Nuevamente la situación política en Guatemala se pone el rojo vivo. Contrario a las expectativas del reaccionario acuerdo secreto entre el imperialismo norteamericano y las cúpulas dominantes, con el objetivo de solucionar la crisis política de 2015, forzando la caída del gobierno de Otto Pérez Molina, el gobierno de Jimmy Morales y el partido Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación) no se plegaron a las acciones anticorrupción encabezadas por la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Este distanciamiento ha conducido a varias crisis y enfrenamientos. Esto no es casual. El gobierno de Jimmy Morales es la expresión política de las oscuras fuerzas económicas que tienen su principal sustento social en los militares que salieron victoriosos de la lucha anti insurgente, que terminó formalmente en 1996. El FCN tiene en su dirección a altos mandos de exmilitares, implicados en masacres durante la guerra interna. El FCN abrió las puertas a la pandilla de exdiputados del Partido Patriota (PP) y LIDER, tránsfugas con arraigadas prácticas de corrupción, que representan a la burguesía emergente corrupta que se niega a desaparecer.

A finales de 2016, el FCN entró en alianzas con los partidos más conservadores del Congreso de Guatemala para obtener la presidencia de la Junta Directiva en los periodos 2017 y 2018, y desde esa posición empezó a resistirse a las reformas democráticas impulsadas por la CICIG. Desde 2017, el FCN y los partidos conservadores han sido parte fundamental de la oposición a las propuestas de reformas a la Constitución y a la Ley Electoral, que pretenden reformar el sistema político y cortar situaciones que permiten la corrupción.

La oligarquía guatemalteca y el gobierno de Estados Unidos pretenden reformar solamente lo justo y necesario para continuar engañando a los trabajadores y al pueblo, para hacerles creer que se están gestando grandes cambios y de esta manera se olviden de sus luchas y protestas. Este plan de “reformas democráticas” impulsado por el imperialismo norteamericano a través de la CICIG refleja, por un lado, la bancarrota política de la oligarquía que no es capaz de garantizar instituciones democráticas del Estado, y por el otro lado, estas pretendidas y frustradas reformas en realidad son insuficiente para satisfacer las necesidades urgentes y aspiraciones democráticas del pueblo guatemalteco.

A pesar de que las reformas planteadas son limitadas e insuficientes, el sector más corrupto de la burguesía emergente, representada actualmente por el FCN, se resisten encarnizadamente a cualquier mínimo cambio democrático. Por ello, el presidente Jimmy Morales se opone a las reformas que ha impulsado la CICIG, porque el mecanismo de acumulación de capital de estos sectores burgueses emergentes proviene de su corrupto control de las instituciones del Estado, las que saquean para enriquecerse.

El permanente boicot del presidente Morales y el FCN a las reformas políticas impulsadas por el imperialismo norteamericano, ha tenido como consecuencia que éste haya dado vía libre a la CICIG y el Ministerio Publico (MP) el inicio de causas judiciales para presionarlo y obligarlo a ceder. Primero, cuando en enero del año 2017 ordenaron la captura del hijo y hermano del presidente Morales, por un caso de corrupción en el registro de la propiedad, en 2013. Luego con la investigación de financiamiento ilícito del FCN-Nación durante la campaña electoral 2015, cuando Morales era el secretario general del partido. Por ello es que, ejerciendo más presiones contra el actual grupo de poder que representa el Morales y el FCN, el MP y la CICIG han solicitado nuevamente quitar el derecho de antejuicio al presidente Morales y que este sea procesado penalmente, lo que en fondo significaría que perdería el cargo de presidente de Guatemala.

En 2017 la primera respuesta de Morales fue declarar non grato a Iván Velásquez, jefe de la CICIG, para expulsarlo de Guatemala, abriendo una efímera crisis política. Organismos de la sociedad civil, así como el Procurador de los Derechos Humanos se ampararon ante la Corte de Constitucionalidad (CC), solicitando la suspensión de la expulsión de Velásquez, obteniendo una sentencia provisional favorable. De esta manera, lograron restablecer un equilibrio de poder, pero desde las instituciones del Estado.

Pero las tensiones continuaron acumulándose. El 31 de agosto de 2018, Morales anunció la no renovación del mandato de la CICIG, que vence el 3 de septiembre de 2019. A nivel internacional, Morales se ha sostenido sobre las acciones de la ministra de Relaciones Exteriores, Sandra Jovel, pero a nivel interno se ha sostenido en los movimientos represivos del ministro de gobernación, Enrique Degenhart, los cuales abiertamente han buscado debilitar a la CICIG, así como golpear a las organizaciones populares y campesinas, persiguiendo, vigilando y asesinando a sus líderes, como ha sido el caso varios dirigentes campesinos y populares asesinados. El gobierno de Morales ha entrado así en su etapa más reaccionaria.

Guatemala se acerca a una situación prerrevolucionaria, por la crisis y enfrentamientos entre diferentes sectores de la burguesía. Existe un conflicto entre quienes apoyan al programa de reformas democráticas impulsadas por el imperialismo yanqui, y quienes intentan mantener los oscuros negocios saqueando las finanzas del Estado.

