Por Fernando Guevara

La negativa del gobierno de Mauricio Funes y del FMLN y de los diputados que conforman la Asamblea Legislativa de buscar soluciones a la problemática presentada por  trabajadores y excombatientes, ha llevado a que estos   recurran  a los métodos de lucha popular como ha sido la toma de la catedral metropolitana de San Salvador, mantenida valientemente por casi tres meses.   A la fecha el único avance que ha existido es el montaje de una mesa de diálogo en la cual no se ve que exista disposición de los órganos ejecutivo y legislativo de querer solucionar la problemática.

La amenazas del Asocio Público Privado

En comunicado de prensa los trabajadores y excombatientes que mantienen la toma de catedral  hacen un llamado al pueblo salvadoreño, a las organizaciones sociales y sindicales a abrir los ojos y a solidarizarse con “la lucha para defender los derechos del pueblo  ya que después de las elecciones vendrán medidas nefastas en contra del pueblo. Con mente fascista militarista, realizarán despidos masivos… suspenderán subsidio del gas, al agua, transporte y la privatización de lo poco que queda como propiedad del Estado, por medio del Asocio Público Privado…” (Boletín # 2, febrero 2012).

El gobierno de Funes, el FMLN y la Asamblea Legislativa deben cumplir

Entre las exigencias de las personas que mantienen la toma de catedral están: “La entrega de pensiones dignas a los padres de combatientes caídos, que fueron excluidos del fondo de lisiados, a quienes el presidente Funes, en su discurso del 12 de enero prometió hacer entrega y que aun después de ese discurso no se ha cumplido con ese derecho. Apertura del censo para los combatientes que fallecieron en combate durante el conflicto armado y que sus familiares no han sido incluidos. Aumento a las pensiones de los beneficiarios del Fondo de Protección de  Lisiados de Guerra en un 100% según la pensión que reciben que en su mayoría es de $98.00.

Becas  para hijos de los lisiados de guerra como lo prometió el Presidente Funes  y hasta hoy, no ha dado, ni ha cumplido. Reinstalo inmediato de los Trabajadores despedidos de las diferentes Instituciones de Gobierno por razones políticas, como es la cuota estratégica del 20% de veteranos del histórico  FMLN, en la Policía Nacional Civil PNC, en el año 2000 y restitución del Secretario General  del Sindicato de los Trabajadores de la Asamblea Legislativa, SITRAL, que fue despedido en diciembre del 2010” (Boletín # 2, febrero 2012).

Represión contra SITRAL

Desde los inicios ha existido renuencia de la Asamblea Legislativa para reconocer el sindicato que surgió en dicha institución estatal. Ha existido persecución sindical llegando a la destitución de Luis Ortega, Secretario General  del Sindicato de los Trabajadores de la Asamblea Legislativa, SITRAL. Todo lo anterior en una clara violación a la reaccionaria Constitución burguesa, código de trabajo, y convenios de la OIT  firmados y ratificados por el Estado. Los mismos Diputados fueron quienes cometieron dichas violaciones al derecho a la libertad sindical, violando el fuero sindical, lo cual ya fue calificado como tal por el mismo gobierno y organismos internacionales como la OIT.

Todo demuestra que el estado burgués, cuando se trata de atacar a la clase trabajadora, pasa por encima sus propias leyes y tratados internacionales;   que los engorrosos procedimientos burocráticos en la mayoría de casos son inoperantes;  y que  además, de poco o  nada sirven  resoluciones de los  organismos e instituciones nacionales e internacionales, ya que éstas no tienen carácter vinculante y no obligan ni castigan a los violadores de los derechos laborales.

No a prácticas fascistas

Los trabajadores y excombatientes que mantienen la toma de catedral denuncian ante la comunidad nacional e internacional  que son víctimas de ataques por parte de “miembros” del FMLN. A la vez se desligan de daños que puedan surgir a las instalaciones como producto de estos ataques. Representantes de los trabajadores y excombatientes hacen ver a la militancia del FMLN que los cuestionamientos que ellos realizan son contra de la dirección burocrática del FMLN y  a la vez  llama a las bases del FMLN a no prestarse a estos juegos.

Exijamos el cumplimiento de las demandas

Desde el  Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) mantenemos nuestra solidaridad con los trabajadores y excombatientes que luchan en exigencia y defensa  de sus derechos y por el cumplimiento de las promesas hechas por el gobierno de Funes y del FMLN, así mismo consideramos legítimos los métodos de lucha utilizados. Llamamos a la solidaridad nacional e internacional en favor de la lucha de los trabajadores y excombatientes.

