no paho

Por Maximiliano Cavalera

En julio se conmemora un aniversario más de la revolución que derrocó la dictadura de la familia Somoza, la revolución trajo consigo enormes tareas para las masas nicaragüenses, entre estas, estaba el reparto de la tierra y el fomento e incentivo a la pequeña y mediana producción. 32 años han pasado, y el problema de la financiación a la pequeña y mediana producción sigue siendo uno de los principales problemas que afrontan los campesinos nicaragüenses. Nuevamente vemos como el grupo de los campesinos denominados como los “no pago” salen a la palestra pública, demandando soluciones a sus problemas crediticios.

Otra vez.

El 2008 fue el año en que los campesinos del Movimiento de Productores, Comerciantes y Asalariados del Norte, llamados popularmente los “no pago” iniciaron sus protestas principalmente en el norte del país. En aquel entonces, el movimiento exhibía a la opinión pública lo que la mayoría del país conocía hasta la saciedad, los altos intereses que cobran las financieras nacionales y la banca por los préstamos que otorgan a los pequeños y medianos productores y comerciantes.

En aquel entonces, el presidente Daniel Ortega salía a la palestra pública criticando los altos intereses que cobraban las financieras, pero como veremos, no solucionó el problema de los productores, todo lo contrario, solo aplazó los términos.

La ley de Moratoria.

A final la asamblea nacional aprobaría la “Ley Especial para el establecimiento de Condiciones Básicas y de garantía para la renegociación de adeudos entre las instituciones de microfinanzas y deudores en mora” conocida popularmente como la ley de moratoria. En un acto populista y pocas veces visto en nuestro sistema político, todas las bancadas de la asamblea nacional votaron a favor de esta iniciativa. Pero la aprobación de esta ley, lejos de solucionar los problemas integrales de los productores, solo reguló la forma en que estos pagarían la deuda a las microfinancieras.

Por ejemplo, los deudores pueden intentar renegociar la deuda, pero esta negociación solo la podrían hacer individualmente: “Este proceso de renegociación deberá realizarse caso por caso, en atención a las particularidades de cada crédito otorgado, la naturaleza o tipo de actividad económica que ha sido financiada y la capacidad de pago que presente cada deudor.” (Ley 416) Es decir, uno de los objetivos de la ley fue quitarle fuerza orgánica al movimiento del campesinos del norte dejándolos solos en las negociaciones individuales.

Por otra parte, la ley mandaba reestructurar los adeudos incluidos con todos los intereses corrientes (se exoneraron los intereses moratorios), sumándole un 16% de intereses en la reestructuración de la deuda, a plazos máximos de 4 años para deudas de menores de 10,000 dólares y 5 años a adeudos mayores de 10,000 dólares.

La solución fue tan superflua que el conservador Fabricio Cajina en el debate para la aprobación de la ley declararía: “Es momento que nos quitemos las caretas y veamos de qué lado estamos, el 12% en este momento en la ganadería para esta gente, es una dificultad y no es posible que a sabiendas de eso pretendamos dejar la posibilidad que les cobren el 16% que es de hecho decirles que nunca van a poder pagar.” (Diario Debate Asamblea Nacional 24 de Febrero del 2010)

Según algunas financieras se estaban llegando a arreglos de pago pero: “aproximadamente 9,000 morosos fueron incluidos en los acuerdos entre el movimiento y Acodep, para honrar sus compromisos de pago, representando una cartera cercana a los seis millones de dólares. Pero este convenio no prosperó por incumplimiento de los No Pago.” (El Nuevo Diario 20/07/2011)

De nuevo a las calles.

Casi ha transcurrido un año, y como era de esperarse, la famosa ley de moratoria no resolvió el problema de los productores y pequeños comerciantes que estaban endeudados con las microfinancieras. Este mes, y como medidas de presión, las carreteras del norte del país han estado tomadas por los campesinos del “no pago”, asimismo se han realizado protestas frente algunas entidades financieras que son las dueñas de los créditos de los campesinos y comerciantes.

