Por Carlos M. Licona

En todo régimen hay una cara visible, sin embargo, por atrás hay toda una estructura que lo impulsan, lo motivan y lo sostienen. Por si mismo, ningún mortal podría mantenerse por mucho tiempo al frente de un gobierno. En los 7 meses de Micheletti, el golpe se consolidó porque todos los poderes fácticos se hicieron un nudo, sacaron a las calles a militares y policías con licencia para matar al pueblo que repudió y condenó el golpe. Micheletti logró mantenerse aun cuando la comunidad internacional no lo reconoció, aunque debajo de la mesa hubo toda una estrategia de la ultraderecha latinoamericana y de la política estadounidense para que el golpe no se revirtiera, pero también, la falta de agresividad del FNRP contribuyó a que se quedara el golpista.

Inicio y consolidación del cartel Hernández

Porfirio Lobo llegó al poder, por un lado, con la polarización interna y por el otro, gastando energía para obtener reconocimiento internacional, para ello cooptó personajes claves y armar un gobierno de unidad que solo fue de pantalla, derrotó la huelga del magisterio y con todo el congreso nacional a favor cambió leyes a más no poder, la estructura golpista se consolidó y la arremetió sin ninguna consideración contra el movimiento popular, campesino, sindical y gremial, por supuesto que esto, solo lo pudieron hacer con toda la maquinaria militar y policial sosteniendo al régimen con las balas y bombas lacrimógenas.

Así llegó Juan Orlando Hernández en enero del 2014, con el reconocimiento internacional completo y con un pueblo todo silenciado, sin embargo, esto no fue impedimento para que en el 2015 se iniciaran las movilizaciones de “Las Antorchas”, las que se realizaron por varias semanas exigiendo la creación de una CICIH similar a la que se hizo en Guatemala (CICIG) para combatir la corrupción, aunque Juan Orlando se tambaleó, las movilizaciones permitieron que se fuera a negociación a USA y se sentara la base para la creación de la MACCIH (Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras), oficina que pasó a mejor vida el 19 de enero del 2020. En el 2017 Juan Orlando se reeligió con todo el pueblo sublevado y las calles tomadas por los barrios, colonias, pueblos y aldeas. Nuevamente el régimen se sostuvo y se consolidó obteniendo el reconocimiento internacional y apaciguando a todo el pueblo.

El delincuente y los que lo sostienen

El dictador jamás hubiera logrado tanto poder de no existir toda una estructura de políticos, empresa privada, iglesias, militares, policías, analistas, periodistas y aun del mismo movimiento sindical, popular y gremial que directamente o ingenuamente le contribuyen. Determinar los individuos cooptados por el régimen es fácil, basta con poner atención en lo que dicen o las líneas que subliminalmente lanzan al público y de ahí se agarran los medios amarillistas y sensacionalistas para atizar una fogata. En once años de régimen post golpe, los estrategas han controlado muy hábilmente los hilos y han controlado los momentos más álgidos de la lucha popular por derrotar la dictadura.

¿Cómo es posible que la oposición no movilice para sacar al narco dictador? Es inverosímil que el hermano de Juan Orlando, Tony Hernández fuera condenado a “cadena perpetua y 30 años más” y el pueblo celebra, pero no se moviliza, la estructura no se estremeció porque nadie exige la renuncia a Juan Orlando, toda una maquinaria periodística mediática que sabe controlar la información que debe salir y la que se debe discutir y a la vez atizar, pero además de eso, salen a la discusión pública y con mucho realce, políticos que han perdido en las elecciones internas del 14 de marzo y gritan ¡FRAUDE! ¡FRAUDE! ¡FRAUDE!

