Por Sebastián Ernesto González

Un artículo publicado recientemente en el New York Times, bajo las firmas de Joseph Goldstein y Benjamin Weiser, ha puesto en aprietos al régimen juanorlandista y sus secuaces. El artículo recoge la declaración del narcotraficante Devis Leonel Rivera Maradiaga, ante funcionarios de los Estados Unidos, donde manifiesta que le entregaron sobornos a Juan Orlando Hernández y su antecesor, Porfirio Lobo Sosa.

La evidencia, dijo un fiscal en una audiencia el 5 de septiembre, mostró nada menos que “tráfico de drogas patrocinado por el estado”. “El tráfico de drogas ilegales en Honduras no sólo infectó gran parte de su sociedad civil, incluyendo a los niveles más altos de gobierno y su sector financiero, sino que también trajo niveles alarmantes de violencia a su pueblo”, dijo Joon H. Kim, Manhattan, en un comunicado.

En el artículo se manifiesta el involucramiento directo de las máximas autoridades hondureñas en la actividad del narcotráfico “Este verano, el gobierno presentó una solicitud de autorización de búsqueda de la DEA mostrando que en 2013, Rivera secretamente grabó una conversación con otro traficante hondureño que afirmó haber hecho un pago de 250.000 dólares destinado a Juan Orlando Hernández, quien más tarde se convertiría en presidente de Honduras”. Criterio.hn (07/10/2017).

Ante tal información en la palestra pública, en un comunicado la Secretaría de Prensa del gobierno hondureño refuta “Ahora han recurrido a insinuaciones falsas que buscan involucrar y desacreditar a su principal enemigo, el Presidente Hernández…por boca de los principales responsables de la tragedia, señala cómo están siendo derrotados en esta guerra y cómo, cercados por la acción del gobierno de Honduras, pactaron con el gobierno de Estados Unidos para liberarse de ser juzgados por sus crímenes en territorio hondureño”.

Como se puede observar, en tal comunicado, el gobierno hondureño deja entrever que tales declaraciones por un narcotraficante que fue protegido por el mismo Estado, solo son parte de un pacto entre este y autoridades estadounidenses para liberarse de la justicia hondureña. Christa Castro. Ministra Asesora de Estrategia y Comunicaciones. Presidencia de la República.

En resumen, el gobierno juanorlandista, culpa a las autoridades estadounidenses de pactar con un narcotraficante para que este se libre de las autoridades hondureñas.

El golpe de Estado y el auge del narcotráfico y asesinatos en Honduras

Ya no hay duda alguna, de que el gobierno estadounidense apoyó el golpe de estado perpetuado el 28 de junio del 2009, y que posteriormente a este hubo un alto crecimiento en los niveles de asesinatos y de actividades del narcotráfico en el país. En este baño de sangre que se dio, se fueron muchos inocentes tal y como lo confiesa Devis Maradiaga, pero también, aprovechando este aumento delictivo, los limpiadores del Estado también asesinaron a muchos verdaderos patriotas que se pusieron en frente de la lucha en contra del golpe de estado y que enarbolaban la bandera de las luchas populares.

Eso explica porque toda la burguesía hondureña muy rápido se alineó a favor del golpe y mantener a todo precio el mismo, evitando una convulsión del pueblo que fuera mayor o que concluyera con la tal exigida Asamblea Nacional Constituyente.

El imperio le dio alas a los golpistas y estos de forma muy ávida de riqueza y poder dio rienda suelta a sus anhelos de criminales y no perdieron tiempo para establecer una alianza con los narcotraficantes que muy rápido se les desploma. Es de señalar que el involucramiento de funcionarios, militares o policías en las actividades del narcotráfico no es nuevo en el país, pero fue con el golpe de estado que se propició un paraíso para traficar y asesinar con toda la impunidad del mundo.

¿A dos meses de las elecciones a qué juega el imperio?

Ya a estas alturas nadie duda de que el Estado hondureño ha propiciado la narcoactividad en el país igual que lo ha hecho la banca privada, pero sigue siendo un dilema si los funcionarios estadounidenses terminarán obligando a Juan Orlando Hernández para que extradite a sus más cercanos amigos y colaboradores que se encuentran en la lista de extraditables o este se saldrá con la suya sin enviarlos al imperio del norte y reeligiéndose ilegalmente.

