Por: Maya Medina

Era común escuchar frases como “este pueblo es sumiso… espero ver a Honduras levantarse… que se acabe el bipartidismo… el pueblo es agradecido porque paga con su voto la ayuda del político aunque solo le dure unos cuantos días”... Pero en las elecciones 2021 se presentó otro panorama ¿Será que las palabras de Ebal Díaz calaron en la conciencia de los electores cuando dijo que el pueblo vota por hambre?

Este proceso electoral ha marcado la historia del país, en ningún otro los votantes se habían congregado masivamente a las urnas con sentimientos encontrados pues la mayoría fuimos movidos por el deseo de castigar la traición, el delito descarado, el despotismo y la humillación que hemos soportado como nación pero, al mismo tiempo, con alegría y optimismo de que esta acción marcará el comienzo de una nueva forma de pensar con el empoderamiento del pueblo. Ahora se tiene más claridad respecto al voto de castigo.

Esto se demuestra en que los dinosaurios políticos como Oswaldo Ramos Soto, Óscar Nájera, Ebal Díaz entre otros del Partido Nacional, Harry Panting del Partido Liberal, Felícito Ávila de la Democracia Cristiana que tenían décadas en el Congreso Nacional fueron defenestrados de sus curules, caras nuevas están apareciendo y, a la vez, están en peligro de desaparecer los famosos partidos de maletín.

Pero estos políticos deben tener claro que el pueblo ya sabe quién es el que manda, es decir, quien no gobierne y legisle para el pueblo “es pa’ fuera que va”.

El pueblo se reanima

En el rostro de la gente se ve un nuevo brillo, es el brillo de la esperanza; se percibe tranquilidad y confianza en que Honduras tendrá nuevas posibilidades de resurgir como nación, de recuperar nuestro suelo patrio y nuestra Bandera original con su espléndido azul turquesa, de sanear las políticas fraudulentas y mejorar la economía para así evitar la migración masiva pues muchos están poniendo su confianza en el Plan de Gobierno de Xiomara Castro.

El reto: reconstruir el país desde los escombros.

Financieramente el país está endeudado. Solo el año pasado se adquirieron préstamos millonarios con el pretexto del manejo de la pandemia del Covid-19 con la construcción, primero de 92 hospitales, después la compra de los hospitales móviles, las vacunas e insumos médicos, etc. Luego los huracanes ETA e IOTA, las tablets para los alumnos sin conectividad, etc. Solo por parte del BCIE se recibieron $565 millones (bcie.org).

Por otro lado, la economía interna colapsó pues muchos pequeños empresarios tuvieron que cerrar sus empresas y, como de todos es sabido, muchas personas quedaron sin empleo y por ende, sin ingresos para el sustento diario y menos aún, para sobrellevar la carga educativa y de salud que se presentó en todas las familias hondureñas lo que provocó en la población un sentimiento de abandono e impotencia obligándoles a dejar todo por el llamado sueño americano.

El reto para todos los hondureños: recomenzar y vigilar.

Pero la población ha levantado la cabeza, se está sacudiendo el polvo y quiere ver un mañana distinto. Toca recomenzar: desde el gobierno buscando las mejores alternativas de desarrollo, para ello la Presidenta electa debe acompañarse de personas idóneas para dirigir cada Secretaría.

Pero todos los ciudadanos debemos vigilar que las políticas públicas no se desvíen a favor de pocos, que sea escuchada la voz del pueblo, defender nuestra soberanía y los derechos que nos asisten.

Es aquí donde las organizaciones gremiales, sindicatos y hasta los patronatos deben reorganizarse, aumentar la formación política y reactivar la lucha social para no desaprovechar este sentimiento patriótico de recuperar el país que tiene a la población en general con la victoria en sus manos.

Por Frandav Lifú

Ya más claro el panorama posteriormente a la votación del 28 de noviembre, el mandato del pueblo es contundente; expulsar del poder al Partido Nacional con su principal cabecilla Juan Orlando Hernández. Con una diferencia de casi el 20% y con casi el 60 % de actas digitalizadas la ahora presidenta electa Xiomara Castro se impone al ex candidato oficialista.

