Tropas del Grupo Wagner en Rostov

Europa

Por Orson Mojica

La guerra en Ucrania continúa siendo el acontecimiento político y militar más importante a nivel mundial. Estados Unidos y sus aliados de la OTAN libran una guerra indirecta contra Rusia, apoyando material y militarmente al ejército de Ucrania. En cualquier momento, los combates pueden convertirse en una guerra directa, de consecuencias imprevisibles.

Dentro de esta guerra, hay dos acontecimientos que están relacionados, y que vale la pena analizar: la contraofensiva militar del ejercito de Ucrania y el motín militar del grupo Wagner.

1.- Exiguos resultados de la contraofensiva del ejercito ucraniano

Después de año y medio de guerra en Ucrania, la propaganda falsa sobre la supuesta derrota militar de Rusia se ha debilitado en los grandes medios de comunicación. A veces parece que la guerra se libra en los medios de comunicación y no en el campo de batalla.

Ya no hay factor sorpresa, ni nada que se le parezca. En el último semestre, todas las noticias giraron en torno a los preparativos para iniciar, en la primera semana de junio, la anunciada contraofensiva militar del Ejercito de Ucrania, con el objetivo de liberar los territorios que fueron anexados a Rusia el año pasado.

Para poder iniciar la contraofensiva, Zelensky exigió tanques Leopard, Challanger y Sherman, artillería de mediano alcance, vehículos blindados Bradley y suficientes municiones. Con ese moderno armamento los ucranianos estarían en capacidad de hacer retroceder al Ejército ruso hasta sus propias fronteras. Estados Unidos y la OTAN llenaron de armas y municiones, las bodegas ubicadas en países vecinos como Polonia, Moldavia y Rumania, desde donde se trasladan a la línea de combate en este de Ucrania.

Aunque las fuerzas aeroespaciales de Rusia, mediante cohetes de alta precisión, han atacado bodegas, cuarteles, centros de mando y concentración de tropas, mermando el arsenal proporcionado a Ucrania, el flujo de dinero y armas permitió reunir y armar tropas para montar la contraofensiva.

Finalmente, el 4 de junio se inició la contraofensiva contra Ejército ruso. Después de una semana de intensos combates, Putin se refirió a los resultados de la embestida ucraniana: "Se puede constatar con certeza que la ofensiva ucraniana ha comenzado. Eso es lo que indica el uso de reservas estratégicas (…) pero no han alcanzado objetivos en ninguna parte del frente (…) En estos días hemos visto pérdidas significativas de las tropas del régimen ucraniano. Se sabe que en las operaciones ofensivas las bajas son aproximadamente de tres a uno. Es algo clásico, pero en este caso las bajas ucranias son mucho mayores que este indicador clásico (…) Todas las tentativas de contraofensiva han fracasado, pero las Fuerzas Armadas de Ucrania todavía conservan su potencial ofensivo" (RT, 09/06/2023)

Aunque no han logrado sus objetivos, porque el ejercito ruso creo una línea de defensa hasta ahora inexpugnable, Putin conserva la calma y reconoce que el ejercito ucraniano todavía conserva “su potencial ofensivo”.

Los combates continuaron, pero las tropas ucranianas no pudieron penetrar la primera línea de la defensa rusa. Para el 16 de Junio, Putin volvió a referirse a la contraofensiva ucraniana: “¿Qué pasa con la llamada contraofensiva? En algún lugar, las unidades ucranianas logran llegar a la primera línea, en otro no (…) Esta no es la cuestión. La cuestión es que utilizan las llamadas reservas estratégicas, que constan de varios componentes. El primero está diseñado para romper la defensa, el segundo, para usar las tropas para avanzar por el territorio (…) Repito: lo importante es que no hay éxito en ninguna de las direcciones. (16/06/2023)

A pesar del flujo de armamentos para Zelensky, parece que se esta cumpliendo el pronostico del general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de Estados Unidos, quien en noviembre de 2022 dijo que “(…) la probabilidad de una victoria militar ucraniana, definida como expulsar a los rusos de toda Ucrania para incluir lo que definieron, o lo que reclaman como Crimea, la probabilidad de que eso suceda pronto, no es alta, militarmente” ( 16/11/2022).

