Por: Salvador Belloso
Cuando inició la gestión Bukele-NI-GANA, al momento de conocerse la conformación del gabinete, el nombramiento de Rolando Castro, como Ministro de Trabajo generó muchas reacciones, precisamente por su pasado como dirigente de la Asociación salvadoreña de Trabajadores Municipales (ASTRAM), se creía que su labor al frente del Ministerio de Trabajo y Previsión Social iba encaminada a ejercer el control del acéfalo organizacional que dejó el FMLN tras su descalabro electoral.

Esta persona tiene un devenir oscuro, su pasado como sindicalista queda salpicado por ser parte de hilos de corrupción y por tener vínculos con el narcotráfico, específicamente fue cercano colaborador de Enrique Rais. Una nueva administración presidencial, suponía una nueva dirección política al frente de aquellas organizaciones sindicales que padecen el mal de tener como representantes a monigotes proclives a disfrazar las negociaciones con colaboración de clase.

Lo que casi nadie alertó fue que este ex sindicalista en realidad sería el verdugo que impondría control consensuado gracias a la disponibilidad de dirigentes traidores y sobre todo, por imponer su mano dura contra aquellos dirigentes de las organizaciones sindicales cuyo funcionamiento aún es independiente del control del Gobierno. Por otro lado la libertad sindical tan violentada por la gestión anterior, esta vez ha rebasado los límites de lo tolerable, al punto que la eficacia de los Derechos laborales individuales y colectivos se mide a partir de la venia del Gobierno, todo depende de su ’’voluntad’’. Esto es algo que debe ser denunciado y consiguientemente combatido.      
Agresiones colectivas más sobresalientes     
Aunque si bien, algunas veces la violación a los Derechos laborales colectivos lleva implícita la individualización de dichos actos en cuanto golpea a sus dirigentes para desequilibrar a la organización. Un primer acto de gran trascendencia es el asalto al Sindicato de Trabajadores del Seguro Social (STISSS), en el 2019, cuando el colectivo más ínfimo del STISSS en una maniobra preparada por Rolando Castro, impuso una nueva junta directiva, la entrega de credenciales y la disolución de la junta directiva de la ex secretaria General Armida Castro, esto vaticinaba lo que en cadena continua hasta este momento de manera muy especial en la administración pública.

En 2020 de forma más abrupta la Asociación General de Empleados públicos y Municipales (AGEPYN), fue el blanco de un nuevo ataque, esa vez se concertó el ingreso violento de personas quienes decían ser la nueva junta directiva, acción respalda por Rolando castro, y por Mario Durán, Ministro de Gobernación (las organizaciones de la sociedad civil llevan su registro en este ministerio).  Aunque tras una serie de críticas y denuncias, se calmaron los ánimos, el golpe surtió efectos en el sentido que la directiva legítima entró al manso redil del control factico del oficialismo. En 2021 el Sindicato de trabajadores de la Asamblea Legislativa (SITRAL), le fue violentado el fuero sindical a cinco miembros de su junta directiva y por supuesto, trabajadores de este órgano de Estado que yace bajo control absoluto del bukelismo, en este 2022 una nueva ola de despidos ha golpeado aún más a este sindicato.     
Agresiones individuales más sobresalientes 
Más allá de las interpretaciones jurídicas de los Derechos Individuales, existe una realidad invariable donde toda violación a un Derecho individual tiene cierta dimensión colectiva; si bien la fuerza de trabajo se vende de manera individual, no obstante, la productividad en el trabajo como tal es una actividad colectiva, inexorablemente toda violación individual surte efectos colectivos. Para hablar de agresiones específicas y directas del bukelismo hacia sindicalistas, no existe mejor ejemplo que con lo aplicado bajo el Régimen Excepción.  

Cristian Guevara, corrupto diputado de la bancada de Nuevas Ideas, y Rolando Castro previo a la marcha del 1 de mayo 2022, bajo el contexto del Régimen de Excepción amenazaron a quienes marcharan en tal fecha conmemorativa, en su lugar alentaron a participar en el acto oficial del Gobierno en dicha fecha. Sin tanto revuelo sus amenazas se concretaron; sumándose a José Leónidas Bonilla Torres, fue capturada Dolores Victoria Alvarado Almendarez, y Giovani Aguirre López, también dirigentes sindicales de las alcaldías de Cuscatancingo y San Salvador, detenidos como parte de las represalias. En el siguiente mes (6 de junio), fue detenido Rodolfo Pereira, secretario general de la Asociación Nacional de Trabajadores Independientes, Vendedores Estacionarios y Ambulantes salvadoreños (ANTRAIVEAS), su captura sucedió en momentos que la administración municipal de Soyapango giró orden de desalojo en algunas áreas públicas ocupadas por los vendedores, lo cual fue denunciado por Rodolfo Pereira en una conferencia de Prensa.