En  el caso de la violación a los derechos y garantías sindicales realizada por los diputados de la Asamblea Legislativa  contra los miembros de  SITRAL y el despido de su Secretario General Luis Ortega,  debemos dirigir notas  a todos los diputados de la Asamblea Legislativa, al Ministro de Trabajo, al Procurador de Derechos Humanos solidarizándonos con la lucha. Solicitamos la incorporación de Luis Ortega a su puesto de trabajo.

Por German Aquino

El pasado 24 de febrero del 2012, trabajadores de la Universidad de El Salvador (UES), organizados en el  Sindicato de Empresa de Trabajadores de la Universidad de El Salvador (SETUES). realizaron elecciones  sindicales, presentándose dos planillas: RESISTENCIA y MTUES. En total participaron 417 afiliados votantes, de los cuales 233 votos favorecieron al  MTUES y 183 a RESISTENCIA,  y un solo voto. Obviamente, ganó la elección  la planilla de MTUES.

Durante la gestión de la ex rectora, María Isabel Rodríguez, ahora ministra de salud, y posteriormente bajo la administración del ingeniero Rufino Quesada, trabajadores organizados en el SETUES bajo la conducción de  RESISTENCIA lograron detener proyectos que ponían en riesgo la educación superior y las conquistas laborales. A consecuencia de esta posición beligerante, muchos trabajadores fueron sancionados administrativamente, procesados  judicialmente y encarcelados.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)  consideramos que los trabajadores agremiados en el SETUES, independientemente de cual planilla gane las elecciones, deben luchar por mantener la unidad, y cerrar filas en mantener su filiación al SETUES, trabajar por el fortalecimiento organizativo del mismo. Las bases deben  trabajar para que las promesas de campaña realizadas por las planillas RESISTENCIA y del MTUES se concreticen. Se debe luchar por  mantener  la independencia de la clase trabajadora,  así mismo por el bienestar de la toda los trabajadores de la UES. Un punto fundamental  es la lucha por la incorporación de los trabajadores en los órganos de gobierno en donde se tenga voz y voto.

Llamamos a todos los trabajadores de la UES  a formar bases del SETUES en sus respectivas dependencias de trabajo. Los trabajadores organizados en el SETUES  deben  considerar la necesidad de revolucionar el sistema de elecciones internas del sindicato, se debe terminar con el sistema de planillas y permitir la participación proporcional en el gobierno del SETUES  de las diferentes fracciones surgidas en el interior. Con ello se lograría incorporar a compañeros valiosos, se debe terminar el todo o nada. Lo anterior debe ser planteado en todas las organizaciones sindicales de El Salvador.

Por German Aquino

Los altos índices de violencia y delincuencia  en El Salvador son una consecuencia directa del fracaso de la lucha revolucionaria. Al resistirse a tomar el poder por la vía insurreccional, y al haber preferido entrar a los Acuerdos de Paz de 1992, la dirigencia de FMLN permitió la sobrevivencia de un sistema profundamente antidemocrático.

Si de algo es responsable el FMLN, y ahora el gobierno de Funes, es de no atacar la raíz de todos los males: el sistema capitalista en crisis que lanza a decenas de miles de jóvenes al abismo de la marginalidad social.

Funes y la remilitarización

El imperialismo yanqui  aprovecha  los  altos índices de inseguridad y delincuencia, para hacer de la “seguridad” una industria lucrativa, y aumentar su intervención económica, política  y militar en la región, dictando planes de seguridad a los gobiernos de Centroamérica.

En El Salvador, el gobierno de Funes y del FMLN cumplen a cabalidad el proceso de remilitarización, con el nombramiento del General  Munguía Payes como Ministro de Seguridad,  del general  Francisco Ramón Salinas Rivera como Director de la Policía Nacional Civil (PNC), y del coronel Simón Alberto Molina Montoya  como Subdirector del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE).

“Grupos irregulares armados”

El general Munguía Payes ha comenzado a proponer leyes y acciones que atentan contra la juventud obrera y popular. En recientes declaraciones, Munguía Payes pretende desprestigiar a la izquierda ligándola a la delincuencia: “el pasado 15 de febrero agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) se enfrentaron al grupo de delincuentes…Fue un enfrentamiento que duró como 15 minutos con fusilería…Son grupos irregulares armados que se les encontró propaganda revolucionaria… “(LPG.21/02/2012).

