Los trabajadores del poder judicial tienen varios de estar en huelga indefinida por la defensa de su régimen de pensiones, el cual es el más viejo del país ya que data desde el año 1937. Existen diferentes propuestas para reformar el régimen de pensiones del poder judicial: la propuesta de la UCR, la propuesta de la Superintendencia de Pensiones (SUPEN) y de las diferentes organizaciones sindicales y gremiales del poder judicial. El mejor proyecto de reforma de pensiones es el de los gremios de los trabajadores del poder judicial, porque son los que mejor conocen su situación y estado de las pensiones.

Desde hace varios meses las distintas fracciones legislativas se habían comprometido, firmando, un acuerdo con los diferentes gremios de ese sector para que las reformas a ese régimen iban a estar basados en las propuestas de ellos. Un mes después los diputados incumplieron dicho acuerdo y quieren tramitar el proyecto de la SUPEN, combinado, con el de la UCR que plantean medidas draconianas contra los trabajadores del sector judicial. Esas reformas draconianas plantean que las pensiones de ese sector sean pagadas por el Ministerio de Hacienda y por el propio fondo de jubilaciones del Poder Judicial. Además, ambos proyectos pretenden subir hasta 65 años la edad para pensionarse y que el aporte de los trabajadores pase del 11% actual hasta un 15%. Y así sucesivamente.

En la prensa se ha desarrollado desde hace varios meses una campaña en contra del régimen de pensiones del poder judicial, así como en contra del magisterio nacional y otros regímenes especiales para destruirlos. Se ha atacado a dicho régimen señalando que es un régimen de privilegios cuando en realidad solamente 42 funcionarios, incluidos jueces y un reducido sector, de los 16 mil trabajadores reciben altísimas pensiones. Por 42 altos jerarcas, se pretenden perjudicar a la inmensa mayoría de los trabajadores del poder judicial.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) se solidariza y apoya la huelga y las propuestas del régimen de pensiones del sector gremial del poder judicial. Asimismo, llamamos a todas las organizaciones sindicales y populares a solidarizarse y apoyar activamente la huelga activa de los trabajadores del poder judicial, así como sus demandas a los diputados de la Asamblea Legislativa

Esto tiene una explicación de origen, una génesis. La asociación APSE se convierte en sindicato en el año 2013 con el objetivo, entre otros, de negociar una convención colectiva. Sin embargo, en el camino para lograr ese objetivo, la dirigencia del grupo honestidad que dirige burocráticamente APSE comete una serie de errores que han dejado al sindicato fuera de la firma y titularidad de la segunda y tercera convención colectiva y, por ende, en una situación de desventaja en las negociaciones con las autoridades del MEP y frente a los sindicatos SEC y ANDE. Analicemos esos graves errores de la dirigencia del grupo honestidad que, debido a sus 18 años de controlar el sindicato, se ha acomodado en la administración de los grandes recursos económicos de la organización sindical.

En primer gran error político de la dirigencia burocrática del grupo honestidad fue no haber promovido la discusión de propuestas y elaboración de una convención colectiva propia que estuviera lista y haberla introducido en el Ministerio de Trabajo, en el momento preciso, cuando se venciera en el año 2106 la primera convención colectiva del SEC-SITRACOME. Esto hubiera obligado al SEC a aceptar haber incluido a la APSE en la segunda convención colectiva. En vez de hacer lo anterior, la dirección burocrática del grupo honestidad se dedicó a coquetear y embellecer al SEC por su convención y solicitarle a éste que incluyera al sindicato APSE en dicha convención.

Posteriormente se hizo una coalición sindical APSE-SEC, para dejar afuera al sindicato ANDE que, al final el SEC no respetó e incumplió dichos acuerdos, dejando fuera de la convención colectiva a la APSE. Segundo grave error, la dirigencia burocrática del grupo honestidad, como maniobra, para recomponerse de su derrota en la asamblea de presidentes de bases de abril del 2016 en donde la tendencia Cambiemos, en conjunto con la mayoría de los dirigentes de bases, le impusimos la participación en la huelga del 26 y 27 de abril, lanzó la huelga de un día en el mes de junio, equivocadamente en medio de las negociaciones de la segunda convención colectiva. Esta maniobra política equivocada de la dirigencia del grupo honestidad motivó la represalia del gobierno para dejar afuera a APSE de la segunda convención colectiva.  Lo correcto era firmar primero la convención colectiva, en el mes de mayo, y, luego, lanzar la huelga de junio.

