Por Miguel Perez

El pueblo salvadoreño está a pocos meses de elegir al nuevo presidente y vicepresidente de la república. La fecha señalada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para las votaciones será el 3 de febrero del 2019 en primera vuelta, y si ninguno de los partidos en contienda obtiene el 50% más uno de los votos válidos emitidos, la segunda vuelta se realizaría el 10 de marzo del mismo año.

Pero antes de la realización de las elecciones generales, la Ley de Partidos Políticos ordena   realizar elecciones internas, para que las bases de los partidos políticos, mediante votación, decidan cual es el candidato que competirá en la contienda electoral.  En estas elecciones presidenciales del 2019, por primera vez los candidatos de la actual contienda electoral fueron escogidos en elecciones internas. De manera obligatoria, todos los partidos políticos inscritos convocaron a elecciones internas, pero existen algunos que no lo hicieron, debido a que van en coalición con otras fuerzas políticas, o por haber sido cancelados por el TSE como es el caso de Partido Fraternidad Patriota Salvadoreña (FPS), tres agrupaciones: el Partido Social Demócrata(PSD), el Partido Cambio Democrático (CD) y el Partido Salvadoreño Progresista (PSP).

De hecho, ya estamos en campaña electoral, por ello es necesario analizar los diferentes procesos de elecciones internas y las candidaturas resultantes en cada uno de los principales contrincantes.

Alianza Republicana Nacionalista (ARENA): marcado ausentismo

ARENA tiene un total de 122,364 personas inscritas como miembros, siendo el más numeroso de todos los partidos del régimen. Durante del proceso de elección interna, el COENA depuró el listado de los aspirantes dejando solo tres de los cinco precandidatos inscritos, lo que no fue bien visto por Rafael Montalvo quien cuestionó el proceso.

De los tres precandidatos que compitieron, Carlos Callejas fue quien más votos obtuvo, con un total de 34,670 votos que representa el 60.8 % de los votos válidos. Callejas era el preferido por el COENA, no así por las bases de ARENA. En realidad, el ausentismo fue el ganador, ya que de las 122,364 miembros solo asistieron 58,874, lo que representa solo un 48.11 %. Además, hubo un total  de 1,292  votos nulos   y 559  votos en blanco, lo que mostró un rechazo a la forma como el COENA manejó el proceso electoral interno. ARENA busca como aprovechar el desgaste del FMLN, utilizó el debate interno de sus precandidatos como parte de una campaña electoral adelantada, lo cual fue sancionado por el TSE.  

Carlos Callejas lleva como candidata a la  Vicepresidencia a  Carmen Aída Lazo, militante del Partido de Concertación Nacional (PCN), quien fue ratificada como  candidata única en las internas de esa agrupación, con  6,030 votos a favor, de un padrón conformado por 8,213 miembros.

Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN): el “ungido” fue vencido

El proceso de elecciones internas no es nada nuevo para las bases del FMLN. En procesos electorales anteriores, la burocracia dirigente del FMLN siempre les negó a las bases la capacidad de decisión. Sin embargo, en esta ocasión la mayoría de la cúpula dirigente se había decantado por Gerson Martínez, decisión que fue cuestionada por una parte de la dirección y las mismas bases. Al final, se produjo una rebelión de las bases, las que se inclinaron por el precandidato Hugo Martínez, quien ganó las internas con 20,259 votos, mientras Gerson Martínez obtuvo 7,845 votos. De un total de 39,467 afiliados, asistieron a las internas 28,254 (71.59 %). El nivel de participación de las bases del FMLN (71.59 %)., superó el nivel de participación de las bases de ARENA (48.11 %).

La participación del precandidato Hugo Martínez fue novedosa, reflejó la crisis interna del FMLN. La cúpula dirigente, muy cuestionada, dejó participar a Martinez para mostrarse más democrática, sobre todo después de la derrota electoral sufrida en las elecciones legislativas y municipales. Con ello pretendió recuperar la confianza de sus militantes, pero las bases dieron una amarga sorpresa a la cúpula partidaria, aunque de manera contradictoria, con el resultado de las elecciones internas, el FMLN logró evitar una crisis mayor.

Karina Sosa fue ratificada como candidata única a la vicepresidencia en las internas con un total 21,197 votos.

Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA): Bukele vrs. Salgado

GANA es un partido que se autodefine de centro derecha, conformado en el año 2010 por una disidencia de ARENA. GANA fue parte del Movimiento Unidad (GANA-PCN-PDC) que en el año 2014 lanzó la candidatura presidencial de Tony Saca, el mismo que ahora está siendo enjuiciado por desvió o robo de 300 millones de dólares del erario público durante su mandato presidencial (2004-2009).

Después de muchos bandazos políticos, Nayib Bukele fue el ganador en las elecciones internas de GANA, El candidato ganador a la vicepresidencia fue Félix Ulloa, quien obtuvo 1,863 votos de un total de 2,062 votos válidos. Estas fueron las elecciones internas en las que hubo mayor ausentismo, ya que de un total de 10,209 personas inscritas solo asistieron a votar 2,062 (20.2 %).

Este ausentismo se debió en parte a la imposición de Bukele a último momento. La incorporación de Bukele como candidato es atribuida a Herbert Saca, quien ha sido señalado como una de las personas más influyentes dentro de GANA. Esta imposición de Bukele  no fue del agrado de Will Salgado, quien desistió  como precandidato.  La popularidad de Bukele no fue lo suficiente para mover las bases de GANA, un partido de derecha cuyos principales referentes ideológicos han sido el discurso radical-represivo contra las maras y las pandillas.

VAMOS

Este partido, de reciente creación, se define como un partido de centro, participará por primera vez en elecciones presidenciales. Sus candidatos, Josué Alvarado y Roberto Rivera Ocampo, para presidente y vicepresidente respectivamente, fueron ratificados 489 (98.99 %) votos de un total de votos validos 494, de un total de 810 personas inscritas.

Convertir las elecciones internas en elecciones primarias

La obligación de realizar elecciones internas si bien significa un avance, no ha logrado una verdadera democratización interna de los partidos. En la mayoría de casos las elecciones internas solo sirvieron para legitimar y legalizar las propuestas impuestas por las cúpulas a las bases, salvo el caso del FMLN que hemos analizado. En muchos casos, los militantes que no gozaban del apoyo de las cúpulas no lograron inscribirse y más bien fueron sacados del proceso interno.

Se debe exigir una mayor transparencia y democracia en el proceso de elección de los candidatos, las elecciones internas deben ser abiertas a toda la población, y no solo deben participar los miembros de los partidos, de esta manera las elecciones internas deben convertirse en elecciones primarias, donde las personas, independientemente de la filiación partidaria, puedan votar por los candidatos de otros partidos.

Nueva coalición de derecha

Los partidos de derecha, defensores de los intereses de la oligarquía y la burguesía tradicional, han logrado conformar una coalición electoral encabezada por ARENA, DS, PCN y PDC, denominada “Alianza por un Nuevo País”. Esta vez, los partidos de derecho no quisieron cometer el error de las pasadas elecciones presidenciales, cuando PCN y PDC formaron una alianza con GANA obteniendo 307,603 votos, dividiendo en los hechos el voto de derecha, y con ello el FMLN se garantizó un pase a la segunda vuelta que le permitió ganar las elecciones por escaso margen.

Bukele: ¿víctima de la antidemocracia o táctica para dividir el voto de derecha?

El actual sistema político-electoral en antidemocrático. El bipartidismo ARENA-FMLN juega a su conveniencia. Cuando le conviene mantiene con vida a los partidos minoritarios, en caso contrario procede a su cancelación, como ha sido el caso de CD y PSD.

Bukele se ha presentado como el redentor del pueblo salvadoreño, lanzando duras críticas al FMLN y ARENA, lo que ha permitido ganar mucha popularidad hasta convertirse en la esperanza o alternativa para las elecciones del 2019. Esto ha preocupado al FMLN y ARENA. Antes de su postulación como candidato de GANA, Bukele logró atraer a sectores inconformes, sobre todo provenientes del FMLN.

Después de su expulsión del FMLN, Bukele hizo publica sus aspiraciones a participar en las elecciones presidenciales del 2019 a través del frustrado partido “Nuevas Ideas”. Nos queda la duda si en realidad los promotores de “Nuevas Ideas” no pudieran prever que no lograrían de inscribir  a tiempo dicho partido, o si se trató de una táctica para inscribirse a último momento,  mientras lograba montarse en el aparato electoral de GANA. Si Bukele hubiera mantenido el perfil de izquierda inicial, le hubiera quitado votos al FMLN, pero montado en el caballo derechista de GANA no hay duda que juega a ganarse una parte del voto de la derecha, y con ello debilita las posibilidades de triunfo de la “Alianza por un Nuevo País” en primera vuelta. Y si hay segunda vuelta, existe la posibilidad de una coalición entre el FMLM y GANA. Así está el panorama electoral   

La candidatura Bukele-GANA buscan consolidar una alternativa de “derecha popular” como ellos mismos se autodenominan, con lo cual reemplazar a la vieja derecha de ARENA. El surgimiento de una nueva opción de derecha debilita a ARENA, y le da una bocanada de aire fresco al FMLN.


