Por Diego Lynch

La legislación nicaragüense establece un periodo de sesenta (60) días como máximo para que en la mesa de negociación del salario mínimo conformada por el Gobierno (Ministerio del Trabajo), Empleadores (Empresa Privada) y Representantes de los Trabajadores (Centrales Sindicales), se llegue a un acuerdo tripartito. De no existir acuerdos, el Gobierno a través del Ministerio del Trabajo decidirá el aumento del salario mínimo de manera unilateral.

“El Gobierno decidió el aumento del salario mínimo que será efectivo hasta febrero de 2015, luego de que empleadores y sindicatos no lograron un acuerdo sobre el tema en las mesas de negociaciones….El Ejecutivo estableció un incremento del 9.8 % a los trabajadores de las micro, pequeñas y medianas empresas  (pymes); 10.77 % para el sector agropecuario; y 10.27 % para el resto de los sectores…. Las organizaciones sindicales proponían un aumento de entre 10 % y 16.5 % y los empleadores de un 9 % en general y un 9.5 % para el sector agrícola.” (prensalibre.com; 17 de Marzo de 2014).

El aumento se dividirá en dos

Si bien es cierto que la Ley Laboral en Nicaragua manda a discutir el incremento del salario mínimo cada seis meses, desde que el Frente Sandinista llegó al poder éste se ha discutido una vez por año y se aplica en dos partes, lo que constituye una clara violación a los derechos de los trabajadores y una claudicación más a los empresarios del país.

De igual forma hay que señalar que la realidad económica que existe en la actualidad no será la misma dentro de seis meses, el deslizamiento y la depreciación de la moneda tampoco; por ende, no es posible ni económicamente correcto dejar establecido el incremento del salario mínimo una vez por año y no cada seis meses.

“El porcentaje anual es del 9.8% para la pequeña y mediana empresa (pyme), que se aplicará en dos tantos, es decir 4.90 por ciento en cada semestre…Para los trabajadores de las actividades agrícolas (los más bajos de la tabla) el salario mínimo anual debe subir 10.77%, porcentaje que se divide en 5.38% a partir de marzo e igual porcentaje a partir del 1 de septiembre. Para el resto de sectores el reajuste en 2014 es de 10.27%, dividido en 5.13% de forma semestral.” (La Prensa; 18 de Marzo de 2014).

Retroactividad en discusión

Según el acuerdo ministerial por medio del cual se aprobó el incremento, este deberá ser retroactivo al primero de marzo del año 2014, reconociendo así una quincena de pago a los trabajadores a raíz del atraso en la mesa de salario mínimo.

José Adán Aguerrí, presidente del Cosep, afirmó al diario LA PRENSA que las empresas no pagarán retroactivamente el ajuste al mínimo. Argumentó que “la ministra está actuando contra la ley del salario mínimo y de la misma Constitución de la República, que no admiten retroactividad alguna”…“Esto corresponde aplicarlo a partir del 15 de marzo. Nosotros no vamos a aceptar la retroactividad y esa es la orientación que estamos mandando a todas las empresas. No tienen que aplicar el salario retroactivo”, afirmó Aguerrí “…El Cosep propuso un incremento de entre el 9 y 9.5% para los trabajadores de la ciudad y el campo respectivamente. Aguerrí adelantó que “nunca más el sector privado firmará un acuerdo salarial de dos dígitos”, al sostener que las empresas “no soportan más” esa carga de costos. (La Prensa; 18 de Marzo de 2014).

Esta postura de los empresarios burgueses y capitalistas no puede ser aceptada; nuestra legislación señala que el salario mínimo debe estar aprobado al primero de marzo, por lo tanto al no ser así por falta de acuerdos entre las partes, este debe de aplicarse de forma retroactiva. Ya no podemos permitir que sean los trabajadores quienes paguen los platos rotos y quienes siempre salgan perdiendo.

 

Por un salario mínimo digno

 

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), en apoyo a los trabajadores, exige un salario mínimo digno y equivalente al salario mínimo centroamericano; que logre cubrir la canasta básica y no solamente un cuarto de la misma. Hay que exigir al gobierno de Daniel Ortega y a las centrales sindicales oficialistas que no jueguen con el hambre de los trabajadores, que dejen de claudicarle a la empresa privada. El gobierno, pudiendo incrementar un mayor porcentaje, lo ajustó a beneficio de los empresarios. Es hora de desenmascarar al Frente Sandinista y que cumpla con sus promesas y discursos de un gobierno socialista y revolucionario. No más mentiras, dejemos de jugar con el hambre del pueblo, por un salario mínimo digno para los trabajadores.

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