Por Carlos Alberto Fúnez

Un nuevo fenómeno golpea la educación en Honduras. Apenas han pasado cuatro años de la paralización total que implicó la pandemia del Covid-19, y, nuevamente nos encontramos con la incertidumbre en educación, si bien es cierto, las dimensiones de la contaminación ambiental a consecuencia de los innumerables incendios forestales no se comparan con la situación vivida del 2020 al 2022, se vuelve muy deplorable el desnudar y comprobar que la educación sigue muy mal.

En la segunda semana de mayo, una densa capa de humo comenzó a propagarse por una gran parte del país, aunado al incremento de la temperatura y la ausencia de lluvias, se ha generado un alto  nivel de contaminación en el aire, esta situación obligó a las autoridades de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales de Honduras a declarar alerta roja en siete departamentos; Francisco Morazán, Comayagua, Olancho, Yoro, Cortés, Atlántida y Colón. Santa Bárbara y El Paraíso se encuentran en alerta amarilla y los otros nueve departamentos en alerta verde.

Una de las recomendaciones dadas por el Comité Permanente de Contingencias (COPECO), entre otras, es enviar a los estudiantes a clases virtuales, una situación que se vivió durante casi tres años; 2020, 2021 y parte del 2022 con muy malos resultados.

La Secretaría de Educación, ante la fuerte presión de diversos sectores decidió retirar a los estudiantes de los centros educativos los días siete, ocho y nueve de mayo, con la instrucción a los docentes de brindar clases virtuales. Mientras que, a gran parte de los empleados públicos se les envió a trabajar con teletrabajo.

“Estira y encoge” de las autoridades: ¿se dieron clases virtuales?

Esos tres días de mayo fueron suficiente para que la población y autoridades se dieran cuenta que no se cumplió con las clases virtuales, reanudando el trabajo educativo el diez de mayo, el Secretario de Educación, Daniel Esponda, manifestó “Más del 80% de la población estudiantil del Distrito Central no utiliza transporte para las escuelas porque quedan ahí en el barrio, en la colonia, donde está el sector más vulnerable que son nuestros niños y nuestras niñas… ese mismo porcentaje de niños que va a pie a la escuela come en nuestras escuelas y, lamentablemente, prácticamente lo único que come es lo que está en la escuela. En ese contexto los niños están mejor resguardados muchas veces en la escuela que en otros ambientes”. EH (13/05/2024)

Según el Secretario de Educación, la declaración anterior se reduce a dos justificaciones; merienda escolar y seguridad en el centro educativo, la pregunta es ¿antes del siete de mayo esas dos justificaciones no importaban?

 En los días posterior al trece de mayo la contaminación ha sido peor, y, nuevamente la presión hacia las autoridades ha caído como un alud, al problema de la contaminación y de las condiciones inapropiadas de las instalaciones físicas se han sumado los problemas de salud en la población; las personas con problemas respiratorios y desmayos (por las altas temperaturas), han saturado los hospitales. Esta situación, nuevamente orilló a que el Secretario de Educación buscara una salida que no signifique seguir perdiendo días de clase, así que, la semana de receso académico programada para inicios del mes de julio  fue adelantada para los días del 22 al 24 de mayo.

Esta decisión generó gran molestia en los docentes, aduciendo que les estaban roban un día (lunes 20). Ahora nuevamente la pregunta ¿qué pasó con la merienda y la inseguridad de los jóvenes?

¿Autoridades sin querer quemarse las manos y docentes exigiendo clases virtuales que no dan?

La semana de receso académico es una costumbre oficializada sin fundamento legal, las únicas vacaciones para los docentes que contempla la Ley son los meses de diciembre, enero y Semana Santa, más los días de feriado nacional. Así que, el Secretario de Educación no hizo más que evidenciar por un lado, aceptar que es mentira que se cumplen las clases virtuales y que el argumento de la merienda y la inseguridad de los muchachos fue solo para justificar la reanudación de clases (exigencia de los organismos internacionales cooperantes con educación), pero, por otro lado; maniobró para adelantar una semana de receso que no es contemplada por la Ley.

Los docentes la han arremetido contra la decisión del ministro, ya que, ellos deseaban irse a clases virtuales y mantener la semana de receso académico en el mes de julio, obviamente, de irse a clases virtuales la gran mayoría está con un alto porcentaje de duda de que cumplirían.

En estas situaciones los perjudicados siempre son los estudiantes, aunque ellos se alegran al suspender las clases, son ellos los que pierden continuidad, calidad y contenidos. Nuevamente, el Sistema Educativo ha sido desnudado evidenciando que no aprendimos nada con la pandemia del Covid, lo único cierto en toda esta triste realidad, es que cada quien ve la perspectiva desde su propia comodidad, sin hacer un leve esfuerzo por construir el futuro de los jóvenes.

  

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