Si la condena a Tony Hernández y las palabras dichas por el juez Castel calificando al país de narco estado hubiera sucedido en el 2011, 2015 o 2017, nadie hubiera detenido al pueblo, sin embargo, cuando el pueblo se polariza llaman a negociar al norte y los “negociadores de la oposición” retornan domados y con el chip cambiado. Si en el norte castigan a una pieza del ajedrez, entonces, le dan circo al pueblo para que no se movilice, pero, además, sacan tristes personajes con aberrantes locuras como la del tal Ex Capitán Orellana creyéndose que él es un líder de la oposición y que debe ser el siguiente presidente de la república.

Somos el enorme pez que mordió el anzuelo y que el viejo nos da cuerda o nos deja tensarla, nuestra libertad radica en romper la cuerda y embestir al viejo. A Juan Orlando Hernández los sostiene toda una estructura, pero también le sirven los que dividen y los que se niegan a movilizar.


Por Horacio Villegas

A 14 días de haberse llevado a cabo las elecciones primarias en Honduras, las figuras presidenciales encabezadas por el banquero Yani Rosenthal (Partido Liberal) Xiomara Castro (Libre) y Nasry Asfura (Partido Nacional) continúan defendiendo su victoria ante un proceso electoral viciado, según el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA)― por la existencia de datos duplicados de las actas electorales de cierre, la alteración de las mismas, y la descarada inflación de votos (CNA, informe Mercenarios de la democracia, marzo 2021).

Más allá de las impugnaciones que cada candidato ha interpuesto al Consejo Nacional Electoral (CNE), se encuentra la lucha encarnizada de los representantes de las corrientes políticas del tripartidismo (Libre, PN y PL); misma que ha desembocado en una nueva alianza de oposición conformada por dos de las corrientes perdedoras en Libre y nuevamente la contradictoria figura de Salvador Nasralla. Alianza que, por un lado, augura un nuevo triunfo de los nacionalistas en las próximas elecciones generales debido a la fragmentación del voto, y por otro, la inminente alineación de la dirigencia de Libre, los Zelaya, y Yani Rosenthal, a un mismo tronco liberal.

Nace la “Alianza de los Honestos”

La inconsistente maquinaria electoral que tardó varios días en dar resultados precisos sobre los ganadores, definió recientemente como candidata presidencial en Libertad y Refundación a Xiomara Castro de Zelaya, con una cantidad de 332,158 votos por encima de sus contrincantes Nelson Ávila (51,852), Wilfredo Méndez (18,973) y Eduardo Reina (20,985) (últimas cifras del CNE). Lo cual derivó en sucesivas acusaciones de fraude por parte de Ávila y Méndez, que ante la falta de respuestas decidieron acudir a una conferencia de prensa (realizada el 24 de marzo) junto a Luis Zelaya y Salvador Nasralla, donde se proclamó con bombos y platillos la nueva alianza de los “honestos”. Ávila detalló lo que sigue en su cuenta de Twitter.

“La Amplia Alianza Contra el Narco-Estado, incorporará a toda la Oposición y será VENCEDORA… Ningún corrupto será aceptado. Debe estar inscrita el 27 de mayo. Avanzamos en su construcción y somos los mismos que constituimos la Plataforma Social Ciudadana por Honduras PSCH y la Acción Ciudadana Contra la Dictadura. Nadie decente debe quedarse fuera.” (Cuenta de Nelson Ávila en Twitter, 24 de marzo de 2021).

De inmediato comenzaron a llover reacciones en contra de la nueva alianza de los “honestos”. Comentarios a quema ropa de parte de miembros de Libertad y Refundación que encuentran ―según rezan sus comentarios― el origen de esta nueva alianza en el capricho de Ávila y Méndez, quienes en bloque no aceptaron los resultados de las primarias ―mismas que estuvieron plagadas de inconsistencias.

Lo cierto es que este nuevo engendro que surge de los bloques opositores tanto del Partido Liberal como de Libertad y Refundación, no reúne ―hasta el momento― una cantidad considerable de votantes que den respaldo unánime a esta mezcla rara y coyuntural de centro derechas afines a EEUU como Nasralla, liberales próximos también a los yanquis como Luis Zelaya, y liberales radicales como Ávila y Méndez.

