Por Horacio Villegas

Las jornadas de protestas y movilizaciones de los médicos y maestros, desplegadas a finales del mes de abril del presente año, han sido pausadas luego de la victoria asestada al Congreso, que temerosos de una insurrección popular, apresuradamente, llamaron el martes 30 de abril a “archivar” los decretos en cuestión, y posteriormente, debido a la presión de estos sectores, eliminaron la propuesta de transformación y reestructuración presupuestaria de las secretarías de educación y salud. Hasta el momento, los médicos y maestros se refieren al decrecimiento en las acciones concretas, como un periodo de “repliegue táctico”, en donde el llamado a salir a las calles a luchar ―según ellos―, es asunto de una pequeña espera.

Tanto el Colegio Médico, como los sectores aglomerados en el magisterio, han puesto en el centro de sus exigencias, la derogación inmediata de dos decretos ejecutivos que fueron aprobados en el Congreso Nacional en el año 2018, referidos al tema específico de educación y salud. Hasta el momento, el rumbo de la lucha por la no privatización de los servicios públicos, está siendo encaminada en la disolución de los decretos aprobados en la administración continuista de los cachurecos.

La última actividad llevada a cabo por estos sectores, como ser el Colegio Médico, representantes del magisterio, representantes también del Instituto de Formación Profesional (INFOP), y asociaciones independientes como la Asociación Nacional de Obreros de Honduras (AFRECAPH), fue un foro o tribuna abierta el día jueves 2 de mayo, cerca de los portones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en donde se expusieron varios puntos claves de la crisis de privatización que han emprendido los gobiernos bipartidistas, y la experiencia propia dentro de este contexto, de las organizaciones allí presentes.

Julieta Castellanos desacredita la lucha de Médicos y Maestros

Las opiniones vertidas públicamente sobre este tema, dieron una pauta de las contiendas que se fraguan en favor y en contra de las medidas del congreso nacional, que ha estado siendo manejado por una alianza escamoteada entre la Oposición y los nacionalistas. Julieta Castellano, ex-rectora de la Unah, se manifestó en contra del rechazo que médicos y maestros han dado a la propuesta de reestructuración de estas dos secretarías; y, además, culpabilizó al Colegio Médico de la crisis que desde hace tiempo atrás enfrenta la salud pública en el país.

“La exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, responsabilizó al gremio médico de la crisis que enfrenta actualmente el sistema de salud. "Ellos (el gremio médico) son los responsables de cómo está hoy el sistema de salud", dijo la mañana de este martes. Julieta Castellanos, que también forma parte de la Comisión de Salud, manifestó que con la reestructuración del sector Salud los galenos temían un posible control de desempeño. ‘Ellos lo que temen es que haya controles de su desempeño porque permitieron que el sistema de salud llegara a la condición que ha llegado’, criticó.” (El Heraldo, 8 de mayo de 2019).

Por su parte, Suyapa Figueroa, la presidenta del Colegio Médico, dio respuesta a las declaraciones de la ex-rectora, colocando como uno de los señalamientos más directos, la débil administración del Hospital Escuela a cargo de las autoridades de la UNAH.

“La presidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), Suyapa Figueroa, tildó de absurdas las declaraciones de la exrectora de la UNAH, Julieta Castellanos, después que responsabilizara al gremio médico por la crisis que atraviesa el sistema de Salud. ‘No entiendo que una socióloga diga que un sistema de salud puede funcionar sin médicos, sin enfermeras, sin odontólogos, sin técnicos. Me parece absurdo lo que ella plantea, pero entiendo la frustración de ella porque no fue un gremio el que se levantó, fue todo un pueblo el que reclamó y creo que ese es el dolor que ellos tienen’, respondió Figueroa…” (El Heraldo, 9 de mayo de 2019).

La administración del Hospital Escuela ha sido entregada por el Rector Francisco Herrera a la Secretaría de Salud, desde noviembre de 2018 –en un acto que dejó sin valía todas las declaraciones previas de Castellanos, que pretendían ser la soñada solución al problema de la salud pública. Castellanos lanzó todas sus arremetidas contra el Colegio Médico, porque ella forma parte, en calidad de acompañante, de la Comisión de Transformación del Sistema de Salud, comisión que fue anunciada por el gobierno nacionalista desde agosto del 2018, y creada mediante el Decreto Ejecutivo PCM-026-2018.

