Por Edmundo Dantés.

La economía nicaragüense cerró 2011 con un crecimiento económico del 4.5%, así lo hace constar el balance regional de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) y lo corrobora el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP). Por su parte,  el Banco Central de Nicaragua (BCN) confirmó el 4% como cierre del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

Pronósticos optimistas

A comienzos del mes de Septiembre, el BCN reveló las cifras (a precios corrientes/ año base 1994) de las actividades económicas del primer trimestre del año 2012. El BCN confirmó las proyecciones de crecimiento económico del 3,5 a 4 por ciento en 2012, anunciadas también por el gobierno en junio pasado.

Los funcionarios sandinistas han pronosticado que la economía crecerá más allá del 4%. La actividad industrial supera en un 4.96% a las registradas en el primer trimestre de 2011, así mismo las exportaciones después de ser dos veces menos que las importaciones, se han recuperado a pesar de los factores externos como la crisis económica de los países de la zona euro o las restricciones fiscales en Estados Unidos. La inflación se mantiene controlada y el empleo formal continúa creciendo. Sin embargo, estas agradables cifras contradicen la vida cotidiana de la mayoría de los nicaragüenses: la lucha por el pan de cada día continúa siendo dura.

Pero la vida sigue siendo dura

¿Si la economía esta marchando bien, entonces a qué se deben estas contradicciones? La demagogia del gobierno es claramente incompatible a sus acciones, las políticas económicas del gobierno del presidente Ortega no tienen nada de diferentes de las que aplicaban los anteriores gobiernos neoliberales. En materia macroeconómica, Nicaragua está sacando buenas notas en las evaluaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero por ningún lado vemos mejoras en el sector educación o salud o aumento del empleo formal con salarios dignos.

El fin de cualquier política económica debe ser la mejoría del nivel de vida, pero parece que ara el gobierno sandinista el fin último es la estabilidad macroeconómica en si, independientemente de la tragedia social que vivimos.

El gran negocio de los intermediarios

Declarar que el aumento de las exportaciones es significativo para el desarrollo económico no es del todo cierto. Sin duda, el PIB puede verse incrementado por su variación positiva, pero debe saberse que el crecimiento, si bien es un factor necesario para el desarrollo, no siempre se traduce en desarrollo. El incremento en las exportaciones, por ejemplo, no siempre beneficia a los pequeños y medianos productores (la inmensa mayoría) quienes venden sus productos agrícolas a través de intermediarios, que son quienes se quedan con la mayoría de las ganancias.

Los beneficiados de este boom agroexportador son los burgueses intermediarios que venden el producto en el exterior, especialmente al mercado venezolano. Por la falta de recursos muchas veces los productores no alcanzan ni a llevar sus productos al mercado de Managua.

El espejismo de las remesas

Lo mismo ocurre con las remesas, después de todo estas enormes cantidades de dinero que ingresa a Nicaragua, aunque sirven de sustento importante para las familias de la clase media y sectores populares, ayudan a elevar el consumo (así ayudan a elevar artificialmente el PIB) pero siempre se trata de transferencias (no son inversiones que puedan generar una verdadera ganancia o aumento importante del PIB).

Débil crecimiento de subsistencia

El crecimiento del 4% anual resulta insatisfactorio para mejorar la vida de los nicaragüenses. De igual forma, no es posible conseguir resultados superiores al 5% o al 6% de crecimiento anual con los medios de producción y empleo actuales en el país. Para lo que han servido este crecimiento económico es para que la economía subsista mínimamente y se mantenga la estabilidad relativa con la que ha funcionado hasta ahora. Ahí es donde el crecimiento del PIB se vuelve un fetiche.

Con este crecimiento del 4% el gobierno apenas puede financiar el gasto fiscal. El crecimiento que Nicaragua registra no es extraordinario, simplemente es el crecimiento mínimo que espera cualquier país de su categoría. Es el reflejo pasajero de  varios factores combinados: primero del efímero aumento del precio de los principales productos exportados, segundo y principal, de la política económica orientada a obtener buenos resultados macroeconómicos que no necesariamente se traducen en una mejoría de la dura realidad social de sus habitantes.