Esto solo por mencionar algunas de las capturas de sindicalistas, pero hay más.  Lo que sin dudas genera mayor impacto es la muerte el pasado 3 de septiembre de José Leónidas Bonilla Torres, tras cuatro meses en detención, es uno más de más de 80 víctimas del Gobierno de Bukele en el Régimen de Excepción.

¿Cómo reprime y logra consenso al mismo tiempo?

Lo expuesto con anterioridad no son casos aislados que coinciden accidentalmente con políticas de austeridad Estatal y Régimen de Excepción, sino demuestran una clara línea represiva dirigida desde el Gobierno, para doblegar la voluntad de quienes se resistan al sometimiento, pero sobre todo para dar muestras que será implacable ante cualquier fuerza social que le haga oposición. Se trata de una represión seleccionada cuyo enfoque son dirigentes críticos y opositores, con ello busca sembrar terror, en su afán para lograrlo ha encarcelado, calumniado y asesinado.

El Régimen de Excepción le funciona a Bukele, como un instrumento para validar sus acciones, de otra manera tendría pocos argumentos; bajo la excusa de guerra contra las pandillas ha instrumentalizado este mecanismo constitucional al punto de normalizar todo tipo de vejamen, de no ser así sería en lo expedito detectable, repudiable y por lo tanto necesarias las respuestas combatidas a esta manera de operar de este Gobierno autoritario, habría lugar a coordinaciones de lucha contra un tirano, un enemigo en común, pero esto no aplica en El Salvador, Bukele resulta incólume mediante su gran aparato propagandístico, donde se pinta un Gobierno que está ganado la guerra a las pandillas y que las detenciones injustas y muertes en los centros penales son daños colaterales, necesarios para garantizar el bien y el futuro de la mayoría, como los golpes son focalizados y no afectan a todos, estos sucesos pasan inadvertidos.

Por otra parte logra sobrellevar las voces críticas de los representantes sindicatos y otras organizaciones populares, pone como escudo a los dirigentes sindicales que le lavan los trapos sucios, quienes replican la orientación propagandística del Gobierno, y gracias a ello son parte de una mesa en comunicación con el Gobierno, mediante reuniones y apariciones públicas con Rolando Castro, crean una simbiosis donde el beneficio del Gobierno es el control mayoritario del movimiento sindical salvadoreño, mientras que los dirigentes con la imagen autoproclamada de ser los portavoces oficiales de la clase trabajadora,  y la aprobación, valga la redundancia del Gobierno para serlo, son quienes ganan protagonismo como luchadores dignos de ser parte de optar a cargos públicos, acá están los dirigentes del STISSS y Poder Popular, entre otros.

Una manera de entretener a las bases de estas organizaciones sindicales es la promesa de reformas a las pensiones, lo que suponía habría de realizarse a un corto plazo lleva ya, se vive de las expectativas que genera la posibilidad de por fin derogar al actual Sistema de ahorro de Pensiones (SAP), hecho a la medida del neoliberalismo, todo parece indicar que se irá como agenda electoral de cara al 2023.

Para dar una imagen fuerte y ganarse la aprobación de la clase trabajadora, Rolando Castro, de forma bien calculada selecciona al empresariado al cual sancionar, se trata de un empresariado que no forma parte del empresariado aliado de Bukele, este es el que se lucra de la seguridad privada y de las violaciones laborales que han realizado impunemente, sin embargo en la empresa privada, Castro hizo de oídos sordos cuando las trabajadoras y trabajadores de Industrias Florenzi padecieron las penurias que les ocasionó el despido masivo y posterior cierre de la fábrica, por eso categóricamente es válido suponer que su labor protectora es hipocresía pura. 
La confianza debe depositarse en las propias fuerzas      
A todo dirigente sindical le es necesario negociar y abrir espacios de comunicación con el Gobierno y otros órganos de Estado, máximo cuando se es parte de la administración pública, esto es totalmente entendible, lo que resulta inaceptable es pasar de puntos de negociación por conquistar concesiones laborales y salariales a renunciar la lucha y colaborar como clase trabajadora, declinar de la autonomía y optar por una agenda dictada a conveniencia de intereses políticos y de un sector de clase burguesa.

