Por Sebastián Chavarría Domínguez

Los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 6 de Noviembre en Nicaragua no fueron un rayo en cielo sereno. La victoria de Daniel Ortega se veía venir. En diferentes oportunidades, hemos analizado la combinación de factores excepcionales que confluían mágicamente para otorgarle una nueva victoria al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN): leve crecimiento y estabilidad de la economía nicaragüense, en medio de la pavorosa crisis del sistema capitalista mundial; ensanchamiento de la base social de apoyo del sandinismo producto de la aplicación de generosos programas de asistencia social a los sectores más pobres, utilizando la voluminosa ayuda venezolana; división de la incapaz oposición burguesa; inexistencia de partidos legales de izquierda que pudieran competir, etc.

Lo que no se había previsto es el alto porcentaje de votos de la victoria electoral sandinista. Esta alta votación obtenida por el FSLN tampoco ha caído del cielo. Es producto de la estrategia de la dirección sandinista para preservarse en el poder. Con el riesgo de ser repetitivos debemos señalar los aspectos más importantes que han permitido semejante victoria electoral

Leer más…NICARAGUA.- ¿Por qué el FSLN obtuvo tan alta votación?

 

Por Sebastián Chavarría Domínguez

Estamos a un mes de las votaciones del 6 de Noviembre y, a diferencia de la candente polarización de los años anteriores, en esta ocasión asistimos a la primera campaña electoral caracterizada por el aburrimiento y la apatía general de la población.

En términos generales, los resultados están casi definidos por el comportamiento político de los partidos en el periodo anterior, salvo las sorpresas que pueden ocurrir el día de la votación.

Oposición inepta y dividida

En Nicaragua el sentimiento general es que no hay oposición. Al recuperar el gobierno en el año 2007, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ha concentrado mayores poderes, contando con la omisiva colaboración de Partido Liberal Constitucionalista (PLC) que dirige el ex presidente Arnoldo Alemán.

El otro sector de la oposición burguesa, liderado por Eduardo Montealegre, a pesar de haber sido la segunda fuerza en las elecciones del año 2006, no tiene cuotas de poder dentro de las instituciones del Estado. Ante el hecho irreversible que Arnoldo Alemán lanzó su propia candidatura presidencial, para renegociar su relación con el FSLN, Montaleagre hizo una astuta maniobra al desistir de su candidatura presidencial, y levantar la candidatura del anodino  Fabio Gadea Mantilla, un empresario radial conocido por ser el creador de “Pancho Madrigal”, el personaje cuenta cuentos campesinos.

Para sobrevivir, ante el acoso combinado del FSLN y del PLC, la fracción de Montealegre ha tenido que manejar un discurso de confrontación con el gobierno de Daniel Ortega, aunque en el fondo aspira ocupar el mismo lugar que actualmente tiene el PLC, es decir, negociar su cuota de poder dentro de las instituciones del Estado.

Oposición sin discurso electoral

Parte del aburrimiento de la actual campaña, reside en que el FSLN ha desarmado políticamente a la oposición. En las campañas anteriores, la oposición burguesa agitaba el fantasma del fracaso de la revolución, de las filas para comprar comida, del hambre, de la guerra, del servicio militar, etc. Y el temor al pasado producía la victoria electoral de los candidatos anti sandinistas.

Durante la campaña electoral municipal del año 2008 asistimos a enfrentamientos callejeros, pedradas, a un clima electoral más agitado. Ahora la estrategia electoral del FSLN ha sido mantener la calma social, sin asustar a los electores. En la medida en que la cúpula del FSLN se ha transformado en el sector hegemónico de la burguesía nicaragüense, por una necesidad natural diseña y aplica las políticas económicas neoliberales, los planes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al no tener diferencias sustanciales con la política económica con el FSLN, las diferentes fracciones de la oposición burguesa se han quedado sin ejes de ataque político, ya no puede agitar el fantasma de la revolución, porque obviamente el sandinismo ha dejado de ser revolucionario, al menos así lo perciba ahora un sector importante de la población nicaragüense.

El efecto de los programas asistencialistas

Con la habilidad política que la caracteriza, la cúpula del FSLN ha utilizado los recursos del convenio petrolero con Venezuela, para implementar programas de asistencia social a los sectores en extrema pobreza. La ayuda del gobierno es muy poca (10 láminas de zinc, por ejemplo) pero tiene un efecto benéfico para la gente más necesitada que vive en la miseria.