Por Sebastián Chavarría Domínguez

En Nicaragua, desde 1990 en adelante, el gremio del sector transporte, en cualquiera de sus modalidades, ha estado influido políticamente por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), pero en Mayo del 2007, recién inaugurado el segundo gobierno de Daniel Ortega (2007-2012) el sector transporte realizó un descomunal paro nacional de 11 días que obligó al gobierno a subsidiar el precio de los combustibles a todas las modalidades, incluidos los taxistas, a razón de $ 1,30 dólares por cada galón (una rebaja del 33%) quedando el precio en $3,15 por galón, el más bajo de Centroamérica en ese momento.

Alza constante de los combustibles

Lo que fue un refrescante paliativo hace 5 años, hoy resulta insuficiente, ante el alza constante de los combustibles. Todas las modalidades del transporte han presionado por la reducción de precios, o el alza de tarifas en el sector del transporte Público.

Recientemente el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) autorizó alzas promedio entre el 15y 20% en las tarifas del transporte interurbano, el que viaje a los departamentos. El subsidio al sector transporte se ha convertido en una pesada carga económica para el gobierno.

Los susidios al sector transporte siempre han desatado enormes polémicas. Cuando el FSLN estaba en la oposición y utilizaba los paros del transporte para golpear a los gobiernos de turno, la derecha criticaba virulentamente  los subsidios. Pero ahora que el FSLN está en el gobierno, los roles se han invertido, por que la derecha presiona por los subsidios, manipulando hábilmente el hecho públicamente conocido que el gobierno maneja los recursos de Petrocaribe, pero que el precio de los combustibles es el mas alto de Centroamérica.

Exigen más subsidios

El subsidio al sector selectivos de taxis es duramente cuestionado por la opinión publica, debido a que este sector no tiene regulación de tarifas, se mueve por la oferta y la demanda, y los taxis son utilizados generalmente por la clase media baja, que paga por lo menos dos dólares por una carrera corta.

Douglas Vásquez, responsable del Departamento de Tarifas e Itinerarios del MTI reconoció que unos 24 mil taxistas a nivel nacional reciben subsidio: por cada galón de diesel, los taxistas reciben un descuento de 20 córdobas (83 centavos de dólar), y de 16 córdobas (66 centavos de dólar) en las gasolinas, con derecho de adquirir con ese beneficio cinco galones por día.

El subsidio se adelgaza en la medida en que continúan subiendo los precios de los combustibles a nivel internacional. José Merlo Mendoza, Presidente de la Unión de Cooperativas Independientes (UCI), ligada anteriormente al Partido Liberal Constitucionalista (PLC) que todavía dirige Arnoldo Alemán, encabeza las demandas exigiendo un subsidio de US$3.5 diarios, es decir, cuadruplicar el subsidio actual.

Esta reivindicación atrajo un sector de las cooperativas de taxis, quienes pasaron a la lucha a finales de septiembre, tomándose las rotondas en Managua.

El problema de las “caponeras”

Detener la incontrolada proliferación de moto-taxis en Managua fue otra de las reivindicaciones de los taxistas. Muchas de las nuevas “caponeras” son manejadas por militantes del FSLN que estaban en el desempleo, y ahora tienen un instrumento de trabajo. No obstante, esta nueva camada de taxistas viene a saturar aun más el desvencijado sistema selectivo de taxis, que ha sido utilizado por las diferentes administraciones edilicias como un mecanismo de clientelismo político

Garrote y más garrote

Tras varios días de protestas, quema de llantas y obstaculización del transito, el gobierno respondió a garrotazos, encarcelando a los activistas y abriendo procesos penales contra sus dirigentes. La primera que vez que observamos una criminalización de las luchas obreras y sociales, fue el año pasado en ENACAL. Pero en esta ocasión, es la primera vez que el gobierno sandinista reprime y abre procesos penales contra luchadores sociales, decretando incluso prisión preventiva por delitos menores.

El mensaje es claro: el sector transporte no puede levantarse contra el gobierno, ni cuestionar la política de subsidios. Mientras esto ocurre, los partidos de la derecha son abanderados de los subsidios que antes criticaban. Podemos debatir si los taxistas tienen derecho a un subsidio o no, pero mientras tanto los socialistas centroamericanos exigimos su libertan incondicional y rechazamos ese peligroso precedente de criminalizar las protestas sociales.


Por Liev Contreras

Cuando se debilitan algunas instituciones del régimen, son las viejas y más ortodoxas superestructuras del sistema las que deben “salir al rescate”. En Nicaragua, los partidos de la oposición burguesa se encuentran en desgaste casi mortal: hay división, se venden al gobierno según a éste le convenga, aplastamiento en las instituciones (Asamblea Nacional, Consejo Supremo Electoral, Corte Suprema de Justicia), etc. Ante la debilidad estructural de la oposición burguesa, es la burocracia de turno de la Iglesia Católica la que, desde hace algún tiempo ha sido la cara más visible de la “crítica coherente” al gobierno del FSLN.

