Por: Sashenka krupskaya.

En definición, el desempleo es la Parte de la fuerza de Trabajo que teniendo edad, capacidad y deseo de trabajar no puede conseguir un puesto de trabajo; son las personas que no se encuentran ocupadas en actividades productoras de Bienes o servicios. Incluye a los cesantes y a los que buscan Trabajo por primera vez. Para que exista una situación de desempleo es necesario que la persona no sólo desee trabajar sino que además acepte los salarios actuales que se están pagando en un momento dado.

Los daños de las crisis del sistema capitalista suelen ser largos y profundos, por  lo que las economías de los países más pudientes, como Estados Unidos, Alemania o Inglaterra, no volverán a los niveles previos de las turbulencias en un año con tan solo haber salido de la crisis, como alegan algunos economistas que defienden y justifican el sistema. Probablemente nos enfrentemos a unos meses de crecimiento positivo, incluso un par de años, pero este es un crecimiento muy por debajo del potencial de producción autentico, es decir que se trata  de un alto nivel de subempleo de los factores productivos. Esto se debe a que  la debilidad y el elevado endeudamiento de familias y empresas, debilidades que  lastraran  a la reactivación de la economía mundial.

Las pérdidas en América latina a consecuencia de la crisis desata tras la quiebra del banco de inversión Lheman Brothers ascendieron a 300 mil millones de dólares en exportaciones, capitalizaciones y remesas. La crisis financiera tuvo en América Latina una expresión esencialmente comercial, que derivó en una precarización de la economía de las familias, una vez más.  Latinoamérica estuvo cayendo en la trampa de los mismos vicios que por mucho tiempo fue víctima, del modelo primario exportador que con tanto empeño trato de dejar atrás en los años de postguerra.

Los sectores primarios tienen pocos vínculos con el resto de la economía y eso impide que se transmitan impulsos dinámicos al sistema. Además, los sectores primarios son de escaso valor agregado y con remuneraciones al trabajo inferiores a los de las manufacturas. Estos sectores sufren más la volatilidad de los precios y el deterioro de los términos de intercambio. Los países que más afectados se vieron fueron los que apostaron por el libre comercio y la globalización, es decir de la privatización.

La privatización no solo se implanta a expensas de los consumidores, sino también de los trabajadores. Los partidarios de las privatizaciones sostienen  que solo la privatización permite despedir a los trabajadores improductivos y que ello conlleva un incentivo en la actividad y la competitividad de las empresas y en general de la economía. Las privatizaciones hacen pasar con frecuencia a las empresas estatales de los números rojos negativos a los negros positivos, esto es gracias a la reducción de la plantilla. Pero en economía se debe prestar atención a la eficiencia global, obtener ganancias no es el único objetivo, hay costos sociales relacionados con el paro y el desempleo que las empresas privadas simplemente no toman en cuenta y se contentan con el beneficio y las utilidades monetarias o cifras positivas.

El problema es que las consecuencias generadas por el paro y el desempleo  son grandes costos sociales, manifestados de las peores formas, procesos urbanos incontrolables y caóticos, acompañado de violencia más delincuencia y perturbaciones sociales y políticas. Incluso en ausencia de estos males el paro suscita costos elevados invisibles, como la angustia generalizada incluso entre los trabajadores que han logrado mantener sus empleos, cargas adicionales sobre los miembros de las familias, las retiradas de los niños del colegio para que contribuyan al sostén familiar. Esta clase de costos sociales perduran mas en el largo plazo, aun mucho tiempo después de la pérdida del empleo inmediato.

Estos tiempos son más difíciles que otros[1].

El mercado laboral de Nicaragua, tomando en cuenta el desempleo abierto y las horas hombres no laboradas por la población subempleada, o sea lo que podemos denominar desempleo global, en 2009, 46 mil personas ingresaron al ejército de desocupados. Existen 632 mil personas que no generan ingresos en este año, y este desempleo global -tanto abierto como equivalente asociado con el subempleo- se aproxima al 28% de la Población Económicamente Activa (PEA). Cabe agregar que por efectos de la recesión económica mundial, el subempleo salto de 30% de la PEA en 2008 a 38% de la PEA en 2009. Para los trabajadores, la crisis continúa porque el desempleo sigue creciendo. Desde la perspectiva de la fuerza laboral, no hay diferencia entre un crecimiento anual de 3% o de 4% de la economía nicaragüense.