El FSLN ha concentrado sus esfuerzos en retener el voto duro o cautivo, y ganar el voto de los jóvenes y de los sectores sociales en extrema pobreza. Aprovechando las características de la actual generación de jóvenes, que no se preocupa por los grandes problemas políticos, como ocurría en los años 70 y 80, sino que se entusiasma por los juegos de futbol, o por determinados conjuntos de rock, lo cual por cierto no es criticable, pero que es manipulado hábilmente por el FSLN para aumentar su caudal electoral.

En relación a los programas de asistencialismo social, que muchos gobiernos neoliberales aplican en América Latina, y que cuenta con la venia del Banco Mundial y del FMI, la efectividad de estos programas ya no puede ser negada. Los diversos candidatos de la oposición burguesa, se han visto obligados a incorporar como parte de su programa de gobierno el sostenimiento, mejoramiento y despartidización de estos programas sociales.

Las últimas encuestas

Las encuestas provocan polémicas por los pronósticos electorales. La más seria de las últimas encuestas es la de CID-GALLUP. Todas las encuestas coinciden en dos aspectos: el primero es que Daniel Ortega ha superado el umbral del 38% del promedio de votos obtenidos en las últimas elecciones, y el segundo es que Fabio Gadea Mantilla supera ampliamente al caudillo liberal Arnoldo Alemán. Mientras Ortega supera el 41% de las intenciones, Fabio Gadea subió del 28 al 34%, liderando el segundo lugar, con un 10% de diferencia en torno al arrollador candidato Daniel Ortega. Arnoldo Alemán, en cambio, ha bajado del 14% al 10% de intención de votos.

Estos datos reflejan el derrumbe del PLC, que desde las elecciones de 1996 se había convertido en el único antagonista serio contra el FSLN. El PLC de Alemán está pagando muy caro su política colaboracionista con el FSLN. En 1996 Alemán se montó el sentimiento antisandinista para ascender al poder, por ello la mayoría de sus bases se sienten traicionadas por el caudillo, que ha pactado y colaborado con el FSLN. Ahora, al parecer, las bases liberales migran por abajo hacia el proyecto  de Montealegre.

En las actuales circunstancias, la candidatura de Alemán le garantiza al FSLN retener en una casilla amiga, la cantidad de votos que sumados a los de Gadea, superarían a los votos del FSLN. Sin temor a exagerar, la candidatura de Alemán es la que garantiza un triunfo arrollador del FSLN en las próximas elecciones.

A pesar que ese es el panorama a un mes de las elecciones, existe un voto oculto, es decir, que no manifiesta sus intenciones, de aproximadamente un 15%. Aunque la tendencia es que el voto oculto está disminuyendo, es un factor impredecible en las elecciones del 6 de Noviembre.

La observación internacional

Como era de esperarse, a última hora el gobierno sandinista cedió en el tema de los observadores internacionales. Daniel Ortega invitó a José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), a mandar una misión observadores a las elecciones del 6 de Noviembre, mientras firmaba al mismo tiempo un memorando de entendimiento para el “acompañamiento electoral”.

El sandinismo tiene un estilo muy particular de negociar, que proviene de la guerrilla: primero presiona al máximo y hasta después hace concesiones, casi siempre en el filo de la navaja. Daniel Ortega necesita que su reelección no sea cuestionada por la comunidad donante, y para ello ha tenido una estrategia en varias fases, que ha ido cumpliendo escrupulosamente. Primero fue el control del aparato electoral, después garantizar la división de la oposición burguesa, y al final dio un giro de 90 grados e invitó a los observadores internacionales a fiscalizar el proceso, cuando las encuestas indican que muy probablemente ganará las elecciones.

El régimen político

El aburrimiento de la actual campaña no es casual, tampoco la apatía generalizada: la gente está cansada de los discursos, quiere mejoría económica, y las cifras parecen darle la razón al gobierno sandinista.

Nicaragua, en medio de la tormenta de la crisis mundial del capitalismo, ha logrado mantener modestas cifras de crecimiento económico, que no significan una sustancial mejoría de los niveles de vida, pero que el contexto de la campaña electoral es utilizado por el FSLN para solicitar a los votantes un voto de confianza para continuar con el mismo rumbo.