Los medios de comunicación que durante 12 años bailaron al ritmo de la narco dictadura han corrido a exaltar la figura de la presidenta electa por sobre la aspiración de todo un pueblo.

¿Cómo surge el fenómeno “Xiomara”?

Todo pueblo debe mantener su historia y Doña Xiomara Castro, Sin duda alguna, anida el clamor de todo un pueblo que desde el 2009 ha soportado la represión y las férreas políticas neoliberales impuestas por el régimen.

Doña Xiomara Castro, la ex primera dama, la madre, la mujer que después del golpe de Estado del 28 de junio del 2009 se puso enfrente de una población que volcada en las calles se aglutinó en el Frente Nacional de Resistencia Popular con el objetivo de revertir el golpe de Estado encabezado por el Partido Liberal de Honduras. Caminar durante varios meses por las calles de la capital y sufrir la bestial represión de los militares se volvió una actividad diaria que unió doña Xiomara con el pueblo. Las luchas del magisterio en el 2010 y 2011, las marchas de las antorchas en el 2015 por el escándalo de corrupción en el IHSS, el levantamiento popular post electoral en el 2017, las enormes movilizaciones en defensa de la salud y la educación pública en el 2019, son hechos que han acumulado todo un anhelo de un pueblo que ha luchado con tenacidad en las calles. Pero estas luchas no pueden divorciarse de las decisiones que en momentos cruciales ha tomado la primera mujer presidenta del país, en el 2013 participó en el proceso electoral en el que se impuso Juan Orlando Hernández, pero aún con todo y el fraude el Partido LIBRE logró la cantidad de diputados suficientes para crear un bloque de oposición en el Congreso Nacional, hecho al que el Partido Liberal se negó. En el 2017 cedió su candidatura a Salvador Nasralla y en una imposición en contra de la Constitución de la República, Juan Orlando se reeligió con un monumental fraude con la complicidad de diversos sectores.

La trayectoria de doña Xiomara en estos últimos 12 años ha sido en una experiencia del diario vivir de todo un pueblo que dio un veredicto irrefutable el 28 de noviembre, un mandato enérgico que ha tenido como efecto inmediato el cambio de guion en los medios televisivos y radiales que se han lucrado con millonarios negocios con el Estado, ahora corren a rendirle el sombrero a la presidenta del país en el periodo 2022-2026, pero lo hacen con la línea de resaltar la figura de doña Xiomara por sobre la felicidad de todo un pueblo que utilizando la oportunidad electoral que ofrece la Democracia Burguesa le puso un alto a las pretensiones continuistas del Partido Nacional. Además, hay que agregar el permanente discurso de mantener la paz, una frase que deja entrever el llamado a que el pueblo no exija justicia y castigo para los culpables de muertes y de casos de corrupción. La paz no debe en ningún motivo esconder lo putrefacto del régimen y sus cómplices.

La ambición no debe opacar la victoria

Los candidatos perdedores y el régimen ya aceptaron la terrible derrota, el daño que le ocasionaron al país es irreparable, será el nuevo gobierno de LIBRE que trabajará arduamente para resarcir el daño, no obstante que en la conformación del Congreso Nacional el Partido Nacional sigue manteniendo una cuota de 41 diputados, circunstancia que vuelve inevitable una alianza entre el Partido LIBRE, Partido Liberal y el Partido Salvador de Honduras para lograr mayoría calificada y aprobar leyes en beneficio del pueblo o bien,  derogar leyes lesivas o que acorazan la impunidad de los delincuentes.

Si bien es cierto que siempre suceden anormalidades en la forma en que se van generando los diputados, el llamado es a los candidatos que se creen afectados para que sean prudentes al verter sus declaraciones, sería muy deprimente que empecinados en obtener un cargo tiren al cesto de la basura la victoria y la felicidad de un pueblo. La votación masiva fue para sacar la narcodictadura, pero además; para recuperar lo perdido, depende de los dirigentes de los partidos que ahora serán gobierno si se cumple lo prometido, la ambición personal no debe anteponerse al veredicto depositado en las urnas.

