El domingo 26 de noviembre del año 2017 se realizarán las elecciones generales en Honduras, para elegir presidente de la Republica y 3 designados, 20 diputados al Parlamento Centroamericano (PARLACEN) y suplentes, 128 diputados al Congreso Nacional y suplentes, alcaldes y miembros de las Corporaciones Municipales en 298 municipios.

Estas elecciones son decisivas porque está en juego el proyecto reeleccionista de Juan Orlando Hernández (JOH) y del Partido Nacional.

1.- El origen de los males actuales

Honduras, con El Salvador y Guatemala, forma parte del Triángulo Norte de Centroamérica, una zona geográfica caracterizada por la violencia, el desarrollo de maras y pandillas, la actividad de los carteles del narcotráfico y el crimen organizado, el enorme desempleo y pobreza que obliga a la migración masiva hacia Estados Unidos, etc.

En los países del Triángulo Norte de Centroamérica, la revolución que se inició en 1979 fue ahogada primero a sangre y fuego, y después se iniciaron procesos de apertura democrática. No es una casualidad, pues, que la descomposición social generalizada y el debilitamiento del Estado ocurra en estos países, al grado tal que el gobierno de Estados Unidos ha vuelto a colocar a Centroamérica dentro de sus prioridades, por el peligro que significa la situación actual de decadencia social y barbarie.

En el caso particular de Honduras, el país fue utilizado como bunker del ejército de Estados Unidos instalando bases militares que todavía permanecen, la zona sur de Honduras fue utilizada para montar los campamentos del ejército contra en la guerra de agresión contra Nicaragua, pero lo más grave fue la aniquilación física de los más selectos dirigentes de la vanguardia estudiantil y revolucionaria en el periodo 1981-1984.

En el mismo periodo, a la par que secuestraban, torturaban y asesinaban al sector más revolucionario, la oligarquía de Honduras, apoyándose en el Ejército, impulsó un proceso de apertura democrática con elecciones que culminaron en la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente de 1981 y en la promulgación de la Constitución en 1982, que estableció prohibiciones pétreas contra la reelección presidencial, creando un régimen bipartidista, de alternancia en el poder, que fue roto con el golpe de Estado de junio del 2009 que derrocó al presidente liberal Manuel Zelaya Rosales, lo que representó una ruptura del régimen político instaurado en 1982, el reagrupamiento de los sectores más reaccionarios y el tránsito acelerado hacia un régimen autoritario.

1.1.- La derrota de la lucha contra el golpe de Estado

Contrario a lo que esperaban los golpistas, el derrocamiento de Manuel Zelaya generó una colosal movilización de masas, con altibajos, por la defensa de la democracia. A mediados de septiembre de 2009 las movilizaciones alcanzaron su pico más alto, especialmente después del regreso clandestino de Manuel Zelaya a Honduras, quien se refugió en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

En esta larga lucha se desarrolló una amplia unidad de acción entre diversas fuerzas políticas en contra del golpe de Estado, que dio origen el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), la organización popular más importante después de la Huelga General de 1954.

No obstante, a pesar que las fuerzas de izquierda era mayoría, la conducción política del FNRP se subordinó políticamente ante el expresidente Manuel Zelaya, quien utilizó la fuerza social de la movilización para crear condiciones para una negociación, la que finalmente se produjo, primero con Acuerdo San José-Tegucigalpa-Guaymuras, que por cierto fracasó, y finalmente con el Acuerdo de Cartagena, firmado con el presidente Porfirio Lobo, en el año  2011, que creó las condiciones para el regreso de Manuel Zelaya a Honduras, y la transformación del FNRP en la base de creación de un nuevo partido político: Libertad y Refundación (LIBRE). En este proceso de destrucción del FNRP, la izquierda, salvo raras excepciones, mantuvo una actitud abyecta.

Pero en esta “apertura” del gobierno de Porfirio Lobo hacia Manuel Zelaya había un frío cálculo político: era necesario fomentar la división del Partido Liberal para garantizar la hegemonía del Partido Nacional.

1.2.- Cómo LIBRE absorbió y castró a la izquierda

Hay factores históricos en Honduras que han impedido el desarrollo de una izquierda revolucionaria fuerte, con influencia de masas. Tradicionalmente, el Partido Liberal de Honduras ha sido el partido de la clase media y de los sectores populares. El liberalismo en Honduras ha sido un partido con enorme influencia de masas. Fieles a su tradición, el Partido Liberal de Honduras siempre ha estado conformado por diversas corrientes, unas reaccionarias y otras “progresistas”. Esta relativa democracia al interior del Partido Liberal de Honduras ha servido para absorber, en más de una oportunidad, a las corrientes progresistas.

Por esta razón, por el hecho de que las corrientes radicales del liberalismo absorben a los dirigentes luchadores más destacados, el Partido Comunista de Honduras (PCH), fundado en 1922, siempre fue débil hasta su discreta disolución en 1994. El PCH tuvo mucha influencia en los sindicatos y organizaciones populares, pero a nivel político se subordinó siempre a las corrientes radicales del liberalismo. En muchas oportunidades, el Partido Comunista y otras corrientes de izquierda coincidieron y trabajaron políticamente como aliados de las corrientes “progresistas” del Partido Liberal. El ejemplo clásico de este tipo de coincidencias fue el Partido Democrático Revolucionario Hondureño (PDRH) fundado en 1948, bajo la terrible represión de la dictadura de Tiburcio Carías Andino

En la década de los años 70 del siglo XX, bajo las diversas dictaduras militares, se formó dentro del Partido Liberal de Honduras la Alianza Liberal del Pueblo (ALIPO), que encabezaban los banqueros Edmond L. Bográn y Jaime Rosenthal Oliva y otros dirigentes más plebeyos como Carlos R. Reina, Jorge Bueso Arias y Ramón Villeda Bermúdez. La ALIPO fue un frente único de las fracciones liberales en la búsqueda del poder. Al final, después de una intensa lucha política, la ALIPO logró agrupar temporalmente a otras corrientes consideradas de izquierda dentro del liberalismo como el Movimiento Amigos de Jorge Bueso y Movimiento Ramón Villeda Bermúdez.

Contrario a lo que se pueda creer, las elecciones internas promovidas bajo la vigencia de la Ley Electoral de 1977 permitieron a la dirigencia tradicional del Partido Liberal, absorber en 1981 a todas las corrientes “progresistas”, ampliar su base social, recuperar el poder e imponer su hegemonía a partir de la elección de Roberto Suazo Córdova en 1982, quien perteneció al Movimiento Liberal Rodista.

Una vez en el poder, se produjo una recomposición del Partido Liberal  y también el surgimiento de nuevas corrientes progresistas. A inicios de la década de los años 80 del siglo XX, los hermanos Jorge Arturo y Carlos R. Reina Idiáquez, fundaron el Movimiento Liberal Democrático M-Líder. Esta corriente se opuso a la utilización y entrega del territorio de Honduras en la estrategia de guerra de agresión contra la revolución nicaragüense. Ha sido la corriente más de izquierda dentro del Partido Liberal, aunque posteriormente se dividió en otras corrientes. Posteriormente, en las internas de 1992, Carlos R. Reina encabezó el Movimiento Reinista en las elecciones internas y en 1993, con un discurso democrático, ganó las elecciones generales bajo la consigna de la “revolución moral”, llegando a ser presidente de Honduras (1994-1998).

En las elecciones primarias de 1996, el banquero Jaime Rosenthal Oliva abandonó su radicalismo juvenil y participó con una corriente denominada Movimiento Liberalismo Renovador (LIBRE). Pero esta corriente no tiene ningún nexo con el actual partido LIBRE, la similitud de nombres y siglas es pura coincidencia.