En realidad, no hay diferencias sustanciales en el plano económico entre los candidatos Ortega, Gadea y Alemán. Quizá la única diferencia es la evolución del régimen político que se ha transformado en un régimen cada vez más bonapartista bajo la segunda presidencia de Daniel Ortega.

El sandinismo aspira a conseguir mayoría dentro de la Asamblea Nacional, para hacer un profundo cambio institucional bajo la reelección de Daniel Ortega. El Pacto con el PLC está agotado, y si Alemán cae tan bajo, como lo indican las encuestas, tendrá dos caminos: gobernar con mayoría parlamentaria, convirtiéndose en un partido hegemónico, o negociar con el partido del segundo lugar.

Pero, como se podrá observar, es más de lo mismo que ha ocurrido en los últimos 80 años en la historia de Nicaragua, es decir, no ha cambiado

No hay por quien votar

En esas condiciones, sin participación de partidos de izquierda, que planteen salidas diferentes al statu quo que promueven Ortega, Gadea y Alemán, los trabajadores no tienen alternativas.

Al igual que el año 2006, el Movimiento por el Rescate del Sandinismo (MPRS), que ahora lidera Mónica Baltodano,  ha llamado al voto protesta, es decir, a votar nulo, como rechazo al actual estado de cosas. El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) coincide con ese punto de vista, en las actuales circunstancias no hay por quien votar, pero el rechazo no debe ser la abstención, sino una protesta activa, votando nulo.

Por Casandra García

La crisis financiera del INSS es por todos conocidos, así como sus causas: Saqueo de los recursos, mala planificación y actos de corrupción. Así como el abandono del modelo público de servicios de salud, que cedió en la década de los 90’s del siglo pasado a la Tercerización. El flamante gobierno de Ortega ahora pretende imponer la medida más Neoliberal y hambreadora desde las privatizaciones en los 90: El aumento en la edad  y de las cuotas semanales para la jubilación.

Según el gobierno, el colapso financiero del INSS es un hecho. ¿Qué significa esto? Que los fondos con que cuenta NO CUBREN LA PENSIÓN DE VEJEZ de la actual masa de asegurados y jubilados (pensionados), es decir que existe una “quiebra técnica”. Hoy día, las pensiones de los jubilados se pagan con las cotizaciones de los trabajadores activos en vez de pagarse con los fondos que tales jubilados cotizaron en su vida laboral, lo que en los hechos crea una pirámide de costos insostenible a futuro.

De hecho, la “Propuesta de Fortalecimiento del Sistema de Pensiones del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social” (PF-SP-INSS de aquí en adelante) publicada por el actual gobierno, y fechada en Agosto de 2010 señala: “Este estudio proyecta que el Programa IVM se mantiene solvente hasta el año 2021 si es que no se incluyen en el estudio a los asegurados inactivos. Si se incluyen los asegurados inactivos las proyecciones sugieren que el programa se mantiene solvente hasta el año 2017.” Es decir, a como están las cosas, a más tardar en 2021… el barco se hunde.

Propuesta Socialista, Solidaria... y Neoliberal

El FSLN publicó a medias la relacionada PF SP INSS dentro de la cual plantean 9 posibles soluciones a la crisis, unas más vergonzosas que otras, pero todas de corte neoliberal. Los brillantes consultores del gobierno no tienen pelos en la legua al “Recomendar”: “Incrementar el número de contribuciones para recibir una pensión hasta 30 años de contribuciones. Si el asegurado no cumple con el número mínimo de contribuciones, otorgarle una pensión proporcional. (…) En la actualidad el promedio de años cotizados entre los asegurados es de 24 años. Se analizó incrementar este número de años de cotizaciones a 35, pero se consideró que con doblar el número de años de cotizaciones de 15 a 30 es un buen comienzo. (…) Aumentar gradualmente la edad de jubilación de 60 a 65 años. Con esta medida se logra la retención de generación de pensiones por un período determinado, mejorando la posición financiera del INSS. Al informar con antelación de al menos 15 años, el asegurado puede prever la nueva edad de jubilación que establece el sistema y tomar medidas pertinentes.”