Este “descubrimiento” fue reafirmado por Mauricio Ramírez Landaverde, subdirector general de la PNC, quien manifestó: “No podemos decir que este grupo esté ligado a un partido político. Se les encontraron algunos escritos revolucionarios. Es un grupo delincuencial, pero no contamos con información que esté vinculado con un partido” (http://www.laprensagrafica.com).

Por otro parte, Héctor Mendoza Cordero, subdirector de Investigaciones de la PNC, manifestó que los detenidos "dicen que son como la nueva guerrilla, pero lo que hacemos es aplicarles la ley y han sido capturados por delitos de la ley penal…Tenemos información de que además de este grupo armado hay otros grupos en otras zonas del país que también nosotros estamos investigando…Ellos tendrán alguna ideología, si ellos están en el monte, ahí comen, ahí duermen, es porque ellos tras de algo van, y si están queriendo buscar recursos dinero, armas para funcionar es porque tienen algo en su mente".(EDH. 21/02/2012).

Mendoza Cordero recalcó que dentro del material decomisado estaban: “cinco pancartas con los colores amarillo y rojo con la leyenda "Fuerzas Armadas Revolucionarias Populares 22 de Enero".  En las pancartas estaban impresos la hoz y el martillo que es el símbolo del comunismo…un fusil Ak-47, un fusil 22 mm deteriorado, un revólver 38 mm, munición de distintos calibres, cuatro libras de clorato para la elaboración de bombas caseras… un folleto "Ecos del Che", otro del Sindicato de Trabajadores de Oficios Varios de El Salvador…” (EDH. 21/02/2012).

¿Provocación o descontento social?

Todavía no queda claro si estamos ante una maquinación de los órganos de seguridad, para justificar el proceso de remilitarización que sufre la sociedad salvadoreña, o si estamos ante una gigantesca provocación policial en el contexto de la campaña electoral, para atemorizar a la clase media que votó por el FMLN en las pasadas elecciones, o si estos supuestos grupos armados son una manifestación de descontento social, que retoma las posiciones de izquierda y específicamente la tradición revolucionaria de la guerrilla salvadoreña.

Lo que si queda claro es que los militares están preparándose para luchar contra cualquier manifestación revolucionaria, que cuestione mínimamente al sistema económico y político actual.

Contradictoriamente, es el propio gobierno de Funes y del FMLN quienes están abriendo las puertas al resurgimiento de los métodos guerrilleros, en la medida en que remilitarizan la sociedad, se profundiza la miseria del pueblo trabajador y el sistema político sigue siendo antidemocrático y excluyente. Mientras la PNC afirma que se trata de grupos irregulares, con ideología revolucionaria, muchos ex combatientes del FMLN, que ahora ocupan cargos públicos, difieren totalmente con los mandos policiales al calificar que se trata de grupos de delincuentes.

El temor de los empresarios

Ante el anuncio del general Munguía Payes de haber descubierto grupos guerrilleros,  el empresariado salvadoreño esta  preocupado y exige que se investigue. Luis Cardenal, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, ha expresado que "Es inconcebible que existiendo en el país todas las libertades y canales democráticos para que cada uno de los salvadoreños defienda su derechos, surjan movimientos que bajo pretensiones revolucionarias lo único que persiguen es lucrarse de la violencia y crear miedo a los salvadoreños"(EDH. 21/02/2012).

El problema es que la gente no come libertad. La situación económica y social de la mayoría del pueblo es asfixiante, y puede forzar a algunos sectores a la desesperación revolucionaria, es decir, a buscar un enfrentamiento directo contra el sistema actual.

Es hora de reflexionar

Independientemente de la existencia o no de células guerrilleras, es obvio que hay sectores sociales descontentos que se cansaron de la incapacidad de la burocracia del FMLN de ejecutar un programa revolucionario socialista. A esos sectores les decimos que el camino correcto en la lucha revolucionaria no es el enfrentamiento de pequeños grupos armados, sino organizar a las masas para desatar su movilización revolucionaria.

No es descartable que los grupos de poder quieran abortar ese proceso de maduración de algunos sectores sociales, montando la provocación de grupos armados, para forzarlos a un combate prematuro.

Por ello desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a toda la izquierda salvadoreña y centroamericana a meditar, reflexionar y discutir sobre este último “descubrimiento” de Munguía Payes y compañía. Si bien es cierto debemos retomar las gloriosas tradiciones revolucionarias de todos los grupos de la guerrilla salvadoreña, en este momento la tarea central es construir un partido revolucionario que organice, movilice y prepare a las masas en la lucha por construir su propio poder.

