Por Carlos M. Licona

Los virus son de diferente tipo, una vez que encuentran el huésped, se desarrollan y tejen una red de tentáculos para devorarse todo lo que está a su paso, es una guerra permanente entre el virus con sus consecuencias y el huésped que lucha por sobrevivir.

Los que gobiernan el país son peor que un virus, porque hacen latrocinio con el erario, llevan diez años haciéndolo y se han propuesto seguir aferrados en el poder, ya tienen su estrategia para lograr su objetivo, peor ahora que un fiscal de New York tiene la plana mayor entre los acusados y señalados como narcotraficantes.

Los sindicatos, gremios, ONG´S, movimientos campesinos y movimiento popular no están exentos de los virus que se les introducen y devoran todo lo que encuentran, no es casual entonces que líderes sindicales o gremiales de la noche a la mañana se conviertan en empresarios potentados, hacendados, casatenientes, terratenientes y que en sus casas y fincas manden hacer piscinas con todos los lujos.

Yo soy un maestro de la base del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH) y muy orgullosamente formo parte del grupo mayoritario dentro de la organización que desde el año 2019 nos propusimos rescatar nuestro colegio magisterial de ese virus que le había secuestrado chupándose las cotizaciones de los afiliados.

Pero este virus nefasto totalmente controlado por “Los Lulos”, no aceptan que la base ya se pronunció en las elecciones del 16 de octubre del 2019 y que se ratificó el proceso electoral con los resultados obtenidos en las 18 actas departamentales en la asamblea del 18 de diciembre del mismo año. Somos muchos y muchas que como base del COPEMH aun seguimos luchando para exterminar ese virus “luliano” y adecentar y transparentar la organización. Hay que resaltar que la Junta Directiva Central aún no ha sido reconocida por que generalmente los virus tienen vida asociada en los organismos del estado (infectadas por virus mayores), desde donde hacen las triquiñuelas para seguir sobreviviendo donde se sienten felices derrochando lo que no es de ellos.

Lo que proviene de todo virus es mortal

En el 2019 los “Lulos” quisieron imponer una presidenta escondida en un falso discurso feminista, pero en realidad lo que representaba la maestra eran los intereses muy oportunistas de ese grupo virulento, la base escuchó la consigna de una “Auditoría Forense” y se vino por este camino, donde además se propuso democratizar y abrir la organización a toda la base, a todos nosotros y nosotras. El falaz discurso de género no cuajó y perdieron las elecciones con gigantesca derrota. Como todo virus, han utilizado lo más bajo para seguir aferrados al control del colegio, sin embargo, se les olvida que existimos los que somos base COPEMH y no les permitiremos que regresen.

Todo lo que provenga de “Los Lulos” es mortal, sin importar si es un viejo cacique sombrerudo o una mujer que en un discurso cínico pretende atraer la mirada de los incrédulos. La base transparente seguimos de este lado, con nuestro objetivo muy claro: Auditoría Forense y transparentar la organización. Somos los buenos, y ellos son los que ahora viven en palacetes de millonarios que construyeron mientras fueron directivos. Por eso siguen como un virus, pretendiendo regresar.

Nosotros y nosotras: la base

Sin importar a quien pretendan impulsar "Los Lulos”, sin importar los montajes que hagan utilizando programas radiales, sin importar las estructuras oscuras que tengan atrás, la base ya sabe que son tan dañinos como lo es la narcodictadura, son tan corruptos como los mismos que ahora hacen los negocios del siglo en un país tan empobrecido como el nuestro. Estamos esperando para no dejarlos regresar, estamos alertas para vislumbrar los caballos de Troya, estamos armados con la palabra y el lápiz para denunciarlos ante la opinión pública. Estamos listos para apoyar un solo proyecto: el de erradicar ese virus mortal que tanto daño hace, ese virus que devora todo.

Somos la base, y antes que un discurso falso de género, anhelamos que cualquiera que aspire a dirigir nuestra amada organización provenga de grupos transparentes, honrados y revolucionarios.

“La mona aunque se vista de seda, mona se queda”, el delincuente aunque se vista de monje sigue siendo un delincuente. Desde ya alertamos a la base COPEMH, todo lo que provenga de “Los Lulos” es mortal.

Somos la base COPEMH, somos los buenos, ¡No volverán!

No regresarán a robarse nuestras cotizaciones, no volverán a secuestrar al colegio.