El expresidente Manuel Zelaya formó parte de la corriente dominante conocida como Movimiento Liberal Rodista (MLR), posteriormente se identificó con el Movimiento Azconista pero en las elecciones internas del año 2000 organizó su propia corriente denominada Movimiento Esperanza Liberal (MEL) siendo derrotado por Rafael Pineda Ponce. Posteriormente, sin doblar su brazo, Manuel Zelaya encabezó la corriente denominada Plataforma Poder Ciudadano (PPC), y con un discurso democrático bastante similar al de Carlos R. Reina, ganó las elecciones internas en 2004 y posteriormente ganó las elecciones presidenciales del año 2005.

El nuevo partido LIBRE, que surgió en el contexto de la lucha contra el golpe de Estado, se colocó desde su fundación bajo la conducción absolutista de Manuel Zelaya, no es más que el reciclamiento de una de las corrientes radicales y progresistas del liberalismo hondureño, pero con una enorme tragedia de por medio: la subordinación política de la izquierda que, bajo el argumento de “la lucha por el poder”, prefirió los privilegios económicos de las diputaciones y demás cargos de elección popular, que luchar consecuentemente y de manera independiente por una Asamblea Nacional Constituyente. Es de señalar que desde el 2008, Manuel Zelaya con el giro que dio hacia el “chavismo” reclutó a la mayoría de la dirigencia de las organizaciones de la izquierda y del movimiento popular, sindical y gremial.

2.- El triunfo electoral de JOH: inicio de la hegemonía del Partido Nacional

Las elecciones del 2013 fueron una ruptura formal del tradicional bipartidismo, ya que en esa ocasión participaron 4 partidos políticos importantes: el Partido Nacional (PN) y el Partido Liberal (PL), que representaban a las fuerzas del viejo bipartidismo; y dos partidos emergentes: el partido LIBRE de Manuel Zelaya, que representaba a una corriente radical del liberalismo, con inserción social en la clase media y sectores populares, en alianza con la izquierda reformista subordinada, y el Partido Anticorrupción (PAC), liderado por Salvador Nasralla, con una altisonante ideología derechista, que representaba el descontento de la clase media urbana contra el bipartidismo.

El gobierno de Porfirio Lobo se encargó de crear las condiciones políticas para permitir la continuidad del Partido Nacional en el poder, despejando el camino a su sucesor, Juan Orlando Hernández (JOH), quien fue proclamado ganador de las elecciones del año 2013.

A pesar de las denuncias de fraude electoral, por parte de LIBRE y el PAC, tanto Manuel Zelaya como Salvador Nasralla impugnaron los resultados, pero no llamaron a la movilización y protesta nacional de sus votantes (juntos sumaban más del 43% de los votos válidos) sino que se conformaron con utilizar inocuos recursos legales para revertir el fraude electoral. Como era previsible, todas estas acciones terminaron siendo rechazadas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

Zelaya denunció que el fraude electoral se había producido en el 20% de las urnas, y que el TSE se negaba a revisar las “inconsistencias” en 3,604 actas originales. Esta crucial denuncia contra el fraude se debilitó en la medida que LIBRE no aportó las anunciadas pruebas ante la comunidad internacional, solo se limitó a enumerar el listado y número de las Mesas Electorales en donde se produjeron las inconsistencias y el tráfico de credenciales. Al final, después de un proceso de estira y afloja y de oscuras negociaciones, el ex presidente Manuel Zelaya Rosales, declaró lo siguiente: “Hemos tomado la determinación de reconocer un triunfo cuestionado y sin transparencia de la Presidencia” (La Prensa, 25/12/2013). Y con ello terminó reconociendo el triunfo electoral de JOH.

El sistema electoral de Honduras permite ganar las elecciones por mayoría simple. Bastaba organizar la división del voto liberal, y la división del voto de los partidos emergentes, para poner la presidencia de la república en bandeja de plata, a favor de JOH. Y eso fue lo que ocurrió.

La imposibilidad de la candidata de LIBRE, Xiomara Castro, esposa de Manuel Zelaya, de conquistar las mentes de la mayoría de la población, marcó un punto de inflexión del partido LIBRE. La disolución en los hechos del FNRP, el hecho que JOH logró imponerse en las elecciones, más los efectos del ajuste económico, causó gran desmoralización en la base del partido LIBRE. Como oposición parlamentaria el partido LIBRE mantuvo una posición errática, oscilante, que brincaba de las negociaciones secretas al discurso estridente contra JOH.

Como era de esperarse, a pesar que el PN era minoría dentro del Congreso Nacional, las facciones del liberalismo, junto a la bancada del PAC, fueron incapaces de doblegar a JOH, y más bien ocurrió lo contrario: JOH comenzó a ganar diputados de todas las bancadas, sobre todo del PL cuyos diputados colaboraban abierta o solapadamente con el gobierno de JOH, aprobando el presupuesto y casi todas las leyes especiales, como la creación de la Policía Militar del Orden Público de Honduras (PMOP), aunque no fue ratificada como órgano constitucional. Poco a poco, de manera paulatina, el gobierno de JOH comenzó a copar todas las instituciones del Estado, debido a la colaboración abierta o por omisión del PL.

El primer golpe decisivo fue la elección de los nuevos magistrados de la CSJ, las cuotas de poder fueron repartidas entre el Partido Liberal y el Partido Nacional, pero JOH se garantizó la mayoría necesaria para aprobar una sentencia a su favor.

3.- Una sentencia escandalosa que abrió el camino a la reelección presidencial

El presidente Juan Orlando Hernández (JOH) logró derogar los artículos pétreos de la Constitución de 1982 que prohibían tajantemente la reelección presidencial, a través de una simple sentencia de la Sala Constitucional de la CSJ, dictada por cinco magistrados que no reflejaban los sentimientos del pueblo.

La sentencia del 22 de abril del 2015 declaró inaplicables el último párrafo del artículo cuatro (4), el numeral cinco del artículo cuarenta y dos (42), el artículo doscientos treinta y nueve (239), y una buena parte del artículo trescientos setenta y cuatro (374), este último considerado una norma pétrea de la Constitución liberal de 1982.

Todas las normas declaradas inaplicables, derogadas en los hechos, estaban relacionadas con la prohibición absoluta de la reelección en Honduras. Esta sentencia fue ratificada por una nueva sentencia del pleno de la nueva Corte Suprema de Justicia de Honduras, en agosto del 2016, que declaró como asunto concluido la sentencia del 22 de abril del 2015

El principal candado de la Constitución de 1982 fue finalmente roto. Lo que antes era prohibido, dejó de serlo. Bajo el sacrosanto principio de libertad de discusión, los grupos de poder en Honduras comienzan a plantear públicamente la necesidad de restablecer la reelección presidencial y también de otros funcionarios públicos. Esto no fue un rayo en cielo sereno, sino la ejecución de un plan bien elaborado.

4.- El caos social crea condiciones para la Reelección presidencial y Bonapartismo

La descomposición social, la falta de empleo, la extrema pobreza, la migración masiva, una juventud socialmente marginada en los barrios y colonias populares, la altísima cantidad de asesinatos y la inseguridad ciudadana, etc, son factores que le facilitan a JOH pregonar a través de la mayoría de los medios de comunicación a su servicio, que su gobierno es fuerte y que restaurará el orden y que traerá nuevamente la estabilidad económica y social perdidas. Esta “mano dura” no es otra cosa que la instauración de un régimen bonapartista, por medio del cual, como Napoleón Bonaparte, JOH pretende convertirse en el arbitro supremo de la nación, controlando y subordinando todos los poderes e instituciones del Estado.