Tercer grave error, la dirigencia burocrática del grupo honestidad, en una actitud hegemonista y prepotente, rompe con el bloque sindical BUSSCO, ruptura a la cual los coordinadores de la tendencia sindical Cambiemos se opusieron, quedando el sindicato APSE sin aliados y solitaria. Posteriormente, la dirigencia del grupo honestidad se arrima a Albino Vargas, Gilbert Díaz y a toda a la derecha sindical que, al final, no le sirvió para nada porque le zafaron la tabla para la tercera convención colectiva.

Al final, el sindicato APSE quedó fuera de la tercera convención colectiva por una decisión coligada entre la ministra de educación Sonia Mora y las dirigencias de los sindicatos SEC-ANDE-SITRACOME. Sin embargo, la dirigencia burocrática del grupo honestidad es la principal responsable de este desastre político al que han llevado a nuestro sindicato APSE debido a sus posiciones políticas equivocadas, a sus posiciones prepotentes y hegemonistas en contra de las demás fuerzas sindicales, ya sean dentro del magisterio nacional como a nivel nacional.


Por José René Tamariz

La presente nota tiene como objetivo desarrollar una discusión con el Partido de los Trabajadores (PT) y su expresión sindical en APSE “a Luchar”, la cual es encabezada por Jhon Vega. Esta es una discusión política-sindical que pretende clarificar y demostrar las posiciones, equivocadas del PT y su representante en APSE, Jhon Vega, que oscilan como un péndulo entre el oportunismo, el sectarismo y el divisionismo-tureca a favor del grupo honestidad.

Del Oportunismo Político-Sindical…

Jhon Vega y otros militantes del PT, siguiendo la línea política de ese grupo, se integraron al grupo honestidad, para supuestamente, aplicar la táctica de “entrismo”, es decir, hacer trabajo político-sindical, desde adentro de honestidad, para ganar miembros a su grupo político y sindical y, eventualmente, ser aceptado por la burocracia sindical de APSE, encabezada por Beatriz Ferreto, para llegar a ocupar algún puesto de dirección sindical nacional dentro de la Junta Directiva.  Para la consecución de sus objetivos Jhon Vega, aceptó el puesto electo a dedo, por la Junta Directiva, luego ratificada en consejo nacional por orden de Beatriz Ferreto, en la secretaría de formación, por un periodo de alrededor de 2 años.

Durante casi dos años, Jhon Vega, debido a su oportunismo, pagado salarialmente por la burocracia sindical, nunca criticó a sus jefes burócratas, sino que más bien se quedaba calladito frente a los ataques que los burócratas de turno les realizaban a los miembros de la tendencia sindical por plantear movimientos huelguísticos para enfrentar las políticas anti-obreras del gobierno. Al final, como la burocracia le descubrió su jueguito estudiantil y nunca lo propusieron a ningún puesto de elección nacional en APSE y, por ello, rompe con la burocracia sindical de honestidad.

… Al Sectarismo político-sindical…

Elecciones del año 2015. La posición asumida por el grupo “A Luchar” y el PT al cual pertenece Jhon Vega, ha sido sectaria, desde el punto de vista de político-sindical con respecto a la tendencia sindical Cambiemos. Demuestro lo que digo con una cita de un artículo de periódico de ese grupo de aquella, intitulado “Elecciones APSE: A Luchar se consolida como una nueva oposición”, en el cual se dice que “Honestidad mantiene el control de la Junta Directiva pero sufre una profunda crisis sin precedentes tras 15 años en el poder. En la Presidencia obtuvieron 1000 votos menos y se redujeron las diferencias en otros puestos; por primera vez pierden cuatro puestos en la Junta Directiva (Secretaría de actas, Vocalía II y II y la Suplencia de Tesorería)”.  Analicemos el sectarismo enfermizo de “A Luchar” y el PT, con respecto a la tendencia Cambiemos.

En todo el artículo no menciona la existencia de la corriente Cambiemos, aunque somos la oposición con posibilidades reales de desalojar del poder de APSE al grupo Honestidad. Además, menciona que honestidad perdió cuatro puestos de la directiva, pero no dice ni los nombres de las cuatro compañeras que ganaron esos puestos pertenecen a la tendencia Cambiemos, lo cual pareciera y deja la falsa apariencia, de que dichos puestos fueron ganados por personas que no pertenecen a ninguna corriente sindical. En otras palabras, intentan de forma afanosa y mañosa de desaparecer la existencia de la tendencia sindical Cambiemos. El sectarismo de “A Luchar” y el PT, promovido por Jhon Vega, es tan enfermizo que pareciera que la única oposición existente en APSE son ellos. En