Por Carlos M. Licona

Ante una crisis lo primero que hay que tomar en cuenta es la dimensión de la crisis misma, el desconocimiento de esta va a ocasionar que se incurra en muchos errores. Pero aún más allá, todos aquellos contextos que indirectamente se ve afectados por la crisis misma.

En todo el planeta nadie tenía previsto las consecuencias en que nos ha sumergido el COVID-19, y peor aún, todos aquellos gobiernos con individuos incapaces administrando las instituciones son los que peores resultados están obteniendo en esta lucha que tiene hincado al capitalismo y sus políticas neoliberales.

En Honduras la educación no es ajena a esta realidad y lo que si hay bien claro en este momento es una fricción gigantesca entre el ministro de educación, Arnaldo Bueso y la viceministra en asuntos técnicos pedagógicos, Gloria Menjívar.

¿Cuál es la situación actual en educación?

El 12 de marzo salió un comunicado que a partir del viernes 13 se suspendían las clases a nivel nacional, las universidades tomaron igual medida y se decretó una cuarentena total a partir del lunes 16 de marzo.

Esta repentina decisión que se tomó para no complicar los casos de contagio en el país no dio lugar a que los docentes llegaran a acuerdos con las madres de familia y alumnos. Por lo tanto, tanto docentes como madres y alumnos se fueron en ascuas a recluirse a las casas y pensar en únicamente la alimentación.

En el uso de la tecnología para intercambiar comunicación o interactuar con el envío de trabajos, en su gran mayoría se limita al uso del celular, aparatos que en su mayoría corresponden a una baja capacidad de almacenamiento y de resolución. Pero todavía algo más, en su gran mayoría las madres de familia y estudiantes en general usan el celular exclusivamente para chatear con familiares y amistades.

El docente no es ajeno a esta situación, muchos desconocen la tecnología para elaborar una guía de trabajo y poder enviarla. Luego se tiene la poca capacidad de interpretación existente en las madres de familia y el alumnado en general. Todo este panorama nos muestra una realidad desalentadora en lo que concierne a pretender lograr los requerimientos mínimos de aprendizaje.

¿Qué hacer?

En primer lugar, hay que tener claridad absoluta, que cualquiera que sea la decisión, esta va a obtener resultados muy subjetivos, en el cual incidirán, diversos factores. Pero lo más importante es tomar en cuenta que el único personaje que conoce a fondo la situación son los docentes mismos. Un ministro o una viceministra que nunca han dado clases no saben nada de la realidad en que viven los alumnos, igual un director departamental o una distrital, son los menos indicados para dar una orden.

En lo que dure esta crisis no debe existir ninguna evaluación sumativa, sin embargo, toda la interacción que exista entre docentes y alumnos en lo que corresponde a cualquier forma de asignar trabajos debe servir como base para una evaluación formativa y sumativa posteriormente, donde siempre el educando tenga la oportunidad suficiente para cumplir y nivelarse en las reprogramaciones de contenidos.

Cada docente debe tener la libertad de avanzar según sus capacidades y según las herramientas que le sean accesibles, igual forma será para el alumno, donde cada uno de ellos va a avanzar según el contexto en el que vive. Cualquier forma tecnológica, auditiva o visual debe ser aprovechada para el avance mínimo en contenidos, dejando claro que en ningún momento los mandos intermedios hostiguen y les vuelvan la vida imposible a los docentes, madres de familia y alumnos.

Crear plataformas o grupos en redes sociales

Esta crisis debe servir para que el docente de rienda suelta a su imaginación, pero también para establecer vínculos académicos entre toda la comunidad educativa. Elaborar una guía de trabajo bien explicada y detallada para la comprensión del alumno o de la madre de familia requiere de tiempo, quizás es más fácil dar la clase que elaborarla digitalmente. Hay que bajarse al nivel del que la va a desarrollar y usar un lenguaje de tal forma que no le quede duda alguna, que le sea digerible. Si los docentes se organizan por grado y por asignatura y se intercambian estas guías sin duda alguna que todo será más fácil. Pero algo más, también las madres de familia o alumnos adolescentes pueden interactuar para el desarrollo de las tareas.

Esta experiencia puede volverse fascinante y muy aleccionadora, puede servir como base para una futura revolución educativa en el país, donde los docentes mismos elaboren sus textos.