Los problemas que existen en el sistema de salud y educación no pueden ser obviados, para lo que es necesario poner en marcha –con los esfuerzos que ciertos sectores ya han dado– un verdadero plan que acabe con las irregularidades que siguen deteriorando a estas dos áreas fundamentales del país. Pero ante la imposición de una dictadura que hunde sus raíces en el narcotráfico, el fraude y la corrupción, y que además ha priorizado sus gastos en la militarización y el gasto público en “seguridad”, es imposible colocar los mayores esfuerzos en tal empresa. Primero habrá que sacar de una vez por todas esta administración continuista, sino habrá tropiezos y obstáculos enormes que no dejarán avanzar en las soluciones concretas y tan necesarias.

Los dos decretos ejecutivos que médicos y maestros exigen sean derogados: el PCM-026-2018 y PCM-027-2018

En Honduras, son varios los momentos en los que se ha ido configurado la ofensiva neoliberal. En los años 80s, producto del financiamiento para los países subdesarrollados, se introduce bajo el auspicio del Banco Mundial, el Programa de Ajuste Estructural (PAE), que entre otras cosas sentenciaba la

“―privatización de la economía (transferencia de empresas del sector público al privado y disposición para no crear nuevas empresas del Estado).

―Limitar la participación del Estado como agente económico.” (Alcides Hernández, Del reformismo al ajuste estructural, Tegucigalpa: Editorial Guaymuras, 1982, p. 52).

En este nuevo siglo, en el año 2011, los empresarios del país ―los Canahuati principalmente― lanzaron el “Honduras is open for bussiness”, en el marco del Programa Nacional de Promoción de Inversiones; este evento ofrecía con bombos y platillos 149 proyectos al capital internacional, resaltando como gran promoción, la precariedad laboral y el entreguismo, que los gobiernos de turno luego del golpe de Estado, habían conseguido. Así lo festeja el periódico La Prensa de abril de 2011:

“Es mediante el programa que las autoridades ven necesario recordarle a la comunidad internacional el potencial enorme de Honduras: localización geográfica, el mejor puerto de Centroamérica en Puerto Cortés, tratados de libre comercio que vinculan al país a los mercados de mayor consumo en el planeta, un marco jurídico regulatorio, la Ley para la Promoción de Alianzas Público-Privadas, la Ley para la Protección y Promoción de Inversiones y la Ley de Empleo Temporal.” (La Prensa, 10 de abril de 2011).

Entre otras expresiones del neoliberalismo en nuestro país, se encuentran los ajustes que pretenden reducir las conquistas laborales y reducir en lo más bajo posible, las retribuciones salariales de los trabajadores públicos y privados. El caso son las maquilas, y los recortes que las dependencias del Estado encargadas de salud y educación reciben, por orden directa de organismos financieros internacionales. En este marco de pauperización laboral, entran ciertas medidas sutiles que el gobierno de los nacionalistas ha emprendido a lo largo de sus ocho años en el poder; la introducción de decretos ejecutivos que contienen modificaciones aparentemente superficiales, es una de esas medidas.

El decreto ejecutivo PCM-026-2018 fue publicado en el diario oficial La Gaceta el 20 de agosto del 2018; y el decreto ejecutivo PCM-027-2018, se publicó en este diario el 20 de septiembre del mismo año en cuestión. El primero de los decretos ejecutivos, que se refiere a salud, comienza anunciando la creación de la Comisión Especial para la Transformación del Sistema Nacional de Salud, y le atribuye la elaboración de un Plan Nacional de Salud. Además, le encarga “proponer y acompañar la reestructuración organizacional de la secretaría de Estado en el Despacho de Salud…”, que como sabemos, esta propuesta de “reestructuración”, ya fue derogada. Este decreto ejecutivo no parte de la elaboración sectorial y conjunta de ese aclamado Plan de Salud, sino que se le instruye a una solitaria comisión, solucionar los problemas que en su mayoría es visto por los médicos, enfermeras, y demás personal de los centros y hospitales públicos.

Al igual que el decreto ejecutivo referido a salud, el decreto PCM-027-2018, que atiende el tema de educación, contiene en su primer artículo, el llamado a crear la Comisión de Transformación de la Secretaría de Educación, que también se propone “acompañar la reestructuración organizacional de la Secretaría”, y que, de forma jerárquica y cerrada, elaborarán un plan de transformación de la secretaría de educación.

Los ministros que han asumido estas dos secretarías en los gobiernos recientes, no han podido plantear soluciones a las dos áreas de vital importancia para los hondureños; y dadas las declaraciones de Juan Orlando en cadena nacional, que hasta hace poco tiempo se entera del “estado de emergencia” de estas dos secretarías, sabemos que no es prioridad para ellos.