Pero si la ley de Moratoria solucionaría este problema, ¿porque los “no pago” protestan de nuevo? Omar Vílchez dirigente de los “no pago” denuncia la nueva problemática que los deudores han tenido y la razón por la que están de nuevo en las calles: “Esa tasa era del 16%, y se dejó a la Superintendencia de Bancos Siboif, como órgano garante de los arreglos de pago que suscribieran de manera individual las microfinancieras y los morosos. Sin embargo, las autoridades de la Siboif, 25 días después de aprobada la Ley, sacan una normativa para regular dicha Ley, y establece que los gastos de avalúos iban por el cliente, al final si sumábamos todos los gastos, el interés se subía a más del 20% y nosotros no íbamos a permitir eso” (El Nuevo Diario 12/07/2011)

Como vemos, la ley moratoria no solucionó los problemas que tenían los productores, solo le dio largas a una problemática que está lejos de solucionarse, ya que las dificultades no solo se dan por las altas tasas de intereses, sino porque el Estado no tiene una política para dar créditos factibles para los campesinos, productores y pequeños comerciantes, acompañada con capacitación técnica que les permita no estar al arbitrio del voraz sistema financiero nacional.

La normativa de la SIBOIF complicó la reestructuración

Cuando la ley de moratoria fue aprobada, la misma norma establecía que la Siboif, emitiría una normativa especial de aplicación general. Según Vílchez esta normativa sería nefasta para los intereses de las productores: “Esa normativa vino a reformar la Ley a favor de las microfinancieras, pues subió el techo de la tasa de interés con los cargos que incluyó, hizo exclusiones de deudores, e imposibilitó recuperar las propiedades que ya habían sido embargadas por las financieras, de modo tal que más de 3,000 pequeños productores y comerciantes a la fecha no han podido recuperar ni sus fincas ni sus casas” (Ídem)

El mismo Walmaro Gutiérrez legislador del partido de gobierno reconocería: “más bien me da la impresión que hubo una manipulación que evitó que los deudores aprovecharan los enormes beneficios que les dio la ley” (Ídem)

Ante este panorama, los “no pago han declarado que sus protestas ya tendrán una nueva etapa, esta vez mas defensiva, Omar Vílchez dirigente del movimiento declaraba después de la toma de una carretera que: “Por ahora vamos a retirarnos, pero seguimos unidos, y cada quien va a defender cada una de sus propiedades. Una pulgada de nuestras tierras no la van a tener, porque se han encaprichado. De la posesión no nos sacan ni muertos, las vamos a defender con la vida, porque es el patrimonio de nuestros hijos” (El Nuevo Diario 15/07/2011)

Si las declaraciones de los pequeños productores son ciertas el problema tiende a recrudecerse, según Calixto Jirón Gómez, productor de Boaco y miembro de los No Pago: “Aquí hay mucha gente que sabe de armas, porque fuimos parte de la guerra y defendimos este país, ahora nos toca defender nuestras tierras. Además algunos tenemos nuestras armas de defensa” (Ídem)

Acuerdos aislados.

Aunque en sus declaraciones ambas partes (financieras y productores) se han pronunciado opuestas, podemos ver que en algunos casos se están celebrando acuerdos individuales, el primer acuerdo se realizó con una pequeña Cooperativa llamada Santiago de Nueva Segovia. El dirigente de los “no pago” Omar Vílchez anunciaba el acuerdo: “los morosos pagarán únicamente el saldo de capital “congelado”. Además, incluye la posibilidad de readquirir las propiedades adjudicadas.” (El Nuevo Diario 20/07/2011)

Banca estatal para los productores.

Según Asomif: “15 millones de dólares es la cartera de los No Pago, distribuida en 13 mil 578 morosos.” (El Nuevo Diario 15/07/2011) Es obvio que el problema no es solo de pocas personas, sino que atañe a una buena cantidad de productores nacionales.

Recientemente se aprobó la ley de fomento y regulación de las microfinanzas, ley que regularía la materia, dicha norma lejos de establecer un parámetro para los altos intereses, los deja al libre mercado desprotegiendo a los productores, comerciantes y personas naturales que necesiten financiamientos.

Dicha ley legaliza la creación del Banco de fomento de la producción, institución que se concibió para canalizar recursos del microcrédito para algunas financieras.

