Por José René Tamariz

Los días miércoles 10, jueves 11 y viernes 12 de agosto se realizó la IV Asamblea General del sindicato APSE. Esta asamblea se efectuó en la ciudad deportiva BN arenas en hatillo. El gimnasio del BN arenas es un excelente lugar para realizar juegos deportivos, los cuales puedan ser observados por espacios de una, dos o tres horas. Sin embargo, no presta las condiciones idóneas para albergar de forma cómoda a la gran cantidad de asistente a la asamblea general del sindicato APSE. Esto por cuanto, los asientos de dicho gimnasio son muy pequeños e incomodos para permanecer sentados durante 3 días por tiempos de 8 horas diarias de sesiones plenarias, lo cual es muy cansado, causando malestares y otras dolencias. Además, muchas personas con diversas enfermedades y edades avanzadas no pueden estar subiendo y bajando esas peligrosas gradas.

Por otro lado, las mentes siniestras que organizaron y planearon la ubicación de las diferentes regionales en las distintas áreas de las graderías y el centro del gimnasio, lo diseñaron de forma maniobrera y mañosa. Dispersaron, por ejemplo, a todas las regionales de San José (01, 02, 03, 04 y 05), ubicando a los designados en áreas laterales totalmente diferentes, en algunos casos, casi pegando en el techo, para evitar la comunicación y coordinación, además que era difícil pedir la palabra, puesto que se tenía que estar subiendo y bajando, a cada rato, para poder hacerlo.

Por otra parte, la junta directiva contrató a un sequito de personas de apoyo que, cumplían las funciones de seguridad, impidiendo que se acercara cualquier designado a la mesa directiva, como si estuvieran cuidando al Presidente de la República o ministros. Cuando en realidad se trata de simples dirigentes sindicales, que pagamos con nuestros salarios, mediante cotizaciones, los cuales deben ser accesibles, sin restricciones, a las bases sindicales. Por tanto, debemos exigir que nunca más se vuelva a contratar ese polideportivo para realizar asambleas generales, ni que se contrate tanta gente, gastando mucho dinero, como cuerpo de apoyo.

¿Están las decisiones del Consejo Nacional por encima de la Asamblea General?

En las sesiones plenarias de los días miércoles, jueves y viernes, el sector mayoritario de la junta directiva, desplegaron un conjunto de maniobras, triquiñuelas y mañas, tanto técnicas, legales y políticas para evitar la discusión y votación de procesos huelguísticos de varios días para enfrentar y derrotar los planes neoliberales (empleo público y fiscales), así como la política de congelamiento salarial del gobierno de Solís. Veamos.

Para el día miércoles, en la agenda, dejaron como último punto la discusión de las supuestas acciones y movimientos de huelgas. Cuando se mocionó para cambiar el orden del día, el sector de honestidad llamó a votar en contra, sin embargo, en una evidente contradicción, cuando se percataron que se había vaciado de gente el gimnasio, Ricardo Molina, presidente de APSE, mocionó para que ese punto se trasladara su discusión y votación para el día jueves, ya que de votarse ese día las “acciones” de huelga, hubieran carecido de representatividad. Además, se fueron a rearmar y a planificar las maniobras legales, técnicas y políticas para imponer sus posiciones y evitar que, en la sesión del jueves, se discutiera y votara la moción de los 5 días de huelga, como inicio de la huelga indefinida, que propusieron los compañeros de la tendencia sindical Cambiemos.

El día jueves, por la mañana, se inició a plantear el asunto de las “acciones” y "huelga". El presidente de la APSE leyó las dos mociones que se habían presentado sobre la realización de movimientos huelguísticos. La de Cambiemos que tenía como proponente al compañero Adic Alvarado y secundada por José René Tamariz planteaba que:

“APSE convoque a huelga de 5 días, del 5 al 9 de setiembre para exigir a los diputados y gobierno: 1) El retiro y archivo de todos los proyectos de empleo público. 2) Aumentos reales de los salarios, por arriba de la inflación. 3) Rechazo de los proyectos de impuestos contra los trabajadores. 4) Que la SUGEF elimine su política que limita el acceso al crédito de los accionistas de la caja de ANDE. Esta huelga sería el preámbulo de la huelga indefinida, que deberá realizarse antes de que concluya el curso lectivo y antes de que los proyectos de empleo público ingresen al plenario legislativo. La huelga de 5 días sería para dar un ultimátum a diputados y gobierno con respecto a los proyectos de empleo público. El día viernes 9 de setiembre, la asamblea de presidentes de base decidirá la continuidad de la huelga”.

Ricardo Molina, con el apoyo leguleyo de la abogada Ileana Vega, para desechar esta moción, señaló que esa anterior moción se oponía y contradecía la moción, aprobada en firme por el consejo nacional de la APSE el día 6 de agosto en el sentido de que APSE participe en un día de huelga en la primera semana de setiembre, la cual se hará conjuntamente con la alianza sindical denominada “Unidad en Acción”. Para sustentar esta maniobra legal citaron el artículo 23 del reglamento orgánico el cual señala que:

“No se admitirán mociones de revisión de acuerdos firmes, ni de revocatoria de una revocatoria, contra los cuales no cabrá más que el recurso de apelación para ante la Asamblea General y sin efecto suspensivo, el cual deberá plantearse dentro de los cinco días hábiles siguientes a la firmeza del acuerdo”.

Funciones de la Asamblea General

De acuerdo con el artículo 346 e inciso i) del Código del Trabajo la Asamblea General tiene “… carácter de suprema autoridad del sindicato”.

A su vez, tanto el estatuto como el reglamento de la Asamblea General plantean que: “La Asamblea General es la autoridad máxima de APSE y estará constituida por todos los miembros activos inscritos en el libro de registro de la afiliación”.

