eleccion asamblea nacional

Por Diego Lynch

Este 2011 será un año con un ambiente político muy movido para Nicaragua; en noviembre se realizaran las elecciones presidenciales y desde ya los partidos mayoritarios iniciaron sus negociaciones para mantener sus cuotas de poder. El pasado 9 de Enero, se llevó a cabo la elección de la junta directiva de la Asamblea Nacional, y como ya era de esperarse, se reeligieron a 6 de los 7 integrantes de la junta directiva saliente; el único cambio que hubo fue el del diputado Conservador, Alejandro Ruiz, quien ocupaba la tercera secretaria y que ahora ocupara la Diputada Ana Julia Balladares, disidente del Partido Liberal Constitucionalista (PLC).

Elección ilegal

La elección de la junta directiva fue viciada desde un comienzo, ya que el articulo 33 numeral 4 de la Ley No. 606, Ley Orgánica del Poder Legislativo establece que los cargos a la junta directiva se deberán elegir por separados, resultando electo el candidato que obtenga la mayoría absoluta de votos de los diputados. Sin embargo, en clara violación a lo establecido por la ley, el jefe de la Bancada Sandinista, el Diputado Edwin Castro, fue el primero en tomar la palabra, y leyó una moción avalada por el PLC; la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), la Bancada Unidad Nicaragüense (BUN), y por los diputados independientes Eliseo Núñez, Alejandro Bolaños Davis y Jamileth Bonilla, consintieron en elegir a los candidatos propuestos en una sola votación. (El Nuevo Diario. Lunes 10 de Enero del 2011).

Ante esta propuesta y ante los pronunciamientos en contra de ella que realizaron los diputados de la “oposición” quienes expresaron que la propuesta era excluyente, se creó un teatro político dentro del plenario, el cual termino con la renuncia de la Diputada Miriam Arguello a su cargo como presidenta de la junta de edad encargada de llevar a cabo la elección de la nueva junta directiva, por no estar de acuerdo con el sistema en que se pretendía realizar la elección. Sin embargo, cedió su cargo al Diputado Noel Pereira Majano avalando de esta forma el proceso y ocupando su puesto como diputada para ejercer su derecho al voto a la hora de la elección.

De igual forma los diputados de la oposición avalaron el proceso al estar presentes en una elección viciada y ejercer su derecho al voto; estos diputados criticaron la elección en plancha pero no realizaron propuestas para evitar que se reeligiera la misma junta directa. Esta es una clara muestra de la incapacidad política y de organización que tiene la oposición para evitar el control total que el frente sandinista ejerce sobre el gobierno; la oposición se encuentra dividida por intereses personales de sus dirigentes, lo que ha permitido a Daniel Ortega y su grupo político-económico perpetuarse en el poder.

El Frente Sandinista y su política derechista

Si bien es cierto, la oposición critica al gobierno por sus discursos “revolucionarios” y sus métodos antidemocráticos y autoritarios de tomar decisiones, los grandes empresarios y la derecha no han tenido una política para frenar al Frente Sandinista porque este mantiene una política similar a la de los gobiernos de derecha anteriores a su ascenso al poder. El frente se jacta de criticar los 16 años de gobiernos neoliberales y sus políticas burguesas, y son las mismas que él ha venido aplicando a lo largo de su periodo presidencial, donde ha permitido que la empresa privada siga abusando de sus trabajadores con salarios por debajo de la canasta básica; ha permitido aumentos en las tarifas de los servicios básicos, del combustible y de la misma canasta básica; ha consolidado sus empresas familiares y las de los empresarios del frente sandinista.

Ante esta situación, es necesario que los partidos de izquierda luchemos por la reivindicación de los derechos de los trabajadores y de la sociedad en general; es necesario que se abra el abanico político para que la población pueda elegir libremente a sus representantes y que estos no sean impuestos por las mismas personas que ostentan el poder; el gobierno y los partidos de oposición han demostrado una vez más que estos velan por intereses personales y no los del pueblo.

narcocapitalismo

Por Carlos Lucas Arauz

Es curioso como algunos tratan de minimizar el problema del planteamiento de fondo, en este tema del narcocapitalismo, que estamos ante un desarrollo del capital centrado en un tipo especial de mercancía, que es la droga y que este sistema funciona de forma diferente a lo que conocemos del capitalismo moderno, aunque en el fondo, la esencia es la misma: acumulación de riquezas en pequeños grupos, miseria, dolor, violencia y muerte en las mayorías.

