Por Sebastián Ernesto González

Un año más sin pena ni gloria en la movilización del día del trabajador, los Sindicatos afiliados a la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), la Central General de Trabajadores (CGT), la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), y el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) desaprovecharon la oportunidad para presentar un plan estratégico de lucha en contra del nefasto régimen neo liberal de Juan Orlando Hernández. Decir que fueron pocos o muchos trabajadores a la gran movilización de la capital es innecesario ante la falta de propuestas para recuperar lo que JOH y sus secuaces liberales han violentado una y otra vez, como ser los derechos laborales que tanta sangre costó desde la huelga de 1954.

Ante la poca elaboración de consignas y mantas condenatorias, sobresalió El 1 de mayo recién pasado más por el cruce de piedras y bombas lacrimógenas entre jóvenes que integraban la movilización en Tegucigalpa, con militares que resguardaban la casa del Partido Nacional o bien, la presencia del Ex Presidente Manuel Zelaya en bicicleta sin escolta alguna. Los líderes de la oposición política tampoco aprovecharon para llamar a la lucha en contra de JOH y al parecer, tanto la presencia de Manuel Zelaya como de Salvador Nasralla al final de la movilización, era en propaganda política. Personajes que lideran a los partidos LIBRE y PAC pero que se niegan a movilizar a la población para detener a JOH. Este 1 de mayo no fue la excepción.

Los trabajadores que asistieron, lo hicieron motivados por la celebración que hizo cada sindicato al culminar la misma y no por algún trabajo estratégico previo hecho por las dirigencias (si es que lo hicieron), para hacer un llamado de condena y repudio a JOH y sus cómplices. Este 1 de mayo no se compara con el ímpetu y la ardua labor de los participantes en las movilizaciones del día del trabajador posteriores al golpe de estado de 2009.

Las Centrales Obreras sacaron un manifiesto en el que solo rechazan y condenan la política represiva de JOH, entre otras cosas señalan “… planteamos la necesidad de luchar por un modelo de desarrollo económico y social alternativo, de esencia popular y democrática, que reivindique el trabajo como fuente de la riqueza y de realización del ser humano”. “… la clase trabajadora no olvida ni perdona el saqueo al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), el Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (INPREMA), la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), entre otras y exige al Mecanismo de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH) la investigación, judicialización y cárcel para los responsables intelectuales y materiales de estos abominables actos de corrupción.”

“La necesidad de luchar” planteada es vacía y en abstracto, en ninguna línea plantearon un plan de lucha para detener la reelección de JOH o revertir leyes que eliminan derechos de los trabajadores, los más afectados en toda esta arremetida post golpe. No es de extrañar, las dirigencias actuales de las centrales obreras tienen por costumbre sentarse con los gobernantes a negociar y a entregar las luchas. Y, ante la ausencia del FNRP de la lucha en las calles, no quedaba más que esperar a los afiliados de los sindicatos para que les pasaran lista.

Pero también, los firmantes del manifiesto, ponen toda la credibilidad en la MACCIH y exigen que condenen a todos los que saquearon las instituciones del Estado. En ningún momento plantean levantar y movilizar un movimiento en las calles para que se condene a los saqueadores de las instituciones afectadas y que vayan a la cárcel los delincuentes, desconociendo que la MACCIH es una herramienta tanto de JOH como del imperio para controlar a quien se condena y a quien no.

Solo los mismos trabajadores podrán trazar su ruta

Los trabajadores no pueden seguir dejando en manos de los mismos burócratas la dirección de las Centrales Obreras o la dirección de sindicatos y gremios. Son los mismos afiliados que tienen la potestad de cambiar las direcciones cuando se realizan las votaciones de Juntas Directivas, pero también hay que postular a los mejores luchadores y luchadoras.

La clase trabajadora debe organizarse nuevamente e iniciar la recuperación de las conquistas perdidas, en las actuales direcciones no hay esperanza de lucha ni indicio de la misma, tampoco la hay en la alianza opositora. Es un craso error dejar como única alternativa la toma del poder vía electoral, precisamente por la participación electoral fue que se desmovilizó las luchas y sigue deteniendo el clamor popular.

Que las consignas gritadas el 1 de mayo en contra de dirigentes traidores se reflejen en la elección de una inmediata dirección que esté dispuesta a llamar a la lucha.

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