Todo esto deja un panorama pavoroso para los productores, que siguen siendo víctimas de las empresas financieras, tanto bancos como microfinancieras. El Estado el que debe asegurar créditos accesibles a una baja tasa de interés, pero en lugar de hacer esto, canaliza una buena cantidad de dinero a través de empresas privadas como Alba Caruna.

Como vemos, solo las empresas privadas manejan el financiamiento, por lo que es necesario que el Estado tenga cree banca estatal, pero no bajo el control leonino de la burocracia, sino que las decisiones las tomen el Estado, los trabajadores y organizaciones de defensa de los consumidores. Solo así se podrá asegurar financiamiento justo para los productores.

llagas

Por Eurídice Randelly.

Si bien es cierto que la economía nicaragüense ha mostrado signos de mejoría a partir de la apertura comercial en 1990, las políticas de estabilización macroeconómicas adoptadas por los gobiernos neoliberales han impactado fuertemente el valor real del salario.

Leve crecimiento del PIB

También es cierto que el PIB ha experimentado un crecimiento moderado en los últimos cuatro años, pero no se debe necesariamente al aumento de las exportaciones sino el aumento de los precios de los productos de agro exportación.

Esa última es la causa real por la cual el PIB de Nicaragua experimenta algún crecimiento. El café, que es el principal rubro de exportación, podría dejar de exportarse por parte de Nicaragua en este instante, pero ello no influiría en el precio internacional del café. Lo que realmente ayuda a sobrevivir a la economía nicaragüense, no es un alza en la producción ni siquiera el aumento de los precios internacionales de los alimentos, sino las remesas familiares.

Explosión demográfica

A lo anterior, habría que agregar el precio barato de la mano de obra. La abundante población en edad de trabajar, los decenas de miles que andan rebuscando por ocuparse en un empleo formal o en el subempleo del mercado laboral informal. Al trabajar en lo que sea, y con el salario que sea, muchos trabajadores no se percatan que su esfuerzo está produciendo rentabilidad que eleva la actividad económica y por tanto el PIB.

En la historia de Nicaragua se está produciendo el mayor crecimiento de población en edad de incorporarse a la fuerza laboral (concepto denominado “bono demográfico”). Esta es una oportunidad demográfica que le podría permitir al país superar un nivel considerable de pobreza en un periodo histórico relativamente corto. Pero esta oportunidad se está desaprovechando, porque la mayor parte de los jóvenes que ingresan a la edad de trabajar, lo hacen con niveles de escolaridad muy bajos que solo les va a permitir, por el resto de sus vidas, encontrar empleos pobres e informales que los mantendrán bajo el umbral de la pobreza.

Todavía no se recupera el salario real

A mediados de la década de los ochenta se puso en evidencia una nueva lógica de funcionamiento del mercado de trabajo. La crisis económica que enfrentó el país no solo por la crisis internacional del capitalismo, sino también por la guerra civil y las luchas por la sobrevivencia dentro de una revolución estancada, provoco una hiperinflación y el desplome de los salarios reales en el sector formal; todo ello indujo a muchas personas a abandonar su empleo formal para incursionar en el mercado informal.

En la década de los noventa, la política económica aplicada en el marco del programa de ajuste estructural, significó una importante reforma del sector público, incluyendo la drástica reducción del empleo estatal. A esta dinámica se sumó el impacto de la liberalización comercial, cuyas repercusiones no deseadas sobre el sector industrial se reflejaron en el cierre de un número considerable de empresas generadoras de empleos en el rubro textil, agroindustria y metalmecánica; por otra parte, la lenta reactivación del sector privado formal no logró en los últimos años absorber la creciente fuerza de trabajo que buscaba incorporarse al mercado laboral.

Informalidad y Desempleo Juvenil

En Nicaragua, aproximadamente desde 2005, se une a la fuerza de reserva laboral unos cien mil jóvenes al año, que demandan un empleo y un salario a cambio de ofrecer su fuerza de trabajo. Estamos hablando que en los anteriores cinco años ya existen más de 500 mil trabajadores aptos para trabajar, pero que no necesariamente están trabajando formalmente, sino que trabajan por su cuenta.