Asimismo, el artículo 346 e inciso e) del Código del Trabajo plantea de forma clara y taxativa que, entre otras, son atribuciones exclusivas de la Asamblea General… “Declarar las huelgas o paros legales”

Entonces, es competencia y atribución de la Asamblea General decidir la declaratoria de un movimiento huelguístico. Atribución que se encuentra por encima de una decisión del consejo nacional.

Por ende, cualquier decisión de otra instancia menor o reglamento menor al de la asamblea general que se oponga a la discusión y propuestas que se hagan en esta “suprema autoridad” del sindicato es arbitraria e ilegal. El sector mayoritario de la junta directiva, en contubernio, con la abogada Ileana Vega, están despojando a la “suprema autoridad” del sindicato de su poder. Frente a estas triquiñuelas legales, que muchos delegados no logran advertir de su ilegalidad, los proponentes de la moción de 5 días de huelga, debimos cambiar la fecha de la huelga para la semana del 12 al 16 de setiembre.

Ellos plantearon que debía haberse hecho un “recurso de apelación” contra el acuerdo firme de la huelga votada en consejo nacional el 6 de agosto. Ni las decisiones del consejo nacional ni el reglamento orgánico pueden estar por encima de las discusiones, propuestas y votaciones que se hagan en la asamblea general. Esto, en los hechos, vacía de poder a este órgano supremo del sindicato.

Moción de 5 días de Huelga Vs Moción de las “Valoraciones” y “Posibilidades” de “Huelga”

Al final de la discusión de las supuestas “acciones” y “huelga”, la tendencia Honestidad presentó su moción que, maniobra incluida, supuestamente, en caso de aprobarse, era excluyente de la moción de 5 días huelga, lo cual era falso, presentada por la tendencia Cambiemos. Esta “interpretación” antojadiza y espuria, constituía una triquiñuela, inadvertida por las bases, que son engañadas por los aspectos leguleyos de la abogada Vega. La moción del grupo honestidad, en realidad, no plantea realizar huelga ni acciones de lucha, sino que se queda en las reuniones y “posibilidades” de realizar una "huelga indefinida". No pasa de ahí, por ello no se oponía al llamado concreto de huelga de 5 días de la tendencia Cambiemos. ¿Qué plantea la moción del grupo honestidad?

1) Realizar reuniones de asambleas de bases a finales de setiembre. 2) Valorar las “estrategias” de lucha que ha mantenido la APSE (pronunciamientos, piquetes frente a la asamblea legislativa, conversaciones con diputados, huelgas de uno o dos días, información a las bases y otros). 3) elaborar un pronunciamiento de las asambleas de bases sobre la posibilidad de ir a huelga indefinida y en qué momento. 4) convocar a una asamblea de presidentes de bases en el mes de octubre para que ella discuta y vote lo acordado en las asambleas de bases.

Como se puede leer esta moción no plantea realizar ninguna huelga, sino solamente plantea “valorar las estrategias realizadas”, la “posibilidad de ir a huelga indefinida”, además, la asamblea de presidentes solamente tendrá que discutir y votar lo acordado por las asambleas de bases, no podrá decidir ni proponer acciones y fechas concretas de huelga indefinida. Al final esa moción se aprobó con muchas maniobras. Tanta alharaca para quedar en una propuesta que se queda en las reuniones, valoraciones y posibilidades de huelga, pero no concreta un verdadero plan de lucha escalonado que concluya en la huelga indefinida que piden y exigen la mayoría de las bases del sindicato APSE. Por otra parte, hacer una asamblea de presidentes de bases en octubre para, supuestamente, decidir sobre la huelga indefinida es para no hacerla, ya que estaríamos cerca de la finalización del curso lectivo, lo cual le restaría fuerza a una huelga indefinida.

Las Reformas Estatutarias

El día viernes, en sesión plenaria, se discutieron y aprobaron, entre otras, dos mociones que tienen importancia para el sindicato APSE como fueron la que aumenta las cuotas para las directivas regionales, que pasarán del 10% al 15%, y de las asambleas de bases que pasan del 8% al 12%.

La otra moción, aprobada y presentada por Adic Alvarado de la tendencia Cambiemos, de importancia política plantea que todos los miembros titulares de la junta directiva, excepto los suplentes, mientras duren en sus cargos no podrán manifestarse de manera electoral o proselitista o en contra de tendencias o de personas que aspiran a ocupar puestos en la junta directiva.


Por José René Tamariz

El gobierno de Solís por tercera vez decretó el congelamiento salarial para los trabajadores del sector público, otorgando el burlesco y humillante “reajuste salarial” del 0,01%, es decir, 10 colones por cada cien mil para el segundo semestre del presente año. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) el índice de precios al consumidor (IPC) en el primer semestre del año 2016 fue del 0,01%. En el primer semestre del año 2016 el gobierno había decretado un “reajuste salarial” de 0% para el sector profesional y un miserable 0,25% a 1% para el sector no profesional. Para el segundo semestre del año 2015, el gobierno había otorgado un miserable “reajuste” del 0,08%, o sea, 80 colones por cada cien mil. En año y medio, el gobierno le ha dado en total al sector público 90 colones por cada cien mil, mientras los precios de los productos y servicios siguen aumentando y, por ende, las condiciones de vida se siguen deteriorando.

Por otro parte, con respecto a este último “reajuste”, los neoliberales felicitan efusivamente al gobierno, por haber aumentado la recaudación de impuesto y también de reducir del 8% al 2% los gastos. Luis Mesalles, de la cámara patronal UCCAEP, señala que “… los gastos sin contar intereses crecieron solo un 2%. Buena parte de la contención se dio en salarios. Luego de crecer un 8% en términos reales en el 2015, este año lo hizo a menos del 2%. El gobierno se ha amarrado los pantalones para aumentar los salarios de sus empleados a un ritmo cercano a la inflación, lo cual es una buena señal”. (La Nación, 30 de julio del 2016). El gobierno está conteniendo y reduciendo el déficit fiscal, entre otros elementos, por el congelamiento de los salarios que aplica sin contemplaciones y con la complicidad de todas las dirigencias sindicales que, ni siquiera por vergüenza, realizan algún acto de protesta contra la burla del “reajuste salarial” de 10 colones por cada cien mil que se otorgará para el segundo semestre del presente año.