Bukele es un burgués y como tal tiene intereses de clase, incompatibles con los sectores populares y trabajadores. El Gobierno no es un aliado, no está luchando contra ningún poder fáctico, en su discurso ataca a la oligarquía pero en la práctica le protege, tal y como ha sido con la reforma tributaria. Lo que necesitamos es barrer con los falsos profetas que están al frente codeándose con Rolando Castro, aplicando las directrices de Bukele y en total armonía con la burguesía, los que cuando muestran falsamente un discurso clasista lo hacen nada más que con arengas baratas. Necesitamos recuperar la identidad de clase y cambiar la represión sindical por la libertad sindical arrebatada violentamente por el Bukelismo. ¡Ninguna confianza en Bukele, sus ministros y sus lacayos al frente de las organizaciones sindicales!

 Por Raquel Fernández

El 16 de diciembre esta planificada la próxima Asamblea General del Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro (STISSS) donde serán electas las personas que integrarán la nueva Junta Directiva del STISSS para el periodo 2022-2023, quienes tendrán la responsabilidad de negociar el nuevo Contrato Colectivo de Trabajo que rige a todos trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).

Las bases tienen el derecho a formar colectivos

Cada  vez que se acercan la Asamblea General Ordinaria  del STISSS y se van a elegir la Junta Directiva y sus respectivas comisiones, las bases del STISSS  conforman colectivos para poder participar y proponer sus planillas y programas, esto le da un carácter más democrático y legitimidad a dichos procesos.

Para esta Asamblea Genera hasta el momento se sabe de la participación de dos colectivos los cuales presentaran sus propuestas de candidatos, entre estos dos colectivos se encuentran Fuerza STISSS liderado por Ricardo Monge padre quien tiene la dirección actual del STISSS. El otro colectivo es  Nuevo STISSS liderado por Monge hijo. El hecho que el hijo participe por separado a su padre  ha generado confusión en el interior del STISSS y en todo el ISSS. Muchos tratan de explicarlo  y especulan que lo anterior se debe a las diferencias que existen entre el partido de  Nuevas Ideas (NI) y la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), las cuales en cierto momento han salido a la luz  pública, ejemplo de ello los cuestionamientos de Diputados de Nuevas Ideas a Rolando Castro Ministro de Trabajo por el atraso de la aprobación de Ley de los Trabajadores de seguridad privada. A partir de lo anterior deducen que Monge hijo goza del apoyo del partido Nuevas Ideas y Ricardo Monge padre goza del respaldo de Rolando Castro Ministro de Trabajo y por ende de GANA. Es importante mencionar que se tiene el derecho a tener nuestras opciones o preferencias políticas electorales, pero estas no deben traerse a las organizaciones sindical.

Varios trabajadores afiliados al STISSS  han denunciado haber sido desafiliados del sindicato, por parte de la actual Junta Directiva, sin causa justificada violentando el debido proceso, quienes han sido desafiliados argumentan que en la mayoría de casos en realidad las desafiliaciones son por el hecho de apoyar o formar parte del Colectivo Nuevo STISSS. Quienes han sido desafiliados bien pueden apelar a la Asamblea General Ordinaria y exigir que le sean restituido sus derechos.

Democratizar el  gobierno sindical del STISSS

Una de las tareas fundamentales es profundizar la democracia sindical al interior del ISSS, para lo cual se debe cambiar el sistema de elección de los miembros de la Junta Directiva  y de las comisiones, ya no  debe ser a través de planillas, sino cargo por cargo, de esta forma se evita concentrar el poder en un solo colectivo o sector de trabajadores, ya que existen ocasiones que las bases no están de acuerdo con la persona que a propuesto determinado colectivo, pero si con la del otro colectivo, esta sería una forma de asegurar la participación de todos los sectores de trabajadores del ISSS y colectivo en los organismos de la dirección nacional del STISSS.

Otro de los elementos fundamentales es que los representantes sindicales del STISSS  de los diferentes centros de trabajo del ISSSS, sean propuestos y electos por los afiliados al STISSS de dicho centro de trabajo.

El llamado es a todos los afilados a estar puntuales a la hora indicada el día de la Asamblea, todos los afiliados deben asistir al dicha Asamblea.

El llamado es al Ministro de Trabajo a respetar la libertad sindical, los resultados y acuerdos tomadas por la Asamblea General. Por su parte los afiliados independientemente el colectivo que apoyen deben saber que después de las Asamblea y de las elecciones se debe trabajar unidos de cara a la defensa de los intereses de todos los trabajadores.