No cabe minimizar esta metamorfosis de un brazo o circuito del capital del Siglo XXI, que está pervirtiendo incluso el orden democrático burgués, no solo de países como Afganistán o México, sino de los mismos países consumidores, los más desarrollados como EEUU y algunos de Europa. El poder de este brazo del capitalismo, que va pervirtiendo instituciones, leyes, sistemas judiciales, legislativos y que compra conciencias de diputados, periodistas, policías y hasta nombra presidentes (Uribe en Colombia, por ejemplo), tiende a crecer y a provocar crisis generales, hasta de valores, especialmente en lo tocante a los Derechos Humanos, respeto a la vida, cercena las bases de la salud pública, arrasa a la niñez y juventud. Lo visible es esa crisis en los llamados Estados fallidos, donde el aparato está aparentemente arrinconado e indefenso, pero en realidad, tomado desde adentro por esas mismas fuerzas.

No se ha desarrollado una teoría completa al respecto, pero los argumentos para calificar que estamos ante un estadio “superior” del capitalismo y del capital imperialista, son obvios y empíricos, fácticos:

1. El capital que circula en el mercado de la droga no tiene nacionalidad. Este no es un capital internacional ni regional, ni limitado a determinadas fronteras. Su ámbito supranacional integra como ninguna otra actividad de mercado, las nacionalidades y las formaciones nacionales y Estados diferentes, se mueve en las esferas productivas, distributivas, logísticas, de comunicaciones, inteligencia, control, monitoreo, represión y castigo sin atender fronteras ni leyes locales. Supera todos esos marcos.

2. Este capital basa su ciclo reproductivo en un aparato coercitivo de alto poder de fuego e incidencia, como lo prueban casos tales como las cabezas empaladas hasta de agentes antidrogas en México o las matanzas de nicaragüenses en buses guatemaltecos, el asesinato de personal oficial de EEUU en la frontera mexicana, los genocidios donde incluso las víctimas han sido hasta quemadas vivas, la matanza de policías en Bluefields de Nicaragua, etc. Es un poder esencialmente sanguinario e independiente de ninguna ley o valor humanos.

Éste es un capital, literal y gráficamente, “que viene chorreando lodo y sangre por sus cuatro costados”. Son imposibles los esfuerzos de minimizar estos hechos y este fenómeno.

3. El llamado aquí “narco capitalismo”, es una referencia práctica al circuito económico del capitalismo donde circula la droga y estupefacientes y se materializan sus ganancias en forma de dinero y activos que requieren de un “lavado”, es decir, una re inyección a las otras esferas legales del sistema, tales como el sistema bancario, financiero, bienes raíces y negocios especulativos que incluso se cubren con el ropaje de “inversiones extranjeras”.

Las Naciones Unidas ha definido esfuerzos en ese sentido, pero opinan que “la fiscalización y penalización del blanqueo de ese dinero es parte de las políticas de control de los gobiernos nacionales, pero hasta la fecha los logros en este campo han sido reducidos”. http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/1/5621/lcl1431e.pdf 3.

4. La lógica del capitalismo es la maximización de las ganancias y eso incluye, en función de los ciclos recurrentes de crisis, el fortalecimiento de actividades especulativas que de vez en cuando se tornan ellas mismas en las causas de las crisis y no en sus paliativos, como la crisis financiera-hipotecaria en EEUU y Europa. En estas opciones especulativas, la productividad máxima del capital en estos momentos, la garantizan las ganancias extraordinarias obtenidas en el mercado de drogas, donde en un 2×3, aparecen personas, grupos, empresas millonarias de la noche a la mañana.

La situación es clara: una empresa capitalista normal puede tener costos que sean el 80% de sus ventas. Le queda el 20% para disponer de capital para evadir impuestos, sobornar diputados, comprar periodistas. El capital narco puede operar, flojamente, con costos que son el 20% de sus ventas (por los altos precios de mercado). Le queda el 80% para disponer de capital para evadir fiscalizaciones, a los agentes de policía, sobornar diputados, comprar periodistas, jueces, ofrecer aviones para vuelos presidenciales, etc. http://contraste.unitecnologica.edu.co/es/narcotrafico_politica_y_poder. 4.

