Cuadernos de El Socialista Centroamericano

 Presentación y Aclaración

Jorge Arias Gómez (1923-2002) es conocido por ser uno de los grandes intelectuales de izquierda, el biógrafo de dos grandes héroes centroamericanos: el indio Anastasio Aquino (1792-1833) y el líder comunista Agustín Farabundo Martí (1893-1932).

El Socialista Centroamericano ha tenido el honor de publicar recientemente la única biografía de Agustín Farabundo Martí, una edición agotada en las librerías, y que todo revolucionario centroamericano debe leer, conocer y estudiar.

 

Ahora, con mucho orgullo,  nos toca desenterrar este esbozo biográfico del indio Nonualco Anastasio Aquino, que lideró una gran revuelta indígena contra el colonialismo español. Desde la Independencia hasta la fecha, en lo que ahora es El Salvador, se han producido dos grandes rebeliones de los pueblos originarios: la que lideró Anastasio Aquino y la que lideró también, en parte, Agustín Farabundo Martí. Ambos personajes no solo fueron héroes sino que también fueron mártires, que dieron sus vidas por la liberación de los indígenas y demás sectores oprimidos en El Salvador, contribuyendo con ello a la lucha por la liberación de Centroamérica.

En este ensayo, Jorge Arias Gómez trata de desmenuzar el contexto social en que vivió Aquino y las fuerzas sociales que debió enfrentar en su rebelión indígena. Sin lugar a dudas, es una valiosa contribución al estudio biográfico del prócer  Anastasio Aquino.

A pesar de reconocer la acuciosa investigación histórica de Arias Gómez, debemos señalar nuestra diferencia sustancial con el último capítulo de esta investigación, que ahora el lector tiene en sus manos, y que está referido a los planteamientos de Arias Gómez  de realizar una revolución democrática burguesa en El Salvador “(y Centroamérica)”.

En realidad, en el capitulo IV titulado: “Hacia una revolución democrático-burguesa en El Salvador. La reforma agraria como base esencial para operar la superación social, económica, cultural y política de nuestro medio”, Arias Gómez no se refiere a la biografía política de Anastasio Aquino, sino que son sus propias conclusiones políticas, sus recomendaciones para el periodo de los años 60 del Siglo pasado, cuando El Salvador estaba dominado por las dictaduras militares.

En esa época, algunos intelectuales, incluido Arias Gómez, impactados por el enorme atraso económico en la región, caracterizaron erróneamente que en El Salvador y en todos los países de Centroamérica existía un sociedad “semifeudal”, y por ello concluían  que la tarea inmediata de los revolucionarios era la realización de la revolución democrático burguesa, y sacaban la conclusión política que esta revolución debía ser encabezada por una “burguesía progresista”.

Este es el error fundamental que criticamos en su momento y lo seguimos haciendo en la actualidad. Si bien es cierto que el atraso económico nos fue impuesto por el saqueo colonial, y que toda la producción estaba destinada a fortalecer el mercado capitalista en Europa, no es cierto que existía una sociedad semifeudal. Toda la producción de añil y café se vendía a las metrópolis imperialistas a precios ridículos, con la súper explotación de los indios. Las relaciones capitalistas adquirieron la forma de explotación servil, pero estaban en función del desarrollo del mercado capitalista mundial que dese el siglo XVII y XIX se expandía de manera brutal.

Este tema puede generar discusiones apasionantes, pero el tema central es nuestra crítica a la creencia generalizada que existe una “burguesía progresista”. En los países atrasados, como          El Salvador y toda Centroamérica, están pendiente de realizarse tareas democrático burguesas como la liberación nacional (del imperialismo norteamericano), la reforma agraria, la emancipación de los indígenas, etc, pero estas tareas democráticas ya no las va a realizar, como ya quedó demostrado en la reciente revolución (1979-1992), la inexistente “burguesía progresista” (la burguesía en su conjunto le teme a la revolución y a la movilización de las masas oprimidas); estas tareas las debe encabezar la clase trabajadora como caudillo de la nación, como dirección de los demás sectores explotados, marginados  y oprimidos.

Esta importante diferencia política con las conclusiones de Arias Gómez en el capitulo IV de esta obra, no aminora nuestro reconocimiento  y respeto por este gran intelectual, que sacó de las sombras a dos grandes héroes como fueron Anastasio Aquino y Agustín Farabundo Martí.

Por ello, a pesar de la diferencia política antes señalada, publicamos íntegramente este ensayo, tal como salió publicado en la Revista Universidad, en el año 1964.

Eugenio Recinos Belloso

Centroamérica, 15 de Septiembre del 2012

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