Por Leonardo Ixim

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, visitó Guatemala del 1 al 4 de agosto, en el marco de la crisis política desatada por los intentos de los partidos derechistas encabezado por el gubernamental VAMOS, que han buscan suspender la segunda vuelta para afectar al Movimiento Semilla; el partido UNE, contrincante de Semilla, se ha sumado a tales maniobras.

El informe que Almagro presentó el pasado 10 de agosto, generó expectativas en algunos sectores, sobre todo Ongs progresistas, medios de prensa y centros de pro sistémicos que manejan un discurso democratista, pero al presentarlo fue catalogado de tibio. Sin embargo, qué más se puede esperar de la OEA y sus órganos ejecutivos vinculados a las correas de transmisión de la política exterior gringa, y más de este secretario general sujeto a los vaivenes de las dos últimas administraciones gringas.

Almagro se reunió con funcionarios del Tribunal Supremo Electoral, gubernamentales, personeros de los partidos que disputarán la segunda vuelta, diputados de diversos partidos, etc. De ahí que las conclusiones del informe tengan un matiz de “diplomático” y “equilibrado”. Recordemos que, tras las movilizaciones de noviembre de 2021 contra el intento de aprobar un presupuesto desfinanciado por el partido de gobierno y sus aliados, arribó una delegación de la OEA tras una maniobra del gobierno para legitimarse.

En esta ocasión los voceros de este organismo, mas no el secretario general, ante los medios han mencionado que esa vez el gobierno de Giammattei no cumplió con los compromisos adquiridos ante la OEA y que ahora esperaba que lo hiciera.

Entre las conclusiones más sobresalientes, con una visión de cara a la segunda vuelta están: controlar el financiamiento a los partidos, específicamente en la compra de votos; resolver con celeridad las controversias judiciales de la primera vuelta; establecer mecanismos de cooperación entre el TSE y los órganos temporales como las Juntas Electorales Departamentales para que la copia amarilla del Acta 4, se libere inmediatamente después de los escrutinios en las Juntas Receptoras de Votos, entre otras cosas.

Diversas organizaciones de la sociedad civil parecen tener ilusiones en al papel de la OEA, un organismo dependiente del imperialismo, para la resolución de la complicada situación electoral. Pero son las organizaciones populares las llamadas a defender el voto democrático contra las maniobras de los que buscan perpetuar el statu quo reaccionario.

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