nicaragua, Guatemala y desde luego también a Cuba.

El sacrificio de la revolución salvadoreña

Fue especialmente desde cuba y Nicaragua que se pidió el sacrificio del proceso en El Salvador. Es entonces cuando la dirección del FMLN planteó el cambio de línea que incluía la política de diálogo o negociación, sometiéndose a los intereses antes mencionados. Marcial y muchos combatientes no estuvieron de acuerdo con eso, por la manera apresurada de hacerlo, y el método a usarse, sin antes preparar condiciones que favorecieran al pueblo en sus necesidades e intereses como explotados y desposeídos, que era por lo que se había venido luchando.

El marco de negociación se abrió abruptamente, y las causas del pueblo quedaron fuera; algunas que fueron incluidas aún no han sido cumplidas. Es entonces que vemos un FMLN que renuncia a la lucha heroica, opta por la lucha parlamentaria, y pasa a ser su interés inmediato constituirse como partido político y participar en elecciones. Ellos sostienen que desde ahí lograrían hacer los cambios para beneficio del pueblo, pero la realidad muestra que serán solo cambios a pequeña escala y que no entrarán en contradicción con el sistema, más bien lo tratan humanizar, lo cual es una política propia de la social democracia, muy lejana de una izquierda revolucionaria y socialista.

De izquierda revolucionaria a izquierda reformista

Es a partir de la desviación estratégica y reacomodo ideológico que el FMLN, aunque se autodenomine marxista, empieza a proyectarse en la búsqueda de un gobierno de alianzas amplias, y pasa de ser una organización de izquierda revolucionaria a convertirse en partido socialdemócrata, pues cae en lo que conocemos como revisionismo.

Al hacer una reseña de la conducta política del FMLN recordamos al partido Marxista Alemán en 1869, que termina uniéndose al movimiento socialista de Lasalle, y de esta unificación nace la social democracia. Es ahí donde identificamos el método revisionista, ya que como resultado de un periodo de crecimiento del capitalismo que permitió a la burguesía europea hacer concesiones al movimiento obrero, corrientes al interior de la social democracia (E. Berstein, y posteriormente Kautsky y otros importantes dirigentes) tergiversaron las ideas revolucionarias de Marx, y no las aplicaron. La social democracia da un enfoque diferente o deformado al marxismo, sosteniendo que el Estado y no los trabajadores es el instrumento que introducirá el socialismo mediante cambios graduales.

A partir del cambio que surge en los 80s, el FMLN entra en un proceso que posteriormente lo ubicará en la social democracia, hecho que trae consigo la división de posturas ideológicas entre el FMLN como tal y las FPL, lo cual se refleja muy claramente en esta coyuntura política. Ahora como en el pasado, para quienes mantienen su posición en la izquierda, y sostienen su pensamiento revolucionario, se pone de manifiesto que los intereses del FMLN no están por la transformación revolucionaria de la realidad, ni en función de los intereses populares.

FMLN prepara condiciones subjetivas para la negociación

Muchos militantes entran a las FPL a mediados de la década de los 80s, pero ya el FMLN no trabaja en ellos la conciencia científica ni la conciencia política con enfoque revolucionario, y la formación que se les da es carente de principios consecuentes como los que poseían los legendarios fundadores de las FPL con conciencia clasista, razón por la que no apoyan los acuerdos de paz, ya que dichas condiciones favorecerían mas a la oligarquía que al pueblo. El FMLN sumó más militancia con la idea de fortalecer el apoyo a favor de la negociación, lo que también se dio en las demás organizaciones. También logró atraer a varios dirigentes de las FPL, los que decidieron dar la espalda a Salvador Cayetano Carpio y al proyecto de gobierno revolucionario el cual sería alcanzado mediante el instrumento de GPP que nació con las FPL. Algunos deciden seguir la línea del Partido Comunista y apoyar la plataforma de GAP, Gobierno de Amplia Participación, (donde cabe la burguesía y más sectores). Esta es la razón de la diferencia en claridad política y consciencia revolucionaria de la gente que entró al proceso antes y durante los 70s y el servilismo de algunos de los que llegaron ya en los 80s. Esta diferencia se debió básicamente a que fueron formados con información pensada y elaborada para el fin que ya se tenía maquinado, haciéndoles entrar en el reacomodo ideológico. Muchos combatientes de la distintas organizaciones entran en ese reacomodo por no poseer la suficiente formación, a pesar de haber combatido por décadas, y otros porque les facilitaba el camino rápido a la obtención del poder, que es la vía electoral, sin importar que aunque rápido y efectivo, obtendrían el poder que cambiaría sus realidades individuales mas no las de conjunto, las del pueblo.