5. Es una lástima, o una ironía, que algunos ni siquiera se pongan de acuerdo con el discurso del Presidente de República Dominicana, Sr. Fernández, el cual es tan marxista como el Papa es musulmán, que afirmó en abril de este año ante la Asamblea de las Naciones Unidas que el circuito de las drogas constituye un “mercado negro de carácter global, una especie de economía subterránea o sumergida, que se dedica al cultivo, manufactura, distribución y venta”.http://noticias.aol.com/2010/09/24/onu-fernandez-advierte-sobre-estragos-del-narcotrafico/. Ese mercado, señaló, “se rige igual que cualquier otro, por las leyes de la oferta y la demanda, y alcanza la astronómica suma de 400.000 millones de dólares anuales”.

Mercado, global, economía subterránea, manufactura, distribución y venta, no son categorías “marxistas”, pero se refieren en lo fundamental a la existencia de un circuito supranacional del capitalismo en el caso del circuito económico de la droga.

6. Reconocer y señalar triunfalistamente que el narco capital puede penetrar (aunque no con la misma intensidad) a estructuras estatales en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Rusia  (supuestos países “socialistas”), sin mencionar a Costa Rica, o hasta el Vaticano, solo refuerza la tesis no sólo de su carácter supranacional, sino suprasistema, pues el capital actúa también por ósmosis, al inicio; no le interesa el carácter o tipo de Estado que se trate, ni de sus discursos, sino qué tan útil pueden ser a su ciclo de reproducción. Todo sistema es permeable a la corrupción, el chantaje, la amenaza, la represión, la tortura y la muerte, la metodología de esta expresión del capitalismo. No hay nadie invulnerable a esta forma de capitalismo, nadie.

Eso, apartando la discusión teórico-práctica de si en Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, hay socialismo. ¿Nos han engatusado las consigas “socialistas” del FSLN y la Sra. Murillo? Pues el FMI, como Trivelli o Callagan no creen que aquí en Nicaragua se esté construyendo el socialismo (al margen que EEUU catalogue de “criminal” y “loco” al presidente de Nicaragua, términos mundiales muy aplicados, por ejemplo, en el caso de su hoy, Ex Presidente Bush).

7. Minimizar y simplificar (diciendo por ejemplo, “El narcotráfico (…) al fin y al cabo solamente es otra actividad comercial que deja dividendos”) el fenómeno del narco capitalismo, es minimizar el peso y la relevancia de otros circuitos en última instancia, financieros como el tráfico de armas y de personas (especialmente la niñez y juventud) al que usualmente este brazo del capital, está relacionado. Y es que al fin y al cabo,  no es lo mismo producir, distribuir y vender sorbetes Dos Pinos que cocaína, anfetaminas, marihuana; es seguro que los muertos, secuestrados, mutilados, desmembrados al final de la cadena del sorbete, son menores a los de la cadena de drogas.

jubiladitos

Por Miguel Sándigo

Una vez más y por segunda ocasión en este último trimestre del año 2010, las asociaciones y gremios del Adulto Mayor han estado al frente de la lucha por la defensa de sus derechos; derechos que el gobierno y los empresarios han querido arrebatarles en un inicio con el no pago de la jubilación y esta vez al no querer otorgarles un descuento del 50% en la tarifa energética que por ley les corresponde.

El 15 de septiembre del corriente año entro en vigencia la Ley 720, “Ley del Adulto Mayor”, la cual en su artículo 7 establece los beneficios de los que gozan estas personas, siendo uno de ellos el descuento del 50% en el pago sobre el monto total de las facturas de los servicios de energía eléctrica; por lo que el pasado 11 de Noviembre el Instituto Nicaragüense de Energía (INE) mediante la Resolución No. 2675-11-2010 ordenó a todas las empresas distribuidoras de electricidad en el país ya sean privadas o estatales el cumplimiento inmediato de este beneficio, y que se les reconozca el  cobro realizado durante los meses de septiembre y octubre, meses en los que la Lay ya se encontraba en vigencia.

Según los miembros que integran el Consejo de Dirección del INE, este beneficio cubrirá a un total de 20 mil 604 jubilados que actualmente gozan de la tarifa TJ, que es la Tarifa de Jubilado. (El Nuevo Diario, Viernes 22 de Noviembre del 2010).

