Por Carlos M. Licona

El 14 de marzo se realizarán las elecciones internas en el país, los partidos que se someten a este proceso son; el Partido Nacional (dos candidatos), el Partido Liberal (tres candidatos) y el Partido Libertad y Refundación (LIBRE, cuatro candidatos), el resto de partidos al no tener estructuras en todo el país se saltan este proceso y deben realizar una asamblea nacional para definir sus candidatos y las autoridades del partido en mención.

En el proceso interno de estos 3 partidos se elegirá el candidato a la presidencia de la república, 128 candidatos a diputados y 298 candidatos a alcalde con sus respectivos vice alcaldes y veinte candidatos a diputados al PARLACEN.

Para estas elecciones generales del 2021 se han inscrito 3 nuevos partidos; "Salvador de Honduras", liderado por Salvador Nasralla, “Todos Somos Honduras” liderado por Enrique Yllescas y “Partido Liberación Democrático de Honduras”, liderado Lempira Viana. Los otros partidos ya existentes son; Democracia Cristiana de Honduras (PDCH), Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU), Unificación Democrática (UD), Partido Anticorrupción (PAC), Alianza Patriótica Hondureña (APH), Frente Amplio (FAPER), Va Movimiento Solidario y Partido Nueva Ruta de Honduras.

Siendo 14 partidos inscritos para el proceso general del 28 de noviembre de este año, sin duda alguna que la mayoría de los partidos más recientes han sido calculadamente creados para dividir el voto de castigo entre la oposición y, además, restarles espacio público a los candidatos del Partido LIBRE, esto con el fin de que, aunque pierda las elecciones el Partido Nacional, quede la integración de un Congreso Nacional muy dividido, que no permita al partido o la posible alianza el gobernar a pierna suelta.

Una maniobra que procede de los poderes fácticos del país después de un desgaste completo del régimen, quien ha sido involucrado en escandalosos casos de corrupción y de narco tráfico, y se siguen juicios de New York que tarde o temprano culminarán con Juan Orlando Hernández.

El circo

La pandemia en el planeta y los huracanes de fines del año pasado le han servido al régimen para desviar la atención y llenar los medios de comunicación con “cajas chinas”, correspondiendo al proceso electoral interno en esta ocasión, en que se visibilizan nuevamente rostros harto conocidos al servicio del régimen, por ejemplo; el que lidera el Partido “Nueva Ruta de Honduras”, Esdras Amado López, fue uno de los diputados que perteneció a LIBRE y que se convirtió en un bastión importante para la elección de la actual Corte Suprema de Justicia que avala y protege a los corruptos y naco traficantes ligados al gobierno.

Si bien es cierto que el sentimiento anti JOH es absoluto, salvo aquellas personas que cuentan con un empleo con el estado o un beneficio de oscuros negocios, también es cierto que hay toda una maquinaria publicitaria tratando de distribuir ese sentimiento de impotencia hacia los 14 partidos inscritos para el proceso electoral general. De esta forma el Partido Nacional siempre sería una fuerza muy significativa dentro del Congreso Nacional para negociar leyes o cuotas de poder.

Derrocar a JOH en las calles

En el país existe gran caudal de líderes con alto contenido y comportamiento moral, en la misma política hay referentes que bien pueden convocar al pueblo a las calles, la solución no debe estar esperanzada exclusivamente al proceso electoral, debe acompañarse con convocatorias permanentes a las calles para sacar al dictador del poder, es una vergüenza que el narco tráfico se haya adueñado del país. De no existir convocatorias hay que autoconvocarnos y movilizarnos a nivel nacional, no solo para luchar contra el narco dictador si no contra todos esos poderes fácticos. De nada sirve ganar un proceso electoral si poderes tras bambalinas son los que van a tomar decisiones que siempre van contra el beneficio del pueblo.

El poder del pueblo radica en las calles y el mejor premio que se puede obtener después de 11 años de dictadura con represión es sacar a los delincuentes del poder. Todo aquel que se llame líder y se oponga air a las calles es un ferviente protector de la dictadura, el discurso coherente debe ser todos a las calles y derrumbar al régimen. Que el virus no sea el impedimento para movilizar a la población.

¡Todos a las calles y saquemos a los delincuentes!

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