… Y ahora al Divisionismo-Tureca Político-Sindical

En las elecciones que se realizaran este 20 de julio, el grupo “a luchar” presenta una papeleta completa. Jhon Vega y su grupo “a luchar”, en su nuevo giro divisionista, no quiso ir unido con la tendencia sindical que es la que tiene las posibilidades reales de sacar al grupo burocrático de honestidad del control de APSE. Ahora, para justificar su política sindical de divisionismo de la oposición sindical en APSE, plantea que tiene “profundas diferencias” con la tendencia Cambiemos. En realidad, no existen tales “diferencias profundas”. Los programas de ambas tendencias se pudieron unir para enfrentar y derrotar de forma unificada a la burocracia sindical de honestidad. Entonces, desde ese punto de vista el giro divisionista sindical, consciente o inconscientemente, lleva a Jhon Vega y su grupo “a luchar” a jugar un papel de partido tureca a favor de la burocracia de honestidad.

En cuanto a la discusión de los salarios de los dirigentes de plantas del sindicato APSE, la tendencia sindical, de llegar a asumir el control de la junta directiva de la organización sindical, va eliminar los sobresueldos que existan, llámese hora reloj u otro tipo, solo va a mantener los salarios que legalmente están en los estatutos del sindicato APSE.


Por José René Tamariz

El día jueves 20 de julio se realizarán las elecciones nacionales en el sindicato APSE para elegir nueva junta directiva nacional. La principal tendencia sindical de oposición que se presenta a estas elecciones es CAMBIEMOS la cual cuenta con cuadro y candidatos de experiencia para darle una nueva y correcta dirección de lucha al sindicato APSE. Asimismo, la tendencia sindical cuenta con un fuerte y gran fracción sindical, integrada por coordinadores de diferentes regionales, dentro del Consejo Nacional, órgano político del sindicato. También tenemos una beligerante fracción, minoritaria, pero combativa dentro de la junta directiva nacional integrada por tres excelentes compañeras. Desde estos órganos hemos venido realizando una fuerte política de oposición a las políticas de pasividad, colaboracionismo y conciliación con las autoridades del MEP y del gobierno que mantiene el grupo honestidad que dirige de forma mayoritaria el sindicato APSE.

Desgaste del grupo “Honestidad”

El grupo honestidad que actualmente dirige de forma mayoritaria al sindicato APSE tiene 18 años de controlar nuestro sindicato. Después de tantos años de estar dirigiendo APSE este grupo se ha acomodado administrando el aparato millonario de las cotizaciones de 38 mil afiliados. La conducción burocrática del aparato económico del sindicato APSE ha conllevado a que algunos integrantes de honestidad se roten los puestos de elección repitiendo una y otra vez, tanto en los mismos puestos como alternándose en otros. Así algunas de esas personas de honestidad han sido presidentes, secretarios generales, fiscales y ahora ocupan puestos, electos de dedo, pagados por el sindicato. La actual candidata a la presidencia por parte del grupo honestidad, Mélida Cedeño, fue presidenta en el período 2012-2013 y quiere volver a repetir en este próximo período 2018-2019. Su administración y dirección sindical de aquel período se caracterizó por no obtener ningún logro.

Por otro lado, luego de tanto tiempo de estar controlando de forma burocrática el sindicato APSE el grupo honestidad ha confundido al sindicato con su grupo, lo cual ha llevado a integrar a las filas de ese grupo a todo el cuerpo de promotores. El reclutamiento de los promotores al grupo honestidad ha sido mediante jugosas concesiones económicas, tales como salarios, viáticos y pago de kilometrajes. Asimismo, ocurre en otros puestos pagados por el sindicato APSE.

De otro lado, la administración burocrática del sindicato APSE a manos del grupo honestidad ha conllevado al sindicato APSE al aislacionismo con las demás fuerzas sindicales. Rompió con el bloque sindical y social costarricense (BUSSCO), se alejó del bloque “unidad en la acción” y se separó de los aliados naturales del sector educativo. El pleito y lucha inter burocrática que mantiene con los demás sindicatos magisteriales ha conllevado a que APSE esté fuera de la convención colectiva del sector educación, más allá de que esa fue una medida de represalia política del gobierno de Solís por la huelga del mes de junio del año 2016, teniendo esto graves incidencias en los procesos de negociación de los principales problemas del magisterio nacional. Así nuestro sindicato APSE no tuvo participación en las negociaciones de la zona de menor desarrollo (ZMD), igual está pasando con la negociación de la sobrecarga laboral de los trabajadores de la educación y muchos otros temas de interés para el sector educativo.