El resultado del actual gobierno: Más pobreza y deudas para los sectores populares

El 6 de mayo pasado, se anunció en varios periódicos un asunto que varios organismos no gubernamentales entre ellos el FOSDEH, han denunciado con cifras espantosas de contraste, como ser el nivel de endeudamiento de los hondureños, los descomunales salarios de los funcionarios públicos y el poco poder adquisitivo de los trabajadores. Los informes institucionales de Desarrollo Humano, también han coincidido en evidenciar la despiadada política de los bancos, que, practicando la usura como sus más lejanos parientes, abusan con las altas tasas de interés y las pocas aperturas para proyectos de mejoras sociales de la población.

“Son 361,772 millones de lempiras los que adeudan los hondureños al sistema financiero nacional, según cifras oficiales. Las deudas abarcan los sectores de consumo, comercio, vivienda y microcréditos, revela un informe de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS)… En créditos comerciales, los hondureños adeudan un total de 222,538 millones de lempiras, en consumo 81,902 millones, en vivienda 47,931 millones de lempiras y en microcréditos L9,399 millones.” (La Prensa, 20 de mayo de 2019).

El gobierno anunció con prontitud, al darse a conocer la espantosa cifra que los hondureños adeudan a la banca –361,772 millones de lempiras–, una medida que, según ellos, vendría a solventar este problema. La medida, que también nace en un ambiente de movilizaciones y protestas de los sectores de salud y educación, y que seguramente tiene como propósito atemperar los ánimos populares, se ha denominado “Ley de alivio de deudas”, y contempla subsanar de una forma cómica las deudas de los trabajadores: restándoles de sus prestaciones, y con deducciones salariales, las cuotas que deben a los bancos.

“Para poner en marcha este programa y que el mismo llegue a los trabajadores en condiciones más favorables tanto en tasa de interés, como en plazos, es necesario disminuir el riesgo crediticio de los deudores, por lo tanto, se hace necesario autorizar a las entidades reguladoras por un ente del estado, a deducir por planilla las cuotas correspondientes a las obligaciones crediticias que pacten los trabajadores de las instituciones del sector público y privado y en caso de cesación de sus servicios deducir de sus prestaciones el saldo del crédito.” (El Heraldo, 3 de mayo de 2019).

El gobierno estaría atropellando las conquistas laborales de los trabajadores con esta medida, pues pondría en manos de los banqueros: las prestaciones, y el poco salario que le queda a un hondureño promedio luego de las deducciones que formalmente ya tiene. Tal parece que la reducción de las tasas de interés, el cobro de más impuestos a los banqueros, y la apertura a nuevas modalidades de préstamos para los más pobres, no es parte de esta escuálida propuesta enviada directamente por el ejecutivo.


Por Felipe Suazo Erazo

En Honduras, después del golpe de estado del 2009, el modelo neoliberal había entrado en una etapa de paréntesis con el Gobierno de Manuel Zelaya (2006-2009). Sin embargo, la asunción de los gobiernos nacionalistas en el poder (Partido Nacional) con Porfirio Lobo Sosa (2010-14), y Juan Orlando Hernández (2015-2019), las medidas neoliberales se profundizaron en nuestro país. Una de las estrategias más comunes han sido: la privatización de los servicios públicos y las empresas estatales. El caso más reciente, es la ley de reestructuración de la salud y la educación, el cual, es parte de la agenda seguida por JOH y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El despertar de los gremios magisteriales

Desde las protestas contra la ley fundamental de educación en el 2013, el gremio magisterial se había desdibujado de las protestas sociales, puesto que el exministro de educación Marlon Escoto, logró torcer el brazo a uno de los gremios organizados más grandes de Honduras: El Magisterio. Por otro lado, los profesionales de la salud –quienes no han sido un sector beligerante– han despertado grandes expectativas al unirse con el magisterio, para acuerpar un frente común frente a las aspiraciones de la bancada nacionalista por privatizar descaradamente el sistema de salud y educación en Honduras. Esta propuesta apareció el 22 de Abril de 2019, en medio de cabildeos, misas negras, por la bancada del Partido Nacional. Inmediatamente, se organizó una alianza inesperada entre el magisterio y el gremio de los profesionales de la salud, algo muy inusual en nuestro país.

Las estrategias del Partido Nacional y la privatización de las empresas estatales

Una de las estrategias utilizadas por el Partido Nacional, para privatizar las empresas estatales, es declararlas ineficientes. En el periodo de Porfirio Lobo, se permitió el abuso desvergonzado y destrucción de empresas estatales, siendo el caso de corrupción del Instituto Hondureño de Seguridad Social (I.H.S.S.), el más nefasto, que provocó la muerte de miles de compatriotas y la destrucción del sistema de seguridad social en Honduras.