Por: Alberto Castro.

El domingo 3 de febrero de 2019 se realizará la elección presidencial en El Salvador, para elegir al presidente de la republica que asumirá el periodo 2019-2024. El escenario está listo, habiendo cuatro formulas en la contienda. A la cabeza están: Hugo Martínez por el FMLN; Carlos Callejas por ARENA; Nayib Bukele por GANA y Josué Alvarado por Vamos. De estas candidaturas solo existe una coalición formal inscrita ante el TSE compuesta por ARENA, PCN, PDC y DS. Para que exista una victoria en primera vuelta, es necesario que alguno de los candidatos obtenga la mitad más uno del total de votos válidos, de un padrón que probablemente se acercará a los 5,6 millones de votantes.

Se calcula que la participación electoral merodeará el 60 % de los inscritos (3,360,000). En la elección presidencial de 2014, el padrón fue de 4,955,107, incluidos los votantes del exterior. Ese año, en la primera ronda el FMLN alcanzó 1,315,768 votos, equivalentes al 48,93 %, ARENA logró 1,047,592 para un 38,96 %, y Unidad (GANA-PCN-PDC) con 307,603 votos representó el 11,44 %. Las otras dos fórmulas (PSP, FPS), sumadas, alcanzaron 17,973 votos, un 0.67 %.

En la elección de 2018 el padrón de electores, incluido los votantes del exterior, fue de 5,489,603. En la elección del 2019, de llegar a una segunda vuelta, es muy probable que se produzca una nueva alianza: FMLN-GANA, con los reacomodos concernientes.  Porque habrá una elección muy reñida, es importante que la clase trabajadora y pueblo salvadoreño inicie, dentro de los espacios de participación democrática, la discusión acerca de los alcances de la contienda electoral ya establecida. Las siguientes líneas pretenden aportar algunas estimaciones, para mejorar el análisis.

Bukele, el falso mesías

Desde que Nayib Bukele fuera expulsado del FMLN, después de la disputa interna por definir la candidatura presidencial en dicho partido, ganó mayor popularidad, prestigio y credibilidad en su actividad política, llegando a autoproclamarse futuro contendiente presidencial, aun sin partido. Después, logró atraer un núcleo organizativo que pasó a denominarse Nuevas Ideas, organismo que falló en su intento por constituirse como partido político legal. Cerrada esta posibilidad, también le fue impuesto un cerco con la cancelación del partido Cambio Democrático (CD). Bukele no retrocedió a su aspiración encaprichada de ser presidente de la República, al punto de establecer una alianza con el partido más ultraderechista del régimen, GANA, escisión de ARENA, convirtiéndose recientemente en su candidato presidencial.

Con este giro, Bukele se bajó del pedestal en que había sido colocado por el gueto de la izquierda salvadoreña, del que antes había sido referente. Ciertos grupos y personas de izquierda habían dado a conocer su sumatoria al tren de Nuevas Ideas, las cuales ahora deben admitir su error, asumiendo la responsabilidad de haberle dado empuje al candidato presidencial de la ultraderecha, ¿o acaso será posible que cínicamente aun continúen justificando su apoyo?

El mismo programa neoliberal

Las expectativas sobre quién debe ser el presidente de El Salvador superan la oferta electoral, debido a que todos los partidos giran alrededor de una misma agenda neoliberal, coincidiendo con los organismos financieros internacionales. Ninguno de los actuales candidatos plantea un cambio estructural alterno al neoliberalismo, sino que son vertientes del mismo breviario, por lo que, con toda seguridad, ante la ausencia de candidaturas de los trabajadores, el próximo presidente se convertirá en el séptimo gobernante de este extenso y agobiante periodo neoliberal.