Una ofensiva de vieja data

La Carta Pastoral publicada por la Conferencia Episcopal la semana pasada es un eslabón más en un proceso articulado, y que comprende una serie de entretelones que van desde las arengas en los púlpitos, pasando por las “Cartas Pastorales”, hasta llegar a maniobras mas finas que los Obispos realizan en busca de lograr la tan ansiada “unidad de la oposición”. Es de recordar el tristemente célebre papel del Obispo de Estelí Abelardo Mata quien “medió” hasta último minuto entre el viejo caudillo Arnoldo Alemán y Eduardo Montealegre.

El FSLN igualmente, de forma oportunista ha mantenido una férrea política de captar miembros de la Iglesia para su proyecto. La cara más visible es la del Cardenal Miguel Obando y Bravo, otrora crítico despiadado del FSLN, que ahora como un militante más acude a los actos proselitistas del Gobierno.

Las críticas…

La carta de los Obispos aborda algunas dimensiones de la actualidad política nacional, haciendo especial énfasis en la coyuntura electoral que se abre por las Elecciones Municipales del próximo 4 de noviembre. La carta acota: “La problemática política trasciende el tema de las elecciones municipales y debemos prestarle atención. (…) Jesús condena este modo de concebir y ejercer la autoridad en la sociedad, pues genera un ambiente permanente de enfrentamiento por la búsqueda del poder o por mantenerlo a toda costa, dando lugar al autoritarismo, al caudillismo, a la manipulación de las conciencias, a la corrupción, la injusticia, la ilegalidad y la violencia.”

Igualmente, y sobre el régimen ejercido con mano de hierro por el FSLN se atreve a señalar: “La vida política del país está hoy dominada por un estilo de ejercer la autoridad en modo autocrático y abusivo, que se manifiesta a través de la concentración de poder y el deseo desmedido de conservarlo y perpetuarse en él, la manipulación de la ley y de las instituciones (…)”

Los Obispos no se guardaron ningún vuelto y volvieron a poner el dedo sobre la llaga al criticar abiertamente las fraudulentas elecciones operadas en los últimos años: “Sin embargo, la experiencia de las últimas elecciones municipales del 2008 y las nacionales del 2011, en las cuales hubo serias denuncias de actos fraudulentos y graves irregularidades, ha creado en un gran sector de la población una profunda desconfianza en las autoridades del Consejo Supremo Electoral, que siguen siendo las mismas que administraron los comicios del 2008 y del 2011, y frente a una Ley Electoral que no se ha renovado debidamente al servicio de la democracia.”

¿Qué hacer?

Las críticas de los Obispos no son nuevas, ni tampoco son falsas… El Gobierno dirigido por el FSLN ha operado un giro cuyo fin último ha sido el acaparamiento voraz del poder político y aumento del poder económico de la burguesía sandinista. En este proceso ha aplastado a la oposición (antiguos aliados suyos según convenía): fraudes electorales, técnicas gangsteriles de hacer negocios, enriquecimiento desmedido, etc. Nada de esto es nuevo para la clase trabajadora….

La crítica de los Obispos no obedece a un sentimiento de “cuidar el rebaño”… Que no se entienda mal, los marxistas revolucionarios defendemos la más amplia libertad para que las personas ejerzan el credo que les parezca… más sin embargo es nuestra obligación explicar que la Iglesia Católica (o cualquier otra Iglesia) como institución de poder posee intereses políticos y económicos que NO SON LOS DE LA CLASE OBRERA, por lo tanto, la lucha por la democratización del régimen pasa por la organización de una alternativa de clase.

No nos debe quitar el sueño si se unen o no… en última instancia: son sus partidos, para defender sus intereses… la clase trabajadora, profesionistas liberales, estudiantes, campesinos y sectores populares debemos organizarnos alrededor de nuestros intereses y de un programa revolucionario y clasista, y más aún luchar con nuestros métodos de la clase trabajadoras y de los sectores populares.


Por Alex Burguess

En los próximos días los diputados en la Asamblea Nacional se aprestan a aprobar una reforma al Presupuesto 2012. La propuesta de reforma ha sido enviada por el propio Ortega, quien busca “distribuir” los montos que devienen de la sobre recaudación tributaria. ¿Qué debemos exigir a los diputados y al gobierno?