En el gobierno de JOH, su principal estrategia fue: crear un marco jurídico de descentralización que le permitiera acumular un poder omnímodo para convertir los ministerios en secretarías de estado, y generar una supuesta alianza estratégica con la empresa privada, conocida como COALIANZA. Tres empresas estatales han sido destruidas en su totalidad: Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), la empresa de telecomunicaciones HONDUTEL, y la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), la cual está siendo desangrada por un consorcio colombiano, aglutinados en la Empresa de Energía Honduras (EEH). Por tanto, la ley de reestructuración de la salud y la educación, era el siguiente paso macabro de privatización de estos grandes rubros que son ineficientes; pero que aún así ayudan a la mayor parte de la población.

Un retroceso del Estado

Los días 29 y 30 de Abril, se generaron una serie de protestas a nivel nacional, que aglutinó no sólo al sector salud y educación, sino que hubo una masiva respuesta de la población en general, y los estudiantes de educación media y nivel universitario. Como era de esperarse, el estado reaccionó con brutalidad y represión a las manifestaciones, utilizando estrategias como: la infiltración, el asesinato individual de personas por medio de escuadrones de la muerte. En una primera instancia, el congreso y la bancada del Partido Nacional, habló de dejar en suspenso dicho decreto, sin embargo, el día lunes, donde las protestas generaron un gran caos en la capital de Honduras y 176 réplicas a nivel nacional, se vieron obligados a eliminar el decreto en su totalidad, el día martes 30 de abril de 2019.

Alianzas estratégicas

 Nosotros consideramos que fue un éxito las alianzas estratégicas que se dieron alrededor de este polémico decreto, entre el gremio de la salud y educación. Sin embargo, estas deben de ir más allá de la visión económica y gremial. Esto debería de ser un punto de partida, para generar un frente amplio de alianzas para futuros escenarios conflictivos que afecten a la mayor parte de la población, ya sea que vengan por parte del Estado o de la empresa privada. Una de las principales desventajas que ha tenido el movimiento social hondureño, es el sectarismo, el gremialismo, y la falta de visión para unificar posiciones en beneficio de las mayorías.

El Estado y la empresa privada se han aprovechado para destruir el sector social organizado hondureño, atacando estas debilidades. Por esta razón, se ha introducido la contratación por hora, pérdida de derechos laborales, una disminución del sindicalismo a nivel nacional. ¿Acaso no es una necesidad generar futuras alianzas para recuperar los derechos sociales perdidos en esta etapa de neoliberalismo en Honduras? Nosotros hacemos el llamado a la construcción de una oposición más organizada y más beligerante. Existen muchos focos de protesta, pero divididos.


Por Horacio Villegas

Hoy fue el segundo día de acciones de protesta en el centro de Tegucigalpa. En horas de la mañana la paranoia se apoderó de los guaruras y militares que resguardan el Congreso Nacional; acordonaron luego, todos los puntos que dan ingreso a este edificio. Los enfrentamientos comenzaron luego del mediodía al hacerse presentes los médicos y maestros que convocaron a una movilización, la que terminó confluyendo en las afueras del centro histórico.

Los maestros del Magisterio de Choluteca, con franca coherencia entorno a los acontecimientos que seguían suscitándose en la capital, se tomaron la carretera Panamericana. En horas de la tarde, se anunció en ciertos sitios oficiales del Congreso Nacional, que la polémica propuesta había sido eliminada debido a la mayoría de votos en el hemiciclo, que dejaron sin valor ni efecto los artículos de la lesiva reestructuración de salud y educación.

La atropellada lógica encargada de hacer leyes ―expresión de Marx―, afín al gobierno cachureco y los diputados adictos a su mandato, ha sido detenida por el conjunto de hondureños enfurecidos pertenecientes a varias capas sociales urbanas. La batalla en el centro de la capital demuestra que aun persisten los reclamos y los motivos suficientes para seguir exclamando “abajo la dictadura”.

Las protestas ponen en un lugar de correspondencia a maestros, médicos, resistoleros, vendedores ambulantes, jóvenes de la clase media y jóvenes de los estratos bajos que deambulan en la capital ganándose la vida de diferentes maneras. A la hora de sostener con el mayor de los rigores una arremetida desarmada, frente a policías armados con bombas y pistolas, los compas que nos venden a diario parte de su vida en mercaderías y golosinas, son los que responden inmediatamente, intuyendo que la culpabilidad de su miseria se encuentra en un sistema político que les a negado bienestar a ellos y a sus familias. No les tiemblan las manos a la hora del desquite, y corren como los atletas ausentes de los equipos que nunca tuvieron razones para fundarse.