Por: Yaret Medina

De acuerdo al historiador Robustiano Vera, Honduras debe su nombre a las honduras o fondos, que los primeros colonizadores hallaron en sus costas y al abandonarlas exclamaron: “¡Líbrenos Dios de estas honduras!”. Expresión que la mayoría de hondureños exclamamos día a día al ser testigos de tantas decisiones equivocadas –intencional o ignorantemente- de parte de quienes gobiernan el país.

Desde el inicio de la cuarentena por el Covid-19 se comenzó a dar instrucciones descabelladas en todos los aspectos de la crisis. Denominada crisis, no solo por haberse convertido en una pandemia mundial, sino también por la desesperación que se desató en toda la población al ser enviada a una reclusión domiciliaria sin estrategias de prevención o el manejo racional de sus posibles consecuencias.

Es el caso del sistema educativo nacional que al ser dirigido por un ingeniero agrónomo nunca tuvo la visión de actualizar las metodologías, estrategias educativas y acciones pertinentes que acercaran los programas educativos al estudiante que por cualquier razón no puede llegar a un aula de clase o prever un medio por el cual cada hondureño tuviera acceso a la educación formal desde una plataforma virtual con todos los requerimientos y facilidades acordes a la realidad socioeconómica del país.

Se sabe que quizás el 80% de la población tiene un celular en casa, que muchas personas prefieren pagar la recarga diaria o semanal que llenar la refrigeradora de provisión, que muchos padres y alumnos poseen mejor celular que sus profesores, pero cuando las acciones se hacen sin planificación previa o razonada de poco sirve el aparato si no hay acceso eficaz al mundo virtual. Se habla de clases virtuales a través de videos en you tube, sky, zoom, plataformas, subir tareas a la nube, tareas por whatsapp etc., lo que es desconocido por la gran mayoría de la población (considerando los 18 departamentos del país y no solo las grandes ciudades) que además no poseen internet en casa y se ven estafados al comprar las recargas con acceso a internet las cuales se consumen como por arte de magia.

Ante esta situación la gran solución aportada por el gobierno central fue concertar el “apoyo” de las empresas de telefonía celular Tigo y Claro para que “los más de 7 millones de usuarios puedan enviar sin ningún costo 50 mensajitos diarios dentro de su red y hacer llamadas durante 5 minutos a cualquier número de su red diariamente de manera gratuita” (https://www.elpais.hn/2020/03/19/gobierno-tigo-y-claro-acuerdan-brindar-internet-gratis-durante-30-dias/) olvidando que la orden del Ministro ingeniero y los Directores Distritales es que cada alumno del país accese a las “clases virtuales” diariamente y envíe fotografías evidenciando su participación en dichas clases en las que se requiere el internet a cualquier hora del día tomando en cuenta que no todas las familias están abastecidas de la provisión necesaria como para que los padres tengan la mente clara y la disponibilidad de acompañar a sus hijos en esta tarea.

Hasta hace algunos días se comenzó a transmitir estas clases a través del canal Suyapa TV que, dicho sea de paso, se necesita tener sistema de cable en casa ya que no es un canal que llega a nivel nacional lo que dificulta que todas las familias tengan acceso a las famosas clases impartidas por docentes del Estado. Esto puede solucionarse con el simple hecho de que dichas clases sean transmitidas por el canal educativo nacional TEN canal 10, que se supone es para eso, pero, no obstante, se contrata un canal privado.

El Covid-19 vrs el hambre

Seguimos relatando las estrategias erradas a propósito del gobierno central. A los pocos días de comenzada la cuarentena el presidente que ganó por los votos rurales anunció en cadena nacional la distribución de sacos solidarios con provisión para 30 días a las familias pobres de todo el país los que a la fecha -20 de abril- aún no han llegado ni siquiera a todas las colonias de Tegucigalpa y Comayagüela, peor a las zonas rurales, lo cual ha provocado que la población salga a las calles a quemar llantas y gritar “tenemos hambre. Queremos comida”.

La solución del gobierno: abrir los supermercados, cerrar los mercados, permitir al gran empresario la venta de su producto, pero cerrar las carreteras y no permitir al agricultor distribuir su producto a los mercados o pulperías y evitar que el vendedor del mercado pueda sacar su venta y llevarla a los barrios y colonias para que el ciudadano común se abastezca de alimento.

