Por Sebastián Ernesto González

El día viernes 17 de julio se realizó la novena marcha de las antorchas, pero en esta ocasión con una nueva característica: hubo dos marchas, la tradicional marcha original se dividió en dos.

Una convocada por parte de los heroicos muchachos que se encontraban en huelga de hambre y que se han autodenominado coordinadores del movimiento de los Indignados, como Ariel Varela y Miguel Briceño. Esta marcha fue convocada con el propósito de dirigirse a la embajada norteamericana en Tegucigalpa, con el objetivo de agradecer al embajador James D. Nealon por la partida presupuestaria aprobada recientemente por el Congreso de Estados Unidos, consistente en 2 millones de dólares, en el marco de la llamada Alianza para la Prosperidad (APP)

La segunda marcha fue convocada por la vanguardia militante del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), y con el propósito de apoyar a los estudiantes que tenían tomada las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), con rumbo la Casa Presidencial, donde se encuentran los compañeros del movimiento en huelga de hambre.

Marchas de las antorchas: movimiento progresista en contra de JOH 

Sin duda alguna, que el movimiento de las antorchas vino a dar una esperanza de lucha a la clase trabajadora y al movimiento estudiantil después de la cruenta derrota en la lucha contra el golpe de Estado. Ha sido hasta ayer un movimiento progresista que se movilizaba contra del corrupto gobierno del presidente Juan Orlando Hernandez (JOH). Este movimiento de lucha se convierte en el más grande después de las luchas realizadas en años anteriores por el magisterio y después por el FNRP.

Cuando la discusión en Honduras era si se reelegía a JOH o a Manuel Zelaya, apareció este movimiento, reflejo de la rebelión de la clase media, originado para la denuncia pública del latrocinio al IHSS, donde el autor intelectual y material fueron las altas dirigencias del Partido Nacional, incluyendo al propio Juan Orlando Hernández. El movimiento ha crecido tanto, que ya el tema de la reelección quedó relegado a futuros contextos. Cortándole por el momento, las aspiraciones reeleccionistas a JOH o cualquier otro ex presidente.

El movimiento ha evolucionado de menos a más: Estas movilizaciones fueron convocadas inicialmente por el Partido Libre y FNRP, luego impulsado por Salvador Nasralla, quien metió de contrabando la consigna de solicitar la instalación de una Comisión Internacional de Lucha contra la Impunidad en Honduras (CICIH). Al movimiento se sumaron poco a poco diversos sectores como el Partido Innovación y Unidad (PINU), hasta sectores de la empresa privada (con el claro interés de manipular el movimiento espontaneo), trabajadores, campesinos y otros. Sin duda alguna, el mayor ganancioso del movimiento ha sido Salvador Nasralla y el Partido Anticorrupción (PAC), por que ha capitalizado políticamente el gran descontento de la clase media contra de la corrupción de los políticos tradicionales y empresarios, a través de sus agresivas declaraciones condenando al gobierno de JOH.

La reculada del FNRP

Cuando inició el movimiento la consigna central fue “fuera JOH”, luego esta evolucionó a la instalación de una CICIH. Toda la oposición burguesa, en la medida que no pueden tumbar a JOH ni siquiera pueden montarle el juicio político, ha comenzado a enarbolar como consigna central la instalación de la CICIH. LIBRE y el FNRP apoyan incondicionalmente la instalación de la CICIH. Con la reanudación de las sesiones del Congreso Nacional, Manuel Zelaya introdujo una propuesta de convocar a un Referéndum, para consultar al pueblo sobre si está de acuerdo con una CICIH. Nos alejamos cada vez más del objetivo central de luchar contra el gobierno de JOH, todos comienzan a reacomodarse y buscar convertir al movimiento de las antorchas en su propia base electoral.

De rodillas ante el embajador Nealon

Detrás de las dos últimas convocatorias del día viernes se esconden dirigentes con intereses oscuros y oportunistas, y aunque los que se movilizan seguramente desconocían este hecho, lo seguro es que las marchas se terminarán fragmentando ante las maniobras de los que pretenden agotar y desmovilizar las marchas.

Cinco jóvenes Indignados que encabezaron la marcha hacia la embajada fueron recibidos por el embajador James Nealon, entre ellos Ariel Varela y Miguel Briceño. A los que el embajador Nealon, respondió: “La solución tiene que ser algo construido para Honduras y tiene que ser una solución hondureña. Estados Unidos ayudará a los esfuerzos de Honduras a tratar de combatir la impunidad y corrupción y fomentar la transparencia. He dejado claro a los que se han presentado a sí mismos como los líderes de este movimiento que solo yo hablo en nombre de la Embajada de Estados Unidos en Honduras, y no están autorizados a hablar en mi nombre”. (17/07/2015).

Con estas declaraciones queda evidenciado que el gobierno de Estados Unidos apoya incondicionalmente al gobierno de JOH (aunque tenga presiones sobre la instalación de la CICIH) y la propuesta de dialogo nacional. La nueva política del imperialismo norteamericano es controlar los gobiernos centroamericanos, principalmente los del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) ya sea a través de organismos como la CICIG, CICIH, o CICIES, o simplemente implementando las políticas que decide la Casa Blanca.

Por la independencia de las marchas de las antorchas

Las movilizaciones de las antorchas deben mantener su unidad, no deben ser divididas por la estrategia de JOH o de la embajada norteamericana. Es hora que los trabajadores y los sindicatos se pongan al frente de estas marchas, para evitar las manipulaciones de los partidos de la oposición burguesa, que solo buscan como aprovechar las circunstancias para negociar con JOH. Debemos luchar porque estas marchas sean políticamente independientes

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