Por José René Tamariz
El lunes 5 de mayo, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, rindió su “Informe de Labores” anual al plenario de la Asamblea Legislativa, tal como lo señala la Constitución Política. A diferencia de los anteriores “discursos”, en este último no se brindaron datos ni cifras de la gestión gubernamental. Al respecto, Chaves dijo que “No, no voy a cometer el error, ahora, de hacer una larga y detallada, aburrida lista de enormes logros que esta administración ha alcanzado”. (Informe de Labores 2024-2025). Más adelante, sostuvo que “Eso era propio de los gobiernos que tenían, tienen nada o poco que enseñar…”. (Ídem). Entonces, al igual que sus conferencias de todos los miércoles, mejor conocidas, como “circos mediáticos” se dedicó, una gran parte, a atacar a los demás poderes del Estado, a las instituciones estatales, a los cuadros medios y, a todos aquellos, que según él no lo dejan gobernar, sino que obstruyen sus labores presidenciales. Veamos.
¿Cuál fue el Eje del Discurso Presidencial?
Sin duda alguna, el eje central del discurso presidencial en el seno de la Asamblea Legislativa, fueron los vehementes llamados a la población a realizar los “cambios” políticos que el considera necesarios para poder gobernar sin controles ni contrapesos que le impidan tomar las medidas necesarias para imponer su propio modelo de gobierno y de régimen político. Aunque Chaves no puede ser candidato a la presidencia de la República, ya que no existe la reelección continua, aspira a que su sucesor o sucesora que, aún no se conoce, pueda ganar en las próximas elecciones y llegar a tener una mayoría absoluta de diputados en la Asamblea Legislativa.
Referente a ese “cambio” dijo que “Tenemos que cambiar el modelo de nuestra institucionalidad ya, hace mucho, llegó a su fin. No hay que rescatar a las instituciones; es al revés, hay que rescatar al pueblo de los abusos, arbitrariedades, de quienes capturaron a nuestras instituciones”. (Ídem). Las negrillas son nuestras. Posteriormente, hizo el siguiente llamado “Compatriotas… a ustedes les hablo, para decirles que la posibilidad de un cambio decisivo está en sus manos”. Y más adelante, dijo “Porque el enemigo… se esconde en despachos judiciales, en algunas curules, en algunas oficinas donde se reparten privilegios, se intercambian puestos, y quién sabe que más…”. (Ídem).
En una parte de su discurso, Rodrigo Chaves, hizo énfasis tanto en la forma de elegir diputados como en la cantidad que quiere llegar a tener en la Asamblea Legislativa. Al respecto señaló que “Tenemos que cambiar porque, por la forma en que elegimos a los diputados, una gran mayoría llega a esta Asamblea Legislativa… con solo intereses partidistas, abandonando la meta, la meta patriótica”. E insistió de manera desesperada que “Tenemos que cambiar, tenemos que cambiar, porque Costa Rica llegó a un punto de inflexión”. Las negrillas son nuestras. Y más adelante hace el llamado al pueblo que “Lo único que les pido a ustedes, costarricenses, a los que están ahí afuera, a los que están en la barra, a los que están en la frontera norte, sur, en las costas, lo único que les pido es que tengan memoria histórica y la valentía de votar para permitir siquiera la posibilidad real del cambio que se requiere en nuestro país, con al menos treinta y ocho diputados, de acuerdo con nuestra Constitución Política”.
Si se revisa bien el discurso de Rodrigo Chaves, se encontrará de forma repetida, mencionada muchas veces, de diversas formas, la palabra de “cambio”. Para Rodrigo Chaves, el “modelo de institucionalidad”, léase, la “fiscalía”, la “contraloría”, la “Corte Plena” y los “mandos medios” existentes llegaron a su “fin”. Asimismo, plantea cambiar la “forma de elegir diputados” porque su gobierno y mandato presidencial ha constituido el “punto de inflexión” de esa parte de la historia de Costa Rica y, por ende, el final de una era o etapa política nacional.
Para que no quede duda de las pretensiones y ambiciones políticas de Rodrigo Chaves, él lo planteo de forma clara y cristalina al decir que “Mi mayor deseo y objetivo con la rendición de cuentas de hoy es dejar un mensaje simple y claro: el Estado costarricense, en todas sus tres partes, tiene que sufrir una transformación profunda si queremos seguir avanzando para lograr el bienestar común”. La negrillas son nuestras. En otras palabras, Rodrigo Chaves, se anuncia y presenta frente al pueblo costarricense, con su discurso y ambiciones políticas delirantes, cuasi mesiánicas, en el seno de la Asamblea Legislativa como el “alfa” y “omega”, o sea, el comienzo y el final de una nueva institucionalidad, de un nuevo régimen político y una nueva era política costarricense.
