Por Aquiles Izaguirre.

Nuevamente los y las estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) nos encontramos en una nueva lucha. Esto no es fortuito, sino que es el resultado de una lucha inminente entre dos sectores que desde hace mucho tiempo están en conflicto.

Por un lado encontramos a las “autoridades de la UNAH” encabezados por Julieta Castellanos, y en el otro nos encontramos con la vanguardia estudiantil que se resiste a la implementación de las políticas esgrimidas por la Rectora y su cuerpo de trabajo. Sin duda, esta pugna aparece camuflada por la lucha contra las reformas académicas, pero en el fondo esconde una lucha más importante que están librando los y las estudiantes, y es una lucha democrática en contra de la concentración de poder en manos de la rectora y sus allegados. Sin duda, la realidad política del país se vive intensamente en la UNAH, en donde se están reproduciendo, y materializando la tendencia que hasta hace poco predominaba en el país con el gobierno de Juan Orlando Hernández, es decir, a la focalización del poder político y económico en las manos de una persona y sus allegados. Al más fino estilo de una novela de Mario Puzo, doña Julieta Castellanos decide lo que está bien o mal a lo interno de la universidad, sin tomar en cuenta la opinión de los trabajadores, docentes u estudiantes. Pero veamos someramente lo que está ocurriendo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

Toma en el Valle de Sula.

Como ya se ha relatado en anteriores ediciones de El Socialista Centroamericano, las luchas contra las reformas académicas no son nuevas, todo lo contrario, ha sido uno de los pilares de las luchas de los estudiantes en los últimos períodos. La problemática es amplia, pero sobre todo trae aparejados dos elementos que son necesarios destacar. El primero es lo antidemocrático de la aprobación de las reformas académicas, prácticamente la rectoría y las “autoridades” han venido eligiendo a los representantes de los estudiantes ante el consejo universitario. Esta aberración fomentada por la rectoría ha dejado sin representación democrática a los y las estudiantes dejándoles acéfalos y sin ningún control del poder en la UNAH. Esto acurre después que la rectoría, en los hechos desarticulo al sindicato de trabajadores de la UNAH. Como podemos ver, los movimientos estudiantiles son el último bastión de lucha orgánica en contra del despotismo de la rectoría.

Por si fuese poco, la ilegitimidad de estas decisiones tomadas por una élite se conjugan con una traspolación de la realidad hondureña, en donde se quieren aplicar normas académicas que dejarían fuera a miles de estudiantes, sin ofrecer siquiera la posibilidad de incorporarles de manera alternativa a la educación superior. Es decir, el sistema está concebido para otra realidad, muy lejana a la hondureña. Ante las falencias de la educación media, los problemas económicos, los problemas sociales, las “autoridades” venden la idea de que los malos resultados solo son producto de la ociosidad de los estudiantes, dejándoles solos y sin darse una política para educar actores que puedan cambiar la realidad tan triste de Honduras.

Así es que la lucha en contra de las normas académicas fue planteada en la UNAH VS y en Ciudad Universitaria. Pero en este período fueron los estudiantes de Odontología de la UNAH VS los que salieron a la lucha realizando tomas en la UNAH VS. Estos estudiantes exigían, entre otras cosas: “Los jóvenes demandan la derogación del artículo 029-2015 que aborda reformas académicas, que según los manifestantes, afectan el número de clases que pueden matricular con respecto a las unidades valorativas (…) Además, piden que se mejoren las instalaciones físicas de Odontología en el Valle de Sula, así como el buen manejo de los fondos que ingresan a la carrera.” (Proceso Digital 10/07/15)

Esta pequeña vanguardia estudiantil se constituyó en un bastión. Siendo los estudiantes de odontología quienes se mantuvieron en pie de lucha. Como era de esperarse, esta actitud no les ha parecido a “las autoridades”, y en acto de intimidación mandan a suspender el período académico para la carrera. Rutilia Calderón, vice rectora académica haría el anuncio: “ya es un hecho, el período está suspendido bajo la responsabilidad de los estudiantes de Odontología que tienen la toma tal como lo expresaron a través de los medios de comunicación” (Ídem)

Según la vice rectora académica, la decisión fue tomada aun sabiendo que se podrían afectar: “Unos mil 600 estudiantes de la carrera de Odontología son los afectados con la medida y otros 20 mil están a punto de salir afectados en caso que no termine la huelga.” (Ídem)

Quisieron cortar el árbol de raíz, pero esta acción y la nueva dinámica abierta con las movilizaciones a nivel nacional dieron aire a un sector de la vanguardia estudiantil que en el Valle de Sula, Ciudad Universitaria, el CURLA y Comayagua se dan a la tarea de realizar plantones y tomas en dichos recintos universitarios.