La puñalada para la clase trabajadora es descarada y descomunal… los pocos trabajadores adscritos al INSS deberán DUPLICAR la cantidad de cotizaciones, pasando de 750 semanas requeridas (fijadas desde 1950) hasta 1,500. Es decir las 750 semanas que significaba cotizar (tener un trabajo formal) durante 15 años, se ven duplicadas a 1,500 semanas que requeriría tener un trabajo formal durante 30 AÑOS‼! Ni la dictadura somocista sometió el pueblo trabajador a tal esclavitud…

El FSLN que se rasga las vestiduras en la Plaza en nombre del “pueblo”, sin ningún pudor defiende a capa y espada la propuesta. El propio Roberto López (Director del INSS y agente de confianza de Ortega) no se rubora al señalar: “Lo beneficioso de los seis puntos es que el seguro social seguiría existiendo después del 2019 y lo beneficioso es que las pensiones seguirían siendo pagadas por el seguro social (…) lo conveniente es que ajustemos este sistema que a medida que el país vaya creciendo el seguro estará más sólido (…) Es decir que las personas que nacieron del año 1967 para atrás se seguirían jubilando a los 60 años, pero gradualmente las personas más jóvenes vendrían incrementando su edad de jubilación, de manera que para las personas que nacieron en el año 75 o más adelante, la edad de jubilación sería 65 años, lo que permitirá que haya un mayor número de cotizaciones y que además las personas puedan seguir laborando durante ese periodo de tiempo” (El 19 digital, 25/11/2010)

La mano invisible del… ¡¡¡FMI‼!

La futura reforma al INSS esconde además una nueva claudicación de la burguesía sandinista al Fondo Monetario Internacional, que en los últimos 10 años ha abogado por una reforma que haga “viable” al INSS. Lo irónico de la historia, es que no será un gobierno de corte liberal (Barrios de Chamorro, Alemán o Bolaños) quien aplicará “la medicina” sino el gobierno del FSLN.

La comunión FSLN-FMI es evidente, el propio representante del FMI, Gabriel DiBellia ha reconocido: “la reforma al sistema de seguridad social exige la búsqueda de consensos entre todos los actores involucrados, esto es, los trabajadores, el sector privado empresario y el gobierno. Esa búsqueda demanda conversaciones que llevan tiempo. Previo a esas conversaciones, estos sectores tendrán que analizar las propuestas, así como el diagnóstico en el cual se sustentan, lo que también llevará su tiempo”. (El Nuevo Diario.- 5/12/2010)

DiBellia sin tapujos considera al FSLN buen discípulo: “La política macroeconómica ha seguido siendo prudente y se ha avanzado en la implementación de la agenda estructural. Creemos que existe un compromiso, no solo del gobierno, sino de la sociedad nicaragüense en general, con el mantenimiento de una situación macroeconómica estable, la cual es condición necesaria para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza.” (Ídem)

Ante la presión del FMI, el sandinismo lo único que ha logrado “arrancarles” ha sido “postergar” la reforma hasta el año 2012, dado que sería catastrófica electoralmente para ellos implementarla en el 2011. Así lo reconoce el propio Asesor en Asuntos Económicos de Ortega, Bayardo Arce: “les preguntamos: ¿están enloquecidos? ¿Quién hace una reforma tributaria en año electoral, si cualquiera ofrecerá cualquier cosa? Podemos discutirla, y también la del INSS, pero en 2012. Los empresarios nos apoyaron, y el Fondo lo aceptó” (El Nuevo Diario.-24/08/2011)

¿Y la burguesía?.. “Bien, gracias”

Dentro de la vergonzosa propuesta del gobierno no se propone “sacrificio” alguno para la burguesía nacional, ni vía contribución del INSS (que es del 16% sobre planilla) ni vía impuestos; mucho menos acciones para cobrar las cotizaciones que los empleadores retienen a los trabajadores y que de forma criminal no son enteradas en el INSS. Igualmente la burguesía sandinista tampoco pretende como dirigente del Estado pagar al INSS la sempiterna deuda que aquél posee. En 2006 el entonces Ministro de Hacienda, Mario Flores, reconocía que la deuda para con el INSS del Estado ascendía a: “C$6,034 millones a la fecha del 13 de noviembre del 2006, lo que equivale a U$ 337.33 millones al cambio del día” (El Nuevo Diario.- 4/11/2010)

Verdadera Esclavitud

La propuesta del FSLN es un ataque directo a la clase trabajadora. Según datos del Banco Central de Nicaragua –BCN- (Nicaragua en Cifras. Año 2010) la Población Económicamente Activa de Nicaragua es de: 3, 940,800 de personas, de las cuales a Julio de 2011 al INSS cotizan únicamente 578,241 (Informe Trimestral.- Página web del BCN), es decir sólo el 14.67 % de la PEA posee un trabajo formal, los demás nicaragüenses se encuentran en el desempleo o en la informalidad.