La pregunta es: Si para las elecciones se distribuyen x cantidad de urnas a cada rincón de los 112,492 km2 en por lo menos una semana ¿Por qué el gobierno no puede distribuir alimentos a las familias necesitadas del país? Simplemente porque no hay 8 millones de cachurecos.

No quisieron tomar en cuenta la propuesta del Partido Libre en el Congreso Nacional, la que se resume en: Garantizar la alimentación y servicios públicos, suspensión de los pagos a cuenta del impuesto sobre la renta para las empresas y personas naturales afectadas por la paralización de actividades económicas, integrar los hospitales privados a la red de servicios y reducir el encaje bancario al 5% para liberar más de 30,500.00 millones de lempiras para utilizarlos en ayudas solidarias a la población (Criterio.hn), lo cual resolvería en gran parte la necesidad del ciudadano común ya que, al estar confinado a sus casas –muchas de las cuales no tienen ni el espacio necesario pues las familias viven en hacinamiento, en piso de tierra, usando letrinas o servicios lavables- no puede salir a trabajar y traer la provisión diaria provocando la disyuntiva entre “O me quedo en la casa viendo morir de hambre a mis hijos o me voy a trabajar y les doy de comer”.

¿Y la salud qué?

Desde que el mundo conoció los estragos del Covid-19 se debieron tomar acciones de prevención- que muy pocos países lo hicieron- pero en Honduras desde el 10 de febrero, el Congreso Nacional ya había aprobado los primeros 110 millones de lempiras para prevenir el coronavirus y el dengue, pero sin campañas de prevención en las radios o Centros de Salud. Días después de aparecer los primeros casos de contagio en el país el Congreso Nacional anunció que se destinarían 420 millones de dólares (unos 10, 353 millones de lempiras) para la construcción centros hospitalarios, abastecimiento de medicamentos y contratación de personal del área de la salud, entre otros aspectos. (Criterio.hn).

Según el portal de Transparencia de la Secretaria de Finanzas detalla que se han gastado más de 200 mil dólares en mejora de infraestructura, 2 millones de dólares en contratación de personal sanitario, y 71 millones de dólares en insumos, pero sin conocer los proveedores, sumando 2 mil quinientos millones de dólares de endeudamiento aprobó el Parlamento hondureño y los 900 millones de dólares aprobados anteriormente por JOH (hispantv.com). Tantos números confunden al ver la realidad de los médicos y todo el personal de salud que no recibe los insumos ni el equipo de protección para ejercer su delicado trabajo.

En entrevista a la Dra. Lobo, hondureña graduada en Cuba, relató que en ese país se tomaron medidas de prevención al administrar a la población (de casa en casa) la vacuna de Interferón alfa-2b ya que fortalece el sistema inmunológico sumado a la alimentación y a quedarse en casa se puede contrarrestar el contagio masivo del Covid-19.

Por lo que, sin temor a equivocación, si la población en general puede alimentarse, vitaminarse y recibir las dosis de antivirales que fortalezcan el sistema inmunológico sería fácil para todos respetar la cuarentena los días o meses que sean necesarios.

Y pasado el Covid-19…

Que cada persona recuerde los desaciertos voluntarios de este gobierno, sus diputados, los Secretarios de Salud, Educación y Finanzas. Que siempre recuerde el favoritismo del gobierno hacia el gran empresario dejando sin oportunidades a la pequeña empresa, al obrero y al agricultor. Que se recuerde al vecino que recibió provisión y los muchos otros que solo la vieron pasar. Que los hijos no olviden los gritos de la madre exigiendo alimento, que recuerde la diferencia entre su realidad y la del estudiante de los institutos de prestigio. No debemos guardar la bandera de lucha sino más bien exigir con más potencia el fortalecimiento de los servicios de salud pública, la igualdad en el acceso a una educación de calidad y el respeto a la Soberanía Alimentaria, entre muchas cosas más que urgen en estas Honduras.


Por Calos M. Licona

Decir el cliché “recuperemos el tiempo perdido” es hacernos sentir culpables de la crisis en que el COVID-19 tiene sumergido al planeta, por ningún motivo debemos aceptar que hemos perdido el tiempo protegiendo nuestras vidas y las de nuestros hijos e hijas.