Por Carlos M. Licona

El proceso electoral realizado el domingo 28 de noviembre ha dejado con una contundente victoria a la ahora electa presidenta de la República en el periodo 2022-2026, Xiomara Castro. La derrota sufrida por el Partido Nacional ha sido estrepitosa, con un 52 % de las actas ya digitalizadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) han perdido en casi todo el país, apenas aparecen ganando el departamento de El Paraíso por un estrecho margen. El régimen también  ha perdido por gran diferencia las alcaldías de San Pedro Sula y Tegucigalpa, las ciudades más importantes del país.

La diferencia entre Xiomara Castro y el candidato oficialista Nasry Asfura es del 20 %, un porcentaje que difícilmente va variar. Xiomara Castro es la primera mujer en el país electa presidenta de la República y con la variante de que ha arrasado en todo el país con un triunfo apoteósico.

12 años de permanente impotencia y sufrimiento

Desde el golpe de Estado en el 2009 se fue apropiando de todas las instituciones una banda criminal liderada por Juan Orlando Hernández en contubernio con el Partido Liberal, desde esa fecha se dedicaron a; reprimir a la clase trabajadora, aprobar políticas económicas neoliberales, saquear el erario con escandalosos casos de corrupción, vender el país y además; con varias de sus figuras ya condenadas por el delito de narcotráfico y otras que se les menciona fuertemente. A toda esta deprimente realidad hay que agregar la forma pésima en que se trató la pandemia y los desastres hechos por los huracanes Eta e Iota en el 2021.

Han sido 12 años en que el pueblo ha soportado una narco dictadura que se robó los procesos electorales del 2013 y 2017, las elecciones de hace 4 años tuvieron la ilegalidad de reelegir a Juan Orlando Hernández, prohibido por los artículos pétreos de la Constitución de la República, el fraude cometido para imponer la  reelección de JOH fue descarado, y, motivo para que en todo el país se realizaran levantamientos populares de forma espontánea paralizando completamente la economía por más de una semana, el régimen aplastó a la oposición con férrea represión y militarización de todo el país.

La torpe campaña versus el repudio del pueblo

Con 12 años gobernando, la banda criminal que se apoderó del país y arropados en una clase política que se enriqueció saqueando las finanzas del Estado, se emborracharon de soberbia y se creyeron invencibles. Ante la ausencia de luchas en la actualidad; la población generó un deseo profundo de venganza canalizado a través del voto electoral. De nada sirvió la estrategia del Partido Nacional de boicotear el accionar del Consejo Nacional Electoral (CNE) y toda la campaña para descalificar a la institución que ha salido avante ante este proceso con resultados inéditos.

A las leyes impopulares e inhumanas aprobadas por el régimen se agrega la burda campaña emprendida por el oficialismo, con una multimillonaria cantidad de dinero gastada en publicidad en la que se limitaron a proferir frases anticomunistas fuera de contexto, hablaron mal de Venezuela y de Cuba y lo peor; de forma ridícula se dedicaron a condenar el matrimonio entre hombres o a condenar el aborto, acciones que no permite la ley en el país. Ante esa campaña oprobiosa la oposición aglutinada en los Partidos Libre, Salvador de Honduras, PINU, dirigentes liberales y Honduras Humana, optó por recoger ese malestar de la población y motivarle para que de forma masiva asistiera a las urnas a depositar un voto de castigo en contra de la narcodictadura.

No existe duda que la población se volcó a las urnas desde tempranas horas de la mañana, el repudio y condena contra un régimen irrespetuoso de las leyes se manifestó en largasfilas de electores evidenciando el profundo deseo de un cambio de gobierno. El reto para la oposición es enorme ya que se debe iniciar la recuperación de la institucionalidad a partir de la toma de posesión en enero del 2022, pero, además, iniciar el cumplimiento de lo prometido, principalmente a la clase trabajadora que ha sido la más afectada en estos 12 años de dictadura nacionalista.

El pueblo construyó esta victoria durante 12 años pero no debe cruzarse de brazos. El Partido Nacional tendrá aproximadamente 41 diputados que sin duda alguna, se les necesitará para reformas a leyes que requieran de mayoría calificada, a esta realidad hay que agregar que la ultraderecha estará muy pendientes de los errores que se cometan para iniciar los ataques, por lo anterior y ahora que el Partido LIBRE será gobierno; se debe reactivar el Frente Nacional de Resistencia Popular para aglutinar las luchas que están por venir.