Mientras el gobierno se “amarra los pantalones” para congelar los salarios, los dirigentes sindicales se “aflojan los pantalones” para capitular y claudicar esa miserable política del gobierno de Solís para seguir empobreciendo a los trabajadores. Algunos dirigentes sindicales como los de la APSE, creen que con modificar la “fórmula salarial” para fijar los ajustes salariales semestrales, será la panacea para resolver los congelamientos salariales. Esta es una posición ilusa e infantil. Según Ricardo Molina, presidente de la APSE, en declaraciones a la prensa planteo que “Presentamos una metodología de cálculo salarial que incluye la productividad. Mientras eso no ocurra y no se discuta, vamos a seguir alrededor de este proceso de congelamiento salarial”. (La Nación, 27 de julio del 2016). Existe una política consciente y clara del gobierno de mantener la política de congelamiento como una forma de contener y reducir el déficit fiscal. El gobierno no cambiará esa política, con nuevas “fórmulas” ni “metodologías”. Solo la lucha de clases, podrá hacer variar esa política.

El asunto de los reajustes salariales reales, no compensatorios de la inflación, es una cuestión de la lucha de clases, de la correlación de fuerzas entre las clases que se resuelve mediante la lucha con los métodos de la clase trabajadora, la movilización en las calles y la huelga, para imponer los incrementos de los salarios. Esto no lo resuelven discusiones técnicas de “fórmulas” y “metodologías” que, además de dudosa son siempre manipulables.

Lo más grave de todo esto es que las dirigencias sindicales, tanto de la Alianza en Unidad en Acción” que, supuestamente, agrupa a 20 organizaciones sindicales, dentro de la cual se encuentra el sindicato APSE, y el Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (BUSSCO), lo único que lograron hacer fue la denuncia púbica de esa estafa de “reajuste” y un pequeñito piquete frente a las instalaciones del Ministerio del Trabajo el día jueves 4 de agosto. Los trabajadores del sector público se encuentran enardecidos por las continuas burlas de los “reajustes salariales” decretados por el gobierno de Solís a lo largo de año y medio y les exigen a las dirigencias lanzar la huelga contra el congelamiento salarial, exigiendo un incremento real de los salarios, por encima de la inflación.

Llamamos a todos los delegados a la Asamblea Nacional del sindicato APSE que se realiza del miércoles 10 al 12 de agosto a discutir la situación, tanto de los proyectos del empleo público, que pretenden reducir y eliminar los componentes salariales, así como la política de congelamiento salarial del gobierno y votar un plan de lucha escalonado que concluya en la huelga indefinida para exigir el archivo definitivo de los proyectos de empleo público y un aumento salarial por arriba de la inflación. Esta huelga indefinida debe ser votada antes de que el curso lectivo concluya, ya que los diputados neoliberales, probablemente, puedan iniciar la discusión y votar, durante el periodo de vacaciones de fin de año, el proyecto de Sandra Pisk sobe empleo público.

Asimismo, también llamamos a las bases de todos los demás sindicatos y de los diferentes bloques sindicales o alianzas sindicales, a exigirles a sus dirigencias a que también convoquen a la huelga indefinida. Además, para que dicho movimiento huelguístico sea exitoso y termine con un triunfo debe realizarse de forma unitaria, en donde participen todas las organizaciones sindicales. Al mismo tiempo, se debe llamar a los trabajadores del sector privado a participar de esta jornada huelguística, exigiendo también un digno incremento salarial y el derecho a la sindicalización. No hay otro camino para derrotar los proyectos de empleo público, ¡la política de congelamiento salarial y los planes fiscales!!

BUSSCO y la alianza "UNIDAD EN LA ACCIÓN" deben de convocar a una movilización inmediata contra el 0,01% de "reajuste salarial".

Como era de esperarse, el gobierno de Solís, continuará con su política de congelamiento salarial. Ahora, va a otorgar el 0,01% de "reajuste salarial", o sea, la ridícula suma de 10 colones por cada cien mil colones. Según el INEC, esa fue la tasa de inflación para el primer semestre del año 2016. Esta política se mantendrá durante la administración de Solís, es decir, por cuatro años. ¡Ya llevamos dos años y nos faltan dos años más!!

Los dirigentes sindicales, sin distinción, ya sea del bloque sindical BUSSCO, Patria Justa y ahora, la alianza sindical, recién formado, denominado "Unidad en la Acción", al cual se incorporó el sindicato APSE, le hacen el juego y le capitulan al gobierno de Solís al permitirle, sin resistencia ni lucha, imponer, por la vía de decretos, los miserables reajustes salariales que, en el fondo, se traducen en congelamiento salarial.

El gobierno de Solís, ha venido reduciendo el crecimiento del gasto por la vía del congelamiento de los salarios del sector público, como parte de su política, de financiar y reducir el déficit fiscal. En realidad, la fórmula para otorgar reajustes salariales semestrales, basada en el reconocimiento de la inflación del semestre anterior, es solamente una excusa y pretexto del gobierno para reducir los gastos a costa del deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores. Los dirigentes sindicales, le claudican a esa política gubernamental y con su pasividad, en el fondo, apoyan las políticas del gobierno de hacernos pagar el déficit fiscal.

Llamamos a todos las bases de los sindicatos y bloques sindicales a exigirles a los dirigentes sindicales a que convoquen de forma inmediata y urgente a una gran movilización nacional en contra del congelamiento salarial y exigirle al gobierno un incremento real de los salarios. Esto podría ser el inicio para lanzar, de una vez por todas, la huelga indefinida contra los proyectos de ley de empleo público, educación dual y los proyectos que incrementarán los impuestos contra el pueblo.