De acuerdo al informe del BCN (2010) la expectativa de vida de los nicaragüenses para el período 2010-2015 es de 74.5 años. Con respecto a salarios, tenemos que el salario mínimo a la fecha de hoy es para Agricultura, silvicultura, caza y pesca: C$ 2,317.00 (US $ 102.21); Minas y canteras: C$ 9,737.00 (US $ 429.54); Industria manufacturera: C$ 4,715.2 (US $ 208.01); Electricidad, gas y agua: C$ 4,828.00 (US $ 371.79); Construcción: C$ 5,012.50 (US $ 221.12); Comercio: C$ 8,045.30 (US $ 354.91). Todos ellos muy lejos de los C$ 9,861.91 (US $ 435.05) que cuesta la Canasta Básica.

Así pues, que en resumidas cuentas, el FSLN pretende imponer una “esclavitud asalariada al cuadrado”, donde los que aspiren a una miserable pensión de jubilación, debemos trabajar treinta años y no en cualquier plaza, si no ser del afortunado 14% de la fuerza laboral en el sector formal, todo para ganar un salario de miseria que no cubre ni la Canasta Básica.

Trabajadores a la Lucha: Que los burgueses paguen la crisis

Los trabajadores debemos desde ya ponernos en pie de lucha, denunciando la vergonzosa claudicación de la burguesía sandinista. Los sindicatos y organizaciones de base deben una vez por todas romper con el gobierno anti-obrero de Ortega. La crisis no la provocamos los trabajadores sino la burguesía (liberal / sandinista), así que ellos deben pagarla. Esgrimamos nuestro propio programa de lucha: A) Aumento inmediato del Salario Mínimo hasta cubrir al menos la Canasta Básica; B) Aumento inmediato de la cuota patronal, que la burguesía pague; C) Inmediata creación de Impuesto que grave la Renta y que sea para subsidiar el saqueo del INSS; D) Ante el posible chantaje de la burguesía, un programa clasista: Empresa cerrada, empresa nacionalizada bajo control obrero; E) Cobro inmediato a los deudores del INSS; F) Conformación de una Comisión Independiente y plenipotenciaria (sindicatos, organizaciones de base, electas en Asambleas amplias) que investiguen la corrupción y saqueo en el INSS. Funcionario implicado, funcionario CONFISCADO‼!

Los trabajadores debemos repudiar todas las “explicaciones técnicas” del gobierno y comenzar a DEFENDER desde las calles un derecho adquirido de la clase trabajadora. Desde las calles exijamos la reforma al INSS: Fuera los directivos de la burguesía, que la Junta Directiva la compongan delegados de los trabajadores y organizaciones sindicales democráticamente electos. Nacionalización Inmediata de las Clínicas Previsionales que durante casi 2 décadas han chupado la sangre de los asegurados.

Por Alex Burguess

En las últimas semanas se ha vuelto un debate público las futuras reformas al Régimen de Seguridad Social. Reformas vergonzosas y anti-obreras que el Gobierno Sandinista endosa, avala e impulsa, justificándose en la verdad a medias de que el INSS fue quebrado por los gobiernos “neoliberales”, ya que tanto el primer gobierno sandinista, como el actual han sido coautores de la crisis campante del INSS.

La jornada de 8 horas y la Seguridad Social que garantizara un retiro digno, han sido dos triunfos históricos de la clase obrera dentro del capitalismo… En Nicaragua fue Luis Somoza (1957-1963) quien instituyó la Seguridad Social mediante la Constitución de 1950, como una concesión de la dictadura ante los reclamos de los trabajadores durante un periodo de bonanza económica. Hoy, 50 años después, la Seguridad Social está en “quiebra”… pero la causa no es reciente, es de vieja data.