Perspectiva electoral

Debido al desgaste de las dos administraciones del FMLN, el candidato presidencial de ARENA es quien obtiene más simpatías en la disputa por la presidencia, Si ARENA logra recuperar el gobierno en 2019, puede acumular demasiado poder al tener una mayoría favorable dentro de la Asamblea Legislativa y una Sala de lo Constitucional flexible a sus intereses, con lo que se sellaría un proceso de recuperación del control de las instituciones del Estado.

Las organizaciones sindicales deben discutir sobre este peligro, anticipar la resistencia de las masas populares mediante la lucha organizada. El FMLN está muy desgastado y todo indica que en caso de una segunda vuelta podría establecer una negociación con Bukele.  Sin lugar a dudas, la separación entre Bukele y el FMLN es parte de una estrategia para cerrarle el paso a ARENA en una segunda vuelta. Aunque suene progresivo detener a ARENA, lo pretenden hacer como una nueva variante burguesa, que no representa a la clase trabajadora. Por ello, el mejor ejercicio de participación democrática debe ser votar nulo y prepararse para las luchas que inevitablemente vendrán.

Por Gertrudis Perez

En años anteriores los trabajadores que laboran en el Ministerio de Salud fueron víctimas de las medidas económicas impulsadas por el Gobierno del FMLN parte de ello fue la eliminación del escalafón lo cual provoco el repudio de los trabajadores. El gobierno del FMLN tras la derrota reconoció dicho descontento de los trabajadores el cual se expresó en las urnas.

Aumento del techo al escalafón: una medida a medias

Los trabajadores, sindicatos del MINSAL y sus representantes han mantenido una lucha constante con fin el fin de recuperar el escalafón, ante esta lucha el gobierno del FMLN busca congraciarse y propone un aumento al techo del escalafón al respecto Violeta Menjivar ministra del MINSAL manifestó: “Vamos a tener un mejor presupuesto que el año pasado. Quiero anticiparles a los trabajadores del MINSAL que el escalafón va a ser mejorado. En su debido tiempo vamos a convocar a sindicatos y asociaciones para explicarles que habrá una mejora… Nos va a permitir mejorar con respecto a como lo damos ahora, que es el 5 y 4 %, y es el escalafón más grande del Estado… “Vamos a tener un mejor escalafón porque vamos a ampliar el techo, ya no solo a los que ganan $2,000 sino que (los que devengan) más…”(DEM. 14/08/18).

Ninguna confianza en la promesas

Dicho aumento del techo del escalafón continúo siendo insuficiente, agregado a ello nada garantiza que el gobierno del FMLN cumpla dicha promesa y que los fondos sean aprobados por la Asamblea Legislativa. Los trabajadores no debemos confiarnos en las promesas de los partidos políticos del régimen. Solo la lucha y la movilización es garantía de ello.


Por Francisco Guardado

El Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) tiene es la institución  responsable de la atención de brindar los servicios médicos hospitalarios a la clase trabajadora salvadoreña del sector privado y a los trabajadores públicos y municipales, vale mencionar que recientemente se ha incorporado a los familiares de los trabajadores que residen en el exterior sobre todo estados unidos y a trabajadores independientes.

Los recursos financieros para el funcionamiento del ISSS provienen principalmente de los trabajadores, pero dichos recursos no son utilizados en función de asegurar una óptima atención médica hospitalaria a los mismos, como es la compra de medicamentos de acuerdo a las necesidades, compra de equipos e insumos médicos, mayor contratación de personal médico y paramédico, contracción de especialistas, mayores incentivos financieros al personal etc. Por el contrario, muchos de estos recursos son utilizados para fortalecer el aparato burocrático administrativo o son vistos como un botín; solo basta recordar los robos realizados por los funcionarios puestos en el ISSS.

Por la justa reclasificación y aumento de salarios

El sector profesional con grado académico de Licenciatura que labora en el las diferentes aéreas del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) ha iniciado la lucha para exigir una reclasificación de los puestos de trabajo mediante el cual los profesionales con grado de licenciados sean contratados como tal y no como técnicos, así mismo una remuneración de acuerdo al grado académico.

Ante la falta de iniciativa de las autoridades del ISSS, el día 13 de agosto del presente año realizaron una movilización y concentración en la Asamblea Legislativa para defender y exigir  el grado académico el cual les es  exigido para contratación. Como parte de la lucha una delegación de los profesionales se reunió con la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa la cual reconoció la justa demanda comprometiéndose a realizar las acciones necesarias a fin que la demanda sea cumplida.