Por José Rene Tamariz

En Costa Rica, desde el año 1983 hasta el año 2006, existió el sistema de minidevaluaciones para determinar el tipo de cambio del colón, excepto por un periodo relativamente corto de tres meses, que se implementó el sistema de flotación administrada en el año 1992. En el año 2006, se implementa el sistema de sistema de bandas cambiaria. El fin, supuestamente, de este último sistema era otorgar al mercado una mayor participación en la determinación del precio de la divisa y fortalecer la efectividad de la política monetaria. Al mismo tiempo, se consideraba que el sistema de bandas cambiarias era un proceso transitorio para migrar hacia el régimen de flotación administrada para, posteriormente, pasar hacia el sistema monetario de metas de inflación.

El debate sobre devaluación o no

Desde hace unos dos años se viene produciendo un intenso, fuerte y largo debate, entre economistas burgueses, políticos burgueses, cámaras empresariales y autoridades del Banco Central sobre la cuestión del equilibrio, sobrevaluación y devaluación de la moneda nacional, el colón, respecto al dólar. En una visita que le hizo Luis Guillermo Solís, Presidente de la República, al político neoliberal Oscar Arias, este le solicito directa y explícitamente que devaluara el colón.

La Cámara de Exportadores (CADEXCO), la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR) y un grupo de economistas burgueses (Fernando Naranjo, Alvaro Trejos, Alberto Dent, Fernando Ocampo, Miguel Loría, Carlos Wong y Gerardo Corrales), ligados al PLN, plantean abiertamente que hay que devaluar el colón para “mejorar la competitividad”. Ambas cámaras, según ellas responsables de “exportaciones de bienes de casi $10.000 millones, ingresos de turismo de $6.000 millones” y la “generación de empleo a más de 600.000 personas”, solicitaron en senda carta a las autoridades del Banco Central devaluar el colón, para aumentar las exportaciones y mejorar la competitividad de las empresas, porque este se encuentra sobrevaluado en 30% con respecto al dólar. Curiosamente los capitalistas de CADEXCO y CANATUR, con una total hipocresía sostienen que están “… preocupados por la generación de empleo y por generar salarios para que las familias de nuestros empleados puedan comprar…”. (La Nación, 24 de junio del 2016).

Por otro lado, la Cámara de Comercio y un grupo de economistas burgueses neoliberales (Jorge Guardia, Carlos Blanco, William Calvo, Eliécer Feinzaig, Alberto Franco, Melvin Garita, Juan Muñoz y Norberto Zúñiga), han publicado sendos artículos y proclamas en contra de la devaluación “inducida” o “forzada” demandada por aquellas cámaras patronales y grupo de economistas neoliberales. Este sector de economistas burgueses, opuestos a la devaluación, critica a las cámaras empresariales y a otros economistas burgueses, a favor de la depreciación, que sus metodologías para sostener que el colón está sobrevaluado se encuentran desfasadas y son arcaicas, tales como la del tipo de cambio real (TCR) y la de tipo de cambio efectivo real (TCER). Ellos sostienen que utilizan, igual que el Banco Central, un enfoque y metodología más moderna y mejor como la del modelo de “Comportamiento del Tipo de Cambio Real de Equilibrio” (BEER), por sus siglas en inglés. Plantean, además que “Una depreciación artificial subiría la inflación y las tasas de interés nominal, deteriorando el poder adquisitivo de los trabajadores y, consigo, el consumo interno; aumentaría el déficit fiscal y debilitaría el sistema financiero, dada la actual dolarización”. (La Nación, 23 de junio del 2016).

Más allá de la discusión técnica sobre los enfoques, modelos y metodologías para determinar el correcto valor del tipo de cambio del colón respecto al colón, cuestión cuestionable y discutible, el aspecto fundamental, a nuestro juicio, es un problema de tipo político y de intereses económicos de los grupos empresariales. En esta cuestión, siempre salen perdiendo los sectores de los trabajadores, ya que, de cualquier manera, siempre sale favorecido uno o varios grupos de poder económico.

La pugna inter-burguesa por el tipo de cambio

En este interesante e importante debate, entró a terciar la Cámara de Comercio. La presidenta de esa cámara, Yolanda Fernández, escribió un artículo en contra de la devaluación, sosteniendo que esta generaría más pobreza. Al respecto, esta señora burguesa sostiene que “En las últimas semanas se ha incrementado la discusión con respecto al tipo de cambio. Unos sectores abogan de manera insistente por una intervención del Banco Central de Costa Rica para devaluar el colón; y otros sectores y distinguidos economistas defienden la actuación del Central y su política cambiaria; en esta última línea se encuentra la Cámara de Comercio de Costa Rica”. (La Nación, 18 de junio del 2016). Más adelante, esta burguesa del comercio sostiene que “Devaluar el colón significaría una transferencia neta de recursos de estas personas –la mayoría de la población- a unos cuantos que no han sabido aprovechar en el pasado las oportunidades de oro para mejorar su competitividad”. (La Nación, 18 de junio del 2016). Como se puede leer y observar, ahora se encuentran enfrentadas y en una franca lucha, las cámaras patronales de CADEXCO y CANATUR, políticos y economistas burgueses, por un lado, contra cámaras patronales como la Cámara de Comercio y economistas burgueses, por el otro, con respecto a la cuestión de devaluar y no devaluar.

Laura Bonilla, presidenta de CADEXCO, y Pablo Abarca, presidente de CANATUR, le responden a aquella que la política del Banco Central no ha sido neutral, sino que “… ha favorecido en los últimos 10 años a los sectores importadores en 30 puntos porcentuales…”. (La Nación, 24 de junio del 2016). Entonces, se ha abierto una franca lucha y batalla entre distintas facciones de capitalistas y sus siervos políticos y acólitos economistas burgueses. Tienen una pugna para quedarse con la mayor parte de las ganancias que puede generar la política monetaria del Banco Central. Obviamente una devaluación favorecería grandemente a los exportadores, empresarios turísticos y banqueros, mientras que la actual política de supuesto “equilibrio” del tipo de cambio, en los hechos, favorece al sector de los importadores por eso la defienden.

