Por: Alberto Castro
Las distenciones entre el FMLN y el alcalde de San Salvador, Nayib Bukeles, muestran las disyuntivas políticas dentro de dicho partido, donde la cúpula está cercando las filas de su estructura partidaria, por evitar el debilitamiento de su fuerza electoral en las futuras elecciones y para preservar su estatus quo como facción burguesa emergente. Recientemente se han difundido controversias entre la dirigencia del partido y el alcalde; quien dijo que: ’’no hay diferencias entre el partido de Gobierno y ARENA…al FMLN solo le falta cantar la marcha de los tricolores’’, esto después de que el Consejo Municipal, compuesto por concejales tanto del FMLN como de ARENA le negaron continuar con los trabajos en algunas plazas del Centro Histórico de la capital.
Por si fuera poco, el alcalde aprovecho la reunión que tuvo en Washington, D.C, en los EEU, con simpatizantes del FMLN para expresar que ’’El Salvador no tiene presidente’’. El FMLN por su parte, mediante un señalamiento de género le exigió disculpas públicas a Bukeles por haber agredido verbalmente a una sindica Municipal. Las diferencias entre la dirigencia del FMLN y el alcalde de San Salvador, que es miembro del partido reflejan una lucha intrínseca.
}El FMLN para neutralizar al alcalde le coartó su gestión en obras públicas, para diseminar la popularidad de la que aquel goza, en virtud que tiene aspiraciones presidenciales, pero el FMLN requiere de un elemento manejable que provenga de su estructura, es una situación de presiones mutuas, que enuncian las disputas por la carrera presidencial en el partido rosado. Si bien, las declaraciones de Bukeles encierran alguna crítica hacia su propio partido, lo que expresa no es un descubrimiento, el siempre lo ha sabido y cultivado, de otra manera no formaría parte del FMLN, se visualiza que preventivamente el alcalde intenta ganar adeptos en base a lo que las bases del FMLN desean escuchar para presionar a la dirigencia, y hacer que le concesionen sus pretensiones, o de no ser así conformar su propio partido celeste quitándole base electoral y logística al FMLN, el FMLN lo castiga fuertemente haciendo alianza con ARENA para truncar sus funciones en la alcaldía capitalina.
La metamorfosis del FMLN
Más allá de lo vertido por Bukeles, lo cierto es que, El FMLN como partido de Gobierno en sus dos periodos no realizó la transformación que prometió durante sus años de oposición, contrario a ello ha sido fiel continuador del neoliberalismo, sometido al FMI y al Banco Mundial, asegurando la degradación de las condiciones de vida de los trabajadores públicos y de las amplias masas mediante la focalización de subsidios, su devenir político milita entre el deterioro fiscal y el estancamiento económico, con el gobierno de turno se ha incrementado el auge de violencia, el país está nuevamente en otra guerra civil.
Es uno de los últimos Gobiernos que queda de aquel fenómeno de gobiernos populistas que surgieron en las últimas décadas en América Latina, ligados a los negocios de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA). Si bien, el FMLN de hoy preserva el nombre de fundación del frente guerrillero que agrupo a las cinco guerrillas a principios de los 80s, hoy en día dista abismalmente de aquel, inclusive se diferencia de cuando fuera oposición, el presidente Sánchez Cerén sintetiza la transformación del partido, que paso de ser un comandante de las FPL a ser un político que acompañó las movilizaciones en las calles; protestó en la vía pública contra el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica y Estados Unidos, contra la guerra en Irak, contra la privatización de la salud pública y contra de la toma de posesión de la presidencia de Elías Antonio Saca. Ahora es quien ha precipitado el conflicto social del país, alimentando la violencia de las maras y pandillas mediante las medidas represivas, reincorporando a la Fuerza Armada en las tareas de seguridad pública, lo cual enerva la militarización y las ejecuciones extrajudiciales.
En Casa Presidencial existe un instructivo para evitar que las protestas se acerquen a los mandatarios que antes marchaban en la vía pública. El documento en el que se regula el control de las concentraciones tiene la vocación coercitiva para excusar el uso de fuerza excesiva sobre los manifestantes, este es el país que el mandatario y su partido quieren. sin embargo, las bases siguen creyendo en el ’’proceso histórico’’, un concepto efímero sin fundamento racional. Para las elecciones de diputados y alcaldes del 2018, del total de 46 coaliciones recibidas por el Tribunal Supremo Electoral, el FMLN presenta 34, y de entre sus aliados electorales están: GANA, CD, PSD, y el PDC, por si fuera poco, lleva reconocidos derechistas como candidatos, pero esto es la decadencia total del FMLN como fuerza política burguesa, sino su actualización política. En virtud de ello los trabajadores urgimos de una nueva opción política, pero no volcándonos hacia ARENA o cualquier otro instituto político burgués habido o por haber por ejemplo con Bukeles, sino que debemos empezar a discutir acerca de la posibilidad de lanzar candidaturas independientes como clase trabajadora el próximo año.