Manipulando las desgracias populares, JOH ha logrado vender la idea que él es el “salvador supremo” de Honduras, y por ello impulsa la creación de nuevos órganos policiales y la modernización de las Fuerzas Armadas, al mismo tiempo que amplía y consolida su base social electoral con programas asistencialistas como “Bolsa solidaria”, “Vida Mejor”, “Honduras Actívate”, las “Recreovías”, el Crédito Solidario, “Honduras Canta” y con “Chamba Vivís Mejor”, iniciativa efímera de empleo la última, y una ejemplar charlatanería la primera. No es una casualidad, pues, que el voto duro del nacionalismo se concentra en los sectores de extrema pobreza, que forman parte de la clientela política del Partido Nacional.

Forcejando con otros sectores de la burguesía que le temen, JOH ha logrado construir un consenso alrededor de su proyecto reeleccionista. La reelección se ha puesto de moda en Centroamérica y América Latina, los casos más sobresalientes en la región son el de Oscar Arias en Costa Rica, Daniel Ortega en Nicaragua y ahora la pretendida reelección de JOH en Honduras. Ante la agudización de la crisis del sistema capitalista semicolonial, las fracciones de las burguesías se ponen de acuerdo en cambiar las reglas del juego, buscando gobiernos fuertes, estables, ante un panorama que presagia luchas y radicalización de las masas trabajadoras. Las condiciones económicas y sociales de Honduras son altamente explosivas, por ello la mayoría de los grupos de poder se inclinan por crear un gobierno fuerte que pueda afrontar cualquier rebelión del movimiento de masas. Al parecer la elección es que JOH continué en el poder.

JOH ha pretendido dorar la píldora, planteando la necesidad de regular la reelección únicamente a un periodo continuo, como ocurre en Estados Unidos. El problema en Honduras es que la experiencia de la dictadura de Carías y los subsiguientes gobiernos militares, demuestra la inexistencia de un sistema electoral democrático, en donde sí se haga valer la voluntad popular expresada en las urnas. Mientras no exista una democracia real, mientras no existan mecanismos de revocación del mandato del presidente y de los altos funcionarios (diputados, magistrados, alcaldes, etc.), la reelección en cualquiera de sus variantes solo servirá para consolidar el poder de los actuales grupos económicos, en detrimento de los intereses de los trabajadores y los sectores populares.

5.- El Partido Nacional, el narcotráfico y la corrupción

La instalación de carteles del narcotráfico en territorio de Honduras, y el alza de la violencia social, es un fenómeno de vieja data, pero se ha recrudecido en los últimos años. Existen denuncias, bien documentadas, que relacionan el crecimiento del narcotráfico con la cúpula del Partido Nacional (PN). Fabio Porfirio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo, fue capturado, enjuiciado y condenado en Estados Unidos por actividades del narcotráfico. Antonio Hernández, hermano del presidente Juan Orlando Hernández (JOH), también ha sido denunciado de recibir fondos del narcotráfico. Cuando el río suena, piedras trae.

La corrupción en Honduras es un fenómeno intrínseco al bipartidismo, ambos partidos amamantaron nuevos sectores burgueses, a partir de la apropiación de las finanzas públicas. En el año 2014 salió a luz pública el escándalo del saqueo del IHSS, produciendo la primera gran crisis política del gobierno de JOH. Se produjo un forcejeo entre sectores de la burguesía, que temen al bonapartismo de JOH, cuyo resultado fueron las “marchas de las antorchas”.

Hubo un clamor generalizado para crear una Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH), similar a la CICIG de Guatemala. El gobierno de JOH se opuso a la creación de la CICIH, pero después de intensas negociaciones secretas con el gobierno de Estados Unidos, terminó aceptado la conformación de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), con un mandato súper limitado, cediendo el control de la lucha contra el narcotráfico en Honduras a la DEA, apurar el plan de extradiciones de los narcotraficantes hondureños hacia los tribunales de Estados Unidos, una reorganización de las instituciones represivas del Estado, a cambio de ciertas garantías para su familia y su grupo de poder.

6.- Algunas luchas de resistencia: trabajadores y estudiantes

En todos estos años, mientras la oposición burguesa fracasaba en sus intentos de unificación para frenar a JOH, se ha aplicado un inclemente plan de ajustes económicos que está destrozando los niveles de vida de la clase trabajadora y de la clase media. La política monetaria de JOH ha impuesto una devaluación gradual de la moneda, que significa menos consumo para todos.

El gobierno de JOH ha continuado con las privatizaciones, interviniendo instituciones bajo el pretexto de lucha contra la corrupción, pero lo que ha hecho en realidad es reducir las conquistas de los trabajadores estatales, anulando la convención colectiva, los Estatutos de los gremios, etc. Sin una conducción clara, como lo fue en determinado momento el FNRP, los médicos, por un lado, y las enfermeras, por el otro, han enfrentado las políticas privatizadoras y de ajustes del gobierno de JOH. Actualmente se desarrolla una huelga de médicos que lucha por un vital aumento de salarios. Estos son los sectores de la clase media que se rebelan ante la austeridad que impulsa JOH. Los trabajadores han peleado con las uñas, pero hasta el momento se han impuesto los planes económicos del gobierno de JOH.

Como una maravillosa excepción, los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) han sido, durante más de dos años, el sector social que más ha peleado contra las políticas de austeridad de JOH. Con sus incesantes luchas, los estudiantes han reflejado ese profundo descontento social que existe en Honduras.

7.- Fracasaron los intentos de unidad de la oposición

Después de firmar algunos documentos en conjunto, en realidad la oposición no logró unificarse en un solo frente electoral contra JOH. El Partido Liberal ha abandonado sus principios y convertido en tercera fuerza electoral se ha dedicado a negociar cuotas de poder, aceptando en los hechos la hegemonía del Partido Nacional.

El Partido LIBRE, con algunas divisiones y deserciones, ya no es una alternativa de poder por sí solo. Las elecciones primarias del año 2016 mostraron un declive de 100,000 votos en relación al año 2012, y una pérdida de espacio en relación al Partido Liberal.

En agosto del 2017 se conformó la Alianza de la Oposición contra la Dictadura, entre LIBRE, el PAC y el Partido Innovación y Unidad (PINU). Salvador Nasralla fue el único candidato que se mantuvo con un discurso agresivo y beligerante contra el gobierno de JOH, pero tuvo que pagar un alto precio: los sectores de clase media que lo apoyaban llegaron a un acuerdo con el Partido Nacional y el resultado fue que Nasralla perdió el control de los sellos del PAC, quedando como una corriente sin partido. Finalmente, después de algunas vacilaciones, Manuel Zelaya desistió de presentar la candidatura de su esposa, Xiomara Castro, y Salvador Nasralla fue escogido, por fuera del proceso de elecciones internas, como el candidato presidencial de la Alianza de la Oposición contra la Dictadura.

Nasralla refleja políticamente a esa clase media urbana que ha crecido en las últimas dos décadas en Honduras. Mientras aumenta la pobreza en Honduras, también ha crecido una clase media urbana, que comenzó a tener una expresión política por fuera del bipartidismo. La votación a favor de Nasralla en las elecciones presidenciales del 2013, representaba este fenómeno político. Pero no existe garantía que esa clase media vote por la alianza con el partido LIBRE, porque, como hemos expresado, es una clase media con una fuerte ideología derechista, duramente golpeada por los planes económicos de miseria impuestos por JOH.

8.- En realidad, no hay por quién votar!!

Honduras vive un oscuro periodo de reacción política y una contrarrevolución en el plano económico. El proyecto reeleccionista de JOH pretende consolidar un régimen bonapartista, con los recelos de otros sectores de la burguesía.

El Partido Liberal se ha convertido en un tonto útil de los planes hegemónicos del Partido Nacional, aunque la candidatura de Luis Zelaya representa un intento de cambio, un rostro más de clase media, en la conducción del liberalismo.

El partido LIBRE ha abandonado, incluso, sus postulados iniciales de lucha por la convocatoria inmediata de una Asamblea Nacional Constituyente, y más bien se dedicado a la tarea de defender y ampliar su representación parlamentaria. En algunos casos, se ha mostrado conciliador con JOH, al grado incluso de acordar una reforma constitucional para lograr que LIBRE tuviese un magistrado en el TSE, acuerdo que fue boicoteado por el Partido Liberal al no dar sus votos en el Congreso Nacional.