Al parecer, mantenerse en la presidencia de la república a toda costa, es la cápsula que protege a JOH. Mientras tanto, el pueblo no puede cifrar sus esperanzas en que las autoridades estadounidenses se lleven a los “cachirecos” y que les saquen del poder. Corresponde al pueblo salir a las calles para sacar del poder a los saqueadores del IHSS y los que asesinaron a centenares de luchadores populares en estos últimos ocho años.


Por Max Luján

En total calamidad e incertidumbre se encuentran los docentes contratados por hora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). La crisis que enfrentan los profesores en este momento es enorme, todo debido al reciente conflicto universitario causado por la intransigencia de las autoridades que duró más de noventa días. Los paros han perjudicado de gran manera a todos los catedráticos por contrato a nivel nacional; en este caso, las autoridades tomaron como chivo expiatorio al sector docente. En ediciones anteriores de El Socialista Centroamericano, manifestamos en su momento que ni los docentes ni tampoco los trabajadores de la UNAH eran culpables de la crisis provocada por las autoridades universitarias; esto cuando intentó la ex rectora Julieta Castellanos suspender el salario a todos los empleados por mantenerse cerrada las instalaciones de la UNAH a causa de las tomas ejercidas por el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU).

Actualmente, no se mira por dónde las nuevas autoridades brinden una respuesta efectiva a tal problemática. El rector interino, Francisco José Herrera, se ha reunido con los sectores estudiantiles representados por cada una de las facultades de la UNAH; también lo ha hecho con los docentes acuerpados en La Asociación de Docentes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ADUNAH). Tanto los docentes como los estudiantes han coincidido en que la crisis que están atravesando los profesores por hora debe solventarse, por lo cual dentro de sus peticiones está el de arreglarles el pago lo más pronto posible a cada uno de los maestros. En este sentido, “Se analizará la situación individual de cada grupo de docentes usando como criterios la antigüedad laboral y los días completados, razón por la cual a ciertos docentes es posible que se les dé soluciones alternas o más expeditas”, esto fue lo manifestado por Héctor Ulloa, vocero del movimiento, luego de salir de la reunión con el nuevo rector. (El heraldo, 2/10/2017).

Creemos conveniente alertar y denunciar que los criterios que pretenden tomar las nuevas autoridades universitarias son excluyentes y arbitrarias, en este caso deben ser todos por igual, más bien nos parece una estrategia que pretende dilatar el proceso y no cumplir de manera rápida con el pago a los maestros.

Cabe señalar que todas estas tomas prolongadas no solo han afectado a la población estudiantil, también han perjudicado al sector docente en general. En la actualidad existe un estira y encoge que confunde a los mentores, por un lado el MEU exige que las clases terminen el 22 de diciembre, mientras tanto, el mandato oficial apegado al calendario académico y que la ex rectora ordenó que se cumpliera, es que las clases culminen el 17 de noviembre, en vista que es año electoral y todos los centros educativos sirven de sedes de votación o resguardos de urnas, eso crea una sobrecarga en el personal docente, debido a que se le exige culminar con todo el contenido temático y evaluar en el menor tiempo posible, a esto hay que agregar el cumplimiento de proyectos de investigación, proyectos de vinculación con la sociedad. En algunos casos se ha hostigado al personal para que entregue informes de actividades que éste obligatoriamente debía de elaborar y cumplir en el tiempo que ocurrían las tomas, lo que consideramos un acto arbitrario. En este caso no es que se cuestione la lucha estudiantil, ésta es válida, ya que los estudiantes defienden sus derechos, pero en este conflicto no se ha tomado en cuenta a los profesores, cuando las tomas se prolongan demasiado y no se incluye el criterio de los docentes, el resultado es que todo le cae encima al docente, de modo que, no se puede sobrecargar a un docente, las nuevas autoridades deben de brindar una respuesta positiva para terminar con esta arbitrariedad.

Ante la situación actual que atraviesan los profesores universitarios, el Partido Socialista Centroamericano exige el pago inmediato a los docentes por contrato, también manifestamos que los trabajadores no pueden pagar los platos rotos de la reciente crisis universitaria, los maestros por hora han cumplido con el contrato al asistir a su centro de trabajo, si no se dieron las clases fue por motivos de fuerza mayor, ellos no tienen la culpa de la intransigencia de las autoridades de aquel momento, por lo que cada uno de éstos profesores tienen que alimentar a su familia, pagar todos los servicios básicos, colegiaturas de sus hijos, deudas…

¡No más explotación para el profesor universitario!