[1] Néstor Avendaño, Calculan 30 mil desempleados en 2011 - Nicaragua Hoy (13.09.2010, 18:33:28)

Por Sebastián Chavarría Domínguez

Este 20 de Agosto se inició la campaña electoral en Nicaragua, en medio de un clima de creciente polarización política. Las encuestas coinciden en que Daniel Ortega tiene, solo para arrancar, la intención de voto del 42% de los electores, lo que lo coloca como el favorito para los comicios del 6 de Noviembre.

Los frutos del Neoliberalismo Social

Este inusitado alto porcentaje de intención de votos a favor de Daniel Ortega, tiene una profunda explicación económica. En Nicaragua, normalmente el ejercicio del poder tiene un alto costo político para el partido gobernante, debido a que desde 1990 los gobiernos de turno han tenido que aplicar planes de ajustes y políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que significan recortes a las conquistas laborales y sociales, y con ello deviene el desgaste político.

En este segundo gobierno de Daniel Ortega, debido a que la alta dirigencia sandinista cambio su naturaleza social a partir de la derrota electoral de 1990, convirtiéndose en un sector importante de la nueva burguesía, las políticas económicas que han aplicado desde el año 2007 han sido absolutamente neoliberales, son una continuidad de las políticas de los gobiernos anteriores. No lo decimos nosotros, lo han dicho los representantes del FMI en Managua. Pero el sandinismo le ha agregado un nuevo componente: la aplicación de programas de asistencia social.

Imitando el ejemplo de Lula en Brasil, con mucho menos recursos, pero contando con 1000 millones de dólares extras anuales provenientes del convenio petrolero con Venezuela, los cuales por cierto están por fuera del presupuesto general de la república, el gobierno de Daniel Ortega ha contado con los discrecionales recursos necesarios para brindar asistencialismo social a los sectores en extrema pobreza.

La ayuda venezolana ha permitido implementar programas sociales como hambre cero, usura cero, plan techo, construcción de viviendas de interés social, etc. A lo anterior habría que agregar una agresiva política de titulación, es decir, de legalización de las propiedades obtenidas durante la transición en 1990, o producto de las luchas sociales. Los alcances y eficacia de los programas sociales del gobierno sandinista para reducir la pobreza y la extrema pobreza han sido objeto de polémicas entre los especialistas.

Según la Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (FIDEG), la pobreza general en Nicaragua pasó de 48.3% en 2005 a 32.9% en 2009, lo que representa una reducción de 15.4 puntos porcentuales, mientras que la pobreza extrema pasó de 17.2% en 2005 a 9.7% en 2009, para una reducción de 7.5 puntos.

El informe del FIDEG fue atacado furiosamente la oposición burguesa, pero el gubernamental Instituto Nacional de Información y Desarrollo (INIDE) confirmó que para 2009 la pobreza rural se redujo en 6.9 puntos respecto de 2005 y la urbana en 4.1. Esto ocurría en medio de la onda expansiva de la crisis mundial. No obstante, esta reducción de la pobreza no es producto de un alza en la producción, de la generación de empleo y de una mejoría en los salarios. Desde 1990, superando relativamente el caos económico que se produjo durante la revolución, el PIB de Nicaragua ha crecido promedio un 3% en los últimos 20 años, manteniendo una meseta inalterable, mientras el país tiene una de las tasas de crecimiento demográfico más altas del mundo.

El problema estructural de la pobreza no ha sido superado, sino que ha sufrido un relativo retroceso producto de los generosos programas de asistencialismo social del gobierno sandinista, lo que, obviamente, tiene algún grado de influencia en el crecimiento de la base electoral del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). La cúpula sandinista se frotan las manos de la alegría porque están a punto de lograr la reelección de Daniel Ortega con una votación elevada, si no hay sorpresas desagradables durante la campaña electoral.