Por otra parte, el grupo honestidad que dirige de forma burocrática al sindicato APSE mantiene una constante política de colaboración y conciliación con las autoridades del MEP y del gobierno. Esta política de conciliación del grupo honestidad se manifiesta en la pasividad que mantiene de sus bases. APSE ha dejado de ser el sindicato beligerante y de lucha para resolver los problemas que enfrentan los trabajadores de la educación. Las huelgas de un día que lanza de vez en cuando, es para lavarse la cara con la afiliación que demanda una política de movilización y lucha contra las políticas anti-trabajador de las autoridades del MEP y del gobierno de Solís.

La conducción burocrática del sindicato APSE por parte del grupo honestidad, después de 18 largos años le ha causado un grave desgaste a este grupo sindical. Asimismo, su política de pasividad y de desmovilización de las bases para enfrentar las políticas anti-obreras del MEP y del gobierno de Solís, ha desprestigiado aún más al grupo honestidad, tales como la asfixiante sobrecarga laboral; la congelación salarial de tres años consecutivos; la inestabilidad laboral de miles de trabajadores con interinazgos permanentes; con jornadas extenuantes de trabajos en tres, cuatro y hasta cinco instituciones educativas; o compañeros con insuficientes lecciones y muchos otros problemas. Todo este proceso de acomodamiento, adaptación al orden, la pasividad y desmovilización de las bases frente a las autoridades del MEP y del gobierno de Solís, su política de aislacionismo y pleito inter-burocrático con las demás fuerzas sindicales, quedar fuera de la convención colectivas y muchos otros graves errores de conducción política-sindical del grupo honestidad ha conllevado a profundizar el desgaste político del grupo honestidad. De último, su burocratismo de la peor calaña, de elaborar e introducir en el MEP y Ministerio de Trabajo de forma inconsulta, tanto de los órganos del sindicato APSE como de las bases, el proyecto de convención colectiva, confirma y demuestra la el proceso profundo de degeneración burocrática de los integrantes del grupo honestidad. Debido a todo lo anterior se plantea la necesidad urgente de sacar al grupo honestidad del control del sindicato APSE.

Por una nueva alternativa de lucha en APSE: ¡vote por la tendencia sindical cambiemos!  

La tendencia sindical CAMBIEMOS, como alternativa democrática y de lucha dentro del sindicato APSE, le regresará a nuestro sindicato su carácter de organización luchadora y de defensa de los derechos y necesidades de los trabajadores de la educación. En esa dirección, plantea entre sus principales principios, la independencia total e incondicional del gobierno de turno; la democratización del sindicato APSE, en el sentido de que las bases discutan y voten los proyectos, propuestas y planes de lucha de la organización; contra la burocratización de APSE, la persona o personas de CAMBIEMOS que sea electo en la nueva junta directiva, al concluir su período, regresará a su base sin volver a puestos de dirigencia nacional; movilización y lucha permanente contra las políticas anti-trabajador del MEP y del gobierno; impulso de luchas unitarias y unidad sindical con las demás fuerzas sindicales que estén dispuestas a enfrentar las políticas del MEP y del gobierno.

El plan de lucha de la tendencia sindical CAMBIEMOS, entre otros puntos de lucha, plantea los siguientes: luchar por reducir la sobrecarga laboral; lucha por aumentos de salarios dignos para el sector magisterial y demás trabajadores; pago completo y puntual de los salarios de todos los trabajadores de la educación; lucha por las lecciones de planeamiento para todos los docentes, proporcional al número de lecciones; cumplimiento de los compromisos adquiridos hace años con los trabajadores oficinistas, derecho a vacaciones en igualdad de condiciones con los compañeros del título II, agentes de seguridad, conserjes, cocineras, orientadores, equipos interdisciplinarios para resolver sus necesidades específicas; luchar por resolver la problemática y necesidades de las/los compañeros de primaria; no más reformas perjudiciales al régimen de pensiones del magisterio nacional y del régimen de vejez y muerte (IVM) de la CCSS; contra los planes de estudios y otros ; inconsultos e impuestos, desde arriba de forma burocrática, por las autoridades del MEP; disminución del número de estudiantes por sección; por el reconocimiento de la incapacidades como salario para los trabajadores de la educación del título I.

¡Compañeras y compañeros Apsinos, los llamamos a votar este 20 de julio, por una nueva, beligerante y luchadora dirección del sindicato APSE, por los trece candidatos de la tendencia sindical CAMBIEMOS!