El ministro de educación, Arnaldo Bueso, más conocido como el ministro perico, porque antes de estar en educación se desempeñó como director del Instituto Conservación Forestal y tuvo la ocurrente idea de imponer un impuesto a las aves silvestres. Con ese impuesto buscaba que los hondureños registraran sus aves a un costo promedio de 340 lempiras. Después de unos días con el polémico tema en la palestra pública se derogó tal impuesto. Luego fue nombrado Ministro de Educación dejando atrás la historia que le honró con el mote de “ministro perico”.

El señor Arnaldo Bueso, al parecer, es ingeniero forestal, hecho que no sorprende en este gobierno porque la ministra de salud es maestra de primaria con una maestría en gestión de salud pública y parece que también es pedagoga.

Un hecho incuestionable es que un buen administrador no solo se trata de saber a dónde van dirigidos los recursos financieros, sino más bien estar empapados de las debilidades y fortalezas del sector que está bajo su mando, de esa forma sabe que decisiones tomar y a dónde invertir más recursos humanos y financieros.

Educación y cuarentena

La llegada del COVID-19 a Honduras a desnudado a las autoridades en salud y en educación, por un lado, es muy evidente la incapacidad como desconocedores del campo que rectoran y, por otro lado, el círculo de incapaces que les rodean. De ahí que las decisiones que han venido tomando llevan al país de tumbo en tumbo. Sin tener claro la dirección hacia dónde vamos.

Por eso, tanto el colegio médico como la Mesa de Derechos Humanos que en su comunicado 02/20 pide “Crear un Comité Interinstitucional para la atención de la Pandemia de COVID-19 bajo la Dirección del Colegio Médico de Honduras y profesionales de la salud expertos en el tema”.

Educación no se queda atrás en esta crisis, con un ministro en plena campaña política repartiendo bolsas solidarias junto a Juan Orlando Hernández y que no pega una en educación. En este sector es más patético el contexto, ante la ausencia del ministro educación, una manada de activistas cachurecos se ha hecho del control de las direcciones distritales y departamentales, desde donde sueltan directrices dictatoriales y muy alejadas de la crisis y la realidad mundial.

Este grupo de activistas del Partido Nacional que son muy expertos en tomar decisiones autoritarias, siguen mal decidiendo sobre la marcha, en vez de convocar a una mesa de expertos en educación para plantear estrategias que ayuden a superar esta crisis, siguen hostigando y volviéndole la vida imposible a maestros, madres-padres de familia y estudiantes en general.

Si el ministro no sabe nada de educación da igual que esté o no esté, sus asesores y subalternos inmediatos e intermedios llenos de ignorancia seguirán tomando decisiones muy pésimamente y el magisterio debe tener muy claro que no se debe hablar de “rescatar el año escolar” o “recuperar el tiempo perdido”. Son frases y términos engañosos y que señalan al docente como culpable cuando esta crisis es mundial, las palabras que se deben utilizar pueden ser “readecuar” o “reprogramar” los contenidos educativos, pero en ningún momento es recuperar cuando la prioridad es salvaguardar la vida y la salud de toda la población.

Articulación de la lucha

Ante la más probable extensión de la cuarentena, las dirigencias en educación deben unificarse para prepararse desde ya ante autoridades nefastas y medidas impositivas autoritarias. Cualquier decisión que se tome debe ser consensuada por maestros, madres y estudiantes en conjunto con las autoridades, en ningún momento se debe permitir o repetir el cliché que tanto daño causó al gremio como es el de “recuperar el tiempo”. El maestro al igual que toda la población está encerrado siguiendo la cuarentena, no es culpable de la suspensión de clases. La interacción que pueda existir debe ser dentro de las disponibilidades de todos los participantes.

Pero las dirigencias y los docentes en general deben oponerse al fastidio de estar exigiendo fotografías y vídeos, esto es un abuso que violenta los derechos humanos y la dignidad de los individuos. Pero más profundo aun, la mente de los jefes de familia incluyendo docentes está más fija en el cómo obtener alimentos.

Al parecer las dirigencias han iniciado la hoja de ruta para unificarse en esta crisis, ojalá y el virus nos deje este aprendizaje: Unirnos como hermanos y luchar juntos nuevamente.


Por Andrés Morales

Tanto el gabinete de los nacionalistas como el Congreso Nacional, han puesto en marcha varias medidas aprobadas en el transcurso del mes de abril; entre ellas se encuentran la emisión del Decreto Legislativo No. 33-2020, una mayor asignación presupuestaria para la emergencia del covid-19, y la enunciación de un plan especial para el agro hondureño que busca una aclamada “soberanía alimentaria”.

