Por Nicolas Le Brun
Desde el siete de octubre, cuando Hamas y su brazo armado sorprendieron al mundo con su ofensiva en contra de los territorios ocupados por el estado sionista de Israel, la guerra genocida emprendida por las FDI, abreviatura del ejército, no ha cedido.
El balance de las pérdidas humanas ha sido enorme, cerca de treinta mil palestinos, han sido masacrados en sus hogares, escuelas, hospitales, campos de refugiados y en las calles. La mayoría de las víctimas han sido mujeres y niños.
El imperialismo cómplice de la masacre
La justificación que enarbola el campo imperialista y sus acólitos es el hecho que el ataque del 7 de octubre pasado fue un acto terrorista y que el estado sionista tiene derecho a defenderse. Los más pusilánimes dentro de este concierto, son los que le han dado un ribete pseudo humanista. Piden una defensa proporcionada, la cual como se ha comprobado es que los métodos fascistas utilizados por estas fuerzas armadas no conocen otra respuesta que el genocidio. El sionismo por su lado es una ideología que combina el fascismo y el mesianismo religioso. Los colonos a lo largo de la historia no han podido ocupar ningún lugar del planeta por el convencimiento y la razón. Ha sido siempre por el filo de la espada, los fusiles y lo mejor del armamento que han tenido a su disposición. La resistencia armada del pueblo palestino es completamente justificada, a pesar de que en el aspecto programático podamos tener divergencias profundas. La construcción del estado palestino, laico y democrático del río hasta el mar, es la única manera de garantizar los anhelos de este pueblo mártir.
El ejército israelí, como el ejército de ocupación que es, destina una gran cantidad de recursos a su armamento. En términos globales, sus fuerzas se posicionan en el vigésimo lugar y su presupuesto en esa misma escala, se encuentra en el décimo séptimo puesto, con casi 17 mil millones de dólares por año (globalfirepower.com) Esto da una magnitud de la fuerza con la que cuentan los sionistas para reprimir y controlar a las masas palestinas que se encuentran bajo su régimen de apartheid. Por otro lado, como agente del imperialismo en la región, esa fuerza se dirige también a disuadir a los países vecinos, en especial a los movimientos armados que se encuentran en sus fronteras.
De esta manera, el presupuesto de las FDI se nutre también por las enormes sumas de dinero que provienen de su mentor, los E.E.U.U. “cuenta, además, con los 3.800 millones de dólares que anualmente recibe de Estados Unidos en concepto de ayuda militar. Desde su creación como estado, el ejército israelí ha sido regado con 263.000 millones de dólares procedentes de las arcas estadounidenses.” El independiente.com)
“Según el informe anual sobre exportación de armamento y tecnologías de uso militar del Consejo de la Unión Europea (UE), con datos facilitados por los 27 países socios, Europa autorizó 411 licencias de exportación de armamento a Israel, por valor de 609 millones 400 mil euros durante 2022, destacando Francia, Rumania, República Checa y Alemania como los principales vendedores.
A pesar de las restricciones que establecen las leyes internacionales en materia de venta de material militar a países en guerra o sospechosos de estar perpetrando un genocidio, como ocurre con Israel, el negocio de la compra y venta de armamento con Europa está en auge.” (lajoranada.com.mx)
Estos montos podrían ser todavía mayores sin quisiéramos incluir los fabricantes británicos que poseen la mayor industria europea de producción de armamentos, BAE systems que posee jugosos contratos con el enclave de Israel. Por otro lado, los famosos y tenebrosos holdings, esas estructuras que utilizan las grandes empresas para evadir impuestos o bien para camuflar su participación en negocios turbios, son la panacea para proveer armas a la entidad sionista sin ser controlados
“la industria armamentística se ha sofisticado y funciona globalmente, de manera que empresas como Indra (compañía española de armas NDLR) fabrican componentes que se ensamblan en otros países —Estados Unidos, Holanda, etc— para un producto final que sí termina en manos de las FDI. Al contrario de lo que ha sucedido en Yemen, no es previsible que aparezcan bombas made in Spain en las ruinas de Gaza pero, como explica este investigador, eso no significa que España no haya participado en la fabricación de ese material.” (elsaltodiario.com)
El conflicto se extiende
El efecto político del ataque de Hamas ha reavivado en las masas árabes y del mundo la solidaridad expresada desde manifestaciones monstruo en muchas ciudades alrededor del mundo hasta la respuesta armada por parte de los hutíes en el Mar Rojo. Las fuerzas armadas imperialistas han organizado una coalición con el fin de contrarrestarlos. Sin embargo, a pesar del enorme despliegue, estos ataques no han dejado de producirse.
“El portavoz dijo en un comunicado que un primer ataque con “varios drones” tuvo como objetivo buques de guerra de EE.UU. en el mar Rojo y el mar Árabe, mientras que también reivindicó el lanzamiento de aviones no tripulados contra “lugares sensibles del enemigo israelí” en Eilat, en el sur de Israel.
