Por Juan Castel
“Al menos 26 puntos del territorio nacional serán bloqueados el próximo 11 de mayo como medida de protesta por la falta de respuesta por parte del Gobierno ante las demandas presentadas el pasado 10 de febrero, señaló la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC).” (La Hora 05/05/16), de esta manera se daba a conocer el Paro Nacional del 11 de mayo pasado. Convocado por varias organizaciones y coordinadoras campesinas como: El Comité de Desarrollo Campesino (Codeca), la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC) y la Unión Verapacense de Organizaciones Campesinas (UVOC), así como el Sindicato de Trabajadores del Hospital (capitalino) San Juan de Dios.
Las demandas giraban alrededor de: 1) La derogación de la Ley Emergente para la conservación de empleo; 2) La nacionalización de la producción y distribución de la energía eléctrica; 3) El cese de la persecución política contra defensores de derechos humanos; 4) La implementación de una política de repartición de tierra para campesinos que no la poseen; 5) El abastecimiento de medicinas en los hospitales del país; 6) Asignación de unos US$38 millones para un subsidio agrícola; 7) También piden impulsar una Asamblea Constituyente donde las amplias mayorías del pueblo tengan incidencia; y 8) Una ley para regular los recursos naturales como el agua y castigar a los que se enriquecen de su retención privada.
Las acciones se realizaron pesar del malestar venido de las altas torres de marfil y de la gran burguesía nacional (CACIF) que el día anterior había interpuesto un amparo ante la Corte de Constitucionalidad (CC) en la que denunciaban la ilegalidad de los bloqueos y que la “libre locomoción” de sus mercancías fuera mantenida con la represión policial, “Por aparte, el presidente de la Cámara de Comercio de Guatemala, Jorge Briz, acudió ayer a la Corte de Constitucionalidad (CC) para interponer un amparo, por los bloqueos mencionados” (Siglo XXI 10/05/16).
Es así como el pasado miércoles 11 de mayo el país amanecía con más de 30 puntos de bloqueo en tramos de la carretera interamericana y en las rutas nacionales de importancia. Hacia horas del mediodía la delegación de representantes campesinos y populares ingresó al hemiciclo parlamentario a reunirse con la junta directiva del organismo legislativo y sus asesores. Entre las sorpresas que se llevaron los representantes fue ver a Miguel Ángel Sandoval, ex candidato presidencial de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), que se presentó como asesor del actual presidente del parlamento nacional, el diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) el delirante Mario Taracena Díaz-Sol.
De esa manera los diputados hicieron uso de una de sus ya utilizadas tretas, e invitaron a los representantes campesinos, indígenas y populares a formar una mesa de diálogo con la que el gobierno buscará escuchar las demandas y darles solución, alegando que son problemáticas muy difíciles que llevara tiempo resolverlas. Es así que los diputados han vuelto a reírse en la cara del pueblo y le han ofrecido, al igual que el presidente de la republiqueta (“El Gobierno, por medio del vocero presidencial Heinz Hiemann, calificó la protesta de ‘innecesaria. El Gobierno del presidente Jimmy Morales ha tenido total apertura al diálogo con los sectores que están convocando a esta manifestación’, aseguró el portavoz.” (Siglo XXI 11/05), entre carcajadas que participen en mesas de diálogo, que apaguen al movimiento popular por cansancio y siga denotando a las manifestaciones sociales, representación concreta de la rabia del pueblo, como acciones innecesarias en la finca donde los agentes y los sirvientes del gran capital son bienaventurados a escuchar las demandas de las mayorías, mas no a resolverlas.
Por eso desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), saludamos las movilizaciones, bloqueos y demás acciones que vayan dirigidas a disputarles el poder a la oligarquía oscurantista, a los agentes trasnacionales y a los sirvientes nacionales del capital. Llamamos de nuevo a la unidad de acción de las diferentes expresiones organizadas del pueblo indígena y campesino, a dejar ya los proyectos políticos y las agendas sectarias y reforzar la unidad de lucha en el campo y la ciudad, tanto de organizaciones combativas como CODECA, CENOC, UVOC, como las diferentes organizaciones que conforman la Asamblea Social y Popular (ASP). Todas deben mostrar solidaridad y construir una coordinadora de lucha a nivel nacional que levante las consignas del pueblo trabajador, indígena y campesino; consignas que son las mismas y por las que se debe pelear en unidad para así derrotar al gobierno y sus planes de privatización y expoliación capitalista.
¡UNIDAD CAMPESINA PARA VENCER!