Quién haya podido experimentar las ventajas y desventajas de las calles trazadas en damero, el laberinto de cuadras, y subidas de repliegue altísimas y esplendidas, sabrá que el centro de la capital es más que simples pretensiones de ornamento, sino que es también el espacio público por excelencia, reclamado como tal en los furores de la lucha del pueblo.

Los inconvenientes también fueron notorios en esta jornada de protestas: innecesarios incendios al patrimonio nacional, como lo fue el museo histórico del palacio de telecomunicaciones; pero la culpa no puede ser tan solo de los manifestantes, pues el Estado administrado por los gobiernos nacionalistas ha vuelto asunto de respeto histórico a las armas, antes que a los monumentos; a la indumentaria militar, antes que a las gabachas médicas y a los docentes, y así pudiera seguir el contraste.

Es bueno saber que, aunque nos extenuara el ajetreo que impregnó nuestras ropas de gas lacrimógeno, sumado a las caídas y golpes, seguimos con una fiel idea de que las circunstancias políticas cambian de rumbo con las acciones directas de las multitudes populares en las calles, tomando cartas en el asunto sin remilgos u otra vacilación que viene de parte de los supuestos dirigentes de la Oposición, representada, principalmente, en Libre. El pueblo, encarnado en trabajadores, estudiantes, médicos, maestros, entre otros más, carece de los titubeos y del semblante indeciso de los que dicen defender hasta las últimas consecuencias, sus más honestos reclamos. A dos días de rebelión popular, los protagonistas invocan las gestas de aquellas huelgas generales del año 1954; y esperemos que este 1 de mayo, la rabia siga siendo el motor suficiente, para encarar a los traidores y corruptos.

  

 Por: Marbin Amílcar Pérez Natarén

 En Honduras hay una profunda crisis en el sistema de salud pública y tambien en la educación. De hecho, esta crisis es causada a propósito por los mismos politicastros, que luego aparecen creando comisiones de intervención, que no resuelven nada. Así fue que el gobierno de JOH creó comisión en el Seguro Social y otra comisión, en el Hospital Escuela, pero los problemas lejos de solucionarse se han agravado.

Y todos quedamos esperando ¿qué resultado tenemos gracias a la creación de estas “comisiones interventoras”?   El resultado son recomendaciones para privatizar los servicios públicos y las empresas públicas, que les permiten hacer fabulosos negocios con los grandes empresarios, de la noche a la mañana.

Para que una sociedad sea prospera se requieren dos elementos fundamentales: salud y educación, ya que ambos son derechos humanos elementales. El bienestar se puede alcanzar, solo si la educación y la salud tienen cobertura universal gratis.  

Todos aceptan que el desarrollo de un país se mide por el nivel de educación. Desde el golpe de Estado del año 2009, uno de los sectores más golpeados ha sido el magisterio. Primero se derogaron las principales conquistas del Estatuto del Docente, y luego comenzó la persecución política contra los dirigentes: para muchos de ellos audiencias de descargos, para otros la cárcel. Las dictaduras se caracterizan así, por imponer la mano dura, el terror y el pánico. Muchos dirigentes del magisterio aplaudían lo que hacia Marlon Escoto, a pesar que ese señor era un mandadero del presidente Pepe Lobo.

Nos decían: el ministro está haciendo un trabajo impecable. Bueno, ahí están los resultados.  Desde hace 10 años no sean crean concursos, por lo tanto no hay creación de nuevas plazas, sólo “chambas” para los activistas del Partido Nacional. Durante todo ese tiempo, el gobierno no ha creado ni un solo colegio; tampoco ha creado nuevas universidades, tampoco ha creado hospitales, ni centros de salud. Pero si ha construido Cárceles de Máxima Seguridad (Máxima tortura) ha comprado buques, aviones de guerra, etc. Aumentó el presupuesto de seguridad y defensa, pero ahora pretende disminuir el ya raquítico presupuesto de salud y educación.

Ley de reestructuración y reingeniería de la educación y la salud

El dictamen de ley aprobado el 25 de abril de 2019 por el Congreso Nacional de la Republica, invoca todos los artículos de la Constitución que garantizan la salud y la educación, pero para hacer lo contrario.  Esta Ley no habla de despidos, pero ya despidieron a mas de cuatro mil trabajadores. Esta Ley será aplicada a médicos y maestros. Los despidos son disfrazados bajo la forma de “reestructuración”, una palaba que ya conocemos su significado.