Por José René Tamariz

La elección del directorio legislativo el 1° de mayo hizo que el proceso de crisis del Frente Amplio (FA) que venía manifestándose, principalmente a través de su fracción legislativa, estallará en varios pedazos. La elección de Gonzalo Ramírez, pastor evangélico y ultraconservador, con el apoyo tácito de dos sectores de diputados del FA, como presidente del congreso sacó a luz pública la verdadera naturaleza política de este partido. Por otro lado, el apoyo abierto y votación de un tercer sector de diputados del FA por el neoliberal Ottón Solís para presidente del parlamento, el cual fue derrotado por Gonzalo Ramírez, constituye parte del mismo proceso de capitulación y adaptación a la institucionalidad burguesa del conjunto del Frente Amplio.

Es importante destacar que Gonzalo Ramírez, pastor de la iglesia denominada “Pasión por las Almas”, es un político de derecha ultraconservador y archi reaccionario, enemigo a muerte de los derechos del movimiento de diversidad sexual, del derecho al aborto y de la fertilización in vitro. Además de lo anterior este pastor y ahora presidente de la Asamblea Legislativa, como abogado, tiene un expediente manchado por tres suspensiones en sus funciones como notario y “… tres meses de prisión preventiva que le dictaron en el 2001 por presunta falsificación de le firma de un juez civil de Heredia para levantar el embargo de siete propiedades. El caso llegó a un final sin juicio, pues el hoy pastor evangélico concilió”. (La Nación, 3 de mayo del 2017).

Por semejante granuja votaron de forma indirecta dos sectores de diputados del FA. El primer sector integrado por el cura Gerardo Vargas y Suray Carrillo que, en ese momento, era jefa de fracción del FA. Tanto Gerardo Vargas, voto por si mismo, como Carrillo votó por el cura sabiendo que esos votos se constituían como votos nulos y, por ende, debido al reglamento antidemocrático y bipartidista del congreso, esos votos nulos se le sumaban al que obtenía mayoría. De esta forma, el pastor evangélico, logró sacar en la última ronda de votación 26 votos contra 24 de Ottón Solís. El segundo sector del FA formado por Ligia Fallas y Jorge Arguedas más el diputado Carlos Hernández, ex miembro del FA y hoy diputado independiente, aunque no votaron ni por Gonzalo Ramírez ni por Ottón Solís, al final sus votos terminaron sumándoseles al pastor evangélico. A los 26 votos válidos obtenidos por Gonzalo Ramírez, por efecto del reglamento antidemocrático, se le sumaron los votos de Ligia Fallas, Jorge Arguedas y Carlos Hernández, ex FA.

Por otra parte, el tercer sector de diputados del Frente Amplio (FA) conformado por su presidenta Patricia Mora, el candidato presidencial de ese partido Edgardo Araya, Francisco Camacho y José Ramírez votaron por el neoliberal Ottón Solís. Votaron por este a pesar de que éste no aceptó las propuestas del FA. Es importante destacar que Ottón Solís, fundador del partido de gobierno PAC, es un enemigo acérrimo de los trabajadores del sector público ya que el pretende aprobar la ley de empleo público, asimismo ha pretendido eliminar, vía presupuesto de la República, las anualidades y otros incentivos de los empleados público. Al final, este tercer sector del FA que es parte de la dirección política de este partido, terminó capitulando en toda la línea al PAC y al gamonal reaccionario de Ottón Solís y, por esta vía, la dirección del Frente Amplio (FA) se ubicaba al lado de la patronal en contra de los trabajadores de los trabajadores. Las posiciones políticas de esos tres sectores del FA, asumido durante la elección del directorio de la Asamblea Legislativa, desenmascara el carácter democrático pequeñoburgués del FA y constituyen el punto más álgido de su política de colaboración y conciliación con el PAC-gobierno, por un lado, y de profundo oportunismo político, por el otro.

Una dirigencia de izquierda revolucionaria, frente a ese proceso eleccionario del parlamento burgués, debía denunciar públicamente a ambos candidatos de los partidos burgueses, Gonzalo Ramírez y Ottón Solís, así como a los partidos que apoyaban a ambos candidatos. Asimismo, también debían llamar, antes, durante y después de esa elección a los diversos sectores sociales a movilizarse en contra de esos candidatos y partidos. De último, para no ser partícipes de la elección del fundamentalista pastor evangélico, Gonzalo Ramírez, al mismo tiempo que lo denunciaban, debían salirse del parlamento para que sus votos sean nulos o de otro tipo no se le sumara a ninguno de los candidatos reaccionarios.  

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