Por Germán Aquino

Los trabajadores del sector salud son la vanguardia de los empleados públicos en la presente coyuntura. Esta lucha tiene como fin el asegurar una atención médica hospitalaria de calidad a la población salvadoreña, y obtener mejores condiciones laborales para los empleados.

 Irrespeto y tácticas divisionistas

Las organizaciones sindicales del hospital Zacamil dieron muestra de buena fe, suspendiendo las acciones de presión. No obstante, la respuesta de Violeta Menjivar, Viceministra  de Salud, fue primero fijar una cita para reunirse pero luego dijo que no se podía reunir  con los sindicatos, lo cual  además de ser un irrespeto, refleja que a la actual viceministra poco o nada le interesa la salud del pueblo salvadoreño.

Contrario a la buena fe de los sindicatos, las autoridades buscan desvirtuar el accionar de los trabajadores  señalando que las luchas actuales tienen tinte político. El doctor Milton Brizuela,  del Sindicato de Médicos del Hospital Zacamil (Simehzac) negaba tales afirmaciones al referir que: “Las necesidades y las carencias que tenemos en el hospital son grandes y es un problema de meses, incluso años. Eso se desliga a un proceso electoral” (El Mundo, 13/02/2012).

Los “logros” en salud son insuficientes

En el gobierno de Funes y del FMLN han existido mínimos avances en materia de salud, comparado a los  gobiernos de la derecha arenera, pero estos logros son insuficientes no son los que población y personal de salud necesitan.

En materia de  atención médica brindada en las unidades de salud no han existido mayores avances. En muchos casos las personas no están recibiendo los medicamentos adecuados para las enfermedades. En otros casos, los pacientes son referidos a los hospitales de mayor nivel. De igual manera, los hospitales de tercer nivel no han presentado mayores mejoras.

Así lo demuestran las declaraciones del personal medico del hospital Zacamil quienes han manifestado: “No tenemos varios medicamentos esenciales para el dolor… Para compensar un poco la falta de medicinas consiguen muestras médicas, afirma. “Con eso vamos pasando pero se acaban rápido, entonces las personas les toca comprar el medicamento”… hoy no pueden recetar un tratamiento completo sino solo para un par de días, porque aunque lo recete, en la farmacia no despachan todo el medicamento…para una infección de vías urinarias, ya no recetan el tratamiento de ocho a diez días, sino solo para cuatro o cinco, para disminuir la demanda de los fármacos. “¿Y con eso qué logramos?, solo lograr que desaparezca por unos días el problema pero la gente vuelve a recaer y con mayor severidad…Esas cosas no las sabe la gente y las autoridades no las quieren aceptar… No tenemos desde grapas y mallas para hernias y la gente tiene que comprar las cosas y eso es lo que queremos que cambie en este hospital y en todo el Sistema Público” (El Mundo, 13/02/2012).

Quienes hacen politiquería barata son los funcionarios del gobierno que anuncian los logros en materia de salud, pero no visitan los hospitales para darse cuenta de la realidad.

Abajo las maniobras de las autoridades

Esta lucha fue iniciada por los trabajadores del Hospital Rosales junto a sus organizaciones sindicales, posteriormente se incorporaron los trabajadores del hospital Zacamil, lo cual puso en alerta a las  autoridades de salud, quienes aplicaron la táctica de ceder ante unos, llegando a acuerdos parciales, para dejar plantados a los trabajadores del Hospital Zacamil,  en una clara maniobra divisionista.

Esta misma maniobra aplicaron las autoridades a la lucha de los maestros. Con ello pretenden dos objetivos: dividir la lucha hospitalaria para posteriormente desmontarla.

La repuesta debe ser la unidad sindical

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama  a todos los sindicatos de la salud  a luchar unidos, ya que los objetivos y la patronal es la misma. Debemos luchar para garantizar las condiciones mínimas que permitan brindar una  atención medico-hospitalaria adecuada a todos los pacientes. Esto implica luchar por la contratación de mas personal, exigir una existencia de medicamentos adecuados e insumos médicos hospitalarios, y por supuesto luchar por mejores salarios y condiciones laborales.

Ante las maniobras divisionistas de las autoridades de salud, llamamos a la unidad de las organizaciones sindicales del hospital Rosales y Zacamil, para lo cual es necesario que se exija una mesa de dialogo conjunta. Hoy que la  lucha de los empleados públicos del sector salud se ha reiniciado, debemos intensificarla y conformar una coordinadora nacional del sector salud.