¿Una Alianza con el Pueblo?

La consigna “la alianza es con el pueblo” inundó las redes sociales al darse a conocer la nueva alianza de los “honestos”; significó, incluso, una pronta respuesta de parte de las filas de Libertad y Refundación ante la incógnita de si la familia Zelaya y Cía., formarían parte de esta extraña coalición política. Las posturas del clan Zelaya se resumieron en no ceder la candidatura de Xiomara Castro y estar al margen de la coalición “honesta”. Sin embargo, no descartan ―según ha declarado Juan Barahona― una alianza coyuntural con el movimiento liberal encabezado por el exconvicto Yani Rosenthal; quien, públicamente también ha demostrado interés en aliarse a Libre.

Por una alternativa política que rompa con el caudillismo y unifique a los sectores populares

Las filas de Libertad y Refundación, trabajadores y trabajadoras, estudiantes, movimientos sociales y demás luchadores agrupados bajo la amenaza de balas durante el golpe de Estado del 2009, y los nuevos liderazgos jóvenes herederos de la mejor tradición de lucha contra el fraude electoral del 2017, son los únicos que pueden hacer a un lado las rencillas entre los caudillos como Zelaya y Cía.

Romper con las ilusiones “democráticas” que provienen del juego electoral entre burgueses es el gran primer paso para focalizar la lucha en las calles en contra de la narco-dictadura y afinar ―si es necesario― una verdadera alternativa política que ponga al frente de la contienda electoral a verdaderos representantes populares. Es la única alternativa que tenemos ante el anuncio de un nuevo fraude electoral en las elecciones generales.


Por Carlos M. Licona

A dos semanas de haber pasado el proceso electoral interno de los 3 partidos mayoritarios del país; Partido Nacional, Partido Libertad y Refundación (LIBRE) y Partido Liberal de Honduras (PLH), el panorama se vuelve incierto para los siguientes meses que desembocarán con las elecciones generales del 28 de noviembre.

Con tres sectores bien marcados, tenemos al grupo económico muy ligado a la corrupción y al narco tráfico que pretenden que siga al frente del poder el Partido Nacional, principalmente apoyado por la banca privada; el Partido LIBRE que recoge todo el malestar y el sufrimiento que se ha dado desde el 2009, partido que en su mayoría son de afinidad con el “zelayismo”, tal y como lo ha dejado reflejado el proceso electoral interno y ahora tenemos un nuevo grupo surgido como quinta columna cuyo objetivo es imponer una candidatura presidencial a la cual se deben sumarse todos los sectores que se consideran de oposición, detrás de este nuevo grupo se puede mencionar a la empresa privada del norte del país.

La quinta columna

En la democracia burguesa, se convoca al pueblo cada cierto lapso de tiempo para hacerle creer que él decide quien va gobernar, el pueblo indiferentemente de los motivos que utilice para ejercer el sufragio, acude a las urnas y otorga el voto. Desde las elecciones del 2009, en el país se han dado gigantescos fraudes que no dejan de sorprender a los más incautos, tal y como se hizo con el descarado fraude del 2017 en que se impuso la reelección de Juan Orlando Hernández. Por supuesto que, el fraude es una triste historia que nos castiga desde antes del siglo XIX, y es un acto delincuencial que viene de herencia en herencia a través del bipartidismo (PN y PLH) y se traslada a todas las esferas donde hay dinero y cuotas de poder, desde centrales obreras, sindicatos y gremios hasta las elecciones de los cargos populares como el presidente, diputados y alcaldes.