¡Por eso exigimos pago ya!


Por Ixchel Villegas

Hasta los momentos, la toma indefinida de edificios había sido lo que materialmente sostenía la lucha del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU); pues el rechazo de las bases estudiantiles al llamamiento de la dirigencia por luchar en contra de la figura de Julieta Castellanos –y no ya en torno a las consignas alusivas a las normas académicas– hizo que primaran más los métodos de tomas excesivas, acuerpadas en su mayoría por los movimientos independientes.

El exceso de tomas ha llevado a que la incertidumbre invada a cada uno de los estudiantes universitarios, y lo peor, que les irradie una fuerte inmovilidad y desesperanza por la lucha estudiantil; pues acciones radicales como el lanzamiento de una bomba de gas pimienta en el edificio de derecho logra generar descontento entre los mismos estudiantes, quienes se podrían volver en contra del movimiento estudiantil universitario.

Resurgen las asociaciones de carreras

Por su parte algunas asociaciones de carreras lanzaron en esta semana, comunicados haciendo saber a la comunidad estudiantil su descontento por las acciones radicales perpetradas en el edificio de derecho; en estos comunicados, defendidos en su mayoría por las asociaciones de Ciencias, Humanidades e Ingenierías proclama una nueva etapa para las asociaciones de carreras, una especie de “empoderamiento”, pero que barre en algún sentido con la colaboración valiosa de algunos movimientos independientes.

No es posible expulsar a los movimientos independientes, así como textualmente lo dice el comunicado, no ha habido procedimientos asamblearios amplios en donde el tema sugiera dicha expulsión; y es más, los movimientos independientes han cargado con las acciones más arriesgadas dentro del movimiento: dígase tomas, difusión de la problemática, y acompañamiento de acciones ampliamente discutidas. Creemos que lo mejor es reconocer el aporte que dichas organizaciones han dado al movimiento estudiantil, y no debería ser tema principal de discusión la expulsión de estos movimientos; no debe perderse de vista las bases democráticas en las que descansa el movimiento estudiantil y la cordura. La búsqueda de chivos expiatorios, no debe prevalecer en este momento de desgaste.

Los rehenes de rectoría

Al parecer el lunes 18 de septiembre se pospuso la supuesta audiencia que les agendaran a los 8 compañeros que fueron desalojados ilegal y abruptamente de la Universidad el 8 de septiembre en horas de la madrugada. Ahora su audiencia coincide en fecha con el retiro de Julieta Castellanos de la rectoría de la UNAH el 25 de septiembre. Esto deja por sentado que las intenciones de rectoría son neutralizar, en un principio, la vanguardia del movimiento estudiantil, y por otro lado asegurar que las tomas se suelten por completo para que así los estudiantes reciban clases en las fechas estipuladas por las mismas autoridades.

La propuesta del regreso a clases el 11 de septiembre anunciada por las autoridades, no caló tanto en la mayoría de estudiantes que le apuestan más al regreso el 26 de dicho mes; esta última propuesta surgió de una fracción del movimiento. Y al parecer las clases se reanudarían hasta esa fecha, pues en las dos semanas trascurridas hasta el momento, ha habido poca o nada asistencia de estudiantes en salones de clases. Algunos miembros del MEU solicitaron firmas para proponer que el periodo de clases inicie el 26 de septiembre, con la garantía de comenzar “desde cero” los temas y actividades.

Volver a las asambleas estudiantiles

La inminente división a lo interno del MEU no se hizo esperar, pues ha habido precedentes que dejan en mal la figura y conducción política de ciertos dirigentes del movimiento. El irrespeto a la decisión unánime de las asambleas estudiantiles ya pesa, y fue por ejemplo, en la facultad de derecho donde este error se hizo más notable.

Unido a esto, ciertas fuerzas vivas de las asociaciones de carreras están exigiendo replantear las funciones que hasta ahora han tenido las Juntas Directivas de sus carreras, lo que supone un buen ejercicio, siempre y cuando se señalen los errores: como desvirtuar la decisión de las asambleas o no haberse comprometido con algunas acciones consensuadas.

Lo que prima y debe fijar nuestra atención en este momento es el regreso a las asambleas estudiantiles, deliberar los pasos que han dado nuestros representantes de Juntas Directivas hasta ahora.