Queda claro que, en este debate de devaluar, no devaluar y mantener el supuesto “equilibrio” del tipo de cambio actual, constituye un pleito entre fracciones burgueses y de sus acólitos para constituirse en el sector ganador y no perdedor y quedarse con la mejor tajada del pastel. En este pleito entre facciones de capitalistas, los revolucionarios socialistas no estamos con ninguno de ellos. Sin embargo, hay algunos economistas que considerándose progresistas se comienzan a ubicar en uno de esos bandos capitalistas, en este, caso en el que plantea la devaluación. Nuestra posición es clara: Ni devaluación-inflación, ni estabilización-deflación, ya que ambas políticas son las caras de una misma moneda o los extremos de un mismo hilo conductor. Ambas, empobrecen a los trabajadores y cualquiera de ellas siempre les transfiere nuestros recursos a un puñado de capitalistas que se enriquecen a manos llenas, en cualquiera de sus variantes.

Los sindicatos y bloques sindicales deberían intervenir en este importante debate, pero de forma práctica y mediante la acción, exigiendo tanto a los capitalistas como al gobierno de Solís un reajuste salarial digno para el segundo semestre del presente año. Según el INEC, la tasa del IPC de enero a junio del 2016 fue del 0,01%, lo cual podría llevar al gobierno a dar un "aumento" de 10 colones por cada cien mil colones!! Esta supuesta "deflación" que existe está conduciendo al empobrecimiento creciente de los trabajadores, llevamos dos años de congelamiento salarial, producto de esta política de "equilibrio". Las organizaciones sindicales deben unirse y lanzar una movilización, exigiendo de forma inmediata un aumento real de los salarios de todos los trabajadores. Esa debe ser una verdadera política sindical clasista y unitaria en estos momentos. Arrancarle a la patronal una parte del pastel para transferirlos a los salarios de todos los trabajadores.



Por José René Tamariz

Después de un largo proceso de desavenencias, roces y pleitos intestinos, la dirigencia nacional del sindicato APSE decidió salirse del bloque sindical BUSSCO. El día sábado 4 de junio, en sesión del Consejo Nacional, la dirigencia del sindicato APSE presentó una moción en la cual se señalan las supuestas razones para romper con dicho bloque sindical.

La Ruptura del Sindicato APSE con BUSSCO

Las razones aducidas por ellos para romper con el Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (BUSSCO) fueron las siguientes: Porque las negociaciones del BUSSCO son infértiles y desmovilizadoras; que existe un constante cuestionamiento de las organizaciones del BUSSCO a la autonomía sindical de la APSE; toma de decisiones inconsultas a las organizaciones del BUSSCO por un pequeño grupo, pretendiendo que la APSE suscriba decisiones que no han sido presentadas a la plenaria; porque la organización sindical que en este momento coordina el BUSSCO, la ANDE, rompió la alianza junto con el SEC, firmada el primero de abril, para ir en unidad sindical plegándose así al mandato del gobierno de dejarnos fuera de la convención.

Por su parte, el bloque sindical BUSSCO en respuesta a carta de ruptura entregada el día 6 de junio por la dirigencia de la APSE, planteo lo siguiente: “En primer lugar, cuando se discutió en el seno del BUSSCO la huelga y movilización de los días 26 y 27 de abril del año en curso, la nueva Junta Directiva de APSE, con excepciones, mostró su resistencia a participar en esta huelga…”. Más adelante el comunicado de BUSSCO señala que la “negociación”, no implica que haya “desmovilización” de parte de ellos; que la “tendenciosa referencia a que la última propuesta de gobierno, como muchas otras que se presentaron a la mesa, haya sido de recibo para el bloque”; también rechazan “categóricamente la afirmación, a todas luces artificiosa, de que un pequeño grupo toma las resoluciones en el Bloque Unitario. Aclaramos que todas las decisiones en el Bloque Unitario se toman democráticamente y por votación en Plenaria…”; asimismo, señalan que “Faltan absolutamente a la verdad la actual dirigencia de APSE, ya que en ningún momento se le ha cuestionado la autonomía sindical…”; que “… rechaza la dialéctica de la dirigencia de APSE para justificar su retiro de la instancia unitaria…”.

Hasta aquí hemos dado a conocer las posiciones, tanto de la dirigencia del sindicato APSE y de la del Bloque Sindical BUSSCO. A continuación, planteamos, desde nuestro análisis, las verdaderas causas y razones para esta infortunada división en el seno de bloque sindical BUSSCO.

La división en BUSSCO

BUSSCO es un bloque que agrupa a dos sectores sociales y sindicales fundamentales y de peso en el país: el sector de los trabajadores de la educación y el sector salud. Ambos sectores suman más de cien mil trabajadores, constituyéndose en sectores claves, no solo por su peso numérico sino también por su impacto en la sociedad, cuando realizan movimientos huelguísticos. Por ende, la división reciente de este bloque con la salida del sindicato APSE constituye un golpe al conjunto del movimiento obrero y sindical costarricense, ya que el sindicato APSE es el más fuerte y el que más moviliza al sector de educación de secundaria en los movimientos huelguísticos.