Todos a movilizarnos

La lucha por la reclasificación a iniciado faltan ahora que esta sea reconocida para lograrlo es necesaria la participación de todos los profesionales de las diferentes aéreas, esta lucha es mas allá de los partidos políticos independientemente de la ideología la falta de reconocimiento del grado académico en el ISSS afecta a todos. Así mismo se debe exigir el pago de salarios según el grado académico.


Por: Alberto Castro

El atraso en la elección de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) devela las fricciones de interés entre las dos fuerzas políticas mayoritarias del régimen, es decir, entre ARENA y FMLN, para quienes resulta de mucha importancia el escogimiento de magistrados.

La salida de los cinco magistrados del periodo (2009-2018), cuya función fue caracterizada por fallos en contra del FMLN y en una clara posición a favor de ARENA, abrió una fuerte pugna por cuotas de poder. El FMLN intenta aprovechar la oportunidad para heredar, al cierre de su segunda gestión presidencial, una Sala Constitucional balanceada, que le sea pertinente, sobre todo ante la posibilidad que prosiga el desgaste electoral en el futuro inmediato. Por su parte, ARENA quiere seguir contando con la fidelidad de este tribunal, que le es de mucha importancia política, gracias a las facultades constitucionales que posee, por medio del cual podría continuar poniendo frenos a sus rivales políticos. Mientras se produce la elección, las partes negocian y discuten, pero los trabajadores y el pueblo salvadoreño son tratados como observadores distantes del proceso electivo.

Los magistrados salientes

Sídney Blanco, Rodolfo González, Belarmino Jaime y Florentín Meléndez fueron los magistrados electos en el 2009. Blanco reconoció que los nueve años de funciones fueron de “mucha intensidad” porque afrontaron temas en el ámbito político, electoral y derechos sociales. Destacó que entre las sentencias emitidas está la inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía. “Se revive los derechos de las víctimas. Es una sentencia cuyo punto principal son las víctimas y el acceso a la justicia, verdad y reparación integral”.

Pese a ello, no han sido aperturados casos loables contra criminales de la guerra civil. Otros fallos donde se dieron choques con el FMLN fueron: la declaración de inconstitucionalidad de una emisión de bonos por $900 millones y la eliminación de los 84 diputados suplentes de la Asamblea Legislativa. 

La importancia del tribunal constitucional

La Sala de lo Constitucional es el único tribunal creado por la Constitución de la Republica de El Salvador, para dirimir las posibles controversias entre los llamados ’’poderes del Estado’’ (art.174.-Cn), en concordancia con el principio de la supremacía constitucional, que se concreta bajo el sistema de control judicial de la constitucionalidad de los actos normativos, o sea, de justicia constitucional, tanto de carácter difuso (en cada juzgado) como de carácter concentrado (en la propia Sala Constitucional). De esta manera, las formas de protección de la Constitución, acogidas por el ordenamiento jurídico salvadoreño, se dividen en un control concreto o difuso y un control abstracto o concentrado.

En el primero de los casos, se faculta a los distintos jueces ejercer una parte de esta justicia constitucional en los casos particulares que les corresponde decidir (art. 334.-Cn); para el caso del control concentrado compete a la máxima instancia de la jurisdicción constitucional, el control de la constitucionalidad de los actos dictados en ejecución directa e inmediata de la Constitución o que tengan rango de Ley. A partir de allí, se despliega la supremacía constitucional, la cual, en algunos casos, es competencia de la Sala de lo Constitucional, único tribunal con la facultad de determinar la constitucional o inconstitucionalidad de la Ley y/o actos subjetivos, amparo constitucional; y exhibición personal (hábeas corpus).

Detrás del formalismo jurídico constitucional se enhiesta el esparcimiento del terreno político donde las funciones dadas a la Sala Constitucional dan empuje a la presteza estatal, de ahí la importancia que tiene para las fuerzas políticas preponderantes del régimen que su vez son la expresión de facciones burguesas, contar con magistrados a su servicio. Bajo estas circunstancias, la elección de magistrados de la CSJ está de antemano supeditada al interés de los grupos de la burguesía, y en ese sentido sometida al poder económico. La autonomía del Órgano Judicial está descrita formalmente en la norma jurídica, no en la realidad política, por lo que los trabajadores y pueblo salvadoreños debemos aspirar y pelar para que sea el mismo pueblo quienes alija directamente los magistrados, para que la elección de magistrados de la CSJ sea vía popular no despótica.  

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