Un plan económico que prioriza la estabilidad de los grandes empresarios

En medio de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del SARS-CoV-2 y la anunciada crisis económica mundial, los grandes países centros del capitalismo, EEUU y varios países europeos, se encontraron con una encrucijada, que a pesar del tiempo que lleva la crisis, todavía no ha sido resuelta: llevar a sus respectivas poblaciones con medidas de aislamiento como ser la cuarentena o, salvar la economía. El espeluznante incremento de casos de personas contagiadas y de fallecimientos en estos países ―EEUU con 30 mil muertes hasta la fecha―, demostró que la balanza se inclinó más por el lado del rescate de la economía, que hoy se desploma a la vista de los líderes mundiales. “El interés no piensa; calcula. Los motivos son sus números…” dirá Marx con acierto en un texto de más de cien años.

Los países centroamericanos no tardaron en promulgar sus respectivos planes de contingencia de esta crisis, y a pesar de las variaciones existentes en dichos planes, hay puntos de coincidencia que a la larga nos volverán más hermanos por el endeudamiento a los bancos internacionales, y por la crisis social que se avecina.

En Honduras, la medida económica de mayor actualidad es el decreto legislativo no. 33-2020, o también llamada Ley de alivio al sector productivo y a los trabajadores. Esta “aclamada” ley es decretada en medio de una gran incertidumbre que viven en la actualidad los trabajadores del sector privado y el sector informal, puesto que ellos son los más golpeados por esta crisis. En resumidas cuentas, esta ley solo prorroga por ciertos meses los pagos de impuestos de los pequeños comerciantes:

“Se concede prórroga a los Obligados Tributarios categorizados como pequeños y medianos contribuyentes y a las personas naturales y profesionales independientes para la presentación y pago de la Declaración Jurada del Impuesto Sobre la Renta, Aportación Solidaria y Activo Neto…” (Decreto Legislativo No. 33-2020).

En esta ley no existe ninguna defensa expresa del derecho de los trabajadores a mantener intacto su empleo, ni medidas de exoneración que libren del pago de servicios públicos, más bien anuncia sutilmente una remuneración dada por el RAP (Régimen de Aportaciones Privadas) a los trabajadores del sector privado que ya se dan por despedidos de las grandes empresas multinacionales.

“ARTÍCULO 27.- APORTACIÓN SOLIDARIA TEMPORAL PARA LOS TRABAJADORES: Los trabajadores que sean objeto de una suspensión de contratos por causa de fuerza mayor derivada de la Emergencia Sanitaria Nacional, podrán recibir una aportación solidaria temporal…” (Decreto Legislativo No. 33-2020).

No hay instituciones gubernamentales que sean confiables

Hasta el momento somos el país de la región centroamericana que ha destinado el mayor presupuesto para contener la crisis sanitaria provocada por el covid-19 en términos de préstamos a bancos internacionales y dinero público: 3,742 millones de dólares, equivalentes a 92,807 millones de lempiras (El Heraldo, 14 de abril de 2020). Lo cierto es que, a pesar de tener la mayor cantidad de dinero asignado ante esta crisis, las instituciones que responden al manejo de la misma, no tienen ya ninguna credibilidad de parte de la mayoría de hondureños. Ni SINAGER, ni todas las dependencias estatales han demostrado los mecanismos mínimos de transparencia ante este escenario catastrófico de la pandemia. Hugo Noé Pino, ex funcionario público, resume el tema:

“Lo que no entiende el Gobierno es que la desconfianza con el manejo de los recursos públicos es por: a) los casos de corrupción recientes b) ni Fonac, ni el Cohep, ni ASJ son garantía de veeduría social c) no tienen ni la capacidad técnica, ni la voluntad política.” (Twitter de Hugo Noé Pino, 12 de abril de 2020).

La ausencia de los respiradores mecánicos es un hecho a pesar de haber sido mostrados en la propaganda del gobierno hace algunas semanas. Desde que fue iniciada esta cuarentena, ya hace un mes, los nacionalistas en cadena nacional insistían en efectuar la masiva entrega de utensilios de bioseguridad a los médicos hondureños; utensilios que, hasta la fecha, siguen sin entregarse al personal que labora en los hospitales sin ningún resguardo más que sus rutinarios trajes. Ante el desabastecimiento y falsas promesas del gabinete cachureco, el personal de salud se ha manifestado en varias ocasiones declarando su salida de los hospitales si los implementos de bioseguridad no se entregan en tiempo y forma.