En estas condiciones, no hay una opción consecuente en la lucha contra JOH. Algunos compañeros (as) han planteado la necesidad de votar por el “mal menor”, es decir, consideran que votar por Nasralla y los candidatos de la Alianza de la Oposición contra la Dictadura, podría derrotar el proyecto reeleccionista de JOH. LIBRE desperdició la gran oportunidad de encabezar un movimiento nacional de masas contra la reelección de JOH, porque prefirió los discursos dentro del Congreso Nacional que llamar incesantemente a la movilización contra el gobierno.

Igual que las elecciones presidenciales del 2013, las dos corrientes del liberalismo (PL y LIBRE) van nuevamente por separado y sin un programa claro que unifique y movilice al pueblo contra la reelección de JOH. Esta división del voto anti-JOH, y la abstención que veladamente promueve el Partido Nacional, son factores que favorecen el proyecto reeleccionista, pero esta situación desfavorable fue creada por los propios partidos políticos (PL y LIBRE) que decían luchar contra la reelección, pero que, en el fondo, como es el caso de LIBRE, también esperan ansiosamente su turno para la reelección. Todos los factores que hemos descrito crean una situación adversa en la lucha contra el continuismo de JOH, máxime que tiene el control absoluto del aparato electoral del TSE.

9.- Llamamos al voto nulo: marque ¡Fuera JOH” y ¡No a la reelección! en toda la papeleta

Lo decimos claramente: si JOH logra imponer la reelección, la historia condenará a los partidos liberales (PL y LIBRE) que fueron incapaces de luchar por la defensa de la Constitución de 1982, que fue inspirada en los principios y tradiciones democráticas del liberalismo hondureño.

Por ello, desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a los trabajadores y al pueblo de Honduras a manifestar su repudio al proyecto reeleccionista de JOH, anulando masivamente la votación, rayando o marcando “fuera JOH” y “No a la reelección” en toda la papeleta electoral, para que no quepa la menor duda que la voluntad es anular el voto, como protesta contra la reelección fraudulenta.

Recientemente, David Matamoros, presidente del TSE, adelantándose a una posible anulación masiva del voto, declaro que: Si ponen dentro de la papeleta electoral “Fuera Joh”, estarían votando por él(La Tribuna 06/11/2017). ¡Que las estupideces del magistrado Matamoros no apaguen la llama de rebeldía! Llamamos a los trabajadores y al pueblo de Honduras a mostrar su rechazo activo al proceso de truculencias legales que han permitido inscribir la candidatura de JOH, en abierta contradicción con la Constitución de 1982.

Fuera JOH!!

No a la reelección presidencial en Honduras!!

Por la convocatoria inmediata a una Asamblea Nacional Constituyente que reorganice Honduras en beneficio de los trabajadores y los sectores populares!!

 

Centroamérica, 20 de noviembre del 2017

 

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

El miércoles 15 de noviembre de 2017 se volvieron a repetir escenas de violencia en la Universidad de San Carlos (USAC) de Guatemala, la única universidad pública del país, que acoge a la población estudiantil más extensa de toda Centroamérica.

Una fuerza de choque de unos cien facinerosos encapuchados –aunque muchos no portan capuchas, sino pasamontañas, cual grupo paramilitar, recorrieron el Campus Central ubicado en la zona 12 de la Ciudad de Guatemala, armados de bates, palos, navajas y hasta armas de fuego. Entre sus acciones estuvieron la de intimidar a estudiantes que salían de clases en el edificio S12, compartido por la Facultades de Ciencias Económicas, Derecho e Ingeniería, lugar de donde fueron expulsados en agosto pasado por tratar de entorpecer las primeras elecciones trasparentes para la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) en más de 19 años (las últimas elecciones democráticas fueron en 1998).

Posteriormente, se hicieron presentes en el edificio S1, en el cual funcionan las escuelas de Trabajo Social e Historia, haciendo disparos al aire, para atemorizar a estudiantes y profesores; los mafiosos  gritaron consignas contra la Asociación de Estudiantes de ambas escuelas (AETS Y AEHAAA), organizaciones que se han mantenido en los últimos años en abierta oposición a los manejos y acciones que estos grupos han hecho contra los estudiantes, mas durante la época de Huelga de Todos los Dolores del Pueblo de Guatemala. La AETS Y AEHAAA han hecho valiosos aportes en la lucha por la Recuperación de la AEU para las y los estudiantes.

Los facinerosos exigían, entre consignas soeces y burlas, que se hicieran presentes estudiantes que han participado en el proceso de democratización del movimiento estudiantil en los últimos años, y quienes han tenido que enfrenar sus agresiones violentas e intimidatorias. En esta ocasión, no hubo agresiones físicas directas contra los estudiantes, como ocurrió en otras ocasiones, ya que en ambas Escuelas el semestre educativo ha concluido. En los edificios de Trabajo Social e Historia se encontraban únicamente el personal administrativo, lo que indica que los actos de atemorizamiento no solo es contra los activistas del movimiento estudiantil, sino también que estaban destinados a amedrentar a las profesores y autoridades, para obligarlas a adoptar políticas contra el movimiento estudiantil.

Finalmente, esta fuerza de choque siguió su recorrido por la Universidad, haciéndose presentes al edificio S2, donde se encontraban los estudiantes en exámenes finales y en la segunda vuelta de la votación de planillas estudiantiles para el jurado de concurso de oposición –órgano bipartito para la elección de los aspirantes a cátedras titulares dentro de las facultades y escuelas–. En esta elección se enfrentaban en tercera vuelta la Planilla No 3, "Adelante", que agrupa a sectores independientes de los intereses docentes y administrativos, contra la Planilla No 1, "Derecho Unido", organizada y financiada por el Ex Rector Estuardo Gálvez. Esta Planilla No 1 se encontraba en desventaja al momento del ataque de los facinerosos, lo que indica que uno de los objetivos centrales de esta fuerza de choque era incidir en la votación. A pesar de los ataques e intimidicaciones, la Planilla No 3 fue la ganadora, lo que constituye un triunfo de los estudiantes y de los sectores independientes.

Los estudiantes de derecho, acercándose cada vez más al lugar que las generaciones anteriores han ocupado en la historia del pueblo de Guatemala por su liberación, no se acobardaron y más bien se hicieron presentes como un alivio de aire fresco y se plantaron con dignidad ante la fuerza de choque de los zopilotes –o Zopes, como se les conoce generalmente a los criminales de capucha y sotana negra que han vuelto Deshonorable el Comité de Huelga de todos los dolores de la AEU–. La resistencia de los estudiantes obligó a los zopes a usar sus ya conocidas tácticas paramilitares, como el uso de armas blancas, llegando a usar en esta ocasión hasta luces de bengala, así como gas pimienta que rociaron contra varios estudiantes y golpeando a otros con bates, pero al final la masividad de la resistencia estudiantil, obligó a los zopes a huir ante la rabia generalizada de la estudiantada, que ha empezado a descubrir que el poder soberano de la universidad descansa en la masa estudiantil.

¡Por un Frente que acabe con los ataques traicioneros y violentos en la USAC!

Este tipo de ataques cobardes, confirma que grupos lúmpenes y del crimen organizado se esconden en las faldas de las diferentes Rectorías y detrás de la autonomía universitaria –que le pertenece a los estudiantes para poder pensar y hablar con libertad y no a los sicarios para oprimir a los estudiantes.

Los ataques físicos contra estudiantes no se acabaron con la toma de posesión del nuevo Secretariado de la AEU. Estos actos de violencia se acabarán cuando estudiantes, docentes consecuentes con su pasado estudiantil y con las luchas anteriores del pueblo, trabajadores y personal administrativo, nos unamos en solo frente de lucha para expulsar de la USAC a estos grupos mafiosos.