Hay que buscar nuevas consignas unificadoras para el movimiento

Actualmente se han dado por descontadas (y olvidadas) varias de las exigencias del movimiento estudiantil universitario: la salida de Julieta Castellanos, que ya el lunes 25 de septiembre sale de su puesto y asume el cargo un rector interino; las elecciones estudiantiles, que al parecer hizo eclosionar los intereses de varios oportunistas que acobijados en las asociaciones de carreras y con el afán de borrar de la escena a los movimientos independientes, desde ahora reclaman cuotas de poder dentro del movimiento estudiantil para llegar a los cargos en el gobierno universitario; el tema de las normas académicas, que fue olvidado por completo; y el derivado de todas las luchas que son los criminalizados, a quienes no se les mienta en estos momentos porque el “fuera Julieta” y las “elecciones estudiantiles” es la consigna más sonada.

Dentro de los errores más notables del movimiento estudiantil está el abandono de las asambleas estudiantiles por carreras y facultades. La lucha estudiantil se fue yendo a campos más resbaladizos, hasta llegar al seno de la política tradicional de bancadas, en donde metió mano Libre (La Alianza), el Partido Nacional y los otros en la lista. Los vicios de esta política tradicional siguen siendo los mismos: maniobras legalistas esperanzadoras como los decretos de ley; concentrar en pocos sujetos el poder de las decisiones; encaminar las victorias a las contiendas electoreras y palaciegas.

Ante esto proponemos unificar consignas tanto académicas como políticas: retomar cuando sea debido, la lucha ante la imposición de injustas normas académicas; estar prestos al programa del rector interino y el nuevo rector, quien seguramente sostendrá el mismo régimen autoritario de Julieta Castellanos;  involucrarse de lleno en las asambleas por carreras; y batallar en contra de la reelección de JOH.


Por Clemente Bardales

En todo el año 2017 el Congreso Nacional ha estado discutiendo el nuevo Código Penal. Cada vez que los diputados aprueban algunas propuestas, se nos paran los pelos. Si por la víspera se saca el día, podemos afirmar categóricamente que el nuevo Código Penal indica como actuará el gobierno en los próximos años.

El pasado 19 de septiembre una alianza nacionalista-liberal aprobó el artículo 590 del nuevo Código Penal, en el que la protesta social fue igualada a los actos terroristas.

“Asociación terrorista. Son asociaciones terroristas las constituidas sea de modo permanente o transitorio por dos o más personas para cometer algún delito con alguna de las finalidades siguientes: -Subvertir gravemente el orden constitucional; -Provocar un estado de terror en la población o parte de ella. -Tienen también la consideración de asociaciones terroristas las que aún teniendo como objeto constitutivo uno lícito, realicen en todo o en parte las conductas a las que se refiere el párrafo anterior. (…)

La redacción es tan general y dual, que se puede aplicar a cualquier situación. Lo mas grave es que aunque la organización sea licita puede ser considerada terrorista, y por lo tanto sus miembros pueden ser condenados a penas de 15 a 20 años de cárcel y hasta 2,000 días de salario-multa.

Honduras es un país en ebullición social, su movimiento campesino tiene muchas tradiciones de tomas de puentes, carreteras y edificios públicos. Esta tradición se ha trasladado a los centros urbanos, y por ello cada vez que hay protesta social hay alguna toma, por muy simbólica que sea. Recientemente, por ejemplo, los estudiantes universitarios tomaron los edificios de la UNAH. Si hubiese estado vigente ese artículo, los 28 compañeros procesados serian condenados a penas de 20 años de cárcel.

Es tan escandalosa la aprobación del artículo 590 del Cogido Penal que obligó al propio presidente Juan Orlando Hernández (JOH), que busca su reelección, a desligarse de la misma, expresando que “se debe de cuidar en otros parámetros la libertad de expresión y de prensa, así como el derecho a la protesta y, principalmente, el derecho a la vida. Todo eso se debe de tomar en cuenta para ver qué vamos a aprobar (…) No son los mismos tiempos de 1970 o 1980 inclusive, y ni los últimos años del siglo pasado y la primera década de este siglo. Es algo muy complejo lo que vamos a vivir en las próximas décadas y hay que estudiar lo que se podría vivir para que no nos vaya a sorprender (…) Cuando el Congreso Nacional termine de aprobar el Código Penal, el Poder Ejecutivo decidirá si va a vetar parcial o totalmente ese proyecto o si lo vamos a aprobar; hoy no lo podemos decir”.