Sobre el futuro de la contraofensiva ucraniana, el general Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, con cierta amargura declaró: "Sabemos que los ucranianos se enfrentan a una situación difícil, enfrentan una resistencia rusa atrincherada. Los rusos han podido establecer líneas de defensa estáticas y bien preparadas, con campos minados, 'dientes de dragón' [fortificaciones con forma de pirámides cuadradas], tanques de trincheras" (20/06/2023)

Para el 21 de junio, Zelenski, admitió en una entrevista con la BBC que la contraofensiva de Kiev va "más lenta de lo deseado”. En esa misma entrevista, Zelensky se quejó de las presiones que recibe de la OTAN para obtener algunos triunfos militares: “(…) Independientemente de lo que algunos quieran, incluidos los intentos de presionarnos, con el debido respeto, avanzaremos en el campo de batalla de la forma que consideremos mejor"

Tres semanas después de iniciada la contraofensiva militar del ejercito de Ucrania, los resultados han sido “catastróficos”, lo que obligó a Alexéi Réznikov, ministro de defensa de Ucrania, a solicitar una muestra de fe y a relativizar la naturaleza de la contraofensiva: "Las expectativas sobre el plan de la actual contraofensiva han sido sobreestimadas", estamos, dijo, en una "operación preparatoria. Hay que entender que es una guerra con diferentes circunstancias y diferentes obstáculos. Debemos creer en las Fuerzas Armadas de Ucrania y los armamentos que reciben de nuestros aliados, y ellos harán su trabajo" (24/06/2023)

Por su parte, Mijaíl Podoliak, asesor de Zelensky, dijo que la contraofensiva era débil por culpa de los aliados occidentales. "El tiempo siempre es importante... especialmente en la guerra. El tiempo perdido en convencer a nuestros socios para que proporcionen las armas necesarias se refleja en las fortificaciones rusas específicas construidas durante este período, la línea de defensa excavada profundamente y el sistema de campos de minas" (24/06/2023)

Para el 25 de junio, el Ejercito de Rusia calculaba que 13.000 soldados ucranianos habían muerto en la contraofensiva, y que habían destruido “595 vehículos blindados de combate, 279 cañones de artillería de combate y morteros, 42 lanzacohetes múltiples y dos sistemas de misiles antiaéreos, entre otros equipos bélicos”.

1.1.- La posible creación de una “zona sanitaria” en Ucrania

Pero los rusos no están en un lecho de rosas. El armamento proporcionado por Estados Unidos y la OTAN ha permitido incursiones y ataques del ejército ucraniano en territorio ruso. En una conferencia de prensa, Putin se vio forzado a considerar la creación de una “zona sanitaria”, es decir, que las tropas rusas avancen hacia el centro de Ucrania, creando una zona desmilitarizada bajo su control, para evitar que la artillería de mediano alcance logré golpear posiciones dentro de territorio ruso.

Putin dijo que para evitar esos ataques, debemos “(…) En primer lugar, aumentar la eficacia del combate de contrabatería (…) Si los ataques persisten, entonces, por lo visto, tendremos que considerar la cuestión, lo digo con mucho cuidado, de crear algún tipo de zona sanitaria en el territorio de Ucrania a una distancia desde la que sea imposible alcanzar nuestro territorio (…) No estoy diciendo que mañana comenzaremos esta labor, debemos ver cómo se desarrollará la situación". (13/06/2023)

Lo anterior implicará la conquista de más territorios dentro de Ucrania. Hasta el momento, el ejercito ruso no ha mostrado sus reales intenciones, pero la intensidad de los ataques lo obligará, mas temprano que tarde, como un mecanismo de autodefensa, a continuar avanzando militarmente al interior de Ucrania. En la guerra no hay punto medio, uno de los dos ejércitos debe salir victorioso.

1.2.- Foro Económico Internacional de San Petersburgo

Bajo el capitalismo, la guerra es un lucrativo negocio, aunque produzca dolor y muerte entre la población. Mientras continua la guerra en Ucrania, la industria armamentística norteamericana está obteniendo fabulosas ganancias con la venta de armas a Ucrania. En el lado ruso ocurre un fenómeno similar.

Las sanciones económicas y financieras que aprobaron Estados Unidos y la Unión Europea (UE) contra Rusia, pretenden destruir su economía, para propinarle “una derrota estratégica”, pero hasta el momento no han provocado el daño esperado.

Mientras continúan los combates en Ucrania, en Rusia crecen los negocios, lo que se reflejó en el llamado Foro Económico de San Petersburgo, en donde participaron empresarios de 130 países, lo que se tradujo en acuerdos comerciales por valor de más de 45.000 millones de dólares.

Putin en su discurso dijo que mucho antes de la guerra decidió fortalecer su mercado interno, sustituyendo importaciones, y reorientándose a hacia otros mercados: África, Asia y América Latina. Quienes creen que la guerra en Ucrania es un primer paso para el restablecimiento de la URSS, se equivocan totalmente. Putin está combatiendo las sanciones de Estados Unidos y la UE, abriendo las compuertas al capitalismo neoliberal.

