Por Rebeca Maye

 Antes que iniciara la pandemia por el COVID 19, tanto en América Latina  como en algunos países europeos se venían dando estallidos sociales y movilizaciones por diferentes  problemas generados por el modelo neoliberal entre ellos  el tema de las pensiones.

El capitalismo y COVID-19  

Se podría decir que el sistema capitalista y su diferente modelo neoliberal  en todo el mundo ya previo a la pandemia se encontraba   en crisis, con  la variante que se veía un ascenso de las luchas de masas. Países como Chile, Bolivia, y otros de Sur América estaban en un momento de ascenso de la movilización, lo que era una amenaza por los gobiernos, quienes cada día recurrían más al uso de la violencia.

En Centroamérica gobiernos como el de Nicaragua no se quedaron atrás hace dos años que el pueblo cansados  se manifestaron en las calles, siendo brutalmente reprimidos. El Salvador no ha sido la excepción previo a la crisis sanitaria, vivía una crisis política, caracterizada por una lucha entre el presidente Bukele y los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa.

No es extraño que, ante este momento de colapso mundial, los países más poderosos han utilizado la lucha contra el COVID 19 para poner un stop a las masivas protestas contra el sistema capitalista.

COVID-19: virus que mata humanos y tambien a la democracia burguesa

En El Salvador previo al 18 de marzo  no había ningún caso confirmado,  parecía una broma, algo inventado, se tomaron medidas extremas, y no se comprendía. 

De  pronto un  día nos paralizamos, no podíamos salir de casa, ni ir al trabajo, nadie dijo nada ni protesto, nos atemorizaron, nos quitaron derechos constitucionales, como transitar libremente, entrar o salir del país, nos llenaron de pánico y solos nosotros mismos hemos sido nuestros carceleros ya sea prudente o no, nunca imaginamos que terminaríamos de esta manera, ante semejante imposición  unos pocos renegábamos pero el mismo pueblo ha sido nuestra mordaza.

Cuarentena  y desigualdad social

Para los trabajadores a quienes devengan un salario mayor que el minino y fue pagado por el patrón el mes pasado, las cosas van relativamente bien, no ha existido mayor dificultad. Esta realidad podría cambiar de un momento a otro.

Aquel que no tiene ingresos fijos realmente la cuarentena domiciliar  ha sido una maldición sin poder salir a la rebusca para ganarse el pan de cada día para su familia, a pesar de los anuncios por parte del gobierno central que se le otorgaría  $300.00,  muchos siguen esperando su turno.

Los partidos políticos responden a sus propios intereses

Como  era de esperar de los errores del ejecutivo son muy bien aprovechados por  el órgano legislativo, o mejor dicho por  los diferentes partidos políticos del régimen.

La pandemia del COVID-19 encuentra al El Salvador con un sistema de salud colapsado herencia de los  20 años de gobierno de  ARENA más 10 del FMLN, donde jamás les importo la salud del pueblo salvadoreño.

Con una recaudación fiscal muy pobre, en donde los partidos políticos se niegan a obligar a que  el empresariado pague impuestos. En esta emergencia nacional se ve  la  negativa de los Diputados  de aprobar cualquier proyecto que beneficie al pueblo, se niegan a respaldar iniciativas del Ejecutivo que vayan en beneficio del pueblo.

El pueblo bajo fuego cruzado

 Estamos en un pleito eterno donde el Legislativo exige al Poder Ejecutivo  que cumpla con lo necesario para cubrir la emergencia,  pero le niegan los recursos desde la Asamblea.

Para todos los partidos políticos lo importante es bajar el perfil al enemigo, el cual en esta pandemia tenemos el bloque de partidos conformado por ARENA, FMLN, PDC, etc., quienes luchan desde la Asamblea  Legislativa contra el gobierno de  Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas. A este juego se incorpora la Sala de Constitucional, quien busca hacer prevalecer la reaccionaria Constitución de 1983 y la agonizante democracia burguesa. 

El pueblo salvadoreño en estos momentos de la pandemia ha quedado en medio de esta lucha política de rapiña entre la cúpula partidaria del Ejecutivo y del Legislativo quienes en el trasfondo buscan hacer prevalecer intereses económicos de los grupos empresariales que representan.

No a la manipulacion de los partidos politicos

Mientras el pueblo salvadoreño se enferma por la enfermedad del COVID-19,  sufre hambre y  desempleo las cúpulas de los partidos políticos, politizan dichas necesidades buscándolas buscando generar votos para las próximas elecciones.

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