La ruptura del sindicato APSE con el bloque sindical BUSSCO, en el marco de la situación actual de peligro inminente de discusión y aprobación de proyectos nefastos para los intereses de los trabajadores del sector público, como de empleo público, educación dual y otros, constituye a todas luces un grave error político y de desorientación de la dirigencia sindical de APSE. Las razones esgrimidas por los dos dirigentes del sindicato APSE para romper con BUSSCO eran, excepto la última, aunque esta no era responsabilidad de BUSSCO sino de la ANDE, salvables y se podían resolver con la discusión de frente con la dirigencia de dicho bloque. La dirigencia de APSE, perfectamente, podía plantear la ruptura de las negociaciones con el gobierno, tal como se demostró posteriormente, que también lo hizo la dirigencia de BUSSCO. El cuestionamiento a la “autonomía sindical”, aunque la dirigencia del BUSSCO la niega que haya habido, sin embargo, es problema que tenía solución, ninguna otra organización, dentro de un bloque sindical, puede coartar la autonomía sindical, eso es un argumento infantil y poco creíble. En cuanto a las “decisiones inconsultas” por un “pequeño grupo” dentro de BUSSCO, esto es cuestionable y enmendable, en caso de fuera cierto, con posiciones firmes de discusión de frente a las demás organizaciones. Lo que parece, es que la dirigencia del sindicato APSE no se sentía cómoda con organizaciones pares que tienen fuerzas parejas, tales como ANDE y UNDECA y, por ende, no les pueden dictar e imponer sus posiciones y línea política, tal como lo hacen con sus satélites del mal llamado Magisterio en Acción, en donde se encuentra el SIMPAE que no pasa de unos 400 afiliados y otras organizaciones minúsculas que no tienen ningún peso real en las huelgas, movilizaciones y negociaciones. Los dirigentes del sindicato APSE se lamentaban que el bloque sindical BUSSCO había sido tomado por los sindicatos del sector salud, criticando la incorporación en los últimos meses de la Unión Médica. Al final de cuentas, estos asuntos reflejan pleitos de celos y lucha por el control y posicionamiento al interior del bloque, pleitos inter burocráticos que dañan la unidad sindical.

Por otro lado, la respuesta de la dirigencia de BUSSCO, si bien algunas de sus planteamientos pueden ser ciertos, evaden de forma olímpica responder a un cuestionamiento de fondo. Porque no dan respuesta a la ruptura de la alianza, por parte de la dirigencia de la ANDE, del magisterio nacional alrededor de la convención colectiva que se firmó sin la presencia del sindicato APSE. Sencillamente porque no se atreverían a criticar a la dirigencia de la ANDE. Aquí se refleja la concepción que sigue existiendo dentro de las dirigencias sindicales, de considerar a sus organizaciones sindicales como feudos. Esto es aplicables a todas las dirigencias sindicales, sin excepción. En esto se debe ser claro, dejar afuera de la firma de la convención colectiva al sindicato APSE afecta al conjunto de más de 30 mil afiliados, no a la dirigencia sindical de APSE. Aunque el gobierno no “invitó” ni “convocó” a la dirigencia de la APSE a firmar la convención colectiva, principalmente, la ANDE, como parte del BUSSCO, no el SEC porque de este sindicato se puede esperar cualquier cosa, dado su carácter de sindicato blanco, hubiera firmado como mínimo, bajo protesta contra el gobierno, por estar marginando a un sindicato que era parte del bloque sindical BUSSCO y haber dejado la posibilidad que, APSE, se incorporara posteriormente a la convención colectiva. Esta posición de la dirigencia es criticable y de rechazo.

El Frente Único de Trabajadores del Sector Público Contra Proyecto de Ley Anti-Derechos

El 10 de mayo del presente año se constituyó el autodenominado “frente único de trabajadores” integrado por cuatros confederaciones sindicales (Central del Movimiento de Trabajadores Costarricenses, Confederación de Trabajadores Rerum Novarum, Confederación Unitaria de Trabajadores y Central Sindical Juanito Mora Porras), el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación Costarricense y el bloque sindical conocido como “Colectivo sindical Patria Justa”. Podemos decir que estos son los dos grandes bloques sindicales que existen actualmente en el país: BUSSCO y el Frente Único de Trabajadores.

Este último bloque agrupa a organizaciones sindicales, sindicatos y otras organizaciones que tienen fuerza, principalmente, dentro del sector de las instituciones autónomas y empresas públicas, como el ICE, RECOPE, JAPDEVA y otras. Una gran parte de sindicatos de este bloque han estado negociando, cada una, por separados sus propias convenciones colectivas. Ni siquiera entre ellas o ellos se unifican y realizan luchas conjuntas para conseguir mejoras en las negociaciones de las convenciones colectivas. Por otra parte, dentro de ellas, hay varias organizaciones que tienen mucho y largo tiempo de no realizar una huelga o movilización contra el gobierno. Ellos consideran que todo se puede resolver por la vía del diálogo y las mesas de negociaciones.

Sin embargo, frente a las arremetidas del gobierno y las posibilidades de que se aprueben los proyectos de empleo público, principalmente, el proyecto 19.923. En un comunicado del 10 de mayo plantean que “Las organizaciones integrantes del frente unido hicieron un llamado a la más amplia unidad sindical en la acción para enfrentar este proyecto de ley hasta lograr que se archive y desaparezca de la corriente parlamentaria, para lo cual se llamará oportunamente a una huelga general unitaria”. Más adelante sostienen que “Este frente sindical seguirá haciendo los esfuerzos necesarios para sumar al Bloque Unitario Social y Sindical Costarricense, BUSSCO, a esta magna causa nacional”.

Sintetizando, BUSSCO ya tiene votada en plenaria la huelga indefinida si los proyectos contra el empleo público y los impuestos avanzan; el frente unido “llamará oportunamente a una huelga general unitaria” y el sindicato APSE, tiene una vieja y polvorienta resolución de llamar a huelga indefinida cuando uno de los proyectos de empleo público ingrese al plenario legislativo.

Entonces, ¿Por qué estas organizaciones sindicales, bloques sindicales y frentes únicos no inician conversaciones para organizar, coordinar y centralizar la huelga indefinida o huelga general unitaria que ya tienen definida? Simple y sencillamente porque sus dirigencias mantienen falsas diferencias inter-burocráticas, las cuales son necesarias y urgentes deponer en la situación y circunstancias actuales de ofensiva gubernamental y neoliberal en contra de los trabajadores del sector público. Las bases de las distintas organizaciones sindicales y bloques sindicales están en contra de la división sindical, les cuestionan a sus dirigentes las rupturas sindicales, como es el caso en la APSE con BUSSCO y también, dentro de este bloque, le exigen la unidad sindical a la ANDE y demás sindicatos, de igual forma pasa en las distintas agrupaciones y bloques sindicales.