Putin dijo que "Rusia eligió el camino de la expansión de la libertad de empresas, en lugar de la transición a una economía cerrada dirigida por el Estado (…) expandir el espíritu empresarial y, como ha demostrado la práctica, fue absolutamente correcto. Gracias a los esfuerzos conjuntos de empresarios, grandes, medianas y pequeñas empresas, con la participación activa de las autoridades, hemos mantenido la estabilidad de nuestra economía (…) el impulso del negocio ruso es sustituir a las multinacionales (…)  Si los productores extranjeros quieren volver a nuestro mercado, y cada vez oímos hablar de ello con más frecuencia, no cerramos nuestras puertas a nadie. Nadie teme a la competencia. Se sabe que es el motor del progreso y del comercio. Crearemos las condiciones necesarias para que funcionen en Rusia. Pero, sin duda, tendremos en cuenta el comportamiento particular de algunos de estos socios para el futuro (…) las autoridades rusas siempre pondrán en primer plano los intereses de las empresas nacionales (…) Rusia ha participado y participará en la economía mundial (…) no ha optado por el autoaislamiento y, al contrario, ha ampliado sus contactos con socios fiables y responsables en los países y regiones que ahora son los motores e impulsores de la economía mundial". (RT, 16/06/2023)

Putin pretende devolver la grandeza al nuevo imperio ruso y jugar el mismo rol de “Pedro El Grande”, pero en el contexto del siglo XXI.

2.- La negociación relegada a segundo plano, por el momento

Mientras la ONU, China, Brasil y hasta una delegación de países africanos, abogan por una salida negociada, la escalada militar continua su peligroso ascenso. Putin reveló a la delegación africana que el año pasado, en las negociaciones en Bielorrusia y Turquía, se llegó a firmar un acuerdo de paz, pero que fue boicoteado por Estados Unidos. Por este acuerdo las tropas rusas decidieron no tomar Kiev, al no cumplirse los acuerdos de paz se trasladaron a liberar el Donbass.

Desde entonces, la posición de Zelensky ha sido intransigente: no habrá negociación si los rusos no se retiran de todos los territorios anexados. En pocas palabras, la guerra continuará hasta que uno de los ejércitos sea derrotado militarmente.

Zelensky ha declarado: “No importa cuán lejos avancemos en nuestra contraofensiva, no aceptaremos un conflicto congelado, porque eso es la guerra, es un desarrollo sin perspectivas para Ucrania".

Putin respondió: "No hemos renunciado al diálogo. Son ellos los que decidieron romper el diálogo con nosotros. [...] Querrán, y ya veremos en qué momento y de qué podemos hablar con ellos".

Enmanuel Macron, presidente de Francia, resume cual es la estrategia de Estados Unidos y la OTAN en relación a la guerra en Ucrania: la contraofensiva ucraniana será una operación prolongada, la cual podría durar "varias semanas o incluso meses. Queremos que tenga el mayor éxito posible para luego poder iniciar una fase de negociación en buenas condiciones". (13/06/2023)

Esta estrategia combina el apuntalamiento militar para negociar en condiciones favorables, pero mientras tanto la cuerda puede romperse y provocar un conflicto generalizado.

3.- El posible ingreso de Ucrania a la OTAN

Parte de la estrategia de presiones para doblegar a Rusia es la amenaza de incorporar a Ucrania en la UE y la OTAN. Rusia se vio forzada a iniciar la guerra en Ucrania ante el inminente ingreso de Ucrania en la OTAN, lo que implicaría el establecimiento de bases militares de cohetes nucleares en las costillas de Rusia.

El posible ingreso de Ucrania a la OTAN es un tema altamente sensible para Rusia. Aunque Ucrania todavía no forma parte de la OTAN recibe armas, municiones, asesoría militar y recursos, para librar la guerra contra Rusia. Es una guerra indirecta entre la OTAN y Rusia que se libra en territorio de Ucrania, pero que en cualquier momento puede extenderse a los países vecinos y a la propia Rusia. Al parecer la contraofensiva militar del ejército ucraniano pretendía crear condiciones políticas favorables para felicitar el ingreso de Ucrania a la OTAN, en la próxima cumbre que se realizará en Vilna, Lituania, en julio de este año.