Las elecciones internas realizadas el 14 de marzo nos ha dejado mucho material de incentivo para una carnicería despiadada, acusaciones de fraude en los tres partidos que fueron a las internas, en las que, toda la maquinaria de la prensa mediática dirige los misiles a dos situaciones; las denuncias de fraude en LIBRE y en el PLH. Paralelamente a estas denuncias, impulsan a la vez un grupo que ya traicionó al pueblo, personajes que dentro de la masa votante del partido LIBRE ya no aspiran a ser beneficiados con el voto.

Uno de esos personajes que despotrica contra LIBRE es Salvador Nasralla, que abandonó al pueblo en las calles en la convulsión social del 2017 y menospreció la sangre de los mártires. El otro personaje es el que ha controlado el PLH desde el 2017 y que pudo inclinar la votación hacia la oposición sin importar el descarado fraude que se hizo. En estas elecciones internas, Luis Zelaya fue derrotado por Yani Hidalgo Rosenthal, individuo que purgó pena en USA y regresó al país en el 2020. A estos dos personajes que ya no cuentan con estructuras nacionales para ir a elecciones generales, se les ha sumado otros personajes entre ex militares y profesionales de gremios, el representante de la empresa privada del departamento de Cortés y sicóticos del micrófono, ahora se les suman los candidatos que perdieron y fueron derrotados en LIBRE como Nelson Ávila, Wilfredo Méndez y María Luis Borjas, todo finamente tejido en una estrategia para obligar a la candidata Xiomara Zelaya ceder su candidatura y sumarse a un proyecto concebido en la cúspide del poder con la falaz idea que combaten la corrupción y el narcotráfico, hipócritamente usan el argumento de ir contra el autoritarismo del “Zelayismo” y aseguran estar del lado de la base, un discurso que ya no engaña pero que si resta votos y beneficia al dictador.

Esta actitud envalentonada, no es más que consecuencia por las nalgadas que el imperio le viene dando a la narco dictadura, un funcionario para los asuntos de América Latina (WOLA) Adams Isacson diciendo que “Juan Orlando Hernández es un problema para Washington, por sus vínculos con el narcotráfico” o un Luis Almagro afirmando hipócritamente que Trump cometió un error al haber reconocido a JOH como ganador en el 2017. ¿Qué hicieron Salvador Nasralla y Luis Zelaya en el 2018 cuando JOH se adueñó del país?

Poder Popular

El pueblo no debe embobarse con individuos come santos y defecan diablos, en estas conflictivas semanas que se vienen, la verdadera alianza que debe derrocar la dictadura es desde las calles construyendo Poder Popular y obligando a todos los sectores políticos a una Asamblea Nacional Constituyente controlada por el pueblo. Las alianzas desde las alturas solo tienen como propósito tener al pueblo sub yugado sonriendo cada vez que le lanzan un latigazo.

vive

Por Carlos M. Licona

Hoy se cumplen 11 años del crimen contra el maestro José Manuel Flores Arguijo, fue un martes por la tarde, él se encontraba en su centro de trabajo en la colonia El Pedregal, de la ciudad de Comayagüela y le tendieron una emboscada dentro del mismo instituto. Sus armas fueron los marcadores de pizarra y los lápices.

El crimen al igual que la mayoría de los que sucede en este país ha quedado en la impunidad, los entes investigadores nunca dilucidan el caso y al final se pierden en el archivo del olvido. No es casual que la impunidad haya invadido a los criminales si los tentáculos de la delincuencia y de la misma represión desatada por el estado se han movido con la venia de un narco estado.

¿Quién fue José Manuel Flores Arguijo?

Fue un maestro de Ciencias Sociales y desde joven se entregó a la defensa de los derechos del pueblo, su proceso de líder estudiantil y docente le fueron moldeando hasta adquirir formación ideológica revolucionaria, fue dirigente estudiantil y miembro de la Junta Directiva del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH) en el periodo 1999-2001. La lectura y su permanente lucha contra el sistema lo acercó al Partido de los Trabajadores (PT), donde fue militante y dirigente y desde ahí participó como candidato a diputado en la alianza del Partido Unificación Democrática (UD) con sectores populares en el 2005 y que impulsó la candidatura del doctor Juan Almendares Bonilla.