Por la Más Amplia Unidad de Acción Sindical Para Derrotar los Planes Neoliberales

El momento histórico y social demanda a las dirigencias sindicales, sin abandonar sus diferencias políticas, realizar la más amplia unidad de acción, lanzando la huelga indefinida ¡YA!, para ello es urgente y necesario iniciar las conversaciones unitarias para organizar, coordinar y centralizar las diversas acciones que lleven al lanzamiento definitivo de la huelga indefinida para imponer el archivo definitivo de los proyectos de ley de empleo público, educación dual y otros proyectos contra los trabajadores. La división sindical, en estos momentos cruciales, solo beneficia los planes contra los trabajadores del gobierno de Solís y de las fuerzas neoliberales, tanto dentro de la Asamblea Legislativa como fuera de ella.

Por Darren Hidalgo, Francisco Palacios y Ernesto Fuertes

El pasado 6 de Junio se celebró la Asamblea General para la defensa del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), que es el presupuesto que reciben las universidades públicas. Nosotros colaboramos con las convocatorias en unidad de acción con muchos de estos grupos, pero llevando al mismo tiempo nuestra política independiente. Increíblemente, los partidos políticos universitarios Progre, Alternativa (Frente Amplio), Convergencia (Partido de los Trabajadores) y Ya Basta (Nuevo Partido Socialista) votaron por un acuerdo del 8% de crecimiento real en el FEES, que alcance al final del quinquenio un 10% del PIB para la educación pública, y un 2% del PIB para el FEES. ¿Por qué esto es increíble? ¡Porque el 8% de crecimiento real (equivalente apenas a alrededor de un 1,5% del PIB) es precisamente la propuesta con la que el gobierno de Laura Chinchilla del Partido Liberación Nacional (PLN) derrotó la lucha por el FEES en la negociación del quinquenio anterior en 2011!

Más aún: el máximo del 2% del PIB para el FEES está también por debajo del 2,4% del PIB solicitado por el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) y el movimiento estudiantil de aquella época, que apenas mantenía el promedio de financiamiento (un crecimiento real de 24%). Es decir: las universidades pasaron de recibir un promedio de 24% de crecimiento en el FEES durante el período 2005-2009, y de demandar un aumento escalonado que empezara con 14% de crecimiento real en el primer año para llegar a un 18% nominal al final del quinquenio (más 6% de inflación) en el período 2011-2015, a una derrota y una reducción del 1,5% del PIB, que ni siquiera los gobiernos siguientes (incluyendo al actual gobierno del Partido Acción Ciudadana) están cumpliendo. ¡Hoy el movimiento estudiantil y la izquierda están defendiendo esa derrota y ese desfinanciamiento como su propia meta! ¡Van a salir a las calles, pasar por aulas y pedir sus votos, todo en nombre del histórico retroceso y desfinanciamiento de las condiciones de vida de los trabajadores y estudiantes de las universidades!

Pero esto no es todo: todas estas organizaciones están impulsando una supuesta “coordinación” de facto que no ha sido votada por ninguna asamblea. Proclamaron que ya la comisión de logística había votado por la mesa o comité ejecutivo encargado de dirigir la asamblea del 6 de Junio. ¡La comisión de logística se dio a sí misma el derecho de decidir en nombre de los estudiantes, sin que ni siquiera estuvieran estos reunidos en asamblea! La comisión de logística se formó sin voto alguno, se reúne sin convocatorias públicas de ningún tipo (por lo cual es falso que sea abierta), y finalmente decidió la forma de organización de una asamblea, sin que ésta asamblea ni siquiera existiera todavía. Aunque hubiera sido elegida, las asambleas tienen que decidir sobre la forma en que deciden organizarse a sí mismas, y esta decisión solo puede venir de las propias bases asamblearias en el momento de su reunión. ¡Estas comisiones, dirigentes y líderes, no tienen legitimidad democrática alguna! La única razón por la que semejante decisión es aprobada por la mayoría de la asamblea del 6 de junio, se explica también por su burocratismo: las ¾ partes de los asambleístas, eran miembros de los mismos grupos y partidos auto-proclamados. La mayoría de los estudiantes de la universidad no participó de esta ni de las otras asambleas, y la mayoría desconoce completamente de qué se trata el movimiento y la lucha del FEES, tal y como desconoce que tan siquiera existan estas comisiones. El “movimiento” por lo tanto está conformado por simples extensiones de los propios partidos, por lo cual debería realizarse en unidad de acción de todos los partidos, colectivos y grupos, campañas de información que acerquen a los y las estudiantes para la discusión y toma de decisiones en torno a la defensa de la educación pública. El funcionamiento y la legitimidad del movimiento será fuerte cuando dejemos de ensimismarnos en políticas partidarias y hagamos nuestras acciones por las políticas que el movimiento exija.

El movimiento hace llamados a la unidad de la izquierda, a la unidad de estudiantes y trabajadores universitarios, al apoyo de una posible huelga indefinida, y a la creación de un movimiento masivo, etc. Muy bien. Pero votaron luego en contra de nuestras propuestas para la formación de una coordinadora nacional permanente (propuesta votada por la asamblea de Ciencias Sociales por una moción de un compañero nuestro del PSOCA), y en contra de sumarse a trabajar con Organización Popular Ya (OPY), que es una instancia coordinadora ya existente de diversos grupos sociales del país. Asimismo: nuestra propuesta para el funcionamiento de la asamblea y de la coordinación de todo este movimiento, era el trabajo a través de comisiones permanentes, con convocatorias públicas y abiertas, lo cual habría significado la posibilidad de incorporar cada vez más personas en la organización, y por lo tanto, tener más personas encargadas de labores organizativas (en lugar de menos), y hacer crecer el movimiento. Todas estas propuestas fueron abierta y públicamente rechazadas y obstaculizadas por los partidos mencionados. Es decir: la asamblea hace una serie de llamados y proclamas, pero a la hora de proponer en la práctica la unidad real de la izquierda, la unidad real de estudiantes y trabajadores, y la coordinación real y concreta de un movimiento masivo, trabajan activamente para que esto no suceda.