Por un programa sindical en beneficio de todos los trabajadores del ISSS

Existen puntos fundamentales que independientemente quien o quienes ganen deben incorporar en sus programas son:

La defensa y mejorar cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo, así mismo recuperar aquellas que fueron entregadas en anteriores negociaciones  y significaban beneficios para los trabajadores. Vale recordarles a los afiliados a no caer en el juego de las desafiliaciones debido a que se necesita tener el 50% más uno de los trabajadores afiliados al STISSS como sindicato titular.

Reclasificación, mejora salarial como parte del reconocimiento al grado académico de licenciatura de los diferentes trabajadores profesionales que trabajan en el ISSS.

Negociación de bono de $2000 para todos los trabajadores, similar como se lo han otorgado al personal médico.

 

Por Erika Urbina

Actualmente en el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de El Salvador existe un sector de trabajadores que son contratados por los Consejos Directivos Escolares (CDE) los cuales funcionan desde 1997   como parte de la política descentralizadora de los servicios educativos implementada  bajo el gobierno de Calderón Sol.

Los CDE están conformados por el Director del Centro educativo, representantes del sector docente, padres de familia y estudiantes, pero dejan fuera de dicho organismo a los trabajadores administrativos y de servicios generales. Según la Ley General de la Carrera docente  los CDE, tienen asignadas dentro de  sus funciones: 1) Planificar, presupuestar y administrar los recursos destinados al centro educativo por diferentes fuentes de financiamiento; 2) Solicitar al Tribunal Calificador su intervención en aquellos casos en que, de acuerdo con la ley sea necesario; 3) Iniciar ante la Junta de la Carrera Docente correspondiente los procesos necesarios para la aplicación de sanciones y cumplir con los requerimientos que aquella le haga; 4) Hacer uso del sistema de recursos previstos en esta Ley en las diferentes instancias; 5) Agotada la vía administrativa prevista en esta Ley, ejercer las acciones correspondientes en la jurisdicción contencioso administrativa, 6) Asignar las plazas de acuerdo con los fallos del Tribunal Calificador que le fueren presentados; y, 7) Las demás que determina la presente Ley.

Un sector fundamental

Entre los  trabajadores contratados por los CDE, se encuentran, secretarias, conserjes, personal de limpieza, seguridad, docentes, niñeras, psicólogos, etc., quienes son contratados directamente por los CDE, aunque en la mayoría de casos son pagados por fondos del presupuesto, pero al no estar contratados directamente por el Ministerio de Educación, cada vez que termina el año  escolar viven en la zozobra de la renovación o no renovación de sus contratos para el próximo año, agregado a ello  no les pagan el año completo y por ende  las respectivas prestaciones sociales.

Que se cumpla la estabilidad laboral

La circular girada con fecha del 19 de octubre del 2022 por la Dirección Departamental  de San Salvador, del  Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología,  en sus considerando   les recuerda sus funciones a los CDE   como lo es “…Planificar; presupuestar y administrar los recursos destinados al centro educativo por las diferentes fuentes de financiamiento” en razón de ello llama a  “… los organismos de Administración Escolar a desarrollar durante el mes de octubre la evaluación  y elaboración del PEA para su revisión y readecuación en el mes de noviembre y diciembre para ser presentado  debidamente aprobado…” 

En dicha Circular las autoridades del ministerio deja claro que existe el  Acuerdo 15-0001 relacionado con Disposiciones para la Asignación y Transferencia del Presupuesto Escolar y que  en su romano V dice expresamente: consideraciones para garantizar la estabilidad laboral de las personas contratadas por los organismos de administración escolar pagados con fondos del presupuesto escolar. Estableciendo cierta garantías para  los trabajadores de los CDE como son: el pago del salario mínimo vigente y las prestaciones de Ley, elaboración de Contratos Individuales de Trabajo, en cumplimiento de lo establecido en los  artículos 17, 18, 23 y 25 del Código de Trabajo, garantizar en el Contrato Individual de Trabajo las prestaciones sociales (ISSS, AFP o INPEP) a los trabajadores de  conformidad a la Ley,  respetando el horario y el pago de las  prestaciones de Ley. Etc.

A pesar que existen dichas disposiciones que ofrecen ciertas garantías a los trabajadores contratados por los CDE, a muchos se les violentan.  La realidad ha demostrado la necesidad que este sector de trabajadores sea contratado directamente por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. También es necesario que ante cualquier violación cometida por los CDE contra los trabajadores hacerlas públicas.