Quiere decir que la mayor parte de la fuerza laboral está desempleada o subempleada. Ahora bien esta no es la capacidad productiva completa del país, se estima que la mitad de la población se encuentra en edad de trabajar (la fuerza laboral de Nicaragua la componen 2, 322,000 personas) pero que no están siendo empleados en el mercado formal, sino que se indexan al mercado informal de trabajo.

Esto tiende a afectar de una manera perjudicial a la economía de Nicaragua, primero porque en el país no existe una estructura capaz de absorber toda esa fuerza de trabajo profesional, o sea que las personas que ofrecen sus servicios profesionales compiten entre ellos por el mismo puesto. En segundo lugar tenemos los niveles de oferta del mercado laboral, por ejemplo si dividimos el mercado laboral en categorías de empleos profesionales se notara una sobreoferta de contadores públicos y abogados. Ello funciona con la simple ley económica de oferta y demanda; a mayor oferta menor demanda y viceversa.

Alto nivel de endeudamiento y delincuencia

Si comparamos los salarios con el costo de la canasta básica de bienes y servicios para un buen vivir, se obtendrá un déficit por el cual la mayoría de los nicaragüenses recurre a realizar trabajos extraordinarios, casi siempre mal pagados o por el mismo salario, o intentar conseguir otro empleo ya sea en el mercado laboral formal o informal.

La otra opción es endeudarse no solo con el banco o instituciones micro financieras. También debemos incluir todo tipo de créditos desde los que otorga el pulpero, el vecino o las casas de empeño, hasta los que pueden contar con préstamos en sus centros laborales.

Reversión del Bono Demográfico

En el peor de los escenarios la persona, casi siempre de los sectores marginales, al no encontrar una opción de sobrevivencia, se vuelve delincuente. En cierta medida la delincuencia es un fenómeno socioeconómico emergente de las precarias condiciones de vida. Este problema se perpetúa al ser las ganancias delictivas mayores que los ingresos que pueden percibir trabajando en el mercado informal.

La perspectiva es que, bajo el actual sistema capitalista semicolonial, dentro de 3 o 4 décadas, la fase de bono demográfico en Nicaragua estará concluyendo y entraremos en una nueva fase de transición demográfica, en la que comenzará a reducirse de manera vertiginosa el peso de la población en edad de trabajar, mientras que va a crecer de manera significativa el porcentaje de personas que alcanzó la edad de retiro y Nicaragua ya no será un país de jóvenes sino todo lo contrario.

En 2005 todavía había 16 adultos mayores de 60 años por cada 100 personas menores de 15. Para 2050 habrá tantos mayores de 60 como menores de 15, según el índice de vejez proyectada (100 jóvenes por 100 mayores). Directa o indirectamente las personas en edad de trabajar son las que sostienen a las personas que alcanzan la edad de retiro. Preocupa también que tan solo el 20% de la fuerza laboral nicaragüense está afiliada al Seguro Social, el 80% restante cuando llegan a la edad de retiro lo hacen sin ningún ahorro y dependerán para sobrevivir de sus familiares.

Las remesas mitigan el hambre y crean conformismo

Entre 1995 y 2008, la recepción de remesas familiares en Centroamérica mantuvo un crecimiento ascendente. Las remeses llegaron a competir en muchos de nuestros países con las exportaciones, pasando globalmente 2,709 millones de dólares en 1995 hasta alcanzar en 2008 la cantidad de 16, 409 millones de dólares.

Entre 1994 y 2003, producto de la derrota de la revolución, se produjo un nuevo éxodo de trabajadores nicaragüenses, lo que se tradujo un incremento de las remesas: 2.341 millones de dólares para un promedio anual de 234,1 millones de dólares,

En el caso de Nicaragua, las remesas familiares que envían los trabajadores migrantes que trabajan o residen en el exterior, especialmente en Estados Unidos (desde donde se envían unos 600 millones de dólares) y Costa Rica (desde donde se envían 200 millones de dólares), alcanzaron en 2007 la cantidad de 739,6 millones de dólares en 2007, subió a 807 millones de dólares en 2008. En 2009, producto de la crisis internacional del capitalismo, la cifra bajo a US$ 768 millones. En el año 2010, Nicaragua obtuvo 822,8 millones dólares en remesas, la cifra más alta en 20 años.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en informes oficiales calcula que los envíos de remesas familiares hacia Nicaragua representan más del 13,3% del valor del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Estas cifras lejos de alegrarnos es motivo de tristeza, porque representan casi el 50% de los ingresos globales del país, y reflejan la cruda realidad: Nicaragua no es autosuficiente, la mitad de sus ingresos dependen de trabajadores que han tenido que migrar por la falta de empleo y oportunidades, en fin, la clase trabajadora, el sujeto de la revolución social, se encuentra en otros países.