Gobierno doblega al INE

Ante esta resolución, la Empresa de Electricidad Unión Fenosa (empresa extranjera en la cual el gobierno del Frente Sandinista tiene un porcentaje de acciones) a como era de esperarse trato de desvirtuar la realidad y solicito una interpretación auténtica de la Ley, interpretación que solamente puede ser realizada por el órgano creador de la misma, la Asamblea Nacional. Ante esta situación, el Diputado Sandinista y fiel e histórico militante del FSLN declaro ante los medios de comunicación que la mencionada Ley 270 solo venía a ratificar la Ley 160, la que establece una reducción del 50% a los jubilados que consuman un máximo de 150 KW al mes, dejando fuera de este beneficio a los jubilados que consuman más de lo establecido por la Ley 160.

Con estas declaraciones, el Gobierno doblega el brazo del INE y permite que la transnacional Unión Fenosa continúe robando y exprimiendo al pueblo nicaragüense, ya que deja desprotegidos a un gran número de jubilados que consumen más de los 150 KW y a otros que Unión Fenosa no les ha querido realizar el respectivo tramite por no presentar el carné del Consejo Nacional del Adulto Mayor (Conam), el cual ni siquiera está constituido; en cambio la ley 270 establecía que era necesario solamente la cedula y el carné de jubilado.

Jubilados anuncian plantones

Para Donald Castillo, Presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados Independientes de Nicaragua (AJUPIN), quedan en evidencia tres cosas: “Queda en evidencia que los diputados aprueban leyes que ni siquiera leen; que la Ley 720 es más populismo barato del gobierno, y que se siguen burlando de los jubilados, quienes deben tomar nota junto a sus familias porque vienen las elecciones de 2011”. (Donald Castillo para el Nuevo Diario. 24 de Noviembre del 2010).

De igual forma llamo a todos los jubilados del país a que se hagan presenten el día lunes 29 de Noviembre a un plantón que se llevara a cabo en las inmediaciones de la rotonda Rubén Darío en Metrocentro, para exigirle al gobierno y a los empresarios que cumplan con este derecho y muchos más contemplados en la Ley; también dijo que este será uno de un sinnúmero de actividades y plantones programados a realizarse en otras rotondas de la capital, hasta concluir con un plantón frente a la Asamblea Nacional para exigirle a los diputados que hagan cumplir la Ley del Adulto Mayor tal y como fue aprobada.

¡¡¡Nacionalización y beneficios para los más pobres!!!

Ante estas arbitrariedades y manipulaciones por parte del Gobierno y los Empresarios, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) insta a la población en general a apoyar esta justa lucha de los jubilados; de igual forma exigimos al gobierno de Daniel Ortega que nacionalice las empresas que llevan los servicios básicos a la población (Luz, Agua y Telecomunicaciones), para que se beneficie no solo a los jubilados sino a toda la población de escasos recursos.

rio-san-juan-de-nicaragua-

Por Victoriano Sánchez Martinica

El dragado del rio San Juan, iniciado el pasado 19 de Octubre por el gobierno de Daniel Ortega, ha reavivado los más reaccionarios sentimientos nacionalistas y xenófobos tanto en Costa Rica como en Nicaragua, los que están contaminando toda la región centroamericana.

En Costa Rica se mantiene la campaña anti nicaragüense, en un país donde hay más de medio millón de trabajadores nicaragüenses. En Nicaragua, aunque no hay trabajadores costarricenses, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ha impulsado movilizaciones controladas que se han transformado en apoyo político al gobierno de Ortega. Una de estas fue de estudiantes de secundaria en San Carlos, cabecera del departamento de rio San Juan, en la frontera con Costa Rica. La otra manifestación se realizó en Managua, el pasado 16 de Noviembre, y reunió a varios miles de estudiantes universitarios que marcharon ante la Cancillería.

Estas marchas nacionalistas pretenden recrear el apoyo político que el presidente Daniel Ortega necesita para lograr un aplastante triunfo electoral en las elecciones de noviembre del año 2011, donde está en juego su reelección y la continuidad del FSLN en el poder.

¿Quién es Humberto Ortega?

En la crisis sobre el río San Juan ha reaparecido un personaje un tanto olvidado: el general Humberto Ortega Saavedra, hermano menor del Presidente Daniel Ortega. Durante mucho tiempo los hermanos Ortega impusieron su hegemonía entre las diferentes corrientes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Humberto Ortega, en los últimos 30 años, ha estado vinculado directa o indirectamente a los grandes acontecimientos políticos de Nicaragua: desde Liberia, Costa Rica, estableció el comando que dirigió la guerra de guerrillas contra Somoza; en junio-julio de 1979 negoció un armisticio con la Guardia Nacional, el cual no funcionó por que el empuje de la insurrección terminó destruyendo al ejercito somocista; después de la firma de Esquipulas II, en agosto de 1987, fue el gran negociador de los Acuerdos de Sapoa, en marzo de 1988, que condujo a la desmovilización del ejército contra y la convocatoria a elecciones anticipadas.