Unidad, solidaridad y lucha

Todos los trabajadores contratados por los CDE independientemente la función que desempeñen debe  unificarse, así mismo también es importante el acompañamiento de todos los sindicatos que existen en el Ministerio de Educación, en donde el punto medular sea la que todos los trabajadores contratados por los CDE pasen a ser contratados por  Ley de salarios por parte del Ministerio de Educación, unido a ello mientras se logra la contratación por Ley de salarios para todos exigir un aumento general de salarios de $ 300, para todos, pago completo del año calendario, así como también de sus vacaciones anuales.


Por: Alberto Castro        
Muchas personas probablemente creyeron en la publicidad que el bukelismo hizo acerca del bitcoin, durante la etapa de publicidad previa a la adopción de esta criptomoneda. Ahora resulta totalmente risible recordar aquellos espacios publicitarios donde se presentaba al bitcoin como un boom económico, una herramienta de desarrollo, un mecanismo de despegue económico, ningún fanático del bukelismo habría creído en las críticas que advertían del posible fracaso y por consiguiente de las pérdidas económicas.  

A más de un año de la adopción como moneda de curso legal y de la referida inversión irresponsable que ha hecho el Gobierno de Bukele-NI-GANA, la realidad da la razón a las críticas y hunde más al país en un agujero económico junto con el engaño vertido por el Gobierno, quien por cierto lejos de corregir sus errores se aferra a mantener una imagen de éxito; en la propaganda los logros quedan desvirtuados al no poderse demostrar, pero ante la imagen de fuerza que necesita demostrar por la configuración de la dictadura no va a enrumbar la ruta económica porque eso significarían señales de debilidad, por eso sigue haciendo leña del árbol caído, en la Asamblea General número 77 de la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU), Bukele en su participación se presentó saludando en nombre de la tierra del Bitcoin, como si de un modelo y ejemplo se tratase, no cabe duda que para conservar su imagen trabaja en la publicidad exterior, allá tiene más eco que aquí cuando se habla de criptomonedas.

¿Fracaso o inconvenientes temporales?

A nivel local las criptmonedas han dejado de despertar el interés que tuvo cuando el Gobierno pintó un panorama exitoso, por eso al respecto la propaganda para promocionar este experimento monetarista se ha enfocado en promocionarlo internacionalmente, donde se puede tergiversar la realidad salvadoreña, esto por una parte para sanear su imagen dictatorial y por otra para atraer inversionistas en torno a ello aprovechando las concesiones fiscales que otorga la legislación pertinente.

En El Salvador, la propaganda se ha centrado principalmente en convencer a la población que no hay pérdidas; sostiene que las transacciones se mantienen a buen ritmo ya que no hay comisiones por movimientos como por ejemplo las remesas, que la caída es temporal y que por lo tanto volverán a subir, incluso el mismo Bukele el 18 de junio de 2022 en un tweet dijo: “Algunas personas están preocupadas por el precio del #Bitcóin  en el mercado. Mi consejo: dejen de ver la gráfica y disfruten la vida”.

Lejos de la propaganda, pagada por cierto con impuestos públicos todo es diferente. El Salvador ha comprado 2,381 bitcoin en una inversión de 104, 478 millones de dólares, comprados cuando su valor era de 37 mil y 58 mil dólares, eso implica que las perdidas van entre el 47% al 67%,  cuyo valor ante la caída del precio ronda los 45, 822, significando más del 50% de pérdidas sobre la inversión realizada. Según los datos del Banco Central de Reserva (BCR), en el mes de septiembre las remesas mediante la billetera digital Chivo Wallet, únicamente significaron el 1,73% del flujo total de remesas que entraron en el país. En trece meses las transacciones suman $140, 12 millones de dólares.

El bitcoin como cualquier otra criptomoneda, es un activo especulativo, por lo tanto carece de un valor sólido y su volaticidad implica riesgos o eventualmente ganancias. Nada garantizaba éxitos al Estado salvadoreño con la compra de bitcoin, tampoco nadie podía decir con exactitud la dimensión de las perdías, pero si se advertía sobre los riesgos y sobre todo por la mala economía salvadoreña. El Bukelismo espera mejore el valor de esta criptomoneda, mientras tanto no se hablará de ganancias sino solamente de pérdidas.    