Combinación de condiciones favorables

El gobierno de Daniel Ortega ha tenido una combinación de condiciones favorables a su favor, tanto a nivel internacional como nacional. A nivel internacional, la aguda crisis de la economía del capitalismo, obliga a los Estados Unidos a tener una política de mayor tolerancia para este tipo de gobierno con resabios nacionalistas. Para los Estados Unidos lo más importante es la estabilidad económica y política de la región centroamericana, y la lucha frontal contra el narcotráfico y el crimen organizado.

Y en estos dos aspectos, el gobierno de Daniel Ortega cumple todo los requisitos. La crisis de la economía mundial ha obligado también a los gobiernos imperialistas europeos a suavizar las críticas a los aspectos totalitarios del sandinismo. Incluso, las dudas sobre la organización de los procesos electoral también han bajado de tono. En última instancia, el posible apoyo o neutralidad dependen del comportamiento del gobierno sandinista en torno a temas claves como la economía y la lucha contra el terrorismo.

En el plano nacional, ya hemos analizado el manejo de la económica y la relativamente exitosa política de neoliberalismo con remedios sociales, aplicados puntualmente a los sectores más vulnerables. El manejo de la macroeconomía tiene en éxtasis a los empresarios. El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), que agrupa a los residuos sobrevivientes de las confiscaciones de la revolución, se mantiene con una política de neutralidad amistosa con el gobierno sandinista.

Las características de la burguesía sandinista

Quizá el factor económico más determinante es que actualmente la burguesía sandinista es la fracción más fuerte e importante a nivel del aparato productivo. La burguesía sandinista se apoya en un denso entramado social de pequeños y medianos productores urbanos y rurales, con una cúpula mucho más rica, que está directamente ejerciendo el poder. No supera en capital a la oligarquía financiera de los Pellas y demás consorcios financieros, pero, solo para citar un ejemplo, la cooperativa sandinista CARUNA es actualmente uno de los grupos financieros más sólidos del país, que maneja y canaliza una parte importante de la ayuda venezolana.

Este fortalecimiento económico de la burguesía sandinista, que se venía operando desde 1990, ha dado un salto de calidad con este segundo gobierno de Daniel Ortega, con la particularidad que la familia presidencial Ortega-Murillo se está convirtiendo en el eje central sobre el cual gira la burguesía sandinista.

Esto incide directamente sobre la oposición burguesa, acelerando su división y fragmentación. La oposición burguesa se divide en dos sectores: los “arnoldistas”, seguidores del ex presidente Arnoldo Alemán, y los “eduardistas” seguidores del diputado Eduardo Montealegre. Los primeros, de origen plebeyo y de clase media, cogobiernan con el FSLN en todas las instituciones, aunque últimamente se han transformado en aliados incomodos y débiles. Los segundos están por fuera de las instituciones, y por ello su crítica es más virulenta. Pero ambo sectores son huérfanos, no tienen un sector burgués a quien representar

Ortega impuso su candidatura

Mediante la sentencia número seis, del 30 de septiembre del año 2010, dictada por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, el presidente Daniel Ortega logró burlar el artículo 147 de la Constitución, que prohíbe la reelección continua y establece como máximo dos periodos presidenciales.

La sentencia número seis fue posible por la colaboración pasiva del arnoldismo. Con ese enorme instrumento legal, y con el férreo control de todas las instituciones del Estado, el presidente Ortega logró imponer su inscripción como candidato presidencial en la presente contienda electoral. Y con ello la suerte está echada.

Manipulación del proceso electoral

El sandinismo controla férreamente el aparato electoral, y a pesar de las denuncias de fraude en las elecciones municipales del año 2008, y de la campaña por la renuncia de Roberto Rivas, presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), el eduardismo no ha podido hacer absolutamente nada para cambiar las reglas del juego.

En realidad, el llamado “fraude” o manipulación de los resultados electorales no se produce necesariamente a la hora de contar los votos, sino antes: desarticulación de los distritos electorales, cambio repentino en la ubicación de la Juntas Receptoras de Votos, manipulación del padrón electoral (otorgando cedulas de identidad a posibles votantes y castigando a los distritos opositores). El no otorgamiento de cedulas de identidad en zonas opositoras en el campo, como en Nueva Segovia, Matagalpa y Jinotega, ha provocado motines, tranque de carreteras, y enfrentamientos con la Policía.