 

El presente acuerdo entre el Movimiento HONDURAS HUMANA del candidato independiente a la presidencia, Milton Benítez; y la candidata a la presidencia de la República Xiomara Castro de Zelaya, tiene como fin sellar el compromiso de entregar el poder al soberano, simbolizado por la hoja en blanco, que representa la recuperación de los derechos del pueblo. Con esta firma “en mármol” acordamos lo siguiente:

  1. Hoy hacemos realidad el compromiso de Xiomara Castro, expresado y firmado el 5 de septiembre de 2021 en el documento Plan de Gobierno para Refundar Honduras 2022-2026:

“Hago una especial mención de mi compromiso con la Honduras Humana, con el   Candidato Independiente a la Presidencia de la República, el compañero Milton Benítez, para suscribir el papel en blanco “mármol” y que el Pueblo escriba sus demandas y cumplirlas en el próximo gobierno”

  1. Reivindicamos el artículo 59 de la Constitución de la República de Honduras, que reza, “La persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado. Todos tienen la obligación de respetarla y protegerla (…) La dignidad del ser humano es inviolable”. Para ello derogaremos, en el Congreso Nacional, las leyes que afecten los sectores sociales y los derechos de los trabajadores, la ley de las ZEDE y cualquiera otra ley que atente contra derechos fundamentales de nuestro pueblo.
  1. Acordamos encontrar los puntos de coincidencia para fusionar y complementar nuestros Programas de Gobierno, que tienen como ejes fundamentales: La Refundación, la Economía Popular, la recuperación de las empresas estatales, la promoción y fundación de políticas a favor del emigrante incluida la propuesta del Banco Nacional del Migrante – BNM, la dignificación del trabajo, el combate a las prácticas patriarcales y machistas, la ampliación de la cobertura del Sistema de Salud Pública, y la reforma sustancial del Sistema Educativo, tal como lo establecen el Programa de Nación de HONDURAS HUMANA y el Plan de Gobierno para Refundar Honduras 2022-2026 de LIBRE.
  1. Nos comprometemos a combatir hasta eliminar la corrupción, expresada en las formas contractuales realizadas desde el Estado, y castigar con el peso de la ley a corruptos y corruptores, igual que el narco tráfico y el crimen organizado, que han sumido en la pobreza a nuestro pueblo al cercenarle derechos fundamentales.
  1. Nos comprometemos a reconstruir la institucionalidad del Estado, deteriorada a causa de doce años de la narcodictadura nacionalista del Juanorlandismo.
  1. El Artículo 3 de la Constitución de la República, debe cumplirse para respetar la soberanía popular y los poderes que de ella emanan.
  1. Reconocemos la magnífica coalición electoral de fusión de candidaturas del Partido LIBRE, Partido Salvador de Honduras - PSH y Partido Innovación y Unidad – PINU, que fortalecen la representación política de oposición del pueblo.
  1. Una vez alcanzado el triunfo de la coalición de oposición liderada por Xiomara Castro, la Alianza y el Movimiento HONDURAS HUMANA, se comprometen a garantizar al pueblo el fiel cumplimiento de sus programas, a fin de dignificar la vida y dar paz a hombres y mujeres de este hermoso país que estamos recuperando junto al pueblo.

Por convicción y como representantes del Movimiento HONDURAS HUMANA y Xiomara Castro, como candidata de la Alianza de Refundación, firmamos el presente acuerdo a los 12 días del mes de noviembre de 2021.

XIOMARA CASTRO DE ZELAYA                                      MILTON OMAR ÁVILA BENÍTEZ   

       Candidata presidencial                                                 Candidato presidencial

¡NUESTRA FIRMA ES DEL PUEBLO!

¡EL PUEBLO AL PODER!

 

Por Carlos M. Licona

El domingo 28 de noviembre se realizan las elecciones generales en el país, las mismas nos presentan dos escenarios posibles; el primero que el oficialismo logre imponerse por 4 años más y la segunda posibilidad es que gane Xiomara Castro. En cualquiera de las dos opciones el magisterio enfrentará un gran reto; trabajar por revolucionar la educación pública.