Los zopes han sido desde hace 19 años el grupo armado de las diferentes administraciones universitarias. No es raro que en una elección donde el Ex Rector Estuardo Gálvez y sus intereses oscuros se encontraban en desventaja se hicieran presentes estos perros de presa, cual sabuesos cuidando los intereses de sus patrones, para detener una elección que ya era imposible ganar. El trabajador universitario debe sacudirse la tutela con que la Rectoría ha atrapado al Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Carlos de Guatemala (STUSC), debe remover a su dirigencia patronalista, para acabar con la corrupción dentro de la USAC. Denunciamos así el contubernio en el que han trabajado, trabajan y seguirán trabajando las autoridades universitarias con este grupo del crimen organizado, grupo que es la representación más acabada de la ocupación militar y el asesinato de tantos dirigentes estudiantiles, de docentes y trabajadores ligados a la lucha por la libertad y la democracia en Guatemala en los años más cruentos de la guerra civil.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a todos los grupos estudiantiles y demás grupos de izquierda, a superar cualquier diferencia coyuntural para impulsar la conformación de un Frente Unido de Estudiantes, Docentes y Trabajadores para frenar la violencia de estos grupos fascistoides, para organizar la defensa de la población universitaria de cara a una Huelga de Dolores 2018, donde los Zopes se moverán como el León herido que va perdiendo poder a los interiores de la USAC, golpeando a los estudiantes para mantener sus privilegios. ¿Cuántos muertos, cuántos heridos y hospitalizados mas son necesarios para recuperar y democratizar la USAC?

¡BASTA YA DE ATAQUES COBARDES CONTRA EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL!

¡LA UNIVERSIDAD ES DE LOS ESTUDIANTES NO DE LOS MATONES!

¡ABAJO EL RECTOR Y SUS PERROS!

¡FRENTE UNIDO DE ESTUDIANTES, DOCENTES Y TRABAJADORES PARA FRENAR A LOS ZOPES!

 

Centroamérica, 16 de noviembre del 2017

 

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

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NICARAGUA.- ELECCIONES MUNICIPALES DEL 2017: ¡OTRA VEZ LLAMAMOS A VOTAR NULO!

Este domingo 5 de noviembre del año 2017, conforme al calendario electoral, se realizarán las elecciones municipales en Nicaragua, en un ambiente marcado por la apatía y el rechazo a los partidos políticos existentes. Esta es la tercera elección municipal desde que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) reconquistó el gobierno en enero del 2007.

Profundos cambios antidemocráticos en el sistema electoral

En la última década, las elecciones realizadas en Nicaragua, tanto generales como municipales y regionales, han sido enturbiadas por las constantes denuncias de fraude electoral, por parte de la oposición burguesa y de algunos organismos de la llamada “sociedad civil”. Debido a que el FSLN controla todas las instituciones del Estado, resulta difícil verificar las denuncias. Pero “cuando el rio suena, piedras arrastra.” Aunque en algunos casos se trata de lamentos de una oposición burguesa dividida y derrotada, estas denuncias de fraude electoral reflejan también los cambios antidemocráticos del sistema electoral nicaragüense.

Desde 1979 hasta la fecha podemos ubicar tres periodos de cambios en el sistema electoral. El primer periodo (1979-1990) se inició con el triunfo de la insurrección popular en 1979 se destruyó el sistema bipartidista (partido liberal y partido conservador). En 1983 se aprobó la primera Ley de Partidos Políticos que reconocía el multipartidismo, lo que quedó consagrado en la Constitución de 1987. A pesar de la concentración de poder por parte del FSLN, de la guerra de agresión y de las grandes limitaciones materiales, en ese periodo la Ley Electoral fue muy generosa y respetaba la representación proporcional. Lo más democrático de este periodo fue la inclusión en la Ley Electoral de 1988 de las “candidaturas por suscripción popular”, es decir, se garantizó el derecho a que surgieran candidatos independientes, por fuera de los partidos políticos.

El segundo periodo (1990-2006) se inició en 1990, con la derrota de la revolución y la instauración del gobierno pro imperialista de Violeta Chamorro (1990-1997). Es el inicio del llamado periodo neoliberal, que duraría hasta 2016, y que significaría el retroceso y liquidación de las pocas conquistas de la revolución que quedaban en pie, y de una profunda reacción en el plano político y económico. Es el periodo de los planes de ajuste neoliberales, privatizaciones, devoluciones de propiedades y enriquecimiento de las camarillas gobernantes.

El FSLN entró de cabeza en este proceso de reacción. Como parte fundamental de la nueva burguesía, renegó de su pasado revolucionario y pudo sobrevivir. La reforma constitucional de 1995 reinstaló las mismas instituciones antidemocráticas del somocismo, al copiar párrafos enteros de la Constitución de 1974. Es el punto de inflexión y liquidación del sistema electoral relativamente democrático que existió en el periodo de la revolución. Bajo el gobierno de Arnoldo Alemán (1997-2002), en el año 1999, se produjo el Pacto entre Daniel Ortega y el presidente Arnoldo Alemán, que permitió el reparto de las instituciones del Estado en un 50% cada uno.

La Ley Electoral del año 2000 cambió radicalmente el sistema electoral, abolió las “candidaturas por suscripción popular”, fortaleciendo el monopolio de los partidos políticos que serían los únicos que podrían presentar candidatos. Se pasó de la representación proporcional heredado de la revolución, a un nuevo sistema donde los dos partidos mayoritarios se repartían las diputaciones, las alcaldías y los gobiernos regionales autónomos. Desde entonces predomina la “media mayor”, es decir, el sistema de cociente electoral que permite que los dos partidos mayoritarios se quedan con todos los cargos, a pesar de que en la Constitución todavía existe, al menos formalmente, el principio de representación proporcional.

Como parte de este proceso reaccionario, a los partidos minoritarios se los puso frente al pelotón de fusilamiento: si no participaban en las elecciones perdían la personalidad jurídica, pero si participaban deberían sacar al menos el 4% de los votos, para seguir siendo considerado un partido político. “Si te corres te tiro, y si te paras te mato”. Y para constituir nuevos partidos se requerían juntas directivas en todos los municipios del país. Estos cambios están destinados a destruir a la competencia. Se destruyó el derecho de las minorías a organizar sus propios partidos.

Las reformas constitucionales del año 2000 y 2005 sentaron las bases de un sistema bipartidista, entre el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) de Arnoldo Alemán y el FSLN. Pero la voluntad del FSLN de reconquistar el poder dislocó al naciente bipartidismo. El Pacto de 1999 suponía la alternabilidad en el poder, pero el FSLN no respetó las reglas cuando el FSLN ganó las elecciones en noviembre del 2006, aprovechando hábilmente la división del liberalismo. Una vez en el poder, el FSLN impondría su hegemonía.

El tercer periodo (2007-2017) se inició con la reconquista de la presidencia de Nicaragua por parte de Daniel Ortega. Inmediatamente se inició un proceso de centralización del poder, manipulando y jugando con los dos partidos liberales. En proceso contradictorio el FSLN logró copar todas las instituciones, incluido, por supuesto, el vital Consejo Supremo Electoral (CSE), el organismo encargado de organizar los procesos electorales.

El régimen bonapartista y el CSE

Esta centralización del poder condujo a la instauración de la hegemonía del FSLN sobre el resto de partidos, a la instauración de un régimen político en los hechos: un bonapartismo donde Daniel Ortega se convertía en el árbitro supremo de la nación. Este bonapartismo en el plano político tenía su contrapartida en el plano económico. La centralización extrema del poder era necesaria para iniciar con rapidez un proceso de acumulación originaria y extraordinaria de capital, a partir d los recursos del Estado y del manejo discrecional del convenio petrolero con Venezuela le permitió al gobierno de Ortega, contar con los recursos líquidos para montar un conglomerado de empresas y ampliar su clientela electoral. El bipartidismo ya no tenía razón de ser, se disolvió en la medida en que el PLC dejó de ser el gran competidor. Para llenar el vacío, el FSLN promovió la creación de partidos aliados que, conforme la Ley Electoral, tendría que ocupar los principales cargos dentro del CSE.