Al mismo tiempo, el CSE castiga a los candidatos eduardistas de la alianza del Partido Liberal Independiente (PLI), inhibiendo las candidaturas a diputados de Maximino Rodríguez, Joel Lira y Gustavo Gross, bajo el pretexto que formalmente son militantes del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) que dirige Arnoldo Alemán.

No hay por quien votar

Al anterior panorama, habría que agregar que la Ley Electoral del año 2000, ilegalizó a los dos únicos partidos de izquierda (El MAP y el PRT), dejando a la clase trabajadora y a la juventud sin opciones electorales. La contienda electoral entre el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), la lianza del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), la alianza del Partido Liberal Independiente (PLI), la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) y la Alianza Por la Republica (APRE), será una pelea entre partidos burgueses que no brindan una opción para resolver la crisis del sistema capitalista. Definitivamente, no hay por quien votar!

fmilogoindex

Por Natalia Galeani.

La idea de crear el Fondo Monetario Internacional, se planteó en plena segunda guerra mundial, cuando todavía el fascismo oponía resistencia. En julio de 1944 se celebró en el hotel Bretton Woods (New Hampshire, Estados Unidos) la conferencia de las Naciones Unidas, donde los representantes de 45 gobiernos acordaron establecer un marco de cooperación económica destinado a evitar que se repitieran los círculos viciosos de devaluaciones competitivas que contribuyeron a provocar la Gran Depresión de los años treinta y la consolidación del fascismo.

El principal propósito del FMI consiste en asegurar la estabilidad del sistema monetario internacional, es decir el sistema de pagos internacionales y tipos de cambio que permite a los países (y a sus ciudadanos) efectuar transacciones entre sí. Este sistema es esencial para fomentar un crecimiento económico sostenible, mejorar los niveles de vida y reducir la pobreza. A raíz de la reciente crisis mundial, el FMI ha estado clarificando y actualizando su cometido a fin de cubrir toda la problemática de la macroeconomía y del sector financiero que incide en la estabilidad mundial.

Pareciera que ser parte de este selecto club, de muchos beneficios no se necesita de mucho; pero el pago es muy elevado, parte del pago de los préstamos también dispone comprometer el modelo económico y ceder a las demandas del FMI, como por ejemplo mantener controlada la emisión de dinero, para que la deuda interna no se eleve, la estabilidad de la inflación, estabilidad del tipo de cambio que en Nicaragua es fijo, y las reservas internacionales netas que deben de ser dos veces la base monetaria, por ello dichas reservas en momentos de crisis son intocables. Se ha llegado a que el marco presupuestario de mediano plazo se elabora desacuerdo con los parámetros y exigencias del FMI.

FMI en Nicaragua

Los retrasos que trajeron consigo una revolución frustrada, más las consecuencias de la guerra civil, agréguese también la administración imperialista militar de Ronald Reagan, dejaron a Nicaragua en un deplorable estado económico. En los últimos 30 años Nicaragua ha necesitado de préstamos internacionales para financiar su exinanido presupuesto. Para tener acceso a este vital financiamiento externo, Nicaragua necesita firmar periódicamente acuerdos con la entidad financiera internacional que vigila la economía y da el visto bueno para la obtención de préstamos, el FMI.

Desde el año 1990, cuando se produjo el triunfo electoral de la Unión Nacional Opositora (UNO) el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) perdió formalmente el gobierno, aunque continuó manteniendo una amplísima cuota de poder.

Desde entonces, Nicaragua ha estado bajo el resguardo del FMI. Este es el “periodo neoliberal”, siempre presente en los discursos de Ortega. Durante este periodo los gobiernos de la derecha establecieron las políticas económicas. Así mismo el FSLN colaboró directa o indirectamente en los procesos de privatización de las empresas estatales, distintivo del funcionamiento y las exigencias para ser iniciado en el FMI. Se privatizaron los servicios públicos: distribución y generación de energía eléctrica, telefonía, recursos naturales y servicios de salud, inclusive se pensó quitarle la autonomía a las universidades públicas y reducir o suprimir su parte del presupuesto (6%). En el llamado “periodo neoliberal” todo se privatizó, menos el servicio de agua potable, como parte de la adaptación de la economía nicaragüense al nuevo liberalismo económico. Bajo las administraciones de la derecha los acuerdos con el FMI fueron estables, a como le gusta al FMI, salvo en los periodos preelectorales en la que los gobiernos de turno gastaban los pocos recursos en crear una falsa ilusión ante las masas, de que las cosas habían mejorado, creando un colchón social para alguno de los candidatos.