Después de la victoria electoral de Violeta Chamorro en 1990, Humberto Ortega impulsó el llamado Protocolo de Transición, que permitió al FSLN conservar ciertas cuotas de poder en las instituciones, especialmente en las Policía y el Ejército. Su salida de la jefatura del Ejército en febrero de 1995, produjo fuertes roces con el gobierno de Violeta Chamorro.

Desde las sombras del anonimato político, en el periodo presidencial de Arnoldo Alemán (1997-2002), promovió y fue uno de los principales negociadores del pacto entre el FSLN y el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), el que se materializó en la reforma constitucional de 1999 y que todavía perdura, a pesar de sus constantes crisis.

Antes de residir nuevamente en Nicaragua Humberto Ortega vivió muchos en Costa Rica, en donde mantiene la mayor parte de sus inversiones, y durante su estadía logró establecer lazos con empresarios y grupos económicos de Costa Rica.

Pero el recordatorio de su impresionante trayectoria política no es para ensalzar la personalidad de Humberto Ortega, sino para analizar qué intereses económicos o de grupos económicos se mueven alrededor de su persona y que representa la gestión negociadora pretende desempeñar en la crisis actual entre los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua.

El ala negociadora

La alta dirigencia del FSLN es actualmente un conjunto de grupos o círculos de poder que se mantienen unidos y disciplinados bajo la autoridad de Daniel Ortega. Estos grupos asumen roles diferentes: al Frente Nacional de los trabajadores (FNT) dirigidos por el doctor Gustavo Porras, le corresponde el rol de fuerza de choque, de atemorizamiento de la oposición. En sentido contrario, el grupo de empresarios, dirigidos por Bayardo Arce, le corresponde el rol de administrar la económica. Y así sucesivamente. Aunque Humberto Ortega no es formalmente dirigente del FSLN, siempre ha pertenecido al grupo que encabeza las negociaciones.

A diferencia de la derecha tradicional, y habiéndose constituido en una nueva clase empresarial, la dirigencia sandinista resume todavía algunas características excepcionales: una larga y dura escuela de conspiración, lucha revolucionaria y sacrificios personales, etc. Estas “cualidades” fueron trasladadas de la lucha armada a la lucha política, potenciando una astucia y habilidades políticas poco comunes en el marco de la atrasada democracia burguesa nicaragüense.

Desde antes que Daniel Ortega triunfara en las elecciones de Noviembre del año 2006, se rumoraba sobre serias e inusuales divergencias políticas entre los hermanos Ortega. Es muy difícil afirmar hasta donde son reales estas diferencias, o si se trata de una acostumbrada maniobra política de ex guerrilleros para engañar y marear a los adversarios, quienes acostumbrados a esconderse bajo los faldones del gobierno de los Estados Unidos, no logran formar dirigentes políticos de la misma magnitud que los sandinistas.

Lo que si podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, es que Humberto Ortega siempre ha representado al ala negociadora del sandinismo. En otras oportunidades, debido a su relación con la burguesía costarricense, el general Ortega ya ha entrado en escena, Así ocurrió cuando Humberto Ortega se reunió previamente con Rodrigo Arias, para preparar la reunión entre Oscar Arias y Daniel Ortega en noviembre del 2007.

En esa ocasión, Oscar Arias dijo alegremente: nos  reunimos "cada vez que se puede" (…) creo que con Humberto como embajador fuera del gobierno hacia Costa Rica vamos a tener una muy buena relación, está muy cerca de su hermano aunque no quiera ir al gobierno. Tendremos una relación muy hermanable" (ACAN-EFE 21/11/2007)

¿Avanzadilla negociadora?

El actual conflicto de Costa Rica con Nicaragua ha pasado por fuertes tensiones, declaraciones altisonantes de ambos bandos, etc. En un momento pareció que el enfrentamiento militar era inevitable, pero justo en el momento oportuno reapareció el general Ortega en escena, promoviendo negociaciones secretas con el gobierno de Laura Chinchilla

Primero fue la carta en la que el general Ortega solicitaba una reunión entre los presidentes de Nicaragua y Costa Rica, que preparara la reunión binacional programada para el 27 de Noviembre: “La Cumbre presidencial no debe ser suspendida, es lo único, en el cortísimo plazo, que queda para no precipitarnos al abismo”.