En los meses de septiembre y octubre de cada año, la Asamblea Nacional inicia el proceso de discusión y aprobación del Presupuesto General de la República del año subsiguiente, es decir, el Presupuesto del año 2012 ha sido discutido y aprobado en el año 2011.

Por tanto, es lógico suponer que el Presupuesto se hace con proyecciones de recaudación tributarias. A septiembre del corriente año, Daniel Ortega envió a la Asamblea Nacional un Proyecto de Reforma a la Ley General de Presupuesto de la República para el corriente año 2012. La base material de tal solicitud es una sobre-recaudación de 3,253.3 millones de Córdobas (136.71 millones de Dólares al 19 de Septiembre).

El manejo de la macroeconomía: la clave

La clave de la sobre-recaudación radica en la estructurada política del FSLN como gobierno y como grupo burgués de mantener en orden la macroeconomía nacional. Esto pasa por mantener las “garantías del libre mercado”, someterse a las directrices del FMI, y mantener una fluida y fructífera relación con la burguesía y oligarquía nacional (ver artículo en esta edición del ESCA).

El “crecimiento económico” se anuncia con bombos y platillos por el gobierno sandinista: “Tras concluir el mes de agosto y transcurriendo los primeros días de septiembre, las exportaciones acumuladas de nuestros principales productos sobrepasan los 1 mil 879 millones de dólares, cifra superior a los mil 638 millones de dólares registrado en el mismo periodo del 2011, reseña el Centro de Tramite de las Exportaciones (CETREX).” (El 19 digital.- 04/09/2012).

¿A dónde se fue el dinero?

La dinamización económica fuente de la sobre-recaudación sin embargo, parece diluirse en los entretelones de los intereses de la burguesía nacional (incluyendo a la burguesía sandinista). Ni siquiera las mismas publicaciones pro-gobierno pueden maquillar la anti-clasista distribución de los recursos estatales, y afirman: “En el nuevo presupuesto se aplica una reasignación al Ministerio de Educación, hasta por un monto de C$171.8 millones con el propósito de privilegiar aquellas partidas presupuestarias vinculadas a crear un entorno favorable a los estudiantes de las escuelas públicas.” (La Voz del Sandinismo.- 19/09/2012) Hasta aquí todo parece apuntar bien, mas sin embargo, esto cambia cuando es verdad conocida que el “entorno favorable” a que se refiere la publicación pro-gobierno se refiere al pagar a ALBANISA el seudo subsidio que a su vez ésta paga a la Transnacional GAS NATURAL (antes Unión Fenosa) por el servicio de energía eléctrica a los centros escolares. Mas descabellado aún, es que se hayan asignado 170 millones de Córdobas más al Consejo Supremo Electoral a efectos de la realización de los comicios electorales.

Otra de las guindas que defiende el gobierno y su bancada radica en: “Es importante destacar que la reforma presupuestaria está incrementando el gasto de capital en 6.30 por ciento, equivalente a un monto de C$614.68 millones, siendo el nuevo monto proyectado de C$10,383.25. Esto nos indica que el gobierno está haciendo esfuerzos por incrementar el gasto real en el programa de inversiones públicas” (Ídem). De la frialdad de las cifras, se entiende que el Presupuesto para Gastos de Capital sólo equivale al 25% del total de presupuesto, lo que significa que el 75% es destinado a “Gasto Corriente”.

¿Y los salarios?

Si partimos de que la gran mayoría del Presupuesto de todas las instituciones estatales está dirigido al “Gasto Corriente” donde se encuentran los salarios, podríamos suponer que los empleados estatales gozan de salarios decentes…. Nada más lejos de la verdad. Vemos las cifras. Al 1 de Septiembre del corriente, el Salario Mínimo del sector Público se reajustó hasta alcanzar la suma de C$ 2,876.05 (US $ 121.15), un salario de extrema miseria, si tomamos en cuenta que la Canasta Básica hasta Julio 2012 se cotizaba en: C$ 10,335.10 (US $ 435.35), o sea que un trabajador del Estado que solamente gana el salario Mínimo puede costear con su salario únicamente el 27.8 % de la Canasta Básica.

De acuerdo al documento “Nicaragua en Cifras” elaborado por el Banco Central de Nicaragua en el año 2011, para el año 2009 (último año para el que tienen cifras) los trabajadores en el Sector Público ascendían a 90,200 trabajadores. Para el año 2008, el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) reportaba: 122,159 trabajadores dentro del sector público.