Pero, contrario a lo que se pueda creer, el periodo neoliberal no ha desaparecido bajo la segunda presidencia de Daniel Ortega (2007-2011), sino que se ha extendido en el tiempo y se ha perfeccionado. No se trata de una calumnia, lo dicen los empresarios nicaragüenses y los altos funcionarios del FMI en su último informe. A lo largo de su historia, el FMI nunca ha realizado declaraciones favorables a gobiernos que no son afines con sus políticas neoliberales, de libre comercio y de privatizaciones. El gobierno sandinista desde el inicio se comprometió a mantener la estabilidad macroeconómica, lo que implicaba adoptar y hasta superar las políticas neoliberales de los gobiernos anteriores. Por ejemplo, cuando se presentan crisis en las negociaciones con el FMI, estas son enmendadas con una concesión del gobierno sandinista. Los organismos como el FMI son inflexibles en sus posiciones, no tienen nada que perder. Pero el FMI no se conforma con concesiones formales o estabilidad de las variables macroeconómicas, en cada negociación pide más y más.

Esta manejable política neoliberal del gobierno sandinista, le ha valido elogios de altos funcionarios del FMI. Miguel Savastano, asesor principal del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, declaro en Managua que “los compromisos de las medidas económicas, que las autoridades nicaragüenses tomaron a fines del año pasado, han sido cumplidos en términos de producir equilibrios macroeconómicos favorables. Se están cumpliendo todas las metas del programa” (La Prensa 25/04/2010).

Antenor Rosales, presidente del Banco Central de Nicaragua, en el mismo sentido declaro que “Tenemos en las metas cuantitativas un sobrecumplimiento por parte de Nicaragua. Hemos hecho un esfuerzo sobrehumano producto del sacrificio de los trabajadores, de los empresarios, de los productores, de la nación entera, para tener un vínculo con el Fondo Monetario Internacional que se caracterice por cumplir con aquellas cosas que nos hemos comprometido” (El 19 Digital 03/08/2010).

Sin embargo se pueden percibir en estas declaraciones contradicciones según lo que señala Gabriel Di Bella, representante FMI en Managua. Indicó que Nicaragua continuaba retrasada en la lucha por la reducción de la pobreza. Según el FMI, cerca de 5,7 de millones de nicaragüenses viven con 2 dólares diarios, es decir, bajo del umbral de la pobreza. “Hay que regocijarse en el hecho que Nicaragua ha obtenido estabilidad macroeconómica, pero es hora de enfrentarse al próximo desafío, que es crecer a mayores tasas que sí ha crecido el resto de la región” (La Prensa, 01/07/2010).

En pocas palabras, la política neoliberal aplicada por los gobiernos de derecha, y ahora continuada bajo el gobierno sandinista, no han producido el esperado crecimiento o despegue de la económica nicaragüense, ni han traído ningún tipo de beneficio al pueblo, ni han disminuido la pobreza extrema. El capitalismo neoliberal que practica Ortega a pesar de decir lo que diga, mantiene suspendido al país.

32-anos

Por Aquiles Izaguirre

Los días preparatorios a la celebración del 19 de julio, nuestro clima político vio una ráfaga de declaraciones entre la iglesia, algunos políticos y el Presidente Daniel Ortega. La discusión giraba en torno a algunas declaraciones de la señora Rosario Murillo en las que dejaba entrever un pasado místico religioso del Frente Sandinista, vinculando la celebración del 19 de julio en la plaza con una misa.

La Iglesia con el grito al cielo.