En su carta del 15 de Noviembre, el general Ortega informa que el presidente Ortega estaba dispuesto a retirar las tropas apostadas en la zona de conflicto. Posteriormente se filtró en los medios de comunicación la reunión secreta con el canciller René Castro y con la propia Laura Chinchilla. El general Ortega justificó la diplomacia secreta y la nota aclaratoria de la cancillería nicaragüense a su gestión: “ellos (la cancillería nicaragüense) consideraron que no era aconsejable abrirse a partir de mi carta y dejar algunos elementos que pudieran no ser favorables a la estrategia del gobierno (…) Pero no significa un rechazo, sino un manejo a su situación. Al ser una nota muy breve y no descalificativo a mi persona, ni atacan mi contenido, ni lo bendicen, lo cual podemos llevarlo al marco de cierta prudencia”.

El General Ortega comparte en cierta medida la preocupación de la burguesía costarricense: “el problema de fondo es el dragado (…) Ellos temen que el dragado pueda perjudicar ríos como el Colorado. Es legítimo, tener preocupación si un vecino hace una reparación que no vaya afectar mi propiedad”.

Y como empresario no deja de tener razón, porque todo indica que la estrategia del gobierno sandinista es prepararse para la negociación con Costa Rica. El general Ortega esboza una parte de esas intenciones: “Se tiene que sentar esa cumbre presidencial, para sentar bases profundas, con una proyección estratégica de unos 20 ó 30 años. En asuntos muy concretos de beneficio comercial, turístico, de seguridad nacional, y que están casi redactados para ser discutidos. Esa reunión no debe ser chocante”. (El Nuevo Diario 16/1/2010)

Los negocios del rio San Juan

No es una exageración afirmar que el trasfondo real del conflicto fronterizo entre Costa Rica y Nicaragua son los negocios existentes y futuros en el rio San Juan.

Bayardo Arce, asesor económico del gobierno sandinista, acaba de reconocer que tras el dragado del rio San Juan se esconden un pleito por los millonarios negocios en ambas márgenes del mismo: “hay que averiguar quiénes son los dueños de las tierras y de los negocios en la zona del río Colorado, en Costa Rica, porque son los que están moviendo esto, precisamente cuando Nicaragua hace un esfuerzo extraordinario por el desarrollo de la zona” (END 19/11/2010).

Lo que no dice Bayardo Arce es que en este pleito, el gobierno sandinista se prepara para negociar lo que hoy parece innegociable.

Fracasan primeras negociaciones secretas

Humberto Ortega ha reconocido que Nicaragua esta anuente a retirar las tropas, una demanda de Costa Rica y de la Organización de Estados Americanos (OEA). Por su parte, el canciller de Costa Rica, René Castro, aceptó que "Desde un principio nosotros aceptamos establecer una zona despejada para que observadores internacionales de la Organización de Estados Americanos (OEA) aseguraran que saliendo uno no entrara el otro hasta que se termine absolutamente de negociar los acuerdos pendientes" (EFE 16/11/2010).-

Estas primeras negociaciones secretas han fracasado, al parecer tanto el gobierno de Costa Rica como el de Nicaragua se preparan para negociar, pero antes deben golpear la mesa y mejorar su posición de fuerzas, por eso recurren al nacionalismo estrecho y la xenofobia. Los trabajadores centroamericanos debemos mantener la independencia política y guardar la distancia ante ambos gobiernos.

pleitesia

Por Melchor Benavente

La reciente visita de Arturo Valenzuela a Managua, subsecretario de Estado de los Estados Unidos, no trajo ningún sobre salto en la relación bilateral entre ambos países, más bien refleja la continuidad de la política del Departamento de Estado de los Estados Unidos en la última década torno a Nicaragua.

Política de tolerancia

Al final de la segunda administración de George Bush  y el inicio de la administración Obama, en ese periodo de transición en que Daniel Ortega ganó las elecciones en Noviembre del año 2006, el subsecretario de Estado Thomas Shannon personificó una nueva política de tolerancia de los Estados Unidos en relación a los “partidos de izquierda” que habían tomado el poder por la vía electoral, especialmente en Sudamérica, que incluía también una tolerancia especial, muy condicionada, por tratarse de su patio trasero, al gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el mismo partido político que en la época de la revolución (1979-1990) se enfrentó militarme al ejército contra armando y financiado por los Estados Unidos.

