Horacio Villegas

Una «tanqueta» no les fue suficiente a los «chepos» que llegaron en son de amurallar el portón principal de la U. Tenían que encarar la situación con más uniformados, y esta vez trajeron consigo un chorro rojizo a sus espaldas; con todo esto a su favor, aun así quedaron en una tierna subordinación ante nosotros: los que estamos hartos del sistema de justicia y del derecho burgués que privilegia a los sujetos más repugnantes de la sociedad hondureña. Un Mario Zelaya, Lena Gutiérrez, el mismísimo presidente y una fila extensa de corruptos, nutren sus motivaciones más inmundas e inescrupulosas en este sistema de hartas injusticias. Es imposible no enfadarse ante las intenciones de este represivo gobierno que quiere enmudecernos y limitar nuestras protestas.

Al parecer los nacionalistas quieren habituarnos a un ambiente antidemocrático, de persecuciones masivas, de miedo y terror, preparados solamente en tiempos de sus ensayos políticos de antaño: las dictaduras y los gobiernos militares. Tal parece que esta es su determinación histórica: estar apegados a esquemas políticos enfermizos, represivos y solapados en asistencialismos de todo tipo.

¿Por qué la protesta de hoy? Por las pocas respuestas que tenemos en casos emblemáticos de injusticia como el asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres; por nuestros compañeros que todavía siguen engorrosos procedimientos para liberarse de la criminalización de la protesta; por permitirle a los policías, militares y cualquier gendarme de este vil gobierno –amparados en las reformas al código penal– acabar con cualquier vida que tenga la voluntad de rebelarse ante ellos; por la decadencia de las investigaciones del sistema judicial, que se lanza a condenar la vida de jóvenes como Kevin Solórzano, sin pruebas fehacientes sobre los casos.

Los estudiantes salimos otra vez advertidos de nuestro tiempo, con el éxtasis de la protesta en nuestros puños, enardecidos y rebosantes de felicidad al mismo tiempo, por asumir con vena combativa la triste realidad de este país que ofrece silencio, a los que buscamos el furor de la verdad y la justicia. Protestamos por la fiel convicción de que ninguna protesta puede ser reducida o limitada; porque creemos que en nuestra rebeldía de juventud, reside la aspiración más modesta de cambio y transformación de este quimérico país.


Por Justo Severo Izquierdo

Como era de esperarse, el 15 de enero del año en curso, la oposición selló una alianza partidaria entre el PAC, PINU y LIBRE, con el propósito de impedir el proyecto reeleccionista del actual mandatario Juan Orlando Hernández. El pacto se realizó en la asamblea general del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), donde el coordinador general de este instituto político, Manuel Zelaya Rosales, firmó el compromiso junto a Salvador Nasralla, presidente del Partido Anticorrupción (PAC), Eva Fernández, representante del movimiento “Corazón Azul” del Partido Nacional, Guillermo Valle, representante del Partido Innovación y Unidad (PINU) y Carlos Orvin Montoya del Partido Liberal. Para entender el fenómeno de lo que está ocurriendo en Honduras, es importante abordar tres aspectos de la actual coyuntura: el fortalecimiento de Juan Orlando Hernández, el resquemor que ha causado el tema de la reelección y la reacción de los grupos políticos.

Fortalecimiento de JOH

El país en la última década se ha hundido en la miseria y en la barbarie. Fenómenos como la pobreza, emigración, desempleo, crisis económica y falta de oportunidades han orillado a Honduras a vivir extremadamente los niveles de violencia, a tal grado que es considerado uno de los países más violentos del mundo. La violencia, un callejón sin salida provocado por las bandas criminales, narcotráfico y la extorsión, donde la policía y sectores del ejército se ven involucrados en estas estructuras.