Las declaraciones de Murillo avisparían el panal político, no paso mucho tiempo y los representantes de la iglesia contestarían casi encolerizados, El Obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez declaró: “llamarle misa, para nosotros fue no solamente una ofensa a la Iglesia en lo más santo que tiene, que es el sacramento eucarístico, sino también una burla a la inteligencia y al sentimiento religioso de la mayor parte de los nicaragüenses.” (El Nuevo Diario, 21/07/2011) La Iglesia acusa al Presidente Ortega de utilizar sus símbolos y algunos dogmas a favor del partido de gobierno, robándole el discurso de salvación vinculándolo al de la pobreza y búsqueda del socialismo y una sociedad más justa, es decir, vincula la cara socialista primitiva del cristianismo con su discurso populista

El Cardenal Miguel Obando: el trofeo de Ortega.

Al parecer una de las cosas que más molestó a la iglesia fue la forma en que el 19 de julio el presidente Ortega presentó como trofeo al cardenal Miguel Obando, al respecto Silvio Báez declaraba: “La primera dama lo presenta como pastor de todos los nicaragüenses. Ayer lo llamó “El pastor de la paz, la reconciliación y el bien común. Ella le puede llamar como pueda, ella es experta en inventar slogans y expresiones, muchas veces manipulando de forma abusiva la fe. Cada diócesis tiene su obispo, y un obispo que es emérito no puede ser pastor de todos los nicaragüenses. (…) Él puede hablar en nombre de la Iglesia, en el sentido que él es Iglesia, pero no es la voz de la Conferencia Episcopal.” (El Nuevo Diario, 21/07/2011)

Pero la preocupación de la iglesia va más allá de Obando, es que el sandinismo intenta recoger la simbología, los ritos, el lenguaje y las romerías católicas para su campaña electoral y gubernamental, intentando diluir la institución eclesial como algo entretejido a la ideología del sandinismo.

Ortega contesta.

Ante la fuerte crítica de la iglesia, el presidente Daniel Ortega ha declarado: “¿Ustedes creen que la Conferencia Episcopal de aquel entonces condenó la masacre? (Estudiantes leoneses asesinados por la dictadura) Ni una palabra, si todos ellos eran somocistas, somocistas hasta los tuétanos, hasta al grado que cuando muere (Anastasio) Somoza, ajusticiado por Rigoberto López Pérez, lo enterraron con honores de Príncipe de la Iglesia. Al asesino le dieron honores de Príncipe de la Iglesia hasta dónde llegaba esa Conferencia Episcopal. ¡Dios nos libre!” (El Nuevo Diario, 25/07/2011)

Pero las críticas de la conferencia episcopal se agudizan a medida que nos acercamos a las elecciones nacionales, obviamente y muy a pesar de sus declaraciones, la iglesia católica está vinculada a la oposición del país. Peor aún, cuando la última encuesta de CIDGallup ubica al presidente Ortega con un 41% de intención de votos, acercándosele Fabio Gabea que subió al 34% y en un lejano tercer lugar Arnoldo alemán que bajó al 11%.

Puntos confluyentes.

A pesar de las diferencias políticas, dogmáticas y propagandísticas entre la iglesia y el gobierno el frente sandinista quiere ganar un buen porcentaje de votos cristianos, por lo que sigue defendiendo la penalización del aborto terapéutico junto a la élite eclesial, Rosario Murillo señaló: “Vuelvo a ratificar a las mujeres, a las familias nicaragüenses, a la juventud, que la defensa del amor, la paz y la vida es un compromiso del comandante Daniel. Un compromiso del Frente Sandinista de Liberación Nacional” (Nuevo Diario, 04/08/2011)

Es claro que el discurso del sandinismo y su diatriba está destinado a buscar el voto de los sectores más vinculados a la iglesia católica aun teniendo que falsear su propio pasado llegando al ridículo de declarar que Carlos Fonseca murió con un crucifijo en el pecho.

Por Diego Lynch

Desde que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) recupero el gobierno en 2007, toda lucha e intento de manifestación por parte de los obreros y trabajadores ha sido neutralizados y desarticulados por los sindicatos y sus dirigentes, ya que estos terminan negociando y pactando migajas con el gobierno, y permitiendo se les violenten sus derechos laborales con el fin de no desestabilizar al frente y ellos mantener sus cargos como “dirigentes sindicales” y sus trabajos. Todos los sindicatos que trabajan plegados al Frente Nacional de Trabajadores (FNT), dirigido por el Diputado Sandinista Gustavo Porras (fiel a Daniel Ortega) se han convertido en sindicatos blancos y patronales, defendiendo solo los intereses de los patrones y negociando con las necesidades de los trabajadores.