Entre pérdidas y promesas        

La propaganda sobre el bitcoin se ha ido gastando al punto de percibirse en sentido negativo por la mayoría de la población, por ejemplo en una encuesta realizada por la UCA  donde el 16,5% lo considera un éxito, un 65,5% lo ve como fracaso y un 75,6% dijo no haberlo utilizado este año. Los cajeros Chivo Wallet son fuentes secas en desuso. Rechacemos cualquier otro gasto irresponsable como este del Gobierno, quien apuesta con fondos públicos mientras recorta presupuesto en salud y educación de cara al próximo año.


 Por: Alberto Castro 

Para nadie es extraña la candidatura de Nayib Bukele, para las elecciones presidenciales del 2023, quien busca ser reelecto y para ello mediante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), controlada por él tiene vía libre para hacerlo, este escenario da lugar a debates mediáticos, trasladándose en críticas y respaldo, lo cual ha montado una atmósfera de apoyo y rechazo, en este terreno aparecen quienes fijan posturas claras y definidas, es precisamente acá donde para sorpresa de nadie públicamente dirigentes de organizaciones populares y sindicales ha expresado su apoyo hacia el bukelismo. En un acto público realizado el martes 27 de septiembre un local ubicado entre la 15 y 17 avenida norte, en San Salvador,  el Movimiento Poder Popular dio a conocer su apoyo a la reelección de Bukele.

¿Qué es el Movimiento Poder Popular?

El 1 de mayo de 2021 salió a luz pública durante la marcha conmemorativa el Movimiento Poder Popular, en un bloque de organizaciones sindicales y populares que marcharon armoniosamente hacia Casa Presidencial (CAPRES), donde lejos de una gesta de lucha, aconteció como si de un acto litúrgico se tratara, quedando resumido en apoyo descarado hacia el bukelismo, en aquel histórico día donde dio los primeros pasos para preparar las bases de una dictadura.

Desde entonces hasta la fecha este movimiento se caracteriza por representar el rostro del corporativismo enquistando dentro de los sindicatos de trabajadoras y trabajadores, su coordinador general, Roswal Solorzano y sus diez representantes departamentales son fiel reflejo de una actividad colaboracionista, la fortaleza de estos chocarreros se basa en apoyo y acompañamiento hacia el Gobierno de quien reciben la venía como representantes sindicales en negociaciones y apariciones públicas con el Ministro de Trabajo, Rolando Castro, mediante esta pifia han logrado embaucar a trabajadoras y trabajadores, quienes fuera del recinto político están ahí porque creen en la posibilidad de derogar el Sistema de Ahorro de Pensiones (SAP), y pasar dicha administración a la esfera pública con participación directa de la clase trabajadora, ven viable negociar por mejoras salariales y prestacionales, convence la idea que al estar en  contacto directo con el Gobierno es posible lograrlo, lo cual es falso.

El nombre Poder Popular es una burda imitación de la Unidad Poder Popular de Chile, coalición política electoral compuesta por partidos de izquierda, así como organizaciones populares y sindicales, creada en 1969 llevó a la victoria electoral a Salvador Allende en 1970. Por supuesto que nada tiene que ver aquella gran coalición cuya plataforma basada en el consenso amplio y democrático, donde tenían injerencia las organizaciones obreras a esta grosera imitación (inclusive han adoptado el himno de Unidad Poder Popular), en la cual se por encima se alzan estructuras políticas ajenas a los intereses genuinos de la clase trabajadora. 

¿Qué busca el Movimiento Poder Popular?

Se sabe que parte de los propósitos de crecimiento interno de Poder Popular es extender su presencia territorial de los diez departamentos donde tiene presencia los 4 restantes, al mostrar apoyo públicamente al Gobierno, venden la imagen de ser los portavoces oficiales de toda la clase trabajadora y pueblo salvadoreño por ser los autorizados para negociar con el Gobierno, en ello radica su imagen fuerte, pero detrás de esto se oculta algo realmente perjudicial.

Al pasar por desapercibido que dentro de este movimiento se mueve una agenda oficialista, dejamos de comprender existe una dirección autoritaria en el mismo, donde la amplia participación y propuestas surgidas de las bases pasan a ser parte de amalgamas meramente consultivas, pero que no son el eje a seguir, muy propio de las organizaciones cuya principal función radica en establecer el apoyo social a las dictaduras.

Por tanto, es necesario romper con estas perversas direcciones, usurpadoras de la identidad de la clase trabajadora, y construir desde las bases un programa reivindicativo y de lucha, donde negociar no signifique claudicación incondicional, donde la unidad de clase supera a la actual colaboración de clase.        

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