“…la Asociación Hondureña de Médicos Residentes, acuerda: 2. Dar un plazo máximo de 48 horas para el abastecimiento de EPP en suficiente cantidad y cumplimiento con los estándares de bioseguridad establecidos por OMS/CDC (mascarillas N95, lentes y caretas de protección, overol desechable, gorros, botas y guantes) en todos los centros asistenciales a nivel nacional donde laboran médicos residentes. 4. De no cumplir las medidas solicitadas se procederá al retiro del 100% de los médicos residentes…” (Comunicado ASOHMER, 1 de abril de 2020).

Al descrédito que tienen personajes como Omar Rivera del FONAC, se unen los cuestionamientos a otros personajes como Gabriel Rubí, ministro de Copeco, Marco Bográn de INVEST-H, quiénes junto a la ASJ (Asociación para una sociedad más justa), pretenden hacernos creer que la veeduría social de todos los fondos aprobados, es un hecho a todas luces transparente; los hondureños ya no creemos en dichas organizaciones ―ONGs la mayoría― que se “encargan” de los procesos de transparencia, por lo que es necesario respaldar a otras organizaciones más confiables ―el CNA, FOSDEH, entre otras―, en este seguimiento del correcto uso del dinero público y las respectivas denuncias. En relación al caos que tiene el gobierno en el manejo de los fondos, Suyapa Figueroa lo sintetiza con la mejor ironía:

“Lo advertimos desde un inicio que era dinero a la garduña. Que no iban a comprar mascarillas sino las más caritas. Lo que no sabíamos es que igual las iban a robar y luego las volverían a vender. Estos no tienen parangón, sabíamos que eran corruptos, pero nunca a este nivel.” (Twitter de Suyapa Figueroa, 16 de abril de 2020).

¿Un nuevo plan para el agro?

El gobierno aprobó el pasado 9 de abril, a través del decreto ejecutivo pcm 030-2020, una propuesta de seguridad alimentaria que consiste en el seguimiento de varios programas vinculados al agro hondureño, como ser: la Alianza para el Corredor Seco, el Proyecto de Competitividad Rural de Honduras (COMRURAL), y el Proyecto de Seguridad Alimentaria en el Sur (ACS PROSASUR); el mejoramiento del crédito para los productores a través de nuevas normativas dadas por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) y el Banco Central; y se suma a este seguimiento de programas, la aprobación de más dinero para dicha estrategia:

“ARTÍCULO 6.- Se instruye a la Secretaría de Estado en los Despachos de Agricultura y Ganadería (SAG) y al Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola (IHMA) para que tomen las medidas siguientes: 1. Asegurar el abastecimiento total de la Reserva Alimentaria Estratégica del Estado con al menos Cien Millones de Lempiras (L. 100,000,000.00).” (Decreto ejecutivo número PCM 030-2020).

Esta nueva medida, tomada por los nacionalistas para el fortalecimiento del agro, presta de algún modo atención a las condiciones de países agrarios que tenemos los territorios centroamericanos, en donde la crisis económica mundial barrerá con las principales actividades primarias de nuestras débiles economías, como ser la exportación de materias primas:

“América Latina no podrá escapar de una caída de su economía arrastrada por la lenta recuperación de la demanda china, por la fuerte crisis europea y una bajada de la demanda estadounidense, todo lo cual se traducirá en la mayor debilidad de los precios de las materias primas, principal exportación de la región.” (www.realinstitutoelcano.org)

Ante el panorama catastrófico en materia de transparencia en esta crisis, es de conocimiento ya de cualquiera, que existirán más irregularidades perpetradas por esta administración corrupta. No es suficiente la escandalosa exhibición en cadenas televisivas, de nuevas medidas que “resolverán” de alguna forma el tormento que nos espera, puesto que los mismos funcionarios públicos que ahora siembran esperanza, fueron los mismos que se ligaron al crimen organizado y saquearon sin ningún escrúpulo varias instituciones valiosas.

A los hondureños que vemos pasar frente a nuestras narices todos los actos propios de este gabinete, como ser la sórdida corrupción, la falta de previsiones e información creíble sobre los casos de contagio, nos toca organizarnos en nuestras instancias más cercanas, barrios y colonias, independientemente de las torpes directrices estatales.

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