Destrucción o fortalecimiento del Estado burgués

Los años en el poder hasta hoy han debido servir al FMLN para comprobar que Schafick Handal se equivocó cuando llamó a entrar al sistema para cambiarlo no para ser parte de él, pues ya la práctica está dejando claro que no se puede, pues el sistema les absorbe y los relega a socialistas de nuevo tipo: socialdemócratas. Esto pasa en gran manera por pretender construir el socialismo sin botar antes las bases estructurales, sociales, políticas y económicas que sostienen al capitalismo, y por creer que se pueden sustituir las luchas organizadas por las luchas parlamentarias.

Vemos cómo lejos de golpear las estructuras del capital, el gobierno del FMLN contribuyó más al fortalecimiento de la estructura económica, con la aprobación de los asocios público privado, y los acuerdos con Europa, sumado a ello la estrecha relación con EE.UU. lo cual refleja que no harán acciones que afecten al imperio.

La revolución socialista es la solución

Los jóvenes revolucionarios deben saber que existe una marcada diferencia ideológica entre el FMLN actual y las FPL legendarias y originales, y por qué se detuvo el proceso revolucionario. También deben observar cómo queda de manifiesto que la revolución la hace el pueblo obrero organizándose y movilizándose en las calles, y no enfrascándose en el viejo ciclo del revisionismo, ni desde las sillas reclinables de la Asamblea Legislativa creando leyes, reformas, y terminar adoptando innumerables políticas socialdemócratas.

La dirección del FMLN cuando le conviene maniobra a sus bases mediante un discurso de izquierda, utiliza las tradiciones revolucionarias de la heroica etapa de la guerrilla, no para impulsar la movilización de los trabajadores, sino para sostener el decadente orden capitalista en El Salvador. Estamos ante un nuevo FMLN, que desde hace mucho tiempo entró en una degeneración ideológica, hoy este nuevo FMLN representa los intereses de un nuevo sector empresarial el cual lo dirige.

Todos los revolucionarios debemos unirnos en un frente común de lucha, por la defensa de las reivindicaciones obreras, juveniles, campesinas, indígenas y populares, y en ese proceso discutir la necesidad de forjar un nuevo partido revolucionario, con democracia interna, que se plantee la necesidad de superar al actual partido de izquierda en el gobierno.


Por Germán Aquino

Este primero de mayo, como en los años anteriores, las marchas finalizaron en dos puntos como fueron la plaza Salvador del Mundo y la plaza Barrios. Con respecto a estas dos marchas existen señalamientos de ciertos dirigentes políticos como Dagoberto Gutiérrez quien manifestó: “…que la separación de las marchas representa dos filosofías diferentes, porque mientras la del FMLN ‘es la marcha que entrega el poder a Washington’, la otra es la que representa las demandas del pueblo trabajador” y los señalamientos de Paz Zetino, dirigente de Bases Magisteriales, según los cuales en la otra marcha estaban los “grupos de fachada del FMLNy que en esa marcha se reunían los que de verdad estaban en favor de hacer avanzar a la clase trabajadora.” (http://tr.org.sv/principal/?p=239).

Una misma clase: mismos intereses

Para el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), parte de estos señalamientos son debatibles y podrían revestir cierto interés político, ya que si bien es cierto existieron dos marchas, ello no implica que la mayoría de organizaciones que se movilizaron hacia la plaza Salvador del Mundo sean las que están entregando el poder a Washington. Es cierto que esta marcha fue instrumentalizada por la cúpula del FMLN, pero ello no implica que estas organizaciones sean las entreguistas o proimperialistas; por el contrario, en dicha marcha se movilizaron organizaciones que mantienen una posición crítica o no comparten las políticas del gobierno y de la cúpula del FMLN. Se debe hacer una diferencia entre lo que es el FMLN y las organizaciones que integran el movimiento social, así como entre la cúpula del FMLN y sus bases, y las organizaciones sociales y sus direcciones. El PSOCA también considera irresponsable el señalar como grupos de fachada del FMLN a las organizaciones que se movilizaron hacia la plaza Salvador del Mundo.

Al mismo enemigo el mismo combate

El PSOCA considera que las organizaciones que se movilizaron hacia la plaza Barrios tienen claro sus intereses de clase y han roto ya con la cúpula del FMLN. Desde este núcleo de organizaciones sociales en la práctica se está constituyendo un nuevo referente político al cual debemos atraer a las demás organizaciones obreras, campesinas, estudiantiles, indígenas, etc.