juzgados

Por Diego Lynch

Una vez que el gobierno de Daniel Ortega y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tomaron el poder, desmovilizaron por medio de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), todas las luchas estudiantiles por las reivindicaciones sociales, por el seis por ciento a las universidades y por los derechos que los gobiernos constantemente violentan a la población.

Las pocas y aisladas luchas que se han reflejado en algunos recintos han sido entre la misma dirigencia sandinista de UNEN, quienes en aras de perpetuarse en el poder, manejar los fondos del presupuesto universitario y congraciarse con el Frente Sandinista, se agreden en entre ellos y se acusan de malos manejos y robos, denigrando de esta forma a la Dirigencia Estudiantil, la cual durante muchos años ha sido el brazo estudiantil armado del FSLN.

UNEN traiciona a comunidad estudiantil

Tras el brutal homicidio del estudiante Evans Omar Ponce a mano de seis delincuentes menores de edad, la comunidad estudiantil ha salido a las calles a protestar de forma pacífica, exigiendo justicia y una reforma al código de la niñez y la adolescencia. Tras las primeras protestas estudiantiles, UNEN ha decidido apoyar dicha lucha y ponerse al frente de la misma, jugando con la conciencia estudiantil y de la familia del joven Ponce, ya que desvirtúan la realidad y tratan de desviar las protestas que deberían ir dirigidas al gobierno, quien es el encargado de brindar la seguridad a la población y de prestar los medios necesarios para los centros de detención y reivindicación.

De esta manera se logra visualizar como la Dirigencia Estudiantil trata de desmontar y minimizar las protestas, evitando que los estudiantes desestabilicen al gobierno, a como lo hicieron hace unas semanas cuando los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-MANAGUA) salieron a las calles exigiendo no se les reformara su año académico.

Debates continúan

Los debates y discusiones sobre la reforma o no al código de la niñez y la adolescencia continúan en la palestra pública; mientras en las calles los estudiantes exigen mayor seguridad y mano dura en contra de estos seis delincuentes menores de edad, algunos diputados y especialistas en psicología infantil expresan que poner mano dura no es la solución sino evitar que se cometan los delitos.

El hecho de castigar con penas mayores a los jóvenes que cometen delitos no los ayudara a reintegrarlos a la sociedad, los sistemas penitenciarios en Nicaragua no prestan las condiciones adecuadas para rescatar a los privados de libertad, contrariamente quienes salen de estos centros se vuelven más violentos y culpan a la sociedad por haber estado encerrados. La solución es crear programas dentro de los sistemas penitenciarios que permitan la participación de todos los reos, que les den estudios y carreras técnicas y el Estado debería de garantizar centros de trabajos técnicos tales como talleres, para que una vez cumplan con su condena estos puedan regresar y reintegrarse a la sociedad como cualquier otro ciudadano.

Si bien es cierto la conciencia de la población se encuentra afectada por el homicidio de Evans Omar Ponce, hay que tomar en cuenta que existen parámetros dentro de los Derechos Humanos que protegen a las personas de penas y castigos que afecten la integridad de la persona, por lo que es necesario analizar bien este tema y buscar la manera de rescatar a la juventud, no solo en este caso en específico sino en todo tipo de delitos, no podemos permitir que el futuro de Nicaragua se esté perdiendo en las calles con la violencia y las drogas, los delitos hay que evitarlos no solamente castigarlos.