Conquista e Inicios

Luis Somoza Debayle creó en 1955 la denominada Junta Nacional de Asistencia y Previsión Social y el Instituto Nacional de Seguridad Social. Mediante el Decreto Ejecutivo # 7 “Reglamento de la Seguridad Social” se estableció que para optar a la pensión de vejez se debía cotizar al Seguro Social durante 750 semanas y haber cumplido 60 años. El sistema estaba configurado para funcionar con los siguientes fondos: El Aporte Patronal (no mayor del 15% de la planilla); el aporte del Trabajador (no mayor al 10% de su remuneración) y la cuota estatal (25% de la suma calculada para mantener el sistema). En 1957 el INSS construye sus propias instalaciones, comenzando a brindar servicios de salud. “A lo largo de las dos décadas siguientes se desarrolló un sistema de pensiones contributivas que llegó a cubrir, a fines de los 70, a alrededor del 20 por 100 de la Población Económicamente Activa (PEA)”. (ANTÓN PÉREZ, José Ignacio “Análisis Económico de la Reforma de la Seguridad Social en Nicaragua: Una Propuesta De Pensión No Contributiva En Nicaragua”)

La Revolución: albores de la crisis

El Gobierno Revolucionario aprobó la Ley Orgánica de Seguridad Social y su Reglamento en 1982. El artículo 48 de la Ley, y 55 inciso “a” del Reglamento establecieron como requisitos para acceder a la Pensión de Vejez tener 60 años de edad y haber cotizado 750 semanas. El financiamiento del Régimen de Invalidez, Vejez, Muerte y Riesgos Profesionales se distribuyó así: Empleador 6.50% sobre planilla; Trabajador: 2.00 % sobre Remuneración; y Estado: 0.25%. Es evidente la claudicación del gobierno sandinista a los “empleadores”, pues el porcentaje de aporte fue fijado en 2% contra el máximo de 15% que establecía la Ley anterior.

El INSS fue sometido a cambios cualitativos cuya mayor expresión fue la inclusión al sistema de pensionados de guerra (madres de héroes y mártires, pensiones de invalidez, etc.): “En 1979, con la llegada al poder del gobierno sandinista se relajaron fuertemente las condiciones de acceso, lo que generó una expansión del número de pensionistas que introdujo severos problemas financieros en el INSS.” (Ídem) La inclusión de las pensiones de guerra en principio es correcta, y la unificación tampoco es el origen de la crisis; sino más bien la política económica de tolerancia del gobierno con la burguesía (Economía Mixta), que terminaron descalabrando la economía en general.

Por otro lado, el INSS fue absorbido por Sistema Único de Salud (Decreto 5 del 8/08/1979). “En la década de los años 80 (…) se creó el Sistema Nacional Único de Salud, tomando todos los recursos del MSP, INSS, las Juntas Locales de Asistencia y Previsión Social (JLAPS), la Junta Nacional de Asistencia y Previsión Social (JNAPS) para ser administrados por el Ministerio de Salud (MINSA), pasando a ser los únicos prestadores de servicios de salud.” (Proyecto CAPUBPRIV, “La Contratación de Servicios de Salud Privados en el primer nivel de atención en América Central”) Esto significó los servicios de salud general fueron “subsidiados” con las cotizaciones de los asegurados, en vez de que fuesen los impuestos de los burgueses y las nacionalizaciones.

Gobierno de Violeta Chamorro: el inicio del fin

El gobierno de Violeta Barrios de Chamorro, títere del imperialismo, aplicó al pie de la letra las “recetas” del Consenso de Washington. La Seguridad Social no escapó y en 1993 y ante la insostenibilidad del Sistema Único de Salud se impone una nueva “Política de Salud Pública”: “Para atender a la población trabajadora, el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, INSS, estableció en 1993 el modelo de Salud Previsional, cuyo principal objetivo es brindar al asegurado cotizante y sus dependientes atención médica ambulatoria y hospitalaria, orientada a dar: a) cobertura básica; b) calidad técnica aceptable; e) fácil accesibilidad; y, d) Oportunidad en la prestación del servicio.” (Análisis del Sector Salud, Diciembre 2003)

El modelo de Salud Previsional en los hechos significó TERCERIZAR los sistemas de atención en la salud para los asegurados dado que el INSS dejó de prestarlos por sus propios medios: “Las Empresas Médicas Previsionales iniciaron sus actividades en 1993. Al comienzo, la relación contractual se establecía entre allegados al gobierno de turno, amigos y empresarios que deseaban incursionar en este novedoso modelo de salud desconocido por muchos pero que auguraba éxitos para todos. En el principio, el modelo formalizó relaciones contractuales con 151 empresas médicas en casi todo el país, de todos los tipos, tamaños y calidades; sin embargo en la actualidad solamente han quedado 49, de las cuales 10 son de origen público y 39 de origen privado. Se agruparon en la Cámara de Empresas Médicas para fortalecer su poder de negociación con el INSS.” (Proyecto CAPUBPRIV Ob. Cit.)