Esta política de tolerancia no es producto de una conversión religiosa o filosófica de la elite dirigente de los Estados Unidos, sino que está relacionada directamente con la necesidad de priorizar recursos ante la pavorosa crisis económica de los Estados Unidos, que lo ha llevado a perder influencia en algunas áreas del mundo. Los Estados Unidos ya no pueden gobernar el mundo como antes, ahora tienen que llegar a acuerdos mínimos con sus aliados más importantes, para concentrar fuerzas contra los enemigos abiertos.

Valenzuela sintetiza esta nueva orientación de los Estados Unidos de la siguiente manera: “la visión nuestra con el presidente Obama es de tener un trato nuevo con los países de nuestra América. Estamos viendo cómo avanzar para solucionar los problemas de una forma respetuosa, consensuada, un diálogo fluido, franco, donde podamos tener una interlocución para  poder resolver los problemas en beneficio de nuestros pueblos” (El Nuevo Diario  28/10/2010)

En cambio, la oposición burguesa nicaragüense, sumamente fragmentada y debilitada después de la victoria electoral del FSLN en el 2006, todavía no ha comprendido las motivaciones de este viraje “pragmático” del gobierno de los Estados Unidos. Todavía añoran el endurecimiento de la administración de Ronald Reagan que convirtió la lucha contra el sandinismo en un estandarte político.

La derecha nicaragüense, en su lucha contra el FSLN, siempre se ha refugiado en los faldones del imperialismo norteamericano. Por ello, con la reciente visita de Arturo Valenzuela, estaban decepcionados, porque éste no realizó ningún tipo de ataques políticos  contra Daniel Ortega sino que se deshizo en elogios al Ejército y Policía de Nicaragua, líderes en la lucha contra el narcotráfico a nivel centroamericano.

Coincidencias por la “seguridad ciudadana”

Al arribar a Managua, Valenzuela declaro que una de las principales preocupaciones de Estados Unidos en la región era la “seguridad ciudadana”: “Este es un tema que nos preocupa a todos (…) No es solamente un tema de fuerzas (armadas), sino de cómo construir comunidades más seguras". (El Nuevo Diario 28/10/2010)

Es absolutamente falso que Valenzuela este preocupado por los asaltos y crimines cometidos contra los sectores populares en los barrios marginales. En muchos países de la nación centroamericana, el tema de las maras o pandillas se ha transformado en un fenómeno social  de rechazo pasivo a la decadencia del capitalismo en Centroamérica. A pesar de la miseria y del desempleo, Nicaragua es el país más seguro de Centroamérica porque la dirigencia sandinista, que tiene enorme influencia política sobre la oficialidad del Ejército y la Policía que nació de la revolución, siempre ha tenido un interés particular en evitar la formación de grupos armados por fuera de las instituciones que ellos controlan. Este ha sido un seguro de vida exitoso. En ese sentido, la dirigencia sandinista y el gobierno de los Estados Unidos, desde diferentes ángulos, tienen una profunda coincidencia.

En toda la región, con los cuantiosos recursos del narcotráfico, el crimen organizado ha logrado montar pequeños ejércitos paralelos, reclutando sicarios de entre las maras, creando una creciente inestabilidad para las instituciones del Estado burgués. En muchos casos estos pequeños ejércitos paralelos tienen la protección de la corrupta cúpula de las Fuerzas Armadas, las que se han involucrado en asesinatos, secuestros y extorsiones de todo tipo, conforme los casos denunciados primordialmente en Guatemala, El Salvador y Honduras.

Buscando aliados

El desbordamiento de la situación militar en la frontera entre Estados Unidos y México, en donde los ejércitos paralelos del narcotráfico han demostrado una alta capacidad de combate, ha obligado al gobierno de los Estados Unidos a buscar aliados en la región centroamericana, para cercar las posibilidades de crecimiento y expansión de estos grupos irregulares del crimen organizado.

No fue una casualidad que Valenzuela insistiera en que “entre los temas que estamos abarcando a nivel bilateral, hay una serie de temas importantes y probablemente el tema que más preocupa a la región centroamericana en este momento es el tema de la seguridad, así que es un tema de prioridad para el presidente Obama”. (La Prensa 28/10/2010)

La administración Obama ha dejado de un lado las diferencias ideológicas, los discursos, para concentrarse en un punto estratégico: la seguridad. Y en esta lucha de los Estados Unidos por controlar el mercado mundial del multimillonario negocio de las drogas, que lo ha llevado a diseñar el Plan Colombia, el Plan Mérida y el CARSI, el gobierno sandinista ha demostrado ser un excelente aliado, graduado con altas calificaciones en el combate al narcotráfico.