Fue partícipe de la fundación del Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) en el 2009, meses antes del golpe de estado. Sus artículos y su actividad permanente fueron motivo para que se le asesinara el 23 de marzo del 2010. De forma conspirativa, le llamaron dentro del mismo colegio hasta conducirlo a la parte trasera de las instalaciones, donde el sicario con un pasamontaña puesto en su rostro le disparó sin titubear, enfrente de los alumnos que se encontraban en el lugar. Esos meses fueron álgidos en la situación política del país y muchos compatriotas pasaron a engrosar la lista de los mártires del país que entregaron su vida oponiéndose al golpe de estado y a la dictadura instaurada desde enero del 2010 y encabezada por Porfirio Lobo.

La memoria histórica para mantener vivos los principios revolucionarios

Paradójicamente, en estos once años de lucha, se ha dado un retroceso en el nivel de conciencia de la población, hubo un avance en la lucha contra el golpe de estado, pero sistemáticamente han ido conduciendo el ímpetu de las protestas al desgarramiento en la lucha electoral, de tal forma que, en los actuales momentos los asesinatos se comenten a diario con palabras venenosas vertidas por los mismos compañeros con los que se salía a las calles y que en aquel tiempo condenaban y repudiaban los medios “tarifados” de comunicación, mal llamada “prensa mediática”. Manuel Flores se retuerce los huesos que aún quedan de su cuerpo, o bien, se tira las carcajadas que solía hacer sarcásticamente cuando las personas ingenuamente hacían lo infantil o lo contrario a lo que se tenía que hacer.

En estos tiempos en que una nueva generación de jóvenes es incomparable en el uso del micrófono, redes sociales o en las actividades de satisfacción corporal, se vuelven una necesidad histórica los dirigentes y líderes formados en el fragor de la guerra fría en las décadas de los setenta y ochenta y ya destinada a desaparecer. El inexorable paso del tiempo devora lo tangible y las ideas y nos enfrenta a nuevos dilemas: en Honduras, a superar puestos de elección popular y elevar cada gota de sangre de los mártires por sobre las ambiciones de individuos o grupos oportunistas.

Honduras necesita ser refundada, sin embargo, lo que fue el Frente Nacional de Resistencia Popular -del que Manuel Flores fue miembro y vio fundar desafiando a las tanquetas del ejército enfrente de la casa presidencial en el 2009-, ahora, convertido en Partido Político (Libertad y Refundación) con dirigentes hambrientos de riqueza y poder, parecen carroñeros para formar parte del estado cadáver que nos dejará el partido narco nacional.

Se vuelve una esperanza recordar hoy la memoria del profesor Manuel Flores y la de cada mártir en esta lucha sangrienta, su legado debe servir a los que se postulan para dirigir, que la lucha no es contra el compa que corre con nosotros en las calles, la lucha es con el estatus quo y el sistema que muy rápido se engulló a extinto FNRP.

José Manuel Flores Arguijo hoy, en esta carnicería innecesaria, en el aniversario de su asesinato archivado en la impunidad, gritaría: ¡insurrección popular ya!

internas

Por Carlos M. Licona

No hay duda que en estas elecciones internas en el país, el beneficiado ha sido el grupo estrechamente ligado a Juan Orlando Hernández. Un país debatido por la pandemia, por huracanes y, sobre todo; por la exagerada corrupción, ha reflejado resultados electorales engañosos y nuevamente cuestionados.

La creación del novel Consejo Nacional Electoral (CNE) en el 2019, cuyos concejales pertenecen a los partidos Nacional, LIBRE y Liberal, sigue arrastrando consigo vicios del antiguo Tribunal Supremo Electoral (TSE). Pero además de eso, en alguna forma, ha tenido obstáculos emanados desde el mismo poder ejecutivo con el propósito de parar el proceso electoral y que le permita al narco dictador seguir gobernando.