En un plano macro, el “Ajuste Estructural” (léase privatizaciones) significó que una inmensa masa laboral fue a parar al desempleo: “Producto de la implementación de estas políticas el Estado pasó de 290.000 a 107.000 empleados, de los cuales 68.000 eran miembros del ejército y 74.000 empleados de las empresas públicas cerradas. Fueron privatizadas, devueltas a sus antiguos propietarios o liquidadas 351 empresas agrupadas en la Corporación Nacional de Empresas Públicas, CORNAP; hay que señalar que el conjunto de estas empresas generaban el 30 por ciento del PIB. Los bancos estatales fueron recapitalizados con fondos del Banco Mundial y del BID. El Banco Inmobiliario fue cerrado. En la reestructuración de la banca nacional 5.600 empleados perdieron sus puestos de trabajo.“ (Ajuste Estructural y Desarrollo Rural en Nicaragua. Cuaderno de Investigación # 4. NITLAPAN)  Así pues el creciente desempleo generado por los programas de re-estructuración supuso una reducción importante en el monto de las cotizaciones, arrojando a la mayoría de trabajadores a laborar en el sector informal.

Modelo “a la chilena”

En 1999, durante el Gobierno de Arnoldo Alemán, la Asamblea Legislativa siguiendo las directrices del BM y el BID aprobó la Ley 340 “Ley de Sistema de Ahorro para pensiones” copiando el “modelo chileno” de Seguridad social: “Un sistema de capitalización individual obligatorio al que cada trabajador aportaría un 10,5 por 100 de su salario, de los cuales 7,5 se acumularían en su cuenta individual mientras que el 3 por 100 cubriría inicialmente costes de administración. Esto suponía aumentar la cotización del trabajador, anteriormente fijada en un 5,5 por 100, en más de un 90 por 100.” (Antón Perez, Ob. Cit.) En este descarado sistema, el Estado era “liberado” de su obligación de aportar a la Seguridad Social, convirtiendo el aporte para vejez en una pueril cuenta bancaria.

Dicho sistema nunca fue puesto en práctica ya que en julio de 2004 durante el Gobierno de Enrique Bolaños se determinó que el Sistema era inviable para el Estado. El entonces Ministro de Hacienda, Eduardo Montiel, declaraba: “El problema en Nicaragua es que a como se estructura la reforma, el INSS traslada parte los beneficios a las AFP, ellas cobran una comisión a los pensionados que va hasta el 28 por ciento de las cotizaciones para cubrir sus operaciones, eso está bien, pero si con esto al final no cubren el retiro del pensionado, entonces el Gobierno cubrirá una pensión mínima (…) Al inicio (el déficit) sería similar al costo de mantener otro Ministerio de Transporte, el costo este gobierno podría manejarlo en el sentido de que las reservas técnicas del INSS están para financiar los dos años y medio que le quedan, el problema le hubiera quedado al siguiente gobierno cuando no tuviera reservas” (El Nuevo Diario.- 22/07/2004) La Ley 568 derogó el Sistema de Ahorro para Pensiones en Enero del 2006. En dicho año, en medio del pleito inter-burgués surgido entre el Presidente Enrique Bolaños y el bloque FSLN – PLC; éstos últimos aprueban en la Asamblea como medida de presión la Ley 539 “Ley de Seguridad Social” la que obligaba al Estado a un sinnúmero de beneficios económicos para con los Asegurados.

Una vez que el FSLN tomó el Gobierno en 2007, la implementación de dicha Ley le resultaba nocivo, y por medio del pacto con el PLC, los magistrados sandinistas y liberales en la Corte Suprema de Justicia procedieron a Declararla Inconstitucional por medio de la Sentencia Nº 1 del 10 de enero del 2008.