En relación al posible ingreso de Ucrania en la OTAN, encontraremos declaraciones encontradas y contradictorias. Preguntado sobre el posible ingreso de Ucrania a la OTAN, Stoltenberg declaró "creo que no es posible dar fechas precisas cuando estamos en medio de una guerra. A no ser que Ucrania prevalezca, entonces no habrá que discutir en absoluto la adhesión, porque solo una Ucrania soberana, independiente y democrática puede convertirse en miembro de la OTAN" (13/06/2023)

Tres días después, Stoltenberg matizó sus declaraciones: "Todos los aliados están de acuerdo en que Ucrania se convertirá en un miembro de la OTAN. No vamos a discutir una invitación en la cumbre de Vilna, sino cómo podemos acercar Ucrania a la OTAN. Y estoy seguro de que encontraremos una buena solución y consenso en la cumbre de Vilna sobre cómo acercar Ucrania a la OTAN".

Este acercamiento ya existe en los hechos, “(…) actualmente llevamos trabajando en eso durante muchos años, cuanto más éxito tengamos en hacer a las fuerzas ucranianas completamente interoperables con la OTAN, más estrechamente llegarán a la OTAN en términos prácticos militares". (16/06/2023)

Por su parte, Joe Biden negó la posibilidad de que Ucrania forme parte de la OTAN, al menos en el futuro próximo. Según Biden, Ucrania "tiene que cumplir con los mismos estándares" que los demás países miembros de la Alianza. "Así que no vamos a hacerlo fácil" (17/06/2023)

En los hechos, Ucrania ya es parte de la OTAN en la medida que recibe armamento, asesoría e información de inteligencia de Estados Unidos y sus aliados europeos. La disputa reside en que, por el momento, las tropas de la OTAN no pueden desplegarse libremente en Ucrania, ni instalar bases militares, lo que da cierto respiro a Rusia.

4.- La naturaleza del grupo Wagner

En las guerras modernas no solo se enfrentan los ejércitos regulares, sino también Empresas Militares Privadas (EMP) o grupos de mercenarios que pelean bajo la sombra de estos ejércitos, en agrupaciones irregulares o semirregulares.

Debido a las denuncias que surgían contra los ejércitos regulares por violaciones a los derechos humanos y a los tratados sobre la guerra, la labor sucia de la guerra es encargada a las EMP cuyos crímenes escapan del control de los tribunales internacionales. Las agrupaciones de mercenarios tuvieron roles destacados en las guerras civiles en África, y después de la segunda invasión norteamericana a Irak en 2003. El gobierno de Estados Unidos contrató al Grupo Blackwater, para combatir a la insurgencia iraquí.

El ejército de Rusia tomó nota de esa experiencia y contrató al grupo Wagner para intervenir en las guerras civiles de África y en la guerra civil en Siria. El grupo Wagner adquirió gran experiencia de combate y por ello ha sido utilizado ampliamente en la guerra de Ucrania.

Al respecto, es importante señalar que los medios de comunicación en su campaña contra Rusia, sobredimensionan las supuestas derrotas militares y minimizan la capacidad militar del ejército ruso, engrandeciendo la capacidad de los mercenarios del grupo Wagner, quienes tuvieron un papel destacado en la sangrienta batalla por la recuperación de Artiomosk (Bajmut). Entonces, mientras el ejército ruso está sumido en el caos y la corrupción, los mercenarios de Wagner, sacados de las prisiones de Rusia, son quienes han salvado el pellejo a Putin. Nada más alejado de la realidad. Es un guion sacado de una pésima película de espías.

Ninguna EMP puede subsistir sin la logística o apoyo del ejercito regular. El grupo Wagner no podría sostenerse un solo día sin la información de inteligencia y el soporte material y de armamento y municiones que desde la retaguardia le proporciona el aparato del ejército regular. Lo que existe es una división de tareas. A estos grupos, como Wagner, le corresponde hacer el trabajo sucio de liquidar sin piedad a las tropas enemigas, violentando todas las convenciones internacionales sobre la guerra y el trato de prisioneros, llegando a cometer incluso crímenes de “lesa humanidad”.

Todos los ejércitos tienen destacamentos de tropas especiales para tareas de asalto y aniquilamiento. El ejercito ruso tiene a los Spetsnaz, pero también tiene a las tropas de Wagner, que está formado, al menos en su conducción, por ex soldados con mucha experiencia militar. En pocas palabras, las tropas de Wagner cumplen misiones suicidas.

El grupo Wagner, cuyos soldados se calculan en 30.000, es una agrupación mercenaria pagada por el Estado ruso. Se calcula que en el ultimo año (2022-2023), el Estado ruso le pago mas del millones de dolares al grupo Wagner. Era un negocio redondo. Sin esos salarios, tendrían que desbandarse. En pocas palabras, el grupo Wagner es una agrupación especial al servicio del ejercito ruso. No existen dos ejércitos, es un solo bajo la conducción del alto mando encabezado por Putin.