Después de la violencia tenemos el problema de la impunidad. Muchos periodistas, abogados, activistas, dirigentes, defensores de los Derechos Humanos y todo opositor al sistema, pierde la vida sin que sus casos sean resueltos y se halle a los autores materiales e intelectuales del crimen. Con esto, cada vez el país se destruye y se disuelve. Desde el gobierno de Porfirio Lobo, se crearon las condiciones para perfilar al Partido Nacional y a JOH como los grandes salvadores de la nación; de ahí el diseño y consolidación de una campaña de continuismo. Es así que JOH poco a poco fortalece su proyecto, sin importar los antecedentes de pasar por encima de la ley. En 2012, como presidente del congreso, JOH destituyó a varios jueces de la Corte Suprema y llenó la magistratura con sus aliados de manera ilegal. En el 2014 su partido disolvió una comisión independiente de reforma a la seguridad pública que era ampliamente respetada, e hizo caso omiso a sus recomendaciones.

Cuando llega a la Presidencia de la República, el último logro y el más codiciado es haber ganado la presidencia y el control de la Corte Suprema de Justicia. Antes había derogado las figuras jurídicas aprobadas en el 2013, frenó las reformas electorales como la segunda vuelta, la emisión de una nueva tarjeta de identidad al igual que el control del Registro Nacional de las Personas, logró reformar la Ley de funcionamiento del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, la instancia desde donde alcanza control legal de todos los poderes del Estado. Luego emprendió una lucha contra todo aquello que pudiera afectar la visión del país desde el exterior; montó una campaña mediática según la cual Honduras era el mejor país para vivir. Su intención era atraer capitales, para lo cual debía, necesariamente, ofrecer seguridad jurídica y ciudadana. Entabló una lucha contra el crimen organizado y la corrupción, respaldada y ordenada por Estados Unidos, donde logró encarcelar con la figura de la extradición a un sector del narcotráfico donde estaban involucrados políticos y familiares de políticos del Partido Nacional y Partido Liberal; al mismo tiempo logró abrir juicios contra los peces pequeños del asalto al Seguro Social. Aprobó la creación de las “Zonas de Empleo y Desarrollo Económico” (ZEDE), una iniciativa cuestionada en todo momento.

En ese sentido, el gobierno de Juan Orlando Hernández comenzó a envalentonarse y mostrar signos cada vez más pronunciados de autoritarismo; con sus actos demagógicos logró fortalecer el clientelismo y la base social del Partido Nacional. Mientras tanto, los dos grupos políticos más importantes como el liberalismo y Libre, contribuyeron por acciones y omisiones al fortalecimiento de Joh,

Resquemor en el tema de la reelección

En segundo lugar, la reelección causa aversiones en Honduras por la experiencia del cariiato y de las dictaduras militares. Tiempos oscuros aquellos donde no había la más mínima libertad democrática, todas las decisiones del país giraban en torno a un caudillo como Tiburcio Carías Andino, que dirigió el país por 16 años. Tanto en el gobierno Cariista como en los gobiernos militares, se vivió etapas de terror y angustia con las desapariciones, asesinatos, torturas y la famosa frase caríista de Encierro, Entierro y Destierro. El hondureño que conoce esta historia y que al escuchar a JOH proferir la siguiente frase: “Yo seré un nuevo Carías”, causa pavor y por todo lo que está ocurriendo, claro que hay un rechazo de la mayoría de la población. Hasta el momento, a partir del año ochentaidós hasta la fecha, nadie se había atrevido a tocar los artículos pétreos de la constitución, pero JOH, en una maniobra apoyándose en la experiencia de Daniel Ortega y Óscar Árias, logra a través de una sentencia, derogar esos artículos, con eso abre el camino de la reelección y la posibilidad de cumplir sus palabras cuando dijo que “Honduras necesitaba cincuenta años de gobierno del Partido Nacional” para poder sacarla adelante.