Reformas del Gobierno Sandinista

La catastrófica administración del INSS desde su génesis ha provocado su “iliquidez sistemática”, lo que motivó al Gobierno Sandinista a aumentar en Enero de 2009 la cuota patronal, pasando de 15% calculado sobre planilla a un mísero 16%, es decir, un punto porcentual. Independientemente, la pavorosa crisis del INSS, agravada por la corrupción de todos los gobiernos de turno, es insostenible y ha generado que el gobierno de Ortega que se auto-proclama defensor de los pobres; se apreste a hacer algo que NINGÚN OTRO GOBIERNO BURGUÉS (liberal o sandinista) ha siquiera propuesto: modificar la edad para el retiro. La suerte está echada, y en los hombros de los trabajadores nicaragüenses está la tarea histórica de defender un derecho adquirido, aún y en contra de este gobierno, que a pesar de su discurso tiene un marcado corte neoliberal.

Por Diego Linch

La Unidad Nacional del Adulto Mayor (UNAM) ha retomado su lucha y nuevamente se encuentra en las calles protestando y exigiéndole al Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) el cumplimiento de todas las promesas que a lo largo de sus luchas les han venido haciendo.

Daniel Ortega y su Gobierno han tratado de desmontar estas protestas haciendo promesas y engañando a este gremio, asegurándoles que les entregaran una pensión proporcional al número de cotizaciones acumuladas hasta el momento de su jubilación, así como otros beneficios como atención medica, una canasta básica, entre otros. Sin embargo, el FSLN le ha venido dando largas al asunto y ha tratado de negociar con la dirigencia de la UNAM y otorgando migajas para silenciar a esta vanguardia, quienes cansados de promesas y engaños han retomado su lucha y continúan en las calles exigiendo el cumplimiento de lo que por Ley les pertenece.

Discriminación Laboral

Otras de las exigencias realizadas por la UNAM es la de acabar con la discriminación laboral de la cual son objeto los adultos mayores. Edgard Ramón Morales Vargas, un docente jubilado que como muchos no logra vivir de la raquítica pensión  que le entrega el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), lleva dos años solicitando al Ministerio de Salud (MINSA), una constancia que le permita continuar laborando sin que el INSS le retenga su pensión, esto de conformidad al artículo 35 de la Ley de Carrera Docente, el cual expresa que: Cuando el docente cumpla los requisitos para ser jubilados de conformidad con esta ley recibirá su jubilación si así lo solicitare, y podrá continuar prestando servicio en cualquier institución estatal o privada con el sueldo adicional correspondiente al cargo que desempeña”. (Ley No. 114, “Ley de Carrera Docente”,  Publicada en La Gaceta No. 225 del 22 de Noviembre de 1990).

“Tengo miedo de que si no me dan esta constancia, me quiten la pensión, porque en este país las violaciones a la clase trabajadora son el pan de todos los días y quiero seguir ejerciendo el magisterio” (El Nuevo Diario. 26 de Agosto del 2011). También encontramos casos donde la pensión que el INSS entrega a los jubilados es menor a la pensión real, ya que estos establecen los montos utilizando menos cotizaciones que las realizadas por los jubilados.

Gobierno calla

Mientras el INSS continua actuando a su gusto y antojo, violentando los Derechos del adulto mayor y robándose el dinero que a través de los años estos cotizaron a la Institución, el Gobierno calla y los engaña con migajas que les otorga cada vez que estos protestan, y una vez dejan de protestar dejan de otorgarle los beneficios prometidos.

Esto es una parte del problema, recordemos que el Frente Sandinista en coordinación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) Y los Empresarios, pretenden reformar la Ley de Seguridad Social, aumentando la edad para la jubilación, aumentando al doble las semanas cotizadas y aumentando el porcentaje que el trabajador deberá entregar a la Institución; reformas características de la política capitalista y de opresión a la clase obrera y trabajadora que el gobierno mantiene.

En defensa de la seguridad social

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) se une a esta lucha del Adulto Mayor y hace un llamado a toda la población a que apoyemos con protestas, marchas y plantones constantes a esta vanguardia que se encuentra en lucha por la reivindicación de sus derechos. Exijámosle al Gobierno de Daniel Ortega y del frente Sandinista que cumplan con las promesas hechas al adulto mayor y que les entreguen su pensión proporcional a las cotizaciones realizadas, que les presten un servicio de salud eficaz y adecuado, que no se les discrimine laboralmente y que se les entregue su canasta básica mensualmente.

También exigimos se deje de implementar la política capitalista y que el gobierno se deje de regir bajo los lineamientos del FMI, digamos no a la reforma de la Ley de Seguridad Social, alcemos nuestras voces y unámonos en pro de la clase obrera y trabajadora del país.

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