En el año 2016, en las postrimerías de las elecciones generales, el bonapartismo de Ortega llegó al extremo de destituir diputados opositores, bajo el falso argumento de “transfuguismo político”. La reforma constitucional del año 2014 introdujo la penalidad de la destitución del cargo a los “tránsfugas”, pasando por encima de la voluntad popular expresada en las elecciones. Cualquier diputado o alcalde puede ser acusado de “tránsfuga” y es destituido inmediatamente por el CSE. Las resoluciones del CSE en material electoral no pueden ser cuestionadas, según la reforma de 1995. El CSE se ha convertido en el gran elector e institución encargada de destituir a los diputados y alcaldes rebeldes. Para sostener el bonapartismo el control total del CSE pasó a ser la más grande prioridad política.

Fraude electoral y abstencionismo

Las elecciones municipales del 2008 fueron denunciadas como fraudulentas. Bajo un régimen que controla todo, hasta las denuncias de fraudes son difíciles de comprobar, pero estas denuncias, contradictoriamente, provocan un rechazo pasivo del movimiento de masas que se traducen en un incremento de la abstención electoral.

Una situación similar ocurrió con las elecciones municipales del año 2012, donde se incrementó el abstencionismo electoral. ¿Para que ir a votar si al final ya sabemos quién va a ganar?, se preguntan muchos. Esta es una expresión popular que refleja el desencanto con el sistema electoral, pero que beneficia al gobierno porque de esta manera el voto duro o cautivo del FSLN se transforma en amplia mayoría bajo un panorama de alta abstención electoral.

Reformas y contrarreformas a la Ley Electoral

La situación es tan critica que, asustados por la alta abstención durante las elecciones generales del año 2016, el gobierno del FSLN ha impulsado a última hora una seria de cambios a la Ley Electoral para supuestamente promover la participación en las elecciones municipales.

En el año 2012, una reforma a la Ley Electoral creó un padrón electoral activo y pasivo. Los partidos de oposición creyeron obtener la ansiada depuración del padrón electoral, pero el resultado fue que la escasa credibilidad en el CSE hizo crecer enormemente el padrón pasivo, al grado tal que más de un tercio de los votantes quedarían excluidos de las Junta Receptora de Votos (JRV) y, por lo tanto, sin derecho al voto en las elecciones municipales.

Recientemente, el FSLN promovió una reforma a la Ley Electoral, en sentido inverso y de carácter transitorio, con el objetivo de que, en las elecciones de noviembre del 2017, cualquier persona que haya sido trasladada al padrón pasivo pueda solicitar su inclusión en cualquier JRV, con el objetivo de garantizar el derecho al voto, con el único requisito de presentar su cedula de identidad.

Si bien es cierto que esta reforma garantiza el derecho al voto, también crea condiciones para que existe voto múltiple en las próximas elecciones. De esta manera Ortega combate la abstención electoral, pero quedando con las manos libres para manipular las votaciones, con los antecedentes de anteriores denuncias de voto múltiple a favor del partido de gobierno.

Al mismo tiempo, el gobierno de Ortega ha hecho algunas concesiones a los partidos de la oposición burguesa, dentro de los organismos electorales, para garantizar su participación ante la vigilancia de los observadores de la OEA. Estas concesiones no constituyen una real democratización, sino un burdo maquillaje. El colapso del sistema electoral antidemocrático es evidente, la falta de legitimidad y credibilidad continúa provocando el rechazo pasivo y la exclusión de la mayoría de los electores.

Las preocupaciones de la Iglesia Católica

Los Obispos en su última Carta Pastoral, con un lenguaje sibilino, lleno de ambigüedades, se pronunciaron sobre el cada vez más grave problema de la abstención electoral, llamando a participar en los comicios: “A quince días de efectuarse las próximas elecciones municipales del 5 de noviembre de 2017,  los  obispos  de  la  Conferencia  Episcopal  de  Nicaragua,  constatamos  que  en  su mayoría, las problemáticas en esta materia, siguen siendo las mismas que mencionamos en el Comunicado del pasado 26 de septiembre de 2012 y en el documento emitido en el diálogo con el Presidente de la República el 21 de mayo de 2014 (…) La desmoralización de un pueblo conduce a la apatía, a dejar que otros hagan, que otros decidan; nunca olviden que somos nosotros, el pueblo nicaragüense,  quien  tendrá  la última  palabra  y  podrá  decidir  el  horizonte  que  el  país  deba  tomar. La fuerza que trasforma una sociedad es la del pueblo que, animado por la justicia y la libertad se edifica en las virtudes del bien común, la verdad y la justicia social.  Seamos actores y no espectadores (…) Cuando un pueblo cae en el pesimismo pierde el aliento de vida, corre el riesgo de ser una veleta (…) Los sueños no se hacen realidad solos, es el pueblo quien hace realidad sus sueños. No nos sentemos a esperar, hagamos realidad los sueños de una nación verdadera (…)”

La Iglesia Católica, como baluarte de la reacción, huele el peligro y comprende que esta etapa de apatía y desmoralización de las masas populares puede ser la antesala de un estallido revolucionario, y por eso llama a votar, a luchar contra el rechazo pasivo, para encausar el descontento popular por la vía de las elecciones creíbles, y no por la vía revolucionaria, como ocurrió en 1979. Su crítica al gobierno sandinista se resume en pocas palabras: “vuelvan a un sistema electoral creíble”.

Los acuerdos con la OEA y las presiones de la Nica Act

A pesar de que, a mediados del 2016, Daniel Ortega dijo, en el Congreso del FSLN, que no habría nunca más observación electoral extranjera, a inicios del 2017 firmó con la Organización de Estados Americanos (OEA) un acuerdo para perfeccionar la democracia y el sistema electoral, el que deberá cumplirse en un espacio de tiempo de 3 0 4 años y cuya finalización coincide con las elecciones generales del año del 2021.

Mientras tanto, en el año 2016 y 2017, en el Congreso de los Estados Unidos, los sectores más derechistas de los partidos Republicano y Demócrata han impulsado en dos ocasiones el proyecto de ley conocido como Nicaraguan Investment Conditionality Act (NICA), conocido como NICA ACT, con el objetivo de presionar al presidente Daniel Ortega a desmontar el régimen bonapartista, y democratizar un poco las instituciones del Estado.

Pero esta vital necesidad de democratizar realmente a la sociedad nicaragüense jamás será obra de la injerencia de la OEA o del Congreso de los Estados Unidos. Solo los trabajadores y las masas populares pueden derrotar el régimen bonapartista y conquistar las necesarias libertades democráticas que se requieren para movilizarse, luchar y vencer.

No hay por quién votar

En este contexto de presiones imperialistas, por un lado, y de enorme rechazo pasivo que se manifestó en la altísima abstención electoral durante las elecciones generales del 2016, es que se van a realizar las elecciones municipales del 5 de noviembre del 2017.

La campaña electoral ha sido nuevamente insípida, plagada de promesas increíbles e irrealizables por todos los candidatos que participan, incluidos los del gobernante FSLN. Desde el año 2000, cuando los partidos de izquierda fueron ilegalizados, los trabajadores y los sectores de izquierda por fuera del FSLN, no hemos tenido la más mínima oportunidad de participar en elecciones. En el fondo, la izquierda ha sido proscrita por las reformas constitucionales y de la Ley Electoral. Los trabajadores tampoco pueden presentar sus propios candidatos, debido a que fueron derogadas las asociaciones de suscripción popular. Otra vez debemos afirmar categóricamente que no hay por quién votar. Los partidos que se presentan a las elecciones tienen programas que defienden el statu quo y el sistema capitalista.