Nuestra Política

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) una vez más llama a toda la población Nicaragüense a unirse en esta protesta que justamente realiza la comunidad estudiantil en busca de su seguridad, de igual forma exigimos al gobierno de Daniel Ortega que brinde los fondos necesarios a los penitenciarios y que cumpla lo mandatado por nuestra constitución política, la que manda al estado a brindar apoyo a la juventud y a crear reformatorios que rescaten a estos jóvenes de los vicios y de la violencia que a diario se vive en nuestro país; recordemos que los delitos no se evitan con penas más duras sino que se evitan creando una sociedad de bien, con trabajo y educación.

minería

Por Diego Lynch

Mientras el Gobierno se presta a los lineamientos del FMI y su política neoliberal, los trabajadores y los obreros sufren las consecuencias y la explotación de los empleadores. El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) se encuentra más preocupado en reformar la Ley de Seguridad social que en brindarle apoyo a los sectores sociales.

El Frente Sandinista tiene sus bases fundadas en las luchas sociales y de los trabajadores que durante la época de la dictadura Somocista sufrieron grandes violaciones a sus derechos, sin embargo una vez tomaron el poder se olvidaron de la causa y traicionaron a la clase obrera, enriqueciéndose los grandes dirigentes y convirtiéndose en empresarios que hasta el día de hoy, continúan actuando como la dictadura a la cual el pueblo derroto en el 79.

Tragedia en Mina El Limón

Esta vez, la miseria, la necesidad e inseguridad en que se encuentran nuestros trabajadores afecto a la comunidad de La Mina “El Limón”, donde empresarios Canadienses, Peruanos y Chilenos son los dueños de las minas que se encargan de sacar y robar el oro de nuestro país, esto con el aval del gobierno, quienes no exigen a estas empresas mineras que les brinden los medios de seguridad necesarios a sus obreros.

Esta inseguridad laboral permitió que un grupo de mineros que se encontraban en uno de los túneles, fueran sorprendidos por grandes corrientes de agua producto de las lluvias, logrando salir con vida la mayoría de los que se encontraban trabajando, no así Víctor Manuel Vílchez Martínez, quien fue arrastrado por las aguas sin saber nada de su paradero.

No obstante la inseguridad que brinda esta empresa, tampoco le dieron la importancia necesaria a la vida de este minero, ya que no fue hasta dos días después de ocurrida la tragedia y por la presión de los mineros, la familia de Vílchez y los medios de comunicación, que recrudecieron la búsqueda del cuerpo de Víctor Manuel, el cual fue encontrado el día jueves 23 de Junio, cinco días después de ocurrida la tragedia.

Ministerio del Trabajo ausente

Esta tragedia nos ha demostrado que el Gobierno y el Ministerio del Trabajo, quienes son los encargados de velar por las condiciones laborales y de seguridad, no le han dado seguimiento a estas empresas; estos se encuentran más interesados en que se les pague por la explotación de nuestros recursos naturales, que no dan seguimiento y permiten la explotación laboral.

Estos mineros trabajan a altas temperaturas y a niveles de profundidad tan profundos, que una vez encontrado el cuerpo sin vida de Vílchez, tardaron cinco horas en sacarlo de la mina. De igual forma se les paga una miseria como si el trabajo que realizaran no tuviese los riesgos suficientes como para perder la vida.

En la Mina el Limón no es el primer caso de un obrero que fallece dentro de una de las minas, en otros años se han dado accidentes donde han salido lesionados y hasta muertos varios trabajadores a causa de los derrumbes, a causa de desprendimientos de los ascensores artesanales que utilizan para acceder a los distintos niveles en que trabajan, y esta vez a causa de las inundaciones por las lluvias.

El gobierno ha permitido la inversión extranjera y la explotación de nuestros trabajadores y de nuestra mano de obra; esto lo podemos ver reflejado en las zonas francas (maquileras), call center (zonas francas gringas) y esta vez en las minas de explotación de oro.

Nacionalización de las empresas mineras

Tras estas tragedias y violaciones a los derechos laborales y constitucionales, hay que exigirle al gobierno que nacionalice todas estas empresas y que brinde las condiciones laborales y de seguridad, que las empresas pasen a estar en manos y bajo la administración de los trabajadores.

No permitamos que empresarios extranjeros se adueñen de nuestro país y se enriquezcan con nuestros recursos naturales, explotando nuestras tierras y nuestra mano de obra; exijamos seguridad laboral y nacionalización ya!!!

tarifa

Por Aquiles Izaguirre.