Llamamos a las demás organizaciones sindicales y sociales  a solidarse con los trabajadores hospitalarios, mediante los mecanismos de lucha popular.

Por Fernando Guevara

En estos días la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) realizará el décimo segundo encuentro  ENADE. En esta ocasión el lema es “Compromiso por la democracia. El Salvador sí tiene futuro”. En dicho encuentro el empresariado salvadoreño propondrá “reformas para garantizar la institucionalidad democrática, así como modernizar y fortalecer el sistema político del país”.

En la actualidad en El Salvador se está dando una recomposición de los diferentes sectores que conforman  la  tradicional clase dominante y sus organizaciones. Por otra parte, existen sectores económicos emergentes ligados a la clase dominante tradicional y otros provenientes de la izquierda. Estos sectores buscan consolidarse como núcleos económicos dominantes y desplazar a otros. Actualmente estos núcleos económicos emergentes tienen el control del ejecutivo y del legislativo, lo que les permite negociar con sectores oligárquicos o crear  estructuras organizativas. Así lo demuestra el hecho de que el gobierno de Funes y del FMLN en la coyuntura de la reforma fiscal descalificara a la ANEP y en el caso de la conformación del Consejo Nacional para el Crecimiento, las  gremiales de la empresa privada no fueron tomadas en cuenta.

El gobierno de Funes y del FMLN, como representante y defensor de los núcleos económicos emergentes, prefirió sentarse a dialogar y negociar con empresarios de la talla de Roberto Murray Meza, Francisco de Sola, Francisco Callejas, Juan Carlos Eserski y Ricardo Poma, entre otros. Ello no significa que los demás núcleos tradicionales no tengan importancia, de igual manera las alianzas con estos sectores por parte del gobierno de Funes y del FMLN en nada benefician a la clase trabajadora, los campesinos, los pueblos originarios y demás sectores populares.

Jorge Daboub, presidente de la ANEP considera que “…Estamos convencidos que está en peligro la democracia y la prueba más palpable es que las instituciones garantes de la democracia son, generalmente, ineficientes en su rol, y son las primeras en romper los principios que deberían defender… Toda la institucionalidad se ha ido deteriorando y eso tiene una repercusión seria en la democracia” (El Mundo, 06/02/2012).

Pareciera que los representantes de la ANEP sufren de amnesia y se les olvida que esta situación que ellos plantean actualmente con respecto al sistema político salvadoreño, está refrendada en la reaccionaria Constitución de 1983 y fue mantenida por los gobiernos areneros, los cuales contaron con su visto bueno y su financiamiento.

Ante el ascenso de núcleos económicos emergentes a través del gobierno de Funes y del FMLN, y su control de gran parte del Estado, una parte del empresariado salvadoreño ve que la democracia está en riesgo y busca realizar reformas al sistema político antidemocrático con que el cual ellos gobernaron. Con ese propósito la ANEP propone una serie de reformas al sistema electoral, judicial y municipal.

La ANEP lo que  busca  en la realidad es defender los  intereses económicos y políticos de ciertos sectores empresariales que se ven amenazados por los núcleos económicos emergentes incrustados en el gobierno de Funes y del FMLN. Para ello pretende atraer a su lucha a otros sectores sociales, conformando el instrumento organizativo llamado   “Aliados por la Democracia”. Con esto quiere hacer ver a la población que ha logrado una amplia alianza con diferentes sectores sociales.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a la unidad de las organizaciones obreras, campesinas, populares y de pueblos originarios. Así mismo llamamos a no involucrarnos en los enfrentamientos entre los grupos de la burguesía. Los intereses del empresariado salvadoreño, sean tradicionales o emergentes, son antagónicos a los de los trabajadores. Debemos mantener la independencia de clase. Ninguna alianza con los oligarcas y burgueses.

Por Asamblea Nacional Constituyente

El PSOCA llama a exigir una  Asamblea Nacional Constituyente, libre, soberana e independiente, en donde se expresen y garanticen materialmente los derechos de la clase trabajadora, los campesinos, pueblos originarios y demás sectores populares y que se proteja al medio ambiente, prohibiendo todo proyecto que atente contra el mismo.

El sistema político imperante en la actualidad es antidemocrático. Ninguno de los partidos que se presentan a las elecciones para alcaldes y diputados satisface las necesidades del pueblo trabajador. Ni el FMLN, que ahora tiende a identificarse con el sector burgués emergente. Por eso en estas elecciones debemos protestar contra dicho sistema, y como PSOCA llamamos a votar nulo.

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