El empresario de origen lumpen, Eugenio Prigozhin, no tiene ni la capacidad económica, ni la capacidad militar para crear un ejército independiente del Ejército ruso, que tiene mucha tradición vertical, desde antes de la revolución bolchevique y bajo el oscuro periodo stalinista.

5.- La extraña rebelión del Grupo Wagner

Antes de la recuperación de Artiomosk (Bajmut), Prigozhin comenzó a criticar al Estado Mayor acusándolo de dirigir mal la guerra. Las críticas fueron creciendo y el tono fue cada vez más agresivo. Sus discursos eran reproducidos en su canal de Telegram, una aplicación que, igual que WhatsApp, están prohibidas en Rusia. O sea que sus discursos solo eran escuchados en el lado ucraniano, provocando el regocijo entre los enemigos de Rusia.

Después de superar varias pequeñas crisis, el Grupo Wagner anunció su retirada. Sin embargo, el sábado 24 de junio Prigozhin denunció el bombardeo de sus campamentos por el ejército ruso y anuncio que marcharía hasta Moscú, demandando la renuncia del alto mando del ejército.

Y de repente cambio abruptamente la situación. Ya nadie hablaba de la contraofensiva ucraniana, sino de un golpe de Estado contra Putin. Los medios de comunicación informaron sobre el peligro de guerra civil en Rusia, la posibilidad de que Putin fuera derrocado, etc. En el último siglo solo en dos ocasiones ha habido un golpe de Estado o motín militar en Rusia: en agosto de 1991 la fracasada rebelión contra Mijaíl Gorbachov, y ahora la mini rebelión de Prigozhin contra Putin. Existe un abismo de diferencia entre ambas.

En la rebelión de Prigozhin no se registran muertes, ni enfrentamientos, aunque Putin se refirió a pilotos muertos en combate, sin mencionar cantidades ni nombres. Putin respondió con una posición moderada, amenazando con aplastar la rebelión, pero sin hacerlo, priorizando la negociación política para restarle fuerza a Prigozhin. El conjunto de las instituciones del Estado ruso cerró filas alrededor de Putín. Lejos de debilitarse, Putín salió airoso, fortalecido.

Todo indica que los triunfos militares de Prigozhin en el campo de batalla, crearon un conflicto con el Estado Mayor del ejército ruso, que está obligado a proteger la institución y mantener bajo disciplina a los mercenarios. Y Prigozhin quiso resolver las contradicciones golpeando la mesa, abriendo una crisis sin precedentes, en medio de la guerra.

Después, desatada la rebelión, Prigozhin moderó su discurso aclarando que no se trataba de un golpe militar sino de una marcha hacia Moscú, para exigir la defenestración del Estado Mayor. Y de pronto, viró hacia la izquierda en dirección a Bielorrusia, y fue anunciado el acuerdo político en el que intervino como mediador el presidente Lukashenko. Es casi seguro que detrás del conflicto entre Prigozhin y el alto mando del ejército, se encuentra el espinoso tema de las contrataciones, ya que el ejercito es quien contrata y paga los salarios de los mercenarios. Prigozhin denunció que el ministro Shoigú iba a desaparecer al grupo Wagner.

 Putin hizo concesiones al grupo Wagner, suspendió la acción penal contra Prigozhin, y permitió a una parte de las tropas de Wagner alistarse en el ejército, pero hasta el momento no ha destituido a la cúpula militar. Descabezar al ejército en el transcurso de la guerra es sumamente peligroso, aunque probablemente tendrá que impulsar alguna reestructuración que consolide de manera incuestionable el poder absoluto de Putin.

Mientras los acontecimientos se desarrollaban, Estados Unidos y la OTAN estaban horrorizados con la posibilidad de que personas díscolas como Prigozhin tomen el poder en Rusia y tengan acceso al armamento nuclear.

Las teorías conspirativas sobre el motín de Prigozhin afirman que se trató de una maniobra para trasladar las tropas de Wagner a territorio de Bielorrusia, a escasos 100 kilómetros de Kiev, la capital de Ucrania. Para actuar ante una posible ofensiva rusa al momento de crear la “zona sanitaria”. La sola presencia de tropas de Wagner en las cercanías de Kiev, ya ejerce una increíble presión sobre las tropas ucranianas, que tendrán que retirar efectivos en el Donbass para fortalecer las defensas de la capital.

En las próximas semanas sabremos la verdad.

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