Ante la precaria situación de los trabajadores públicos, el FSLN de forma populista ha otorgado hace un par de años el llamado “Bono Solidario” que en la actualidad ronda los C$ 750.00 (US $ 31.59) mensuales a los trabajadores públicos cuyo salario es inferior a las C$ 5,000.00 (US $ 210.62). En algún lado las cifras estatales no coinciden con las del gobernante FSLN, si bien es cierto las cifras más actualizadas de la cantidad de empleados del sector público son del 2009 y 2008 (BCN e INSS respectivamente), el pasado 4 de Septiembre Rosario Murillo señalaba: “estará siendo entregado a partir del jueves 6 concluyendo el viernes 21 (de septiembre). Estamos hablando de casi 170 mil compañeros y compañeras, familias  nicaragüenses que reciben este complemento para mejorar sus vidas” (El 19 Digital.- 04/09/2012). Es decir, o la Sra. Murillo infla las cifras de los trabajadores públicos beneficiados, o el INSS y el BCN no poseen registros precisos de los empleados públicos, pues si en 2008 el número total era de 122,159, ahora resulta que son 170,000 solamente los que ganan menos de C$ 5,000.00 mensuales.

Reforma: más de lo mismo

En resumidas cuentas, la Reforma Presupuestaria recién aprobada es más de lo mismo: la repartición del pastel en las instituciones estatales, siendo el trabajador público al que solamente le tocan las migajas sobrantes de la repartición. El FSLN, en los hechos, posee una política anti-clasista. Si bien es cierto, es correcto cualquier programa que beneficie a los trabajadores; lo correcto, y el eje de lucha de la clase obrera debe ser que el Presupuesto sea dirigido específicamente a la mejora inmediata de la calidad de vida de los trabajadores. Por lo tanto, la lucha por un salario mínimo que cubra toda la Canasta Básica debe ser nuestra consigna principal.

¡aumento en el techo excento para los trabajadores!

Igualmente, dentro de la política fiscal del Gobierno sandinista, se encuentra “bala en boca” la próxima reforma tributaria. El FSLN se ha apresurado a presentar una propuesta que hasta la fecha no se ha hecho pública, y que se guarda bajo siete llaves para el ciudadano común… no así para la burguesía que se ha apresurado a crear sus “mesas de negociaciones” con el gobierno, todo a fin de garantizar sus altísimos beneficios fiscales.

El doble rasero del techo exento para los trabajadores

En enero del 2010 entró en vigencia la Ley 712, misma que estableció un doble rasero para los trabajadores, haciendo una desigual distinción entre “trabajadores por cuenta propia” y “asalariados”; para los primeros estableció como monto exento del pago del Impuesto sobre la Renta la suma de C$ 50,000.00 (US $ 2,106.19) anuales; y para los segundos la suma de C$ 75,000.00 (US $ 3,159.29) anuales. Esta medida populista buscaba congraciarse con los empleados públicos y trabajadores del sector forma, que son la mayoría (1,222,200), versus 856,600 de trabajadores por cuenta propia (datos BCN para el 2011). En términos reales, el salario exento mensual es de C$ 4,166.67 (US $ 175.52) para los trabajadores por cuenta propia, y de C$ 6,250.00 (US $ 263.27) para los asalariados.

El Impuesto sobre la Renta de acuerdo a la retórica burguesa está dirigido a gravar la “riqueza”, suponiéndose que el salario exento o su techo, corresponde al Mínimo Vital de Subsistencia, es decir el salario para costearse lo básico de una vida digna. Partiendo de tal afirmación, tenemos que el techo exento en nuestro país es una burla si tomamos en cuenta que la Canasta Básica hasta Julio 2012 se cotizaba en: C$ 10,335.10 (US $ 435.35), o sea que el mínimo exento sólo cubre el 40.32% de la Canasta para los trabajadores por cuenta propia, y el 60.47% para los asalariados. Así pues, el Gobierno nos considera ricos y nos cobra impuestos cuando no podemos ni siquiera cubrir el total de la Canasta Básica.