Fue a finales de la administración del presidente Enrique Bolaños que se dejó al descubierto la mala administración y la corrupción que imperaba en el sistema energético nacional. En aquella época en la que imperaba el libre mercado, la situación nacional tomo tono de barbarie, no es difícil recordar que los apagones llegaron a ser de 8 horas diarias y el sistema casi colapsa. La “solución” llegó con el gobierno del presidente Ortega, quien aprovechando las relaciones diplomáticas con Venezuela compró plantas generadoras eléctricas venezolanas.

Desde entonces los incrementos en el precio de la energía eléctrica es la receta semestral para el pueblo Nicaragüense, no hay año en que INE no autorice a Gas Natural incrementos a las facturas, la diferencia es que en esta ocasión se anuncia que no será el consumidor el que pague el incremento en la factura.

Un poco de historia

Desde hace mucho tiempo el pueblo de Nicaragua ve como los precios de las facturas eléctricas se incrementan de manera estrepitosa, pero hay que recordar que desde la administración del ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro y Arnoldo Alemán el Estado apostó por la venta de las empresas energéticas, de hecho se desmanteló la empresa nacional de energía eléctrica y el sistema nacional pasó a ser un sistema mixto, con la mayoría de inversión privada y alguna que otra empresa estatal.

En el sistema energético nicaragüense participa el capital privado y el Estado. El sistema está dividido en Generación, Transmisión, Distribución y Comercialización. Solo la empresa de transmisión está en manos del Estado, la generación en su mayoría es de capital privado con pocas empresas estatales. La comercialización es privada con una pequeña participación estatal.

Los apagones y las plantas Hugo Chávez.

Al finalizar la administración de don Enrique Bolaños e inicios del gobierno del presidente Ortega el país llegó al borde del colapso energético, apagones de 8 horas diarias era lo que sufría el pueblo nicaragüense. Esto ocurría porque los gobiernos liberales no lograron prever que el crecimiento económico también incrementaba la demandad energética. Asimismo, desde la administración de Arnoldo Alemán se había decidido “genialmente” que se debía apostar por la generación energética atreves de combustibles. Hasta la fecha, el 80% de la generación energética se hace por medio de combustibles.

La solución que dio el gobierno de Daniel Ortega, aprovechando las facilidades de financiamiento que daba Venezuela, fue comprar las plantas generadoras Hugo Chávez, incrementando la dependencia de los combustibles para la generación de energía. En aquel momento las plantas Hugo Chávez se vieron con alegría porque significaban el final de los apagones, pero el precio que está pagando el pueblo nicaragüense es alto.

Preparando el terreno.

El 2007 se marcaría un conflicto con Unión Fenosa, este panorama fue aprovechado por la burguesía sandinista para expandir sus negocios e iniciar la expansión en el terreno energético.

En Junio de ese mismo año la burguesía sandinista estaba preparando el camino para la inversión en el sector energético, por esos días el congreso de la república aprobaría con carácter de urgencia, una ley que facultaba a Unión Fenosa a generar energía, con fuentes no renovables, de hasta un 20 por ciento de la demanda local. La jugada no terminaba ahí, el 29 de junio de ese mismo año la procuraduría general de la república revisaría las concesiones otorgadas durante los gobiernos anteriores a las generadoras de energía. El panorama se esclarecería al pasar el tiempo, y la burguesía sandinista se consolidará y comenzara sus inversiones en el campo de generación de energía con la ayuda Venezolana y las famosas plantas Hugo Chávez.

El gran negocio de la energía.

Desde que las empresas Hugo Chávez fueron traídas para solucionar los apagones, el panorama quedó claro, las empresas funcionarían como empresas privadas vinculadas a los negocios del Estado, el gobierno decidió que las ganancias que fueran generadas por los convenios con Venezuela servirían para “subsidiar a la población pobre”.

El interés por defender estos negocios llegó a tanto que a finales a inicios del 2008 el gobierno sandinista aprobó la Ley especial para la distribución y el uso responsable del servicio público básico de energía.