A nivel de la izquierda el movimiento social, y sobre todo el sindical, se debate entre dos posiciones: los que son afines al gobierno del FMLN y los que no lo son, ante lo anterior el PSOCA llama a las bases de ambos bloques, independientemente de en qué marcha hayan participado, a exigir la unidad como clase trabajadora, como clase se tiene un mismo interés, también hace el llamado a todas las organizaciones campesinas, indígenas y populares a luchar unidas, debemos organizarnos para luchar unidos, además de ello, debemos exigir que se mantenga la democratización al interior de las organizaciones y la independencia de clase.

Por un plan de lucha conjunto

Se debe levantar un plan de lucha conjunto que reúna aspectos como amento general de salarios para los trabajadores privados y públicos de acuerdo al aumento del costo de la vida, luchar contra los Asocios y-o alianzas Públicos Privados y todos los planes de apropiación imperialista de los recursos naturales, rechazar todas aquellas leyes de corte neoliberal y demás leyes que atentan contra la estabilidad laboral y los derechos de la clase trabajadora, defensa de la seguridad social y renacionalización de los servicios públicos energía, comunicaciones, salud y educación, etc., reforma agraria integral.


Por Rael Pérez

El recién pasado primero de mayo organizaciones obreras, campesinas, estudiantiles, indígenas, vendedores, etc., conmemoraron la gesta heroica de los obreros de Chicago, quienes iniciaron el esfuerzo por lograr que se reconocieran los derechos de la clase trabajadora, razón por la cual fueron reprimidos y brutalmente martirizados por el Estado capitalista y es en su homenaje que el primero de mayo se convierte en el histórico día Internacional de los Trabajadores.

Ascensión de la independencia de clase

Este primero de mayo, al igual que el año anterior, se realizaron dos marchas. Una partió de los alrededores de Metrocentro haciaplaza El Salvador de El Mundo; en esta marcha participaron una serie de organizaciones obreras, campesinas, estudiantiles, etc., y el FMLN. Para sectores y organizaciones independientes del FMLN esta marcha es identificada como la marcha oficialista, ya que en ella participaron Salvador Sánchez Cerén, presidente de la república recién electo y Oscar Ortiz, vicepresidente, quienes se dirigieron a la población asistente. A esta marcha se unió un sector de las organizaciones que se concentraron la entrada principal de la Universidad de El Salvador.

La otra marcha se concentró en la entrada principal de la Universidad de El Salvador, desde donde partió hacia la Plaza Barrios del Centro Histórico de San Salvador; esta marcha es conocida también como la marcha alternativa, la cual contó con una mayor participación que en años anteriores. Al respecto, Mario López de la Central Sindical Independiente (CSI) días previos a la marcha expresó "Nosotros vamos en la marcha sindical de las organizaciones sindicales de trabajadores y trabajadoras que no tenemos ningún compromiso político-partidario con ningún partido sean de centro, de derecha o de izquierda y tampoco se tenga compromiso con ningún Gobierno”. Vale aclara que la CSI está conformada por organizaciones como Bases Magisteriales, Simeduco, Sitrasalud, Agepym, Sindicatos de enfermería los cuales que rompieron con la Central de Trabajadores democráticos (CTD) dada la intervención en la misma de la cúpula del FMLN y pasaron conformar la CSI.

Trabajemos en la reunificación

La marcha alternativa se caracterizó por aglutinar las nuevas generaciones que recogen el legado histórico de las luchas y le da al día del trabajador el real carácter de protesta, denuncia. Esta propuesta se había perdido ya hace varias décadas, desde que el FMLN, actual partido en el gobierno, pusiera en la gaveta del olvido la lucha sindical, y luego redujo a los actores sociales a simple militancia obediente, adormecidos totalmente por su influencia nefasta de la colaboración de clases y su discurso de reconciliación.

Este primero de mayo se dio un paso muy definido en cuanto al objetivo de convertir la dispersión en reunificación para transformar la realidad, y queda demostrado que de esta manera se avanza en tal búsqueda. El uno de mayo se sentó un precedente histórico en El Salvador; diferentes organizaciones han asumido el compromiso de continuar escribiendo la historia y en unidad como clase trabajadora organizar y movilizar a los oprimidos y explotados hacia la construcción de un nuevo poder obrero, campesino y popular. Las mujeres socialistas también asumieron el rol como luchadoras incansables, teniendo como referente a Virginia Bolten, que fuera la primera mujer creadora de una concentración obrera, en un primero de mayo de 1890; a la vez destacaron la importancia de su participación como mujeres en donde la lucha no es sexo contra sexo o género contra género, sino que consideran la lucha de la emancipación de la mujer como parte de la lucha de clase.