La Vanguardia estudiantil.

Sin duda alguna aplaudimos la lucha estoica de los estudiantes que se han alzado en contra del despotismo imperante en la UNAH. Pero es imperativo analizar la dinámica de la lucha de esta vanguardia estudiantil. Para comenzar, la toma de los recintos demuestra un acto de enorme valentía, y es realizada por la vanguardia estudiantil, es decir, por un sector de los estudiantes que ha estado encabezando las protestas desde hace tiempo, pero que desgraciadamente que no constituimos la inmensa mayoría de la población estudiantil.

Por las características de estas tomas es importante entender que deben ser actos disciplinados y con una enorme conciencia de lo que se juega, es decir, la lucha pasa por resistir el desgaste que propondrá la rectoría. El esquema de la rectora es simple, debilitar la toma, presionar al resto de los estudiantes, personal administrativo y docente para que se vuelvan los enemigos más acérrimos de los estudiantes en huelga. Desde ya, y como se filtró hace poco, las autoridades tienen su centro de operaciones en Comayagüela y están trabajando para aplastar a la huelga.

Por lo antes expuesto, es imperativo para los huelguistas tener una política hacia fuera, que evite el aislamiento y la integración de todos los estudiantes a la lucha democrática en contra de las reformas académicas y la solidaridad con los compañeros del Valle de Sula. No entender que el aislamiento es lo peor que le puede pasar a las tomas en los recintos es liquidacionista, por lo que exhortamos a los estudiantes que hagan un llamado a los docentes, trabajadores y sindicatos a que apoyen la toma, la unión de estos sectores es lo que más teme la rectoría, la que sin duda alguna, promoverá una balcanización que sería nefasta.

Sin duda, otro de los problemas planteados es el tema de ¿cómo mantener la toma? para lograr mantenerla se debe evitar que los huelguistas nos aislemos de la masa estudiantil, esta, tal vez, es la principal tarea que tenemos planteada para la coyuntura. No se trata de tener un discurso hacia ellos, sino todo lo contrario, entender que solo la masa de estudiantes sumados a la toma puede crear un yunque sólido, prácticamente imposible de romper para la rectoría. Es urgente que las asociaciones, movimientos y frentes involucrados llamen a los estudiantes a sumarse e incorporarse a las comisiones. No debemos temerle a que la población estudiantil engrose nuestras filas, todo lo contrario, es imperativo entender que la suerte de las vanguardias estudiantiles están ligadas a como estas sepan incorporar de manera masiva a los y las estudiantes para que luchen por sus derechos.

La democracia es imperativa para que avancemos, es el camino que se ha tomado en la huelga, en donde las decisiones políticas han estado en manos de asambleas estudiantiles. Asimismo, las Asociaciones Estudiantiles deben hacer llamados públicos para que se incorporen sus estudiantes con la claridad que en estas tomas se está jugando el futuro de los movimientos estudiantiles de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

La perspectiva está planteada, si logramos asumir políticamente la tarea de incorporar a nuevos actores a la lucha, es muy probable de las tomas de los recintos sean exitosas. El problema es político para ambos sectores en pugna, reconocerlo es imperativo para que nuestra lucha tenga éxito. De no lograrlo, nos arriesgamos a que las noches y el cansancio vaya mermando a esta heroica vanguardia, que sin relevos no podrá mantener por mucho tiempo las tomas, obligándonos poco a poco, a que tengamos que replegarnos a una posición más defensiva. Por ende, creemos que el éxito de la lucha aún está en nuestras manos, y no solo pasa por ofrecer peñas culturales a los estudiantes para que se distraigan, sino que asuman un compromiso serio, orgánico y de acuerdo a sus posibilidades.  

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