Por Alberto Castro

La fecha del 19 de agosto de 2015 quedo registrada en la historia de ATRAMEC como el comienzo de un proceso de democratización y el regreso del funcionamiento del sindicato a manos de los trabajadores administrativos del MINED, durante la Asamblea Extraordinaria de ese día se llevaron a cabo las elecciones cuyos resultados permitieron la entrada de una nueva junta directiva, con la compañera Marta Campos a la cabeza como secretaria general, esto también marco la salida de un burócrata que llevaba 35 años dirigiendo el sindicato.

Desde que ATRAMEC se renovó, se volvió a la lucha por lograr algunas conquistas económicas y laborales que habían sido abandonadas por la anterior administración, ejemplo de ello fue la lucha encarnizada que libraron los trabajadores y su sindicato desde el inicio de este año debido al incumplimiento del aumento del 8% escalonado para este año, del 20% antes acordado. Después de una serie de protestas y una mesa de negociaciones caída se recurrió a un paro técnico de labores durante una semana, que fue la estocada final con la que el Ministro de Educación tuvo que ceder, con lo que se logró un aumento al escalafón de $60 dólares (desde entonces los ataques contra los sindicalistas se ha encarnizado).

De igual forma podemos citar la lucha junto a los trabajadores que están bajo la modalidad de los Consejos Directivos Escolares (CDE), y que por si fuera poco no están bajo ley de salarios y que padecen de todo tipo de maltrato al someterse a un modelo de contratación tan nefasto, y así sucesivamente, pues la renovación de la junta directiva implico el cambio para bien de los trabajadores y una regeneración interna que debe continuar.

Tensiones previas a las elecciones

ATRAMEC ha denunciado que el partido en el Gobierno está detrás de algunas maniobras que buscan boicotear el desempeño de los dirigentes actuales y al mismo tiempo intenta amañar las próximas elecciones internas. Tomando en cuenta que este sindicato desde que se renovó su junta directiva dejo de ser parte de la órbita del FMLN, por lo que los ataques hacia los sindicalistas no han cesado y se han incrementado en estas últimas semanas previas a las elecciones de este próximo viernes.

Así lo denuncio este sindicato en el Boletín #47 donde manifiestan algunas quejas: 1) que la computadora de la secretaria general del sindicato, marta Campos fue formateada. 2) se ha restringido y limitado el correo institucional para impedir la difusión del boletín. 3) han limitado las impresiones. 4) han suspendido el transporte oficial para poder resolver problemáticas relacionadas a lo laboral. 5) el bloqueo de las cuentas de correo del sindicato. 6) el giro de órdenes a los directores departamentales para que los afiliados que vayan a la Asamblea de ATRAMEC, deban pedir permiso personal para poder asistir. 7) que el FMLN ha enviado personal para que participe en las elecciones. 8) que el FMLN movilizara gente para que asista a votar por candidatos de dicho partido. 9) que los allegados al antiguo dirigente están causando divisiones al interior del sindicato. 10) se ha reanimado con más fuerza la persecución hacia los directivos nacionales y departamentales.

Esta es la antesala de las elecciones de ATRAMEC, un ambiente de tensión gracias a la intromisión del FMLN, que dio pie a la lucha defensiva de la actual dirigencia, la cual ha tenido un año bastante difícil al tener que resistir y repeler los ataques de la patronal, y al mismo tiempo encabezar las luchas económico-laborales de los trabajadores.

¿Quiénes deben elegir el futuro del sindicato?

Las elecciones del próximo viernes 26 de agosto, no deben ser solamente un trámite, sino una acción colectiva que refleje si se está consolidando la democracia en ATRAMEC o si se dirige nuevamente al pasado, es decir, al control político del FMLN, porque este es el verdadero peligro, pues la mayor amenaza que acecha a los trabajadores del sector público son los dictados del FMI, a los que el FMLN no desestima aplicar. Por lo tanto, lo más correcto es que los trabajadores hagan prevalecer la democracia en su propia organización; que las elecciones de ATRAMEC y el proceso democratizador sea un ejemplo para el resto de organizaciones sindicales del país y Centroamérica, la junta electa debe continuar con el proceso democratizador y con la lucha.

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