Pinta como parte de la libertad de expresión

La marcha proletaria en El Salvador por momentos también se vio obstaculizada, debido a la represión e intimidación de algunos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), quienes obedeciendo órdenes de sus superiores amenazaban con golpear para evitar que las personas se expresaran mediante la elaboración de pintas en las cuales se dejan plasmadas las demandas de la clase trabajadora, coartando de esa forma la libertad de acción y expresión. Lo anterior demuestra cómo los organismos del Estado en el momento necesario reflejan su verdadero carácter de clase como es la defensa del capitalismo y de la propiedad privada, sobre todo por parte de aquellas personas que no están conscientes de la clase a la cual pertenecen.

La pinta como método de expresión de las demandas de las organizaciones sociales no es un acto de vandalismo, como los medios de comunicación muchas veces lo hacen ver; por el contrario es parte de la libertad de expresión ya que el gobierno no garantiza las condiciones materiales que permitan a las organizaciones sociales el expresar libremente sus demandas, ya que las organizaciones para tener acceso a los medios de comunicación tienen que hacer grandes gastos. Por lo tanto, las organizaciones continuarán haciendo uso de la pinta y de otros medios de expresión popular.

Una tribuna con carácter de clase

La marcha alternativa que partió de la UES llego a la Plaza Libertad. Todas las organizaciones obreras, campesinas, indígenas, y estudiantiles a través de sus representantes, tuvieron la oportunidad de expresarse denunciando la explotación por parte de los capitalistas imperialistas, en contra de la burguesía oficial (ARENA), así como la indiferencia que ha mostrado la burguesía emergente (FMLN). Culparon públicamente a los gobiernos de derecha y a los gobiernos de izquierda moderada por el abandono en el cual se les ha tenido desde el ARENATO, hasta la actualidad y mostraron la indignación que les causa, no solo porque se ha abusado de su fuerza de trabajo proletaria, sino también porque se ha arrebatado su dignidad, debido a la malas condiciones de trabajo y el trato inhumano que reciben a diario, tanto en el campo público como el privado.

Se protestó fuertemente por las promesas incumplidas, como la del aumento del salario mínimo, ya que en mucho tiempo la clase trabajadora salvadoreña no ha tenido un aumento del salario, siendo los intentos de aumento una burla. También se presentaron denuncias y señalaron las muchas acciones del gobierno en contra de nuestra clase, como los son: los Asocios Públicos Privados y los acuerdos de desarrollo con Europa, las alianzas con la burguesía, los planes de apropiación capitalista, imperialista de los recursos naturales, el incremento de la canasta básica, los sueldos mínimos muy bajos con respecto al costo de la canasta básicas y el hecho de que las transnacionales lo que buscan es bajar los salarios y se niegan a escuchar las demandas obreras de aumento de sueldos.

Las organizaciones independientes no alineadas a intereses partidarios, dijeron un basta a la aplicación de mas políticas neoliberales; hicieron el urgente llamado a la lucha por la transformación política, social, y económica; se declararon en contra de los asocios, acuerdo, y apropiación de nuestros recursos, de las leyes neoliberales que afectan a nuestra clase trabajadora; exigieron la renacionalización de los servicios públicos, el aumento de salarios para trabajadores privados y públicos, y una reforma agraria que reivindique a los indígenas y a los campesinos, devolviéndole las tierras comunales que les fueron arrebatadas.

Se hizo énfasis en que ha llegado la hora de un verdadero accionar, luchar también por un cambio de pensamiento en aquellos que aún no poseen identidad de clase, ni la claridad que les haga comprender que solo una población organizada podrá ponerle fin a la opresión y explotación. También se enfatizó que el gobierno del FMLN solo busca poner parchecitos a un sistema en crisis, totalmente fracturado, carente de soluciones de cara a los problemas sociales, y que lejos de reivindicar a la clase trabajadora la denigra.

El banderillazo se ha escuchado, y las luchas obrero-campesinas, de los pueblos originarios y estudiantiles, comenzaron a escucharse en las calles de nuestro país, dando ese salto combativo hacia la práctica, por un El Salvador y una Centroamérica liberada en donde debemos repetir la gesta del primero de mayo de 1857, fecha en que los cinco ejércitos centroamericanos expulsaron a William Walker y su ejército de filibusteros. En esta ocasión debemos ser la clase trabajadora centroamericana que expulsemos a los imperialistas.

Más artículos…

Hemeroteca

Archivo