En realidad, el llamado insistente a la población a realizar los cambios y transformación en el “modelo de la institucionalidad” y del “Estado costarricense en todas sus tres partes” (poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial) constituye el eje y meollo del discurso presidencial en la Asamblea Legislativa. ¿Qué tipo de “nueva institucionalidad” y de “Estado” propone o plantea Rodrigo Chaves? No lo dice. Pero, por su amistad y alianza con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, podemos deducir que sus pretensiones es imponer un régimen político parecido al de su par salvadoreño. Es decir, un régimen presidencialista fuerte con control mayoritario de la Asamblea Legislativa y un poder Judicial bajo su control político que obedezcan a sus decisiones políticas. En síntesis, sería un régimen político de tipo bonapartista, personalista-autoritario, que controla los demás poderes del Estado y, por ende, desaparecería la independencia de los poderes de la República.
Las Críticas de la Oposición al Discurso e Informe Presidencial
Los diputados de las diferentes fracciones parlamentarias que representan a varios partidos políticos realizaron múltiples críticas al discurso e informe del presidente de la República en la Asamblea Legislativa. Por ejemplo, el diputado Ariel Robles Barrantes del Frente Amplio (FA), entre otras críticas, planteo “Es la primera vez que un informe de labores lo dio un periodista por medio de videos. Se adjudicaron logros que no existen. El tono fue de una campaña electoral, como lo ha sido desde el primer día de su mandato”. (crhoy.com. 5 de mayo de 2025).
Por otro lado, según algunos medios de comunicación “Las críticas de la oposición se centraron principalmente en cuestionar la afirmación de que Costa Rica está recuperando la paz, realizada por el presidente Rodrigo Chaves… Los legisladores enfatizaron que la cifra inédita de homicidios refleja una situación que se encuentra todavía fuera de control, por más que el Mandatario haya querido maquillarla con otras cifras, como la reducción de los delitos de robos y hurtos”. (Semanario Universidad, 9 de mayo de 2025).
Además de las anteriores críticas, los diputados de oposición criticaron el discurso e informe presidencial por los llamados “publirreportajes” de seis vídeos presentados por Rodrigo Chaves en su discurso y que consumieron 38 minutos de los 85 minutos que tardó el discurso Chaves en la Asamblea Legislativa, así como los supuestos logros mencionados por el presidente en salud, educación, vivienda, ayudas sociales y otras áreas.
Aunque muchas de las críticas de los diputados de oposición hacia el discurso e informe de labores del presidente de la República, Rodrigo Chaves, son en términos generales correctas, sin embargo, los diputados de los diferentes partidos político no logran realizar las críticas al planteamiento central y medular de Rodrigo Chaves que son sus repetidos llamados al pueblo costarricense para realizar los “cambios” que conduzcan la creación de un nuevo modelo de institucionalidad y la transformación profunda del Estado costarricense. Desde ese punto de vista, los diputados no lograron entender el llamado de Rodrigo Chaves y no plantean las formas y maneras de enfrentar y derrotar esas pretensiones y ambiciones políticas del mandatario Chaves.
De último es necesario hacer mención a las críticas señaladas por el presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, al discurso e informe del presidente de la República, Rodrigo Chaves. Aunque el primero realiza, en términos generales, correctas críticas al segundo en cuanto a los problemas en la seguridad, salud, educación, vivienda y otros rubros, sin embargo, hay que decirlo con claridad: probablemente, si Rodrigo Arias estuviera gobernando como lo hizo con su hermano, Oscar Arias en el período 2006-2010, lo más probable es que estaría aplicando las mismas o peores medidas de ajuste contra el pueblo trabajador.
Al inicio de su discurso Rodrigo Arias plantea que “Hay disonancia, entre las voces satisfechas de Monterán y el murmullo de desconcierto de Purral”. (Delfino.cr. 5 de mayo de 2025). Monterán hace referencia al lugar donde vive Rodrigo Chaves. Resulta que ahora, Rodrigo Arias, que es un político burgués y capitalista, que ni siquiera conoce Purral y los barrios pobres y en miseria y que mucho menos le interese resolver los principales problemas que viven los pobladores de esos barrios, se convierte en un personaje que conoce los “murmullos de desconcierto” de los pobladores de Purral, lo cual es, en realidad, una gran falacia y mentira como las mencionadas por Rodrigo Chaves en su discurso e informe presidencial.