Reacción de los grupos políticos

Al final, JOH avanzó más de lo que sus opositores pensaron. Fue sistemáticamente copando las instituciones, copando el congreso, comprando gente y fortaleciendo su base social; esto coloca en cierta desventaja al Partido Liberal, porque en cierta medida lo subordina. En el caso de Libre, su dirigencia pensó que su partido podía transformarse en el polo aglutinante contra el reeleccionismo de JOH, pero aceptando el reeleccionismo, tremenda contradicción; en realidad, ese es el verdadero problema de la dirigencia de LIBRE, que aceptaba el reeleccionismo y hacía caso omiso cuando se discutía el tema de la reelección, en vista que siempre pensaron en que Mel podría ser nuevamente candidato. Una de las grandes sorpresas ocurridas en el 2016, es que Mel está tan desprestigiado y el partido sufre una tremenda crisis causada por la salida de dirigentes con fuerte simpatías de sus bases; éstos denunciaron delitos de corrupción y caudillismo, típico de las mañas del bipartidismo. Al final Mel no pudo ser candidato y tuvo que recurrir nuevamente a su cónyuge Ximara Castro de Zelaya.

Es claro que tenemos una situación muy particular. Los sectores opositores al continuismo de JOH exigen a los partidos unidad. Efectivamente, para que se haya dado la unidad entre el PAC, cuyo candidato Salvador Nasralla tiene un discurso vigoroso y eufórico, pero errático, y que Mel termine doblando rodillas aceptando una candidatura única, que es muy probable que recaiga en Nasralla, en combinación con Xiomara Castro y que el PINU, un partido pequeño que se plega, significa que hay una presión de las bases para tratar de obtener el triunfo electoral.

La perspectiva electoral para este 2017 se volcó a tres bloques, por un lado, el Partido Nacional, por otro el partido Liberal que actúa de comparsa en última instancia del Partido Nacional y finalmente esta alianza. Al final, alertamos que las condiciones en que se está dando esta alianza, es una coalición bastante oportunista, en el sentido que pretenden explotar el descontento contra JOH, que por cierto, es justo, dejando a un lado los programas. Esta alianza es completamente electoral, y muy probablemente tiene un objetivo defensivo: el de protegerse de los ataques del oficialismo. En este caso los trabajadores y la izquierda quedan completamente disueltos, sobre todo, en este caso los militantes de izquierda de Libre han quedado diluidos; esta izquierda no se diferencia del liberalismo en absoluto, todas las tendencias que se conformaron dentro de la plataforma de lucha del FNRP, le claudican a Mel y a esta alianza. La alianza en sí no representa ningún beneficio para los trabajadores porque no contiene ninguna consigna o programa que beneficie a los trabajadores, lo que pretende es explotar el sentimiento anti continuista de JOH, lo que está por verse.


Por Horacio Zambrano Raudales

La crisis de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) parece profundizarse más, al tiempo que, amedrentados por los acuerdos del 28 de julio, el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) no da respuesta a la progresiva problemática de la Educación Superior en Honduras. La Cuarta Reforma Universitaria se introduce a partir de 2004 la UNAH como una solución efectiva a las dinámicas neoliberales que ha permeado los diseños curriculares, modelos educativos y estructuras institucionales en general, de las universidades latinoamericanas desde la década de 1980.

En este contexto, la tecnificación, la internacionalización y la descomposición de la participación estudiantil se vuelven constantes de los procesos orientados a la supresión, por ejemplo, de las carreras de humanidades, artes o cualquier otra que no “responda” a las necesidades de procedimientos y regulaciones institucionales hegemónicas de los sistemas de Educación a nivel superior y medio; que en el caso hondureño se refleja en la Ley de Educación Superior y en la Ley Fundamental de Educación, respectivamente.

Esperar el cierre de la carrera de pedagogía o luchar por el ingreso pleno de los nuevos compañeros

Ayer 6 de febrero se llevó a cabo una asamblea estudiantil de parte de los compañeros de pedagogía de la UNAH. En esta asamblea se comunicó el plan de parte de la Vicerrectoría, que consiste en el cierre de la carrera, la destrucción de las orientaciones y el cese de las actividades académicas, por creer desfasado el plan de estudios de esta carrera.

La asamblea terminó en un descontento generalizado de los estudiantes, y un pequeño intento de toma del edificio en donde están varias de las carreras de Humanidades. Al final la voluntad y presión de los compañeros hizo ceder a las autoridades de llevar a cabo esta orden expresa de vicerrectoría.