 Dialogo con el Congreso Nacional

 En el Congreso Nacional no hay dialogo con el pueblo que eligió a los diputados, ahí se aprueban leyes que obedecen a los intereses de los grupos en el poder, los diputados no defienden los intereses de sus electores

 En una entrevista en Proceso digital, la presidenta del Colegio Médico. Suyapa Figueroa, afirmó que, “esto no es para sentarse a negociar, esa ley no puede ser aprobada, es lesiva no solamente para los intereses de los gremios que trabajamos en estos dos sectores -Salud y Educación- esto es lesivo para toda la población”. (El Proceso Digital: 23 abril de 2019). 

En cambio, para los arrastrados y abyectos dirigentes de las centrales obreras los diputados tienen buenas intenciones, y fueron a sentarse a negociar con ellos: en menos de 48 horas ya había aprobado dicho proyecto de ley.  La verdad es que doctora Suyapa ha demostrado ser una dirigente gremial autentica, critica del régimen; mientras que los dirigentes de las centrales obreras ya están condenados por la historia.  En Honduras los dirigentes de las centrales obreras y de otros gremios ya no tienen ninguna credibilidad, la gran mayoría de ellos se terminan plegando a los intereses de los gobernantes de turno.

Arnaldo Bueso, ministro de educación, trata de ocultar la verdad: “No se trata de despidos masivos, sino una reingeniería de la parte administrativa superior que nos permitirá ser más ágiles y efectivos” (El Proceso Digital; 23 de abril de 2019). Con este lenguaje más bien parece ser un funcionario de los Organismos Internacionales, no parece ser un funcionario público; de forma diplomática está admitiendo que los despidos vienen y nadie los detendrá.

El lenguaje que los ministros utilizan, los delata. Solo una persona ingenua podría  afirmar que las intenciones del gobierno de Juan Orlando Hernández (JOH) son buenas. Palabras claves para descifrar ese lenguaje encubierto del poder: reestructuración y reingeniería. Discurso propio del neoliberalismo, no hay que perderse, y el que se pierde es porque en realidad es tonto.   

Pero la dirigencia magisterial y la dirigencia de los médicos han sido claros en rechazar el proyecto de ley, y en denunciarlo como lesivo.  Por ejemplo, Daniel Esponda, ha dicho claramente que la ley implicará masivos despidos. En declaraciones para El tiempo Digital, dijo: “Dichas acciones no son camino para mejorar el sistema educativo. Este proceso se está realizando a nuestras espaldas”. (22 de abril de 2019) Sin lugar a dudas, a los diputados les urgía aprobar un proyecto que llevaría la educación y la salud al cesto de la basura.     Al final, concluye Daniel Esponda, “No es necesario crear nuevas leyes, ya todo esta establecido” (El Tiempo Digital: 22 de abril de 2019). Bueno en el caso del Magisterio sería resucitar las conquistas del Estatuto del Docente, y desde luego los Médicos tienen su propio Estatuto del Médico.

La doctora Suyapa Figueroa ha identificado muy bien el problema, al afirmar que la aprobación de esa ley y lo que pasa en salud es un genocidio contra la población hondureña, y además constituye en una perversidad del sistema necrofílico que tiene gusto por la   muerte.   

A conformar una plataforma unitaria en salud y educación

Llamamos a los trabajadores del sector salud y educación a cerrar filas, a conformar la más amplia unidad democrática para conseguir la derogación de esa perversa Ley aprobada por el Congreso Nacional. Llamamos a mantener y profundizar la movilización y conformar una plataforma política capaz de revertir esas políticas regresivas y represivas para la clase obrera hondureña.

Desde el año 2000 hay una histórica tradición de haber derrotado las políticas neoliberales de Ricardo Maduro, con la formación de la Coordinadora Nacional de resistencia Popular (CNRP), y la experiencia más reciente data del año 2009 con la creación del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP)

    Es urgente la construcción de un Frente Amplio de los trabajadores y sectores populares, para derrotar las leyes nefastas de la dictadura de Juan Orlando, que está siendo financiada por el Banco Mundial (B.M), el Fondo Monetario Internacional (F.M.I) y hasta por el Banco Centroamericano de Integración económica (BECIE). 

