Por Juan P. Castel

Durante los últimos meses se ha colocado sobre la palestra “pública” de los medios burgueses de prensa, radio y televisión las comisiones de postulación que conformaron las ternas de 252 y de 26 profesionales del derecho; entre ellas el mal llamado Congreso de la República seleccionaría los 126 nuevos jueces de salas de apelación y los trece titulares a dirigir la Corte Suprema de Justicia (CSJ) durante los próximos cuatro años. Como en el anterior proceso –en 2009–, los operadores políticos de las diferentes fracciones burguesas han hecho de esta falsa democracia otro de sus círculos de negocios espurios.

De divergencias a acuerdos y amistades

El pasado 22 de septiembre el rector de la Universidad de San Carlos (USAC), Carlos Alvarado y Félix Serrano, de la privada universidad Mesoamericana, entregaron al Congreso la nómina de 252 candidatos, para que los diputados escojan 126 togados para las Salas de apelación y de 26 aspirantes, de los que elegirán a 13 magistrados titulares de la CSJ. Este acto pretendía dejar atrás la recriminación de corrupción y tráfico de influencia que empañaron a las comisiones de postulación.

Pero los movimientos oportunistas no se quedaron ahí, se trasladaron al Congreso; ante tal revuelo es importante aplaudir a los paladines de la corrupción y de los intereses de los grupos que hoy han vuelto a secuestrar a la justicia y la han hecho otra vez herramienta privada de revanchismo, la inocuidad y la desfachatez de un sistema caduco. Entre estas simplonas piezas de ajedrez es preciso resaltar el papel del “rey del tenis” Roberto López Villatoro, Juan de Dios –director del IGSS– y su ariete la ex jefa de la defensoría pública Blanca Aída Stalling.

Roberto Villatoro, tuvo injerencia en las comisiones de postulación de 2009 a favor de la ex primera dama Sandra Torres. En el actual proceso Roberto Villatoro no se quedó fuera; haciendo uso de sus mismas estrategias de compra y coacción logró influir en los grupos afines conformados por miembros del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG), magistrados de Apelaciones, a los cuales se unen los 2 logrados por el llamado grupo de Abogados de Mixco y el rector de la USAC. Todo esto para favorecer a los candidatos delineados por Roberto Villatoro, operador de los intereses de la oposición del mayor partido de oposición Libertad Democrática Renovada (LIDER).

Junto a esto el oficialismo ha recibido serios golpes ante el fracaso de su terna perfecta, conformada incluso por el actual Secretario General de la presidencia, Gustavo Martínez. Todos los movimientos utilizados por los operadores del gobierno de los patriotas, han sido insuficientes, los favoritos de Juan de Dios tendrán que compartir espacio con las piezas de la oposición.

Hacia un bipartidismo calcado a lápiz

“CSJ: PP y Líder eligen a nuevos magistrados”… Esta era la primera plana de uno de los matutinos burgueses de mayor tiraje. El tango había quedado consumado, el odio se convirtió en amor. “Esta vez no hubo entrevistas; tampoco audiencias. No hubo discusión abierta ante la sociedad civil y menos procesos institucionales. El Congreso concretó, en tres días exactos, la elección de magistrados titulares de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) gracias a una alianza entre el Partido Patriota (PP) y la bancada Libertad Democrática Renovada (Líder)” (SigloXXI, 26/09/14). Lo que si se hizo sentir en el hemiciclo fue el descontento de las bancadas minoritarias, cuyos integrantes salieron en son de protesta. Si esto fuera un síntoma aislado, no se hubiera repetido. “Alianza Partido Patriota y Líder eligen cortes de Apelaciones” (PrensaLibre; 01.10.14).

Las cosas se complicaron para el PP Y Lider con la renuncia de la reelecta magistrada de la CSJ Claudia Escobar, quien denunció corrupción en el proceso de elección de magistrados. Aún más se enredó el tema con la decisión de la Corte de Constitucionalidad el 9 de octubre de suspender la elección, ante la gran cantidad de acciones en contra que recibió. El 13 de octubre deberían tomar posesión los nuevos magistrados, pero todo el proceso está ahora en un impasse.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), denunciamos las primigenias características de un asentamiento del beneficio partidista; creemos que la división de las cuotas de poder entre los dos grandes partidos burgueses tenderán a enlazarse como lo vaya ameritando la situación, esto podría desplazar a las facciones burguesas minoritarias, y al establecimiento de una polémica constante con el sector privado y la burguesía tradicional. Debemos regresarle su poder de elección al pueblo, creemos firmemente en que cargos importantes deben ser electos bajo las normas del voto universal y popular.

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