Instamos a los compañeros de pedagogía a pelear por el derecho de otros que desean ingresar a esta importante carrera. Quizás el pronto retiro de las autoridades no responde a la exigencia de la mayoría de los compañeros en contra de estos planes, sino más bien al clima de tensión que devino luego de la firma de los acuerdos, donde las dos partes –el MEU y autoridades– firmaron el cumplimiento de esta figura legal.

Concretar las acciones de cierre de la carrera de pedagogía significaría el regreso a las protestas en la UNAH, y esto no concordaría con la imagen de la institución que están promocionando las autoridades en cadenas televisivas: como por ejemplo estar cumpliendo los acuerdos; ellos no quieren dar motivos que enciendan las luchas del Movimiento estudiantil, y además no quieren un ambiente de hostilidad a pocos meses de la elección de la Junta de Dirección Universitaria.

Estos problemas de transformar las licenciaturas en carreras técnicas, no solo se está comenzando a aplicar en la UNAH, sino también en otras universidades como la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) en donde también se está aplicando el mismo plan de reducir las licenciaturas a simples carreras técnicas, degradando a los maestros. En este caso, parece que hay una coordinación entre la UNAH y la UPNFM, pues al quitar las orientaciones en Pedagogía de la UNAH pretenden trasladar a estos alumnos a la UPNFM, para que se gradúen como técnicos allá. El objetivo es claro, pretende reducir la población estudiantil de la carrera de Pedagogía, y con ello que los estudiantes paguen los efectos de la crisis de la educación superior.

Por ello, llamamos a la solidaridad estudiantil con los estudiantes de Pedagogía de la UNAH. La lucha apenas está comenzando y vamos a necesitar del apoyo del estudiantado de todas las universidades, por eso llamamos a la coordinación entre los estudiantes de la UNAH, UPNFM y la UNAG, para formar una coordinadora estudiantil a nivel nacional, que nos permita responder de manera unificada ante los ataques de la burocracia universitaria.


Por Ricardo Velásquez

El ex Ministro de Educación, Marlon Escoto, fue destronado de la Educación Pública en un abrir y cerrar de ojos. El señor Marlon Escoto se venía desempeñando como Ministro de Educación y como Rector de la Universidad Nacional de Agricultura (UNA) a la vez. El día seis de enero presentó su renuncia como Ministro de Educación aduciendo que “regresaría a casa”, la Universidad Nacional de Agricultura (UNA), donde se ventilaba una lucha estudiantil desde noviembre del año pasado.

Ante la problemática surgida en la UNA, el Consejo de Educación Superior nombró un Rector Interino para que la Universidad siguiera funcionando; ante esta decisión, Marlon expresó “Yo soy el rector de la Universidad de Agricultura, ya que gané las elecciones y sigo fungiendo como administrador de la institución” (LT 06/01/2017).

El día 10 de enero el Congreso Nacional aprobó la creación de una Junta Interventora para la UNA con plenos poderes durante un año, con opción a ser prorrogable. El Presidente de la Comisión de Educación, Rodimiro Mejía, manifestó "Lo que se va a hacer es intervenir una institución del Estado, no se está interviniendo la casa particular del exministro (de Educación), si se pone en rebeldía se le aplica la ley e incurre en el delito de desacato a la autoridad".

Los contrastes

A inicios del año 2012, Marlon Escoto fue nombrado Ministro de Educación por Porfirio Lobo. Desde su nombramiento llegó a dirigir la educación pública con plenos poderes de ensañarse contra los docentes y terminar con las movilizaciones y paros convocados por la dirigencia magisterial. En los dos años con Porfirio Lobo violentó de diversas formas los derechos de los docentes, invisibilizó a la dirigencia magisterial y con puros “oficios” trató -según él- de eliminar la reprobación y llevar a un 100 % la eficiencia de los alumnos en su aprendizaje de competencias mínimas.

Marlon Escoto fue ratificado en su cargo por Juan Orlando Hernández y al solo iniciar el gobierno de éste, fue llamado al Congreso Nacional, a moción de Edgardo Casañas, diputado por Libre, para que diera explicaciones sobre la Jornada Extendida, decisión que violentó derechos de docentes a mantener Jornada Plena.