Y ese aspecto formal y táctico se relaciona completamente con el contenido político: ya dijimos al inicio de este texto que la propuesta que se plantea el movimiento es recesiva. Pero aún así, dicha propuesta necesita una serie de políticas generales que solucionen el déficit fiscal y la economía del país, para tan siquiera tener la posibilidad de conseguir sus objetivos. Para esto votaron por cobrar impuestos a Zonas Francas, y desvincular el pago del FEES del problema del déficit de manera meramente formal. El problema es que el FEES está vinculado por el déficit, no por un argumento del CONARE o del goiebrno, sino por la realidad: no hay fondos presupuestarios que no dependan de los ingresos que tiene el gobierno para distribuir sus presupuestos. Por más que solicitemos que no exista vinculación entre déficit y FEES, la vinculación existe. La rectoría de la UCR ya ha enviado un comunicado a la comunidad universitaria, en donde argumenta precisamente el tema del déficit fiscal como excusa para mantener el desfinanciamiento crónico de las universidades. Esto confirma la posición del PSOCA de que se necesita salir del gremialismo y pasar a la discusión política de medidas generales que solucionen el tema del déficit y la economía en general, y que este mismo problema concreto es el que conecta en la práctica al movimiento por el FEES con los intereses de campesinos, trabajadores, sindicatos, ambientalistas, etc, abriendo la posibilidad de un movimiento tal y como el cual plantean en sus consignas estos grupos. Las propuestas que llevó el PSOCA que debatían precisamente estos problemas con soluciones prácticas, también fueron rechazadas y excluidas por los partidos que mencionamos antes.

Resumiendo: una de las propuestas de estos mismos grupos fue el llamado al rompimiento de las negociaciones entre sindicatos, Frente Amplio y gobierno, y el inicio de la convocatoria a la huelga general para unificar todas las luchas en contra de los proyectos del PLN y del PAC. ¿Pero acaso la unificación y convocatoria de una huelga general entre estudiantes y sindicatos no necesita una instancia coordinadora nacional que se encargue de esa unificación y convocatoria? ¿Cómo hacen sindicatos y estudiantes para reunirse, unificar y coordinar, sino es a través de una coordinación nacional? ¿Yqué clase de propuestas podrían discutir sindicatos y estudiantes para solucionar sus problemas, si no son políticas generales para la solución del déficit fiscal y de la economía y la sociedad costarricense en general? ¿Acaso vamos a discutir porcentajes del FEES o de “pluses” entre sindicatos y estudiantes que no tienen ninguno relación alguna, cuando lo que necesitamos es discutir el sistema tributario, los aranceles, la reforma agraria, los intereses y la política cambiaria con los que sindicatos y estudiantes sí se relacionan, y que son los que tan siquiera permitirían un mejor FEES o mejores beneficios laborales? Todo esto ha sido rechazado por los promotores de este movimiento.

En la práctica no habrá una sola reunión entre estudiantes y trabajadores, sino simplemente (si acaso) entre comités ejecutivos sindicales y estudiantiles (y estos últimos sin haber sido votados por nadie). En la práctica no habrán políticas que puedan ser defendidas tanto por estudiantes como por trabajadores, y que resuelvan tanto el problema del FEES como los problemas obreros. Es más: ni siquiera se ha formado una sola instancia para unificar los problemas estudiantiles y obreros exclusivamente a lo interno de la UCR (como lo es el tema de interinos, que depende directamente del propio FEES). El gremialismo y la burocracia es tal que seguirán existiendo separadas y simultáneamente, una instancia del tema interino, y una instancia estudiantil del FEES, además de las instancias con el SINDEU cuyas fechas de reunión también desconocemos, etc. ¿Es esto unificar y coordinar un movimiento?

Como decíamos, el hecho de que el movimiento esté levantando esas consignas y esté trabajando en unidad de acción, representa la posibilidad en germen de salir del gremialismo y el economicismo, y pasar al ámbito político: la organización de un movimiento popular que esté diametralmente opuesto al Estado. Pero esta posibilidad es claramente torpedeada por el economicismo de estos partidos: la fragmentación gremial de las luchas, la no-salida del ámbito económico-gremial hacia el planteamiento de consignas políticas, el freno y restricción de la agitación y la propaganda sistemáticas, y la burocratización de las decisiones, etc. Apoyamos las consignas que levanta el movimiento, y apoyaremos siempre tanto la movilización como la participación asamblearia, pero estos grupos están proclamando consignas y votando acciones diametralmente opuestas entre sí. Nosotros en el PSOCA colaboramos con pasadas por aulas para convocar a la asamblea del 6 de Junio, así como con la elaboración de materiales para la difusión en la comisión de comunicación, etc. Pero siempre con el propósito de reunir una asamblea que sea por sí misma la que decida su propia organización y políticas. Estas comisiones se han encargado de sabotear esa posibilidad, y por lo tanto anunciamos públicamente que nos retiramos de ellas.

Hacemos un llamado a participar y apoyar por completo la movilización del próximo jueves 16 de Junio a las 9:00 a.m. que están convocando estas organizaciones. Pero llamamos también a que esa participación empiece a desarrollar su propia propuesta de políticas independientes y sus propias formas de funcionamiento para la toma democrática de decisiones. Por último, pero no menos importante: llamamos a la solidaridad con el movimiento estudiantil y asambleario que se desarrolla actualmente en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en nuestro hermano país, los cuales están enfrentando las mismas políticas de exclusión y desfinanciamiento, además de represión armada y persecución judicial abierta por parte del gobierno hondureño, demostrando la necesidad de la solidaridad y la unidad de los movimientos populares en toda Centroamérica.

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