Ante la próxima embestida fiscal del gobierno sandinista en alianza con la burguesía, los trabajadores debemos luchar por que el Costo de la Canasta Básica esté exento de Impuestos sobre la Renta. En los hechos estamos pagando impuestos por ser pobres, mientras el gobierno “nutre” a la burguesía con exenciones e incentivos


Por Victoriano Sánchez

Nicaragua ha sido un tradicional exportador de frijol, que es producido por decenas de miles de pequeños productores, la mayoría de ellos campesinos muy pobres, incluso con bajo rendimiento de producción por manzana (10 o 12 quintales).

Recientemente, debido a los altos precios de los productos alimenticios, es que grandes grupo económicos comienzan a incidir no tanto en la producción de frijoles, sino en su comercialización.

Estos grandes intermediarios son en realidad grandes especuladores que inciden en los precios del vital grano.

La crisis del 2011

En septiembre del 2010, el gobierno sandinista impuso barreras no arancelarias a la exportación de frijoles, argumentando primero problemas fitosanitarios y posteriormente a la necesidad de blindar al país ante la inminente crisis alimentaria. Se manejaron varios argumentos: desde la escasez por la excesiva exportación, hasta la mala cosecha, etc. El trasfondo de la verdadera medida de restricción de la exportación de frijoles no quedó claro.

Según Cetrex, el 50% de las exportaciones de frijoles están en manos de tres grandes comerciantes: Douglas Mendoza, Dagoberto Martínez y José Adán Aróstegui.

Altos precios en los mercados

Y aquí es donde las leyes del mercado son de acero inoxidable. Los precios pueden subir artificialmente por la especulación de los grupos intermediarios, que son los que se quedan con grandes ganancias, pero también los precios deben reflejar de manera razonable los costos de producción del pequeño campesino, de lo contrario este terminará arruinado. Esta contradicción no tiene una solución artificial: si el campesino no tiene una razonable margen de utilidad, no solo no puede sostener a su familia, sino que termina endeudado con los bancos y micro financieras usureras, con efectos negativos en la producción de alimentos.

Tranques en Condega

En este nebuloso contexto, el pasado 7 de agosto se produjo un tranque o bloqueo de carretera, ocasionado por delegados de 1,200 los productores de frijoles en el departamento de Estelí, una zona influenciada por el FSLN.

La petición de los productores era muy sencilla: La Empresa Nacional de Granos Básicos (ENABAS) está comprando el quintal de frijoles a un precio que oscila entre 650 y 800 córdobas, mientras en el mercado nacional se vende, según la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) a 1,600 córdobas el quintal. Es una diferencia de casi el 50% del precio real.

Según CETREX, el precio del kilogramo (2,2 libras) en el mercado internacional es de 1,7 dólares (el quintal a 1854 córdobas). Otra de las reivindicaciones era que, si ENABAS no ofertaba un mayor precio, se liberaran las fronteras para vender el frijol en El Salvador.

Es obvio que ENABAS y un sector comerciante se están quedando con un gran margen de ganancias, a costa de los campesinos. Al parecer, el gobierno sandinista subsidia los planes de asistencia alimentaria a los sectores más pobres, castigando a los campesinos con bajos precios. Les quita a unos pobres para darle a otros pobres.

Acuerdos fueron violentados

Después de tensas negociaciones, los dirigentes campesinos firmaron un acuerdo parcial, con Ariel Bucardo, titular del Ministerio Agropecuario y Foresta (MAGFOR). Como garantes firmaron Jairo Arce y Francisco Valenzuela, alcaldes de Condega y Estelí, Lesther Martínez delegado presidencial para el departamento y el comisionado Mayor Sergio Cáceres, jefe de la Policía de Estelí.

La petición de suspensión del IVA a las exportaciones fue concedida, pero la principal petición de un precio de 1200 córdobas por quintal de frijol no fue otorgada, aunque se comprometió a subir un poco el precio de compra.

Estalla nuevamente el conflicto

Los productores volvieron a tomarse la carretera panamericana, debido a que ENABAS continuo comprando fríjoles al precio de 650 córdobas el quintal de frijol. Pero esta vez si estalló la violencia, se produjeron enfrentamientos contra la Policía, con saldos de heridos, golpeados y sus dirigentes encarcelados y actualmente están siendo procesados penalmente.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) exigimos la libertad inmediata de los dirigentes campesinos encarcelados por protestar por los bajos precios que impone ENABAS. El problema de precios no se resuelve artificialmente. Los campesinos necesitan un mejor precio para vender sus cosechas, y los trabajadores debe tener mejores salarios para comprar los granos básicos. El gobierno sandinista debe garantizar un equilibrio de precios entre los campesinos y los trabajadores de las ciudades.

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