La última acción fue perpetrada con “varios misiles navales” contra el carguero “MSC Silver”, de bandera liberiana, mientras transitaba por el golfo de Adén, de acuerdo con Sarea, que indicó que el navío pertenecía a Israel.
“Estas operaciones llegan como una victoria para la opresión del pueblo palestino, que hasta este momento está sometido a agresión y asedio, y en respuesta a la agresión estadounidense y británica contra nuestro país”, añadió Sarea (portavoz de los hutíes NDLR) en la nota.” (efe.com)
El empuje de las masas y de los grupos armados que resisten la opresión sionista solo son detenidos por las direcciones de toda índole que se niegan a unificar las fuerzas o bien que reprimen directa y abiertamente a los activistas palestinos. El grupo Fatah liderado ahora por Mahmoud Abbas se han encargado de reprimir con cárcel, asesinatos y otros medios a los disidentes. Por su parte el líder de Hezbolá , Hassan Nasrralah, no avanzó ni un paso en el sentido de unificar la resistencia que por años ha llevado la población libanesa en contra de las agresiones sionistas. Se ha limitado a advertir que “"si se lleva a cabo un ataque preventivo (de las tropas israelíes) en el Líbano, será el mayor error que pueda cometer [...] todas las opciones están abiertas".(excelsior.com) Estas direcciones nacionalistas burguesas fundamentalistas están muy lejos del internacionalismo proletario, al que le huyen como la peste.
Fuera de los territorios palestinos, el papel de perro guardián de las fronteras del estado sionista lo ha jugado principalmente Egipto, que se ha visto recompensado por el imperialismo, avalando el golpe de estado del dictador El-Sisi y forrándolo de armamento de primera línea. Los reinos de la península Arábica se han venido plegando a la política impulsada por el imperialismo con el fin de reconocer al Estado Sionista y por supuesto aumentar sus lazos con este gobierno.
“Tres de los 10 principales importadores en 2018-22 fueron de Oriente Medio: Arabia Saudí, Catar y Egipto. Arabia Saudí fue el segundo mayor importador de armas del mundo en 2018-22 y recibió el9,6% de todas las importaciones de armas del período. Las importaciones de armas de Qatar aumentaron un 311% entre 2013-17 y 2018-22, convirtiéndose en el tercer mayor importador de armas del mundo en 2018-22.
La gran mayoría de las importaciones de armas de Oriente Medio procedieron de Estados Unidos (54%), seguido de Francia (12%), Rusia (8,6%) e Italia (8,4%). Incluían más de 260 aviones de combate avanzados, 516 tanques nuevos y 13 fragatas. Solo los estados árabes de la región del Golfo hicieron pedidos de más de 180 aviones de combate, mientras que Irán (que prácticamente no recibió grandes armas durante 2018-22) ha encargado 24 a Rusia” (sipri.org)
Efectos políticos
El gobierno constituido por Netanyahu con el ala de extrema derecha ha movilizado los colonos de los territorios ocupados y los otros sectores de la población a su lado. Esto no ha impedido que la oposición haya salido también a las calles a pedir su destitución.
El ex primer ministro israelí Ehud Olmert ha atacado al gobierno del carnicero de Netanyahu de “progromista” A su vez advierte sobre la perspectiva de la guerra “LA continuación de la campaña militar en Rafah va ser la chispa que va hacer arder las calles de las ciudades de egipcias y después las de Jordania, otro país cuyas relaciones son fundamentales para seguridad de Israel” (middleeasteye.com)
Eso también ha provocado un remezón con la monarquía saudí. La suspensión del reconocimiento del estado de Israel como parte de los acuerdos firmados con el ex presidente Trump.
El gobierno de Biden también se ha visto afectado por las crecientes movilizaciones a lo largo y ancho del país en contra del genocidio en Gaza. Los jóvenes mayoritariamente han engrosado las filas de manifestantes. Esta base se ha visto erosionada electoralmente por la política de la administración Biden al país sionista. Las próximas elecciones de noviembre pondrán en la picota al actual presidente.
A profundizar la movilización
Las movilizaciones en las urbes de los países imperialistas, alimentada por una gran parte de las comunidades de migrantes de los países árabes ha sido fundamental para mantener la presión sobre los gobiernos de esos países.
Como durante la guerra de Vietnam, las movilizaciones de las masas en los E.E.U.U y otros países imperialistas fueron uno de los factores más importantes de la derrota sufrida por el imperialismo.
En nuestros países estas muestras de solidaridad suelen ser llevadas por grupos de vanguardia y activistas de las ONG. Esta tarea de solidaridad debe ser ampliada a las estructuras sindicales, estudiantiles y de la juventud.
Una derrota de la agresión sionista sería un gran golpe para el imperialismo y las direcciones nacionalistas que contienen y traicionan los objetivos de las masas del mundo árabe por destruir el estado sionista.