Siendo su comparecencia ante el Congreso Nacional el 19 de marzo del 2014, entre otras cosas Marlon Escoto manifestó “la falta de clases, ha generado un aumento en el número de delincuentes, la prostitución y trata de personas, mientras que el Estado erogó más de 90 mil millones de lempiras, sin ningún resultado. Precisó que de 2009 a 2010 se invirtió un 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y el año pasado se alcanzaron los 200 días de clase con solo el 4.9 por ciento del PIB. Paradójicamente, Cuando se invirtió más en educación fue cuando más tiempo se mantuvieron cerradas las escuelas por la ingobernabilidad del sistema. Expuso que en 2007, 2008 y 2009 se invirtió más presupuesto en materia educativa, pero hubo un bajo rendimiento académico”. http://www.observatoriodescentralizacion.org/

En esa ocasión el flamante Ministro fue ovacionado por todos los Diputados de los Partidos Nacional y Liberal, quedando en firme las decisiones arbitrarias e ilegales que venía tomando.

Sin lugar a dudas que Marlon Escoto debió ser considerado un superdotado en ese momento, al asegurar que los problemas socio económicos del país han ido en aumento a consecuencia de la falta de clases en la educación pública. Pero en dicha comparecencia también manifestó que en el 2013 se habían alcanzado los 200 días de clase. Sin embargo, tal logro no fue motivo para que los problemas de delincuencia disminuyeran, por el contrario; fueron en aumento. Ahora, 3 años después, la situación socio económica del país está peor, y se cumplen 200 o más días de clases. Muy simplista y determinista la explicación del ex ministro en aquel entonces para justificar la Jornada Extendida.

Pero el flamante Ministro fue ovacionado y aplaudido en aquel entonces por los mismos Diputados que en enero lo defenestraron de este año de la UNA, sumando en esta ocasión a los diputados de Libre y del PAC.

Los docentes: verdaderos garantes de la calidad en la educación pública

La historia NO le ha dado la razón a Marlon Escoto. Después de 5 años de que él estuvo al frente de la Educación, no disminuyó la delincuencia, ni la prostitución, ni los asesinatos, ni el narcotráfico ni la corrupción en el país, ni los jóvenes que se van mojados a los EUA. Entonces, todos los problemas que él achacó a la ausencia de los docentes del aula de clases, son consecuencia de políticas represivas y explotadoras de los diferentes gobiernos, quienes solo siguen directrices de los cooperantes externos, como son todas las medidas adoptadas por él y aprobadas y legitimadas por el Congreso Nacional y el régimen post golpista.

El magisterio fue crucificado porque es el sector que más luchó en esta primera década del siglo; la lucha magisterial tuvo al filo de la navaja al gobierno de Ricardo Maduro (2002-2006), en su insistencia de abolir el Estatuto del Docente. El magisterio evolucionó de la lucha reivindicativa a la lucha política al sumarse a las calles contra el golpe de estado del 2009, y fue llamado la “columna vertebral de la resistencia”.

Esta actitud de vanguardia en contra de las medidas neoliberales y del golpe de Estado, golpeó mucho a la burguesía y la clase empresarial durante casi dos décadas, por ende, fue uno de los primeros sectores aplastados junto al Sindicato de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (SITRAUNAH), destruidas sus conquistas económicas y sociales, y lo que es peor; violentados sus derechos permanentemente.

Una vez que el magisterio fue atado de pies, manos y boca, pusieron en marcha diversas medidas para mejorar ostensiblemente los indicadores nacionales del rendimiento escolar de los alumnos. Lo hicieron por dos vías: midiendo las competencias mínimas de los educandos y evaluando a los docentes. Pero todo fue mediante “oficios”, sin una política educativa consensuada con el magisterio y padres de familia.

Estas acciones solo dieron material al gobierno y los enemigos del magisterio para despotricar en contra del mismo, señalando la deficiencia de los docentes y los alumnos. En cada “oficio” ordenado por el ex Ministro de Educación, violentando en muchas ocasiones la Ley, en vez de mejorar la calidad de la Educación Pública fue en menoscabo de esta. Es así como el régimen se jacta de lograr los 200 días de clase durante los últimos 4 años, pero detrás de esos 200 días se esconde un solo propósito: sacar a los maestros de la lucha y maniatarlos dentro de 4 paredes.