     La Historia nos demuestra que hasta cierto hay un imperativo categórico para derrotar a las dictaduras, esa se llama; movilización, organización y lucha, eso fueron los tres lemas del Frente Nacional de Resistencia Popular. De a poco se fueron abandonando estos postulados para dedicarse a la politiquería, es decir a la partidocracia.  Aprendamos de los errores y asimilemos las buenas experiencias.


Por Horacio Villegas

La propuesta mandada desde el despacho de la presidencia, denominada en un inicio Ley de Reestructuración y Transformación del Sistema Nacional de Salud y Educación, y que fue modificada apenas en una sola sesión del congreso nacional, adoptando el nombre de Ley de Reestructuración y Transformación Presupuestaria de la Secretaría de Estado en el Despacho de Educación, fue aprobada el 25 de abril, para el asombro de muchos hondureños.

En artículos anteriores, denunciábamos el contraste que existe en el tema de la asignación presupuestaria a las secretarias del Estado, en donde Salud y Educación se quedan en los niveles más bajos de inversión pública. Los fondos los acaparan Seguridad y Defensa, que se traduce en gastos exagerados para seguir sosteniendo las castas militares como los PM, quienes sirven de perros cuidadores de la dictadura nacionalista.

La anunciada “ley de reestructuración y transformación” de estas dos secretarías, tuvo desde su creación formal desde la presidencia y su posterior discusión en el congreso nacional,ofensivas directas para la clase obrera, como ser la cancelación inmediata de los contratos de los trabajadores de estas dos secretarias –así lo detalla el Dictamen del 3 de abril de 2019, artículo 7, “discutido” en el congreso.ARTÍCULO 7.- Se faculta a las Secretarías de Estado en los Despachos de Salud y de Educación, para que en el marco de las decisiones adoptadas mediante los Decretos Ejecutivos números PCM-026-2018, PCM-027-2018 y el presente Decreto Legislativo, puedan ejecutar las siguientes acciones:

Proceder a la cancelación de los acuerdos de nombramiento y la terminación de los contratos de prestación de servicios, en el contexto de las decisiones adoptadas en el proceso de reestructuración administrativa y organizacional dándole cumplimiento al pago de los derechos y las prestaciones indemnizatorios que conforme a la legislación nacional correspondan en materia de relación de prestación de servicios…” (Dictamen de la Comisión Especial del Congreso, sobre Ley de Reestructuración y Transformación del Sistema Nacional de Salud y Educación, p. 5).

Y la otra ofensiva más que notoria para la mayoría de hondureños, y una grieta evidente para efectuar más actos de corrupción, es el encargo que se le hace a las Municipalidades para asumir la inversión tanto en Salud como en Educación –también expresado en el Dictamen del 3 de abril, artículo 11.

“ARTÍCULO 11.- Las Municipalidades deben priorizar los fondos que el Estado les transfiera anualmente para el mejoramiento del Sector de Salud y Educación, tal y como lo establece el Artículo 91 de la Ley de Municipalidades para la cual la Secretaría de Estado en el Despacho de Gobernación, Justicia y Descentralización debe constatar la inversión realizada por cada Municipalidad previo al otorgamiento de las subsiguientes transferencias a realizar en el año 2019, debiendo informar a las Secretarías de Estado relacionadas” (Dictamen de la Comisión Especial del Congreso, sobre Ley de Reestructuración y Transformación del Sistema Nacional de Salud y Educación, p. 10).

La propuesta enviada directamente por el ejecutivo al Congreso Nacional, expresa las motivaciones suficientes que tienen los nacionalistas en el tema de las instituciones del Estado. Los despidos masivos responden a esa necesidad que tiene el partido de gobierno en suplantar varios puestos dentro de estas dos secretarias y a la vez, cumplir con las medidas de recortes en el sector público, que los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial ponen en la mesa.

La propuesta que fue modificada y aprobada el jueves 25 de abril en el Congreso Nacional, y que dio motivos de reprimendas por parte de algunos diputados de la Oposición, fue conocida y consensuada únicamente por los diputados nacionalistas, quienes a través del secretario del congreso, Tomás Zambrano, apresuraron dicha aprobación a pesar de las inconsistencias y el ambiente de conflicto que existía en el hemiciclo.