En diez años el Partido Nacional impuso su voluntad en el TSE, ya con la creación del CNE hay una estira y encoge que no proyecta con seguridad lo que puede pasar en las elecciones generales de noviembre. Sin embargo, no es cierto hacer creer que el TSE era transparente, ágil y confiable, eso es absurdo en vista de los terribles fraudes que se hacen desde el 2009. El CNE tiene la obligación de transparentar los procesos electorales, de no ser así, la lucha insurreccional en el congreso nacional realizada por el partido LIBRE en el 2018 habrá sido en vano.

JOH se robustece mientras en NY más lo vinculan en el narco tráfico

Pareciera que vivimos en un país surrealista, en el que el dictador ha sido potenciado con el proceso electoral interno, la prensa mediática enciende la tuza y todos se olvidan del narco dictador, mientras en USA, los fiscales del distrito sur de New York se empeñan en conectarlo con el narco tráfico. El candidato de Juan Orlando, Nasry Asfura, más conocido como “Papi a la orden”, ha barrido en el Partido Nacional, planillas enteras han ganado las candidaturas a diputados en los departamentos, ridiculizando al soberbio presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva. No obstante, hay silencio absoluto en este partido, seguro que ya negociaron el poder. De esta forma, el grupo de corruptos que han saqueado al país y de delincuentes que permanentemente se les menciona en el norte, esperan agazapados mientras la supuesta oposición se desangra de boca.

Toda una estructura utilizada desde el estado mismo y con una enorme fortuna para financiar las campañas ha sido evidente, no con la magnitud de las elecciones anteriores, pero si con un fuerte impacto que sigue impresionando, y toda una institución dispuesta a morir para defender a su narco presidente.

Los ídolos de pies de barro embobando al pueblo

Lo que más ha sorprendido, son las líneas políticas inducidas magistralmente a la discusión pública en redes y medios de comunicación. Un globo sonda de unidad entre LIBRE y un ex convicto, Yani Rosenthal; una alianza con el falaz eslogan de “rescatar Honduras” integrada por el traidor de Nasralla, el micheletista de Luis Zelaya y otros personajes que no representan a nadie; un anunciado fraude dentro del Partido Liberal cuyos sellos hasta ahora eran controlados por Luis Zelaya; fraude en el partido LIBRE y la militancia se desangra a machete limpio; una candidata a coordinar LIBRE y que asegura le hicieron fraude toda una marimba melista.

Opiniones sobre esas líneas y atizadas por especialistas del micrófono al mero estilo de HCH, han copado la información en las redes y medios de comunicación de todos los gustos, logrando el objetivo de que las miradas de olviden del narco dictador del ejecutivo. La información que viene desde New York queda en el olvido ante la inocencia de la masa que dice ser de oposición pero que defienden a Luis Zelaya a mansalva y lo proponen como el nuevo mesías que el pueblo necesita (hasta se olvidan de Nasralla).

Alianza para construir Poder Popular

Cualquier alianza debe firmarse en las calles con todo el pueblo volcado para derrocar a la narco dictadura, ningún personaje que se llame revolucionario puede llamar a votar por algún candidato del bipartidismo, el Partido LIBRE, que fue producto de una negociación para sacar al pueblo de las calles, tiene la obligación de someterse al escrutinio de la base y dar oportunidad a nuevos liderazgos, esa gran parte de la población que aún lo visualiza como una esperanza, la alianza sea bienvenida, ¡Pero en las calles!

El pueblo debe dirigir toda su energía al único objetivo que interesa: Derrocar la dictadura. Solo sustituir a Juan Orlando por otro al servicio de los grupos de poder y servil de la embajada, no abona en nada al empoderamiento del pueblo y la construcción del Poder Popular.

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