Llamamos al voto nulo

El sistema electoral en Nicaragua ha colapsado, en la medida en que la mayoría de la población desconfía abiertamente del CSE y siente que votar ya no tiene sentido. Esta desconfianza sigue siendo pasiva, individual, molecular. Necesitamos convertir el rechazo pasivo en rechazo activo. Por eso, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a votar nulo en las próximas elecciones municipales. No permitamos que nuestro voto sea usado por otras personas. Si la papeleta queda en blanco, puede ser llenada por los representantes de los partidos en las JRV. Que el gobierno de Daniel Ortega cuente nuestro rechazo activo al actual sistema electoral antidemocrático

Hemos retrocedido a niveles increíbles. Estamos viviendo una situación similar a la que vivimos en la época de lucha contra el somocismo, cuando nos fue arrebatado el derecho de elegir y ser elegido. La lucha por la democratización del sistema electoral solo puede ser librado de manera consecuente por los trabajadores y la izquierda, repudiando al gobierno de Ortega, repudiando a los partidos de la oposición burguesa, y creando nuestra propia alternativa política independiente.

Centroamérica, 31 de octubre del 2017

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

Carta Abierta a las centrales obreras y organizaciones sindicales de El Salvador:

Todavía estamos a tiempo de lograr candidatos a diputados por los sindicatos y trabajadores

Recientemente el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador convocó a elecciones de diputadas y diputados a la Asamblea Legislativa e integrantes de Concejos Municipales, las que se realizaran el 4 de marzo de 2018, con un  padrón electoral de 5 millones 200 mil electores potenciales.

Hasta el momento se encuentran legalmente inscritos un total de diez partidos políticos entre los que están: Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), Partido de Concertación Nacional (PCN), Partido Demócrata Cristiano (PDC), Cambio Democrático (CD), Fraternidad Patriota Salvadoreña (FPS), Partido Salvadoreño Progresista (PSP), Partido Social Demócrata (PSD), Democracia Salvadoreña (DS).

Ninguno de estos partidos reflejan los intereses y aspiraciones de los trabajadores. Algunos de ellos, como el FMLN, tradicionalmente han hablado en nombre de los trabajadores, pero una vez que han conquistado el gobierno, en los últimos 8 años han adoptado políticas contra los trabajadores. ARENA y sus escisiones, siempre han estado del lado de la patronal, en contra de los trabajadores

Descontento popular y falta de defensa de los intereses de la clase trabajadora

Desde la firma y aplicación de los Acuerdos de “Paz” en 1992, se han realizado a la fecha un total de 26 elecciones. En todos estos años se han realizado algunas reformas al sistema electoral, pero estas no han conducido a una verdadera democratización.

Desde entonces, la cúpula del FMLN ha participado en diversas elecciones, ha ganado espacios en la Asamblea Legislativa, pero sus diputados nunca han promovido leyes que verdaderamente favorezcan a la clase trabajadora y los pobres. Hablan en nuestros nombres, pero vivimos cada vez peor, en condiciones cada vez mas duras.

En la actualidad ningun Diputado o Diputada de los diferentes partidos políticos que conforman la Asamblea Legislativa representa y defiende los intereses de la clase trabajadora, más bien busca capitalizar el descontento de la clase trabajadora a su conveniencia; basta ver como todas las bancadas se pusieron de acuerdo para aprobar las recientes reformas realizadas al sistema de pensiones, las que constituyen una estocada mortal en el tema de pensiones y jubilaciones. No tenemos un solo diputado que hable en nuestro nombre y de verdad defienda los intereses de los trabajadores

Por representantes obreros, populares, campesinos e indígenas

Esta situación de orfandad política de los trabajadores debe terminar. La falta de candidatos a diputados que representen y sean portavoces de las demandas y los intereses de las grandes mayorías, nos obliga a promover el debate sobre la necesidad de que la clase trabajadora, los indígenas, los campesinos y demás sectores populares, utilizando la figura legal de los “candidatos no partidarios” participemos en las próximas elecciones legislativas que se realizaran el 4 de marzo de 2018.

El tiempo apremia, debemos vencer los obstáculos y requisitos legales del antidemocrático sistema electoral. No hay peor lucha que la que no se libra. Creemos que ha llegado el momento que las centrales obreras y las organizaciones sindicales deben actuar por su propia cuenta, que se liberen del yugo partidario que las asfixia, tanto del FMLN como del derechista ARENA. El movimiento sindical salvadoreño debe recuperar el protagonismo de antaño, cuando se escribieron páginas de honor y de gloria, cuando se lograron las conquistas históricas que hoy sin ningún pudor nos arrebatan: el Escalafón que nos entregan retaceado, las pensiones y jubilaciones cada vez más simbólicas que reales.

Tenemos un corto espacio de tiempo para discutir, decidir y actuar. Hoy más que nunca está planteada la necesidad de postular candidatos no partidarios, desde las organizaciones sindicales y populares. Estos candidatos no partidarios a diputados deben ser propuestos y nombrados desde las bases. Con un debate democrático y participación de las bases de los sindicatos, tenemos garantizado el cumplimiento de los requisitos de inscripción, recolecta de firmar, etc. Lo que necesitamos es la voluntad de acero de aquellos dirigentes de organizaciones sindicales que han estado peleando solos contra las políticas anti obreras del actual gobierno

El camino de la abstención o del voto nulo

Si las organizaciones sindicales, populares y de izquierda, no logramos formar este frente o coalición por candidatos de los trabajadores, bajo la figura de no partidarios, después solo quedaría el camino de la resistencia pasiva llamando al voto nulo o la abstención.

El descontento debe ser transformado en fuerza activa. Si nos unimos los sindicatos bajo el lema de tener nuestros propios diputados, ese descontento popular que sentimos a diario a nuestros centros de trabajo y estudio, en las calles, puede dar un resultado positivo con una bancada incorruptible de diputados de los trabajadores, la que lucharía incansablemente por aprobar leyes a favor de los trabajadores, y no en contra como ha sucedido bajo los gobiernos de ARENA y del FMLN, que han resultado ser casi lo mismo.

Ustedes, compañeros y compañeras, dirigentes y activistas sindicales, tienen la última palabra

Centroamérica, diecisiete de octubre del año dos mil diecisiete

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)


Dentro de la agenda establecida por el rector interino, Francisco Herrera, para los seis meses que durará su estancia en la UNAH, está el acercamiento inmediato a los distintos sectores que se han manifestado durante la crisis: con el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), en primera instancia.

Luego tiene programado reunirse con los sectores en descontento que nacieron como grupos de choque u oposición del MEU: el Bloque Amplio Universitario (BAU); la Comisión Estudiantil Universitaria (CEU) –que está compuesta por estudiantes de derecho que reniegan de los pasos y determinaciones que han tomado los dirigentes en su carrera. Se reunirá también con los Frentes históricos, que en resumidas cuentas, han aparecido en el conflicto tomando posición de un bando y otro, como es el caso del FUR, BARM, FUUD, y demás frentes, con las autoridades, y el caso excepcional del FRU.

Las jornadas de acercamiento llevadas a cabo por el nuevo rector comenzaron el 30 de septiembre con algunos representantes del MEU, y luego con representantes de la FUR el 2 de octubre. El pasado 3 de octubre fue el último acercamiento entre el rector y estos sectores en Ciudad Universitaria; y al parecer los acercamientos se extenderán hasta los centros regionales –luego del feriado morazánico.