La propuesta de Chinchilla y Ortega

Independientemente de la trifulca entre Nicaragua y Costa Rica por el dragado del río San Juan, que ha conducido a la movilización de tropas en ambos lados, Daniel Ortega retomó la propuesta de la presidente Chinchilla, en el sentido de que se requiere un plan específico para  combatir exitosamente al narcotráfico en Centroamérica.

En conferencia de prensa, Daniel Ortega declaró que “compartimos el planteamiento que ha hecho la Presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, sobre establecer un mecanismo centroamericano de coordinación, lo que no significa que nos vamos a desligar lógicamente de nuestras coordinaciones con México, porque sabemos que el enemigo es el mismo, está por todos lados; pero sí es importante que se puedan establecer relaciones, aparte de lo que es el Plan Mérida, con la región centroamericana y un plan que se pueda diseñar en este campo (que) nos permita articularnos mejor contra el narcotráfico, contra el crimen organizado y que la región centroamericana se convierta en un corredor blindado que no permita que siga avanzando esta epidemia en toda nuestra región” (El Nuevo Diario, 28/10/2010)

Valenzuela se mostró atraído por la propuesta de Ortega, al grado de afirmar que “es cierto que lo que se requiere aquí es un enfoque muy especial para Centroamérica, donde hay diferencias entre los países en cuanto a la capacidad de respuesta, pero donde todos tenemos que estar mejor abonando. Para Estados Unidos éste es un tema de corresponsabilidad también, nosotros somos un país consumidor, nos corresponde estar trabajando con los países de forma decidida y respetuosa para poder solucionar estos problemas” (La Prensa, 28/10/2010)

Decepción de los “demócratas”

La derecha en Nicaragua se define a sí misma como “demócrata”. Sus líderes todavía continúan bajo estado de shock, porque Valenzuela no criticó al gobierno de sandinista en un solo punto de política interna. A lo sumo, ante la insistencia del entrevistador, Valenzuela llegó a decir “como principio fundamental es importantísimo velar por el derecho constitucional (…) Ahora en el caso particular de Nicaragua, en realidad esto es un debate interno, ustedes tienen que ir resolviendo estos temas (…) no le corresponde a EE.UU., ni a ningún otro país, decidir quiénes ganarán las elecciones, eso es netamente un tema de la soberanía de cada país. Nosotros estamos dispuestos a trabajar con quien sea elegido, cualquiera que sea elegido en condiciones obviamente que llegan a los niveles de estándares de transparencia, de claridad y que se ajusten al Estado de Derecho” (La Prensa 28/10/2010)

Un día antes de la visita de Valenzuela, el Consejo Supremo Electoral (CSE; a pesar de estar cuestionado por el conjunto de la oposición burguesa, convocó a elecciones, y estas no fueron cuestionadas por el representante de Estados Unidos. En pocas palabras, Estados Unidos no se opone a la reelección de Ortega, ni a la convocatoria de elecciones, y más bien parece estar dispuesto a reconocer un posible triunfo electoral, si el FSLN cumple con estándares mínimos.

Una vez más se comprueba que los Estados Unidos no se mueven por principios políticos o filosóficos, ni defienden la cacareada “democracia”, sino que actúan por sus intereses como imperialismo dominante. Ayer apoyaron y armaron a Sadam Hussein en la guerra contra Irán, pero después, cuando ya no les fue útil, organizaron la invasión y lo terminaron ahorcando. En sentido inverso, antes criticaban al FSLN ahora le reconocen muchos méritos.

Durante muchos años, para Estados Unidos el sandinismo fue un enemigo irreconciliable, pero ante los cambios sociales de la dirección sandinista, que ahora es el sector hegemónico de la burguesía nicaragüense, ante su comportamiento político moderado, el Departamento de Estado cierra los ojos ante la centralización del poder en la familia Ortega-Murillo, y se hace el sordo ante las denuncias de sus aliados de la oposición burguesa sobre el montaje de un régimen dictatorial.

Definitivamente, no hay vuelta de hoja: la lucha por la democratización de Nicaragua debe ser obra de los trabajadores y los jóvenes.

Más artículos…

Hemeroteca

Archivo