Para el asombro de la mayoría de los hondureños que estuvimos pendientes de esta arbitraria aprobación, la propuesta que se estaba leyendo en voz alta, ya no contenía en los artículos enunciados, la tan polémica descripción de los despidos masivos de empleados de las dos secretarias en cuestión. Los artículos que fueron leídos por Zambrano referidos al tema de “educación”, antes de la interrupción que hicieran los diputados de libre, expresaban lo siguiente:

ARTÍCULO 1.- Se faculta a la Secretaría de Estado en el Despacho de Educación, para que en acompañamiento de la Comisión Especial para la Transformación de la Secretaría de Estado en el Despacho de Educación, proceda a la revisión del presupuesto y Plan Operativo Anual (POA), a efectos de que pueda identificarse todo el recurso presupuestario de la Secretaría en mención, y reasignado para el desarrollo de áreas especiales que lo necesiten, en aras de lograr una adecuada atención de la población en los servicios de educación para alcanzar los siguientes objetivos:

  • Atender las necesidades de infraestructura de los centros educativos a nivel nacional;
  • Apoyar logísticamente a los educandos y Docentes con la dotación de textos, mobiliario y material didáctico;
  • Fortalecer los procesos de formación docente y cubrir las necesidades de la demanda educativa con la contratación de personal;
  • Cumplir con los compromisos salariales adquiridos y pasivo laboral pendientes de pago; y,
  • Cualquier otro para lograr la suficiente implementación del Plan de implementación del PESE” (Dictamen de la Comisión Especial del Congreso, sobre Ley de Reestructuración y Transformación Presupuestaria de la Secretaría de Estado en el Despacho de Educación, pp. 4-5, leída el 25 de abril de 2019).

Este Congreso Nacional surgido en el marco del fraude electoral, se ha caracterizado por dar rienda a ciertas aprobaciones de leyes que terminan siendo modificadas a la hora de su conocimiento público en la gaceta. El nacionalista recalcitrante, Toño Rivera Callejas, fue señalado por la MACCIH en un caso de fe de erratas, que evidenció de manera general el proceder errático y tramposo de los diputados nacionalistas. El contenido distinto que llegó a leerse en esta ley modificada a raja tabla, sin suficiente discusión, y conocida sólo por la bancada cachureca, dista mucho de la primera propuesta consensuada por la presidencia y ciertos sindicatos llamados por la opinión general como “traidores”, pues ya no se habla de manera directa de los despidos masivos, más bien se hace mención de un cierto apoyo a las necesidades que existen en la infraestructura de educación y salud.

Movilicémonos junto a los sectores educación y salud, por la elaboración de una nueva propuesta construida desde los gremios más coherentes con la lucha social

Lo más seguro que pensamos la mayoría de hondureños al ver este cambio brusco en las propuestas de ley de dos secretarías primarias y vitales, es que del gobierno y de las bancadas de los partidos tradicionales no se puede esperar una propuesta que reúna las mejores intenciones, que atiendan las necesidades urgentes de salud y educación. Sólo los colegios magisteriales que han demostrado ser honestos y coherentes, y otras organizaciones gremiales de los maestros que también han sabido expulsar sus elementos corruptos y alineados al gobierno a través de sus patrones, pueden elaborar una propuesta que resuelva la crisis que existe en el sector salud y educación.

El hecho de aceptar leyes dadivosas de este gobierno, que hasta este momento se interesa por las dos áreas de fundamental importancia como es salud y educación, engendra en la mayoría de hondureños honestos, una cierta reticencia, debido a las mañosos y malintencionados procederes de una dictadura que todavía se encuentra enquistada en el gobierno a punta de fraude y represión. Solo las movilizaciones permanentes y la organización de una nueva propuesta de ley construida desde las organizaciones gremiales, el movimiento social, colegios magisteriales, y sindicatos coherentes con la lucha por la salud y educación pública, podrá atender los problemas latentes que existen en estas dos secretarias de mayor importancia.

Un primer paso

El Paro Nacional convocado para el día viernes 25 de abril, tuvo una repuesta formidable por parte de los gremios médicos y de maestros. El gobierno se ha visto obligado a declarar que no habría despidos, porque teme a la movilización de los trabajadores. Este paro debe ser solo el inicio de nuevas jornadas de luchas, hasta que logremos la derogación de la Ley que perjudica a los trabajadores y el pueblo. Y la única manera de derrotar al gobierno de JOH y sus aliados en el Congreso Nacional, es convocando a un gran Paro Nacional de por lo menos 72 horas que paralice completamente al país. Es la única manera de poner de rodillas al gobierno de JOH y al Congreso Nacional.

Llamamos a los gremios médicos y del sector salud, así como a los colegios magisteriales, a cerrar filas en torno a la consigna unitaria de derogación de la ley recientemente aprobada. No debemos creer en las promesas del gobierno de JOH, debemos marchar unidos todos los gremios y sectores de trabajadores, para detener de una vez por todas las arbitrariedades de este gobierno antiobrero y antipopular.

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