No podemos confiar en JOH, solo en nuestra movilización independiente. La izquierda de Honduras debe levantar la bandera de la defensa de las libertades democráticas, contra JOH y contra cualquier otra fuerza que pretende criminalizar la protesta social.


El Primitivo

Ahora que se ha iniciado el proceso de normalización de clases en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) hay un gran interés de los estudiantes por discutir los aciertos y errores de una lucha tan dura y prolongada en el tiempo. El presente artículo pretende contribuir a esa necesaria discusión.

Sólo el mismísimo hecho de protestar y enfrentarse al poder real dentro de la UNAH, y con ello también enfrentar al gobierno actual, es un gran acierto de la lucha estudiantil. Organizarse y exigir inclusión social, ya que nuestro Estado es de naturaleza antidemocrática, cubrió de legitimidad la lucha estudiantil. que reclama su visualización la ciudadanía estudiantil. 

Pedir la cabeza de la rectora Julieta Gonzalina Castellanos durante el año 2017, era algo que todos deseábamos, pero quizá no fue un acierto táctico. Este punto es discutible. Todos esperábamos que esta exigencia se produjera el año pasado, cuando las autoridades universitarias estaban derrotadas, pero el famoso diálogo de sordos-mudos, que más bien fue un monologo, el dio un gran respiro a las autoridades universitarias. ¿Cómo fue posible ir  a un diálogo en 2016 con tres estudiantes expulsados “ criminalizados en la universidad?  

A pesar de la dureza, la lucha de los estudiantes fue cobrando legitimidad incluso en la misma sociedad. Se miraba con gran esperanza el renacer el movimiento estudiantil y el inicio de una gran plataforma de lucha. ¿Pero que pasó? ¿Por que se perdió la capacidad de movilización? 

Quizás el factor de no poder escuchar a las bases del movimiento estudiantil universitario, y el gran afán del protagonismo de una parte de la dirigencia estudiantil, los llevó a cometer un error de cálculo y fue menospreciar la estrategia del enemigo. Este error más adelante l e costó caro a la lucha, al retomar los edificios de la universidad y paralizar las clases de la forma inconsulta con los estudiantes. Esa toma de los edificios de la universidad por más de 90 días llevó a la lucha estudiantil al desgaste, y todavía debemos discutir sino estamos ante una derrota, que puede ser superada, pero que puede tener efectos nocivos

El listado de estudiantes criminalizados ya no son 3 como el año pasado, ahora son 28. Los métodos de las autoridades son la violencia, el verticalismo, el autoritarismo, el sectarismo y el totalitarismo. Ante ello el movimiento estudiantil universitario debió evitar cometer errores, y esto solo se podía evitar consultando a las bases, y no actuando de forma unilateral como lo hizo una parte de la dirigencia. Era importante no darle argumentos de apoyo a la señora rectora.

Estas malas decisiones condujeron a la victoria de los oscuros intereses de las autoridades. Una de las fallas del MEU fue haber confiado en la legalidad burguesa. Se llevó un proyecto de ley ante el Congreso Nacional para poner fin a la crisis de la universidad. Jamás se debió confiar en el mismo Congreso Nacional que reformó la Ley Orgánica de la UNAH que Julieta Castellanos se sé quedase un periodo más.

Al volver a clases se debe retomar la lucha estudiantil universitaria. Los dirigentes deben escuchar y obedecer a sus bases, tomar en cuenta los diferentes criterios de las asociaciones estudiantiles que son el corazón y el alma de éste movimiento. No creemos que las tomas de edificios por tiempos tan prolongados sean el mejor método de la lucha. Es mejor recibir clases durante tres días y tomarse la universidad por uno o dos días. La universidad es el recinto natural donde los estudiantes comparten sus vidas y experiencias. Nunca se debe ir más allá de lo que las bases decidan. Las movilizaciones en las calles es uno de los mejores métodos de lucha, que tienen impacto y efecto a nivel nacional, sobre una población descontenta.

Hay otro factor que no ha favorecido la lucha estudiantil, y es que las mayores de los docentes tienen miedo a juntar sus reivindicaciones con los estudiantes. Se requiere un mayor dialogo entre estudiantes y docentes, para unir fuerzas contra el enemigo común y democratizar la UNAH.

Sin movimientos sociales, no hay democracia. 

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