La mayor prueba de que se ha empeorado la calidad de la educación son los resultados de los alumnos en las diferentes evaluaciones al final del año, lo que es reiterativo en los años sub siguientes hasta llegar a las Pruebas de Aptitud Académica (PAA) de la UNAH. En todo ese proceso de evaluaciones, se culpa al “perro más flaco” como son los docentes. Se aplican evaluaciones con un propósito mal intencionado a los maestros y se les culpa por los malos resultados.

Todo encarrilado a desmotivar al gremio, estigmatizarlo y encasillarlo en la política educativa impuesta por el régimen.

Sin duda alguna, que la defensa de la Calidad de la Educación Pública pasa por lo que el docente haga dentro del aula de clases, lograr que los educandos obtengan las competencias mínimas requeridas por los programas de estudio. Pero no solo de eso dependen los buenos resultados; lo que más afecta es el entorno socio económico en el que vive sumergida la gran mayoría de los estudiantes junto a sus familias.

En los resultados de las PAA que aplica la UNAH como requisito para ingresar a la misma, dentro de las instituciones educativas privadas con mayor puntaje que logran en la misma, están los estudiantes varones de Taular y de las instituciones públicas. Corresponde al Centro de Investigación e Innovación Educativa (CIIE) dependiente de la Universidad Pedagógica Nacional, el primer lugar (Prensa Universitaria 15/11/2016).

Los alumnos del Taular y el CIIE son provenientes de clase media o bien, de parejas asalariadas, las que en su generalidad cuentan con un denominador común: hogares compactos o bien familias que cuentan con condiciones mínimas de calidad humana. Caso diferente son los resultados reflejados por la gran mayoría de los estudiantes que hacen la Prueba de Aptitud Académica provenientes de los centros educativos de mayor conflictividad social o de mayores problemas económicos, los que obtienen calificaciones muy bajas o a penas logran los puntajes para ser admitidos en la UNAH.

Si las familias que se debaten en la miseria son las que envían a sus hijos como nuestros alumnos, entonces los docentes deben cumplirles a esos padres y sus hijos brindando una educación de calidad. No la de Marlon Escoto ni la de JOH.

Una educación pública con calidad que le brinde a los educandos las competencias mínimas ligadas a un mayor desarrollo de conciencia social, en la que los alumnos lleven la educación a un campo en el que tienen conciencia para defender sus derechos y el de las grandes mayorías.

Por Horacio Zambrano Raudales

A más de 50 días de toma de las instalaciones de la UNA (Universidad Nacional de Agricultura) de Honduras, los compañeros y compañeras demuestran tener la suficiente convicción y valentía ante la situación crítica que vive esta institución. Los estudiantes exigen la reforma integral de la UNA, debido al régimen de corrupción, manifestado en la irregularidad de las edificaciones internas, la frágil estructura académica que permite las influencias en la selección y preferencia de estudiantes a la hora del ingreso y evaluación de éstos, también se sumaron las denuncias hacia Marlon Escoto por el casi linaje compuesto por sus familiares dentro de la institución.

Luego de la aprobación por parte del Congreso Nacional, el martes 11 de enero, del decreto que contempla la creación de una Junta Interventora para la UNA, surgen varias dudas y consideraciones sobre el tema. Debemos tomar en cuenta que bajo gobiernos, como el actual, se vuelven inevitables los “reparos” a instituciones del Estado, pero no perdamos de vista que han sido estos gobiernos los que las han nombrado y dotado de administraciones. Lo mejor será darle seguimiento a esta Junta Interventora, integrarse también en los procedimientos que ésta siga ya instalada en la UNA.

¿Cuál es el rol de la Junta Interventora?

Para muchos estudiantes y profesores en lucha, la designación de la Junta Interventora ha sido un triunfo, un gran paso adelante, para otros es el “mal menor” y otros no dejan de verla con recelo. Debemos valorar realmente que es esconde detrás del nombramiento de esta Junta Interventora.