Esta ley sería la herramienta jurídica que utilizaría el gobierno para garantizar el paga efectivo de sus inversiones en el sector energético: “Este proyecto de ley contempla penas de cárcel y multas a los consumidores de 800 kilovatios/hora al mes que roben energía, además de sanciones administrativas para los que sustraigan energía y sean consumidores de 500 kilovatios/hora al mes.” (ESCA No 73)

Los incrementos en la tarifa

Como mencionamos, los incrementos en las facturas energéticas no son novedades, casi todos los años de la administración de Daniel Ortega el INE aprobó incrementos en la tarifa energética, en algunas ocasiones fueron más un incremento en el año. Recordemos que para Noviembre del 2007 el gobierno sandinista presionaba a la trasnacional Unión Fenosa para que la trasnacional le diera participación en la Distribución de la energía, pero aun estando en “disputa” el gobierno de Ortega anunció un aumento en los precios de la energía, el incremento sería así: “durante los próximos tres meses (2.5% Nov; 2.5 Dic. y 3% Ene); el sandinismo aunque mantiene el discurso populista contra la transnacional le permite seguir esquilmando al pueblo trabajador”. (ESCA 70)

Como ha sido normal desde los inicios de este gobierno, este mes INE anunció un incremento del 41.8 por ciento en la tarifa de la energía eléctrica. Esta decisión es muy criticada, ya que la resolución del INE no es justificada y es muy criticada, el Economista Adolfo Acevedo asegura: “ya que aun tomando en cuenta que aumentó en un 29% el búnker tipo C o fuel oil (…) Si sube el precio de los hidrocarburos sube la energía, pero el aumento no es del 29%, porque existen fuentes alternativas de energía como la hidroeléctrica y la eólica, que cubren el 34% de la generación de energía en Nicaragua” (El Nuevo Diario 23/06/2011)

Pero el gobierno, a través del INE, ha anunciado en un comunicado de Prensa que: “debido a la voluntad y decisión gubernamental de no incrementar el precio de la electricidad y proteger así a las familias, pulperías, pequeña empresa, el bombeo de agua potable y a la producción en general” (…) “El gobierno obtuvo de los fondos Alba un financiamiento hasta por 107 millones de dólares para cubrir estos altos precios” (Informe Pastran 23/06/2011)

¿Quién pagará el subsidio?

A pesar de que el gobierno ha anunciado a todos aires que el incremento en la tarifa energética no será pagado por el pueblo, la verdad es muy contraria, en un anuncio pagado por el gobierno se anuncia: “el financiamiento obtenido por el gobierno es sin plazo y a cero interés”, no existe plazo cuando el gobierno deberá pagar los 107 millones de dólares a los fondos del ALBA “Este financiamiento será pagado en el futuro siempre y cuando los consumidores se beneficien de menores precios de la energía al comenzar a generar electricidad las nuevas plantas con fuentes renovables geotérmicas, eólicas e hidráulicas que están en proceso de construcción” (Ídem) Como vemos los fondos siempre serán pagados por el pueblo, solo que no será a través de la facturación directa.

Los verdaderos intereses.

El panorama en que nos encontramos no es alentador, ya que INE anuncia que el próximo año el “subsidio” se terminará y el incremento será del 24% en las tarifas energéticas, es decir el subsidio solo se ha anunciado en los meses previos a las elecciones presidenciales.

Pero ¿Por qué el INE es tan pasivo y sigue beneficiando a las empresas privadas?, la respuesta es que el gobierno está interesado en que el sector de su burguesía siga desarrollándose con sus negocios, así podemos ver las nota de Prensa enviada a los medios de comunicación por el Ministerio de Energía y Minas, en las que se declaran las coincidencias del gobierno y la empresa distribuidora, antes Unión Fenosa, hoy Gas Natural: “que se deben dar las condiciones mínimas, a fin de que las Distribuidoras (Disnorte-Dissur) que funcionan como recaudadoras de los montos de energía servida a la población, mantengan su estabilidad financiera” (El Nuevo Diario 23/11/2011) Como vemos la estabilidad financiera de las empresas que esquilman al pueblo nicaragüense es prioridad para el gobierno.

Ante este panorama en que el pueblo siempre termina pagando de una u otra forma las facturas energéticas, la única solución es la nacionalización bajo el control obrero y fiscalización de los consumidores. Solo los consumidores y los trabajadores lucharán por acabar con la adicción a los combustibles que en este momento es el gran negocio para los sectores de poder de nuestro país.

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