El Desastre de las Políticas en Educación

Uno de los mayores retrocesos perpetrado por el régimen juanorlandista ha sido en la educación pública, con un ministro de Educación -Marlon Escoto-, que en el 2012 inició la imposición de medidas tendientes a cumplir con las metas EFA (Todos Podemos Avanzar), que tenían que cumplirse en el 2015, reduciendo a cero la deserción escolar y la reprobación en el nivel básico. Las reformas educativas impuestas en los últimos 10 años han buscado flexibilizar la evaluación sumativa a los educandos, sin importar de que haya o no  aprendizaje significativo.

Las consecuencias de tales políticas fueron, por un lado, el acomodamiento, tanto de maestros como de estudiantes, a simplemente cumplir con las órdenes para converger en una calificación mínima del setenta por ciento, reduciendo ostensiblemente la calidad en el proceso de  enseñanza- aprendizaje; ello implicó la renuencia en la mayoría de los docentes a cualquier disposición emanada del Ministerio de Educación, fuera acertada o equivocada. El mejor ejemplo de esta situación se ha dado en la crisis ocasionada por la pandemia en los años 2020 y 2021, en que simplemente la interacción entre docentes y alumnos, en gran parte de los casos se ha limitado al intercambio de imágenes y mensajitos, siendo muy pocos los centros educativos en que se ha implementado adecuadamente la educación virtual, más por esfuerzo propio de maestros y madres de familia que por una política del gobierno congruente con dicha realidad.

En el año 2020, durante varios meses fue muy intensa la discusión entre la forma de evaluar a los educandos. El gobierno nunca supo a donde conducir el barco, optando por lo más sencillo, es decir, que los docentes evaluaran fuera como fuera, asignando una calificación sumativa en un rango de 0%-100%, y además, que los estudiantes tuvieran oportunidad de presentar sus tareas sin importar el tiempo ni las excusas.

Al hacer un recorrido de estos  últimos 12 años, es fácil darse cuenta que el retroceso es de muchos años. La situación en educación se empeoró con la pandemia, y aun más con las tormentas tropicales que nos azotaron a finales del 2020, volviendo más preocupante la problemática, sobre todo porque no se han tomado correctivos inmediatos, ni se ha procedido a reconstruir y/o mejorar la infraestructura física en miles de centros escolares ya de por sí depreciados y en condiciones lamentables.

El reto del magisterio al frente de la Educación Pública

El escenario más deprimente para la educación sería el continuismo del régimen, ya que hasta ahora solo han demostrado que son geniales para saquear al país, poco o nada les ha importado el sector educativo, y lo que con tanta algarabía llamaron la Tercera Reforma Educativa, no pasó de ser mero proselitismo gubernamental; en cambio, la única alternativa vista en el horizonte político para que el magisterio muestre su compromiso, capacidad y amor por el país es el cambio de régimen, situación que ofrecería la oportunidad de iniciar el año 2022 planteándose el reto de recuperar la educación pública, volverla de calidad y desarrollar un plan coherente y efectivo hacia una verdadera transformación que posibilite en el futuro ser la piedra angular para los procesos revolucionarios que deben gestarse a partir de la lucha popular.

Aún no se sabe cómo se iniciará el año lectivo; sin embargo, desde ya se debe pensar en un plan inmediato, y consensuado con el nuevo gobierno, esperamos que, liderado por LIBRE, al que se le deben ir haciendo los ajustes necesarios, con la inclusión de todos los sectores de la población. El magisterio cuenta con el suficiente recurso humano para buscar soluciones; no obstante, un nuevo gobierno debe abrir muchas plazas más para enfrentar esta realidad que por ahora es muy deprimente. No cabe la menor duda que ante un nuevo panorama, el magisterio abrirá la mente y pondrá toda la disposición posible para sacar la educación pública del profundo agujero en que la narcodictadura la ha metido. Sin duda alguna que en el 2022, los docentes deben estar al frente impulsando y defendiendo la Educación Pública de calidad.

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