Durante estos últimos días, hemos visto como los obreros y trabajadores tanto de la Empresa privada como del Estado han retomado su lucha y han iniciado huelgas, que aunque no sean las mismas, la causa es una sola; que se respeten nuestros derechos laborales como trabajadores. Un grupo de ex trabajadores del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) y otros de la Empresa Plásticos de Nicaragua (PLASTINIC), han iniciado huelgas para exigirle a sus empleadores el cumplimiento de la Ley y sus derechos como trabajadores.

MTI incumple resoluciones

Los ex trabajadores del MTI, quienes ya tienen un año de estar solicitando su reintegro laboral, han amenazado con iniciar huelgas de hambre, y que su lucha será indefinida ya que tanto el Ministerio del Trabajo (MITRAB) como la Corte Suprema de Justicia (CSJ) les han mandado el reintegro, sin embargo el MTI no lo ha hecho.

Byron Tercero, Secretario General del Sindicato de Trabajadores y Servidores Publicos (SINTESIP) expreso que: “fuimos despedidos de forma injusta por problemas políticos. Ya tenemos un año en esta lucha y a pesar que existen resoluciones del Ministerio del Trabajo y la Corte Suprema de Justicia, donde mandan a que se nos reintegren, el Ministro Pablo Martínez no lo hace, violentando nuestros derechos”. (La Prensa, 26 de Julio del año 2011).

Para Jose Espinoza, Secretario General de la Confederación de Unidad Sindical (CUS), “Este es un caso de violación sindical terrible. Estos trabajadores han recurrido a todo lo humanamente posible, huelgas de hambre, protestas pacificas, tribunales de justicia y nada. Aquí se están violentando los convenios 98 y 87 suscritos ante la OIT, por eso tenemos abierta una querella ante esta institución internacional”. (El Nuevo Diario, 27 de Julio del año 2007).

Trabajadores de PLASTINIC exigen su liquidación

Más de doscientos trabajadores de la Empresa PLASTINIC ubicada en el Municipio de Dolores, Departamento de Carazo, se tomaron las instalaciones de dicha empresa; esto con el objetivo de demandar el pago y liquidación de sus prestaciones salariales, las cuales se calculan en más de medio millón de dólares americanos. Todos estos trabajadores fueron despedidos ya que supuestamente la empresa está negociando la venta de sus acciones con otra empresa llamada plásticos modernos.

Según declaraciones de Evert Vargas, Secretario de Organización del Sindicato Rolando Mujica, “La empresa está en un proceso de venta, y estamos en contra de esa decisión, porque los nuevos propietarios nos están asegurando la contratación del 100% del personal, pero estamos protestando para que la administración de PLASTINIC nos pague nuestras liquidaciones”. (El Nuevo Diario, 26 de Julio del año 2011). Cabe señalar que ya existe una resolución del Ministerio del Trabajo donde se ordenó la cancelación masiva de todos los trabajadores.

A defender nuestros derechos

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hace un llamado a toda la clase trabajadora a unir fuerzas en la lucha de estos compañeros, si permitimos que a ellos se le violenten sus derechos el día de mañana seremos todos los trabajadores, obreros y campesinos quienes sufriremos las consecuencias de los empleadores burgueses y del CAFTA; exigimos la inmediata restitución de los compañeros del MTI, así como la cancelación de las prestaciones a los trabajadores de PLASTINIC; de igual forma emplazamos al gobierno del Frente Sandinista a que tome cartas en el asunto y obligue a cumplir las resoluciones emitidas tanto por el MITRAB como por la CSJ en ambos casos.

Es hora de nacionalizar las empresas y que estas pasen a estar bajo el control de los trabajadores para garantizar el empleo y la producción; no podemos crear clientelismo político, todos tenemos derecho al trabajo sin importar la ideología política, todos los obreros y trabajadores venimos de los mismos extractos sociales y tenemos que unirnos en la lucha por la defensa de nuestros derechos. Nacionalización y control Obrero ya!!!

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