Es necesario no dejar inadvertido el papel de fondo que jugará la Junta Interventora en esta crisis. Tal parece que el movimiento de estudiantes y profesores que logró consolidar los reclamos por el saneamiento de la UNA, estalló ante problemas concretos de corrupción, nepotismo y deficiencia de las instalaciones.

La historia del movimiento estudiantil no se cansa

El movimiento nació espontáneamente, sin la presencia de corrientes políticas, sostenido por el conjunto de estudiantes que pertenecen a las diferentes carreras de la UNA. Por ello su base organizativa responde a la articulación democrática de la colectividad de estudiantes, que se reúnen en asambleas y deciden por mayoría; en este sentido, los compañeros y compañeras deben estar alertan ante cualquier maniobra que conduzca a la desarticulación, pues, está de más decir que tanto a la Junta Interventora como a la nueva administración que asuma el gobierno de la UNA, le será fastidioso lidiar con un movimiento de estudiantes organizados y prestos a denunciar cualquier injusticia.

Es necesario sentar bases fuertes en el movimiento de la UNA, quizá pequeñas organizaciones que trabajen por carrera, una especie de asociaciones de estudiantes que vigoricen y den constancia a las luchas por las mejoras inaplazables de la UNA. De allí surgirán las vocerías rotativas tal como son ahora; las discusiones podrán ser tema de agenda de las organizaciones por carrera, y así se evitarían problemas futuros como el estancamiento de las discusiones en dirigencias provisionales.

Una reforma profunda debe conducir a la autonomía

Si la petición de los compañeros de la UNA se explicaba en la frase “UNA-REFORMA”, es inexcusable ahora, ya con la Junta Interventora dentro de la institución, reforzar esta frase con la legítima participación estudiantil en este proceso. La Junta Interventora no puede sustituir a los actores de la comunidad universitaria. Sin la presencia activa y creativa de la organización estudiantil y el peso que tiene su reclamo, no habrá una reforma profunda, en donde se haga justicia al mejoramiento de instituciones públicas como la UNA, sino un maquillaje del actual statu quo; son los estudiantes, los maestros y luchadores sociales –y no los gobiernos de turno– los que asumen el resguardo y defensa de la educación pública.

¡La historia del movimiento estudiantil no se cansa!, es hora de integrar un nuevo movimiento estudiantil que pulverice el aislamiento y las luchas dispersas: la UNA tanto como la UNAH y otras universidades públicas están a un paso de liberarse de su papel fundamental en la sociedad, que no es otra cosa que servir y abrirse al pueblo. El movimiento estudiantil hondureño tiene que seguir luchando para que no sigan siendo subsumidas las universidades públicas a la lógica neoliberal; y sólo el acompañamiento, bajo las mismas consignas (autonomía, 10% para la educación superior estatal y retorno a la paridad estudiantil), hará posible esta importante hazaña.

La lucha por la autonomía para la UNA o el inicio del poder estudiantil

La lucha de los compañeros y compañeras de la UNA, vista de fondo, plantea la exigencia de la autonomía de esta importante universidad. Esto implicaría la potestad de decidir el rumbo administrativo, académico, económico y la forma de gobierno de la UNA; es fundamental pensar en el papel protagónico de los estudiantes en esta problemática, por lo tanto, es necesario exigir la representación integral en el gobierno universitario quizá compuesto por el poder bipartito, entre estudiantes y administrativos.

Los estudiantes de la UNA, en conjunto con los estudiantes de la UNAH, y demás organizaciones estudiantiles, de profesores y demás miembros de la comunidad universitaria, así como las organizaciones populares, debemos luchar por el aumento del presupuesto del 6 al 10% para la educación superior. La UNA necesita más fondos para sobrevivir. No creamos que serán los administrativos actuales o por llegar, los que consolidarán una reforma que implique la autonomía de la UNA, serán varios actores los que influirán en dicha reforma; principalmente serán los estudiantes con su media potestad dentro del gobierno universitario.

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