Los judicializados no son un tema prioritario para el rector Francisco Herrera

El pasado 27 de septiembre se llevaron a cabo las audiencias en el Colegio de Abogados de Tegucigalpa, para los compañeros que fueron detenidos en el desalojo del viernes 8 de septiembre en la UNAH. Compañeros pertenecientes a movimientos independientes, estudiantes de Historia, Sociología, y otras carreras combativas fueron “enchachados”, y encerrados en celdas de la posta policial del Core 7 de Tegucigalpa.

También varios compañeros de ingeniería fueron golpeados en este violento desalojo, en donde hasta a defensores de derechos humanos se les lanzó gas pimienta en su rostro. Todo un escándalo que dejó conmocionada a la comunidad universitaria y al país.

Julieta Castellanos, como rectora de la Universidad, en toda su gestión –logró llevar a los juzgados a más de 170 estudiantes a nivel nacional–, dejó por sentado que, simplemente, al haber estudiantes rehenes se puede llegar a un equivalente en las negociaciones. Mientras exista el conflicto en la Universidad es necesario negociar con intercambios en la mesa. Y esta estratagema la seguirá utilizando, mientras le sea posible, el nuevo rector Francisco Herrera, quien no ha dado declaración consistente sobre el tema de los criminalizados.

La audiencia que se les hicieran a los compañeros el 27 de septiembre, tuvo como resultado la prisión preventiva para Marcio Silva, estudiante de psicología; sobreseimiento definitivo para algunos, y auto de formal procesamiento para otros. Siendo el “delito” por el que se les acusaba a varios de ellos, la “usurpación”, como si los estudiantes pueden usurpar sus propias aulas.

El objetivo del rector interino es pulverizar al movimiento estudiantil

A Francisco Herrera le tocó asumir la rectoría de la UNAH en un momento de quiebre y fragilidad del movimiento estudiantil, en donde las derrotas a secas han dejado mal parado al MEU ante la mayoría de estudiantes universitarios: con el anteproyecto de ley, que fue trastocado por los mediocres congresistas, quienes mandaron a volar la propuesta del Gobierno Universitario Provisional, desmantelando así el último programa de la dirigencia del MEU; las tomas de edificios, que se convirtieron en un método fallido en el preciso momento en que la mayoría de los estudiantes no acuerparon dicha acción; el fracaso de la dirigencia del movimiento al forzar la opinión general de los estudiantes en las asambleas, como el caso de la asociación de derecho; etcétera.

Julieta Castellanos dejó establecidas las pautas a la nueva administración de Francisco Herrera, para que la derrota del movimiento estudiantil se fraguara en esta nueva etapa en que transcurre hoy día. El tema de las elecciones estudiantiles mantiene en un constante ajetreo a los dirigentes del MEU, quienes ya empiezan a atacar cualquier protagonismo que les haga competencia, como los movimientos independientes, por ejemplo. Las asociaciones de carreras no son instadas a convocar a asambleas estudiantiles; y el nefasto vinculo de la mayor parte de la dirigencia del MEU al partido Libre (ahora la Alianza) genera incertidumbre en los pasos que ahora en adelante seguirá el movimiento estudiantil. Quizá la estrategia del nuevo rector se condense en la “espera” del total fraccionamiento del MEU, pero no es una espera pasiva, sino que trabaja arduamente para consumar la meta establecida por Julieta Castellanos

Estar vigilantes en las Asociaciones de carreras y volver a las asambleas estudiantiles debe ser una prioridad

En anteriores Declaraciones sobre el tema de la lucha estudiantil universitaria, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hemos instado al regreso inaplazable de las asambleas estudiantiles, creemos que uno de los reductos principales en donde la política interna del movimiento estudiantil se construye, es en estos espacios de discusión de cada carrera.

La fragmentación del MEU se agudiza, precisamente, por no llevar a cada espacio asambleario la problemática, la explicación de las etapas por las que ha pasado el movimiento, y construir democráticamente los balances necesarios, que orienten hacia verdaderas estrategias.

Quién debe pormenorizar en los pasos, aciertos o errores, que ha dado el movimiento estudiantil son los propios estudiantes reunidos en asambleas, no grupos vanguardistas que asumen por cuenta propia, sin mandato democrático alguno, la representación irrestricta de su carrera, en cada espacio. Las asociaciones de carreras tienen esa gran tarea en estos momentos: vigilar que cada Junta Directiva respete la decisión de la mayoría de estudiantes; que se respete de igual forma la integridad estatutaria de las asociaciones, pues los casos de modificaciones –o derogaciones– precipitadas (sin la necesaria discusión democrática) de reglamentos y estatutos, suelen conllevar el reinicio de procesos ya consumados, lo que significa botar a la basura lo ya trabajado: por ejemplo en Filosofía y otras carreras, en donde el peso del oportunismo terminó degradando esfuerzos organizativos irrecuperables.

La pasividad de las Asociaciones de Carreras puede convertirse en el aliciente más añorado por el rector interino y su administración. La lucha del movimiento estudiantil no puede terminar en la celebración de elecciones estudiantiles, reiteramos que todavía se encuentran pendientes varios temas sin resolver, como el de las normas académicas; la pronta aplicación gradual de cobros en la UNAH; la pérdida gradual de la autonomía debido al ingreso ya recurrente de los aparatos represivos del Estado; y el cese de una vez por todas, de la criminalización de estudiantes. La representación estudiantil es apenas uno de los grandes puntos de lucha, no es el único.

Un movimiento estudiantil organizado debe luchar contra el intento reeleccionista de JOH

No ha sido novedad alguna el hecho de que los diputados del Congreso Nacional, a quienes la conducción del MEU erróneamente les ofreció en bandeja de plata la solución del conflicto en la UNAH, arremetan a diestra y siniestra nuevamente contra el Movimiento Estudiantil; y más que todo, con la simbólica capucha que portan la mayoría de compañeros en calidad de protesta, y también por un asunto de seguridad, ya que la persecución selectiva ha sido un distintivo notorio en el régimen de Julieta Castellanos y seguramente bajo el nuevo rector Francisco Herrera.

El lunes 9 de octubre, en la apertura de campaña que hicieran los nacionalistas de su ilegal candidato Juan Orlando Hernández, se dio a conocer sin excusa alguna la desafiante política que tiene el Congreso y el ejecutivo para con el movimiento estudiantil: señalaron de caóticas las acciones de protesta que han llevado a cabo los compañeros en los distintos enfrentamientos con la policía, con ello están creando un nuevo ambiente de agresiones contra los estudiantes, justificando los procesos penales contra los estudiantes-rehenes

Los encargados de dicha apertura de campaña, elaboraron una actuación en donde se representó a los compañeros encapuchados del movimiento estudiantil como monigotes de Libre, y fieles causantes de la problemática del país. Este tipo de manifestación alusiva al movimiento estudiantil denota una afrenta no declarada todavía entre el gobierno nacionalista y el movimiento estudiantil. Aunque en el movimiento estudiantil convergen diferentes posturas ideológicas, es necesario dar por sentado que el bipartidismo, y más que todo el gobierno cachureco, no cesará en su intento de encarcelar y desaparecer cualquier protesta de parte de la juventud que lucha contra la reelección.

De tal manera que ya se vuelve necesario insistir, en que forme parte del programa del movimiento estudiantil, una postura primeramente en contra de la reelección del gobierno cachureco, seguido de una amplia jornada de protestas que materialicen el descontento generalizado en la población estudiantil. Las elecciones de Noviembre se acercan, y no podemos estar en calidad de expectantes de lo que pueda pasar en el país si se reelige JOH. El movimiento estudiantil tiene que estar ya a un paso de tomar un cariz más antigubernamental si es necesario, pues los intentos dictatoriales de JOH no pueden encontrarnos sentados y a la espera de una incontenible represión, persecución y desaparición, tal como en el tiempo de Carías, donde dieciséis años asolaron la libertad de muchos jóvenes.

Centroamérica, 9 de Octubre del 2017

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

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