Pero siempre ocurre lo mismo: cuando hay conflictos entre sectores de la burguesía, irrumpen sin avisar las masas populares. El golpe asestado por Jimmy Morales el día 31 de agosto del 2018, es casi una repetición del autogolpe de Estado propinado por el presidente Jorge Antonio Serrano Elías, el 25 de mayo de 1993, conocido como el “Serranazo”. Afirmamos que estamos en una situación similar, porque el presidente Jimmy Morales pretende concentrar todo el poder y evitar los controles que los otros grupos de poder de la burguesía, han tratado de establecer utilizando el CICIG y el MP.

La población entiende lo que está en juego, por eso ya hay significativas manifestaciones en apoyo al comisionado Velázquez en varios puntos de Guatemala. Pero también la reacción se prepara para luchar. En el pasado, la Iglesia Católica ha manifestado su apoyo a la gestión de la CICIG, pero han convocado una marcha para el domingo 2 de septiembre, junto con las iglesias evangélica y judía, contra los derechos reproductivos de las mujeres y los derechos civiles de las comunidades LGTBI. Existe la posibilidad real que dicha marcha sea utilizada para mostrar el apoyo de las clases y sectores más reaccionarios del país a Jimmy Morales.

Las embajadas de los imperialismos norteamericano y europeo han dado su respaldo incondicional a la CICIG. El futuro de Guatemala y la democratización real que se requiere, no debe ser decida por los imperialismos, sino por la movilización democrática de las masas populares

Si la crisis continua, el gobierno de Morales pende de un hilo, ya que su principal sostén son los militares. Morales es en realidad la cara civil del poder que han acumulado los militares en Guatemala, desde que terminó el conflicto armado en 1996. No podemos descartar una escalada en los métodos represivos, usando al Ejército y la Policía contra los movimientos populares y las organizaciones civiles del campo y de la ciudad, en esta nueva hora de lucha.

Esta vez, un año después de que buscara sacar al comisionado de la CICIG por medio de una treta diplomática, el gobierno de Jimmy Morales ha actuado de manera coordinada con la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, anunciando con pocas horas de diferencia, el primero su decisión de no renovar el acuerdo para la actuación de la CICIG, y el segundo ordenando la expulsión de la comisión de derechos humanos de la ONU que investigaba las masacres ocurridas en Nicaragua recientemente. Este comportamiento político de Morales en Guatemala, y de Ortega en Nicaragua, alegando ambos un falso nacionalismo, no es una casualidad. Ambos reflejan el poder de los militares, tanto de Guatemala como de Nicaragua, que se resisten a cualquier reforma democrática, y con ello entran en roce con los imperialismos. Pero este tipo de contradicciones no los vuelve antiimperialistas, sino que refleja una cerrada defensa de los procesos de acumulación capitalista basados en la corrupción y en el saqueo de las arcas del Estado, por eso niegan los más elementales derechos democráticos.

Si bien es cierto que Guatemala requiere una democratización profunda, también observamos en la mayoría de la izquierda y en la conducción de los sindicatos y organismos populares, claudican ante la gestión de la CICIG, manifestando un apoyo público o velado a su gestión. La “Sociedad Civil” y las ongs, la Unidad Revolucionaria Nacional de Guatemala (URNG) y al Frente Estudiantil (organizado por la agrupación “UsacEsPueblo”, ganador en las elecciones a la AEU en agosto del año 2017), anunciaron su apoyo a la CICIG. La izquierda y las organizaciones estudiantiles, populares e indígenas deben estar claros que el enemigo de mi enemigo no necesariamente es mi amigo.

Podemos y debemos luchar unidos todos aquellos sectores sociales que buscamos la democratización real de Guatemala, pero no podemos ni debemos firmar un cheque en blanco a la CICIG y a la labor del comisionado Velásquez. La lucha no es solo entre el gobierno y la CICIG, sino entre quienes estamos por una real democratización y quienes se oponen a ella, desde diferentes posiciones. Y en este proceso de lucha y unidad en la acción debemos identificar quienes son amigos y quienes son enemigos de la ansiada democratización.

Como es de conocimiento público, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) tiene una posición ambivalente, vacilante. Por un lado, temen oponerse a las directrices del imperialismo norteamericano, pero, por otro lado, temen al curso de la labor de la CICIG: varios de los directivos importantes del CACIF han sido acusados y encarcelados por corrupción, defraudación fiscal, así como el de financiar ilegalmente a partidos políticos, como el FCN. Pero a lo que más le temen los empresarios es a la movilización popular.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) exige la renuncia inmediata del presidente Jimmy Morales, por no cumplir con las expectativas de lucha contra la corrupción, y por haber encubierto al grupo de poder militar detrás del FCN. Apoyamos la demanda del pueblo en el campo y la ciudad que han exigido desde 2016 la renuncia de Jimmy Morales.  Rechazamos al sector burgués emergente que se ha enriquecido a costa de los recursos del Estado, pero también rechazamos la injerencia del imperialismo norteamericano a través de su embajada norteamericana y la CICIG.

Guatemala necesita una profunda revolución democrática, la que quedó inconclusa con el golpe de Estado de 1954, que extermine la corrupción de las diferentes fracciones de la burguesía, que garantice la tierra para los campesinos (Reforma Agraria), el respeto de los territorios de las comunidades indígenas, que provea a la población de servicios gratuitos y eficientes de educación, salud, vivienda, transporte, salarios dignos y acordes al costo de la vida, que amplíe al máximo los derechos democráticos de la población, que se plantee la reconstrucción de Centroamérica en un solo Estado Federal, etc.

Deben ser los sindicatos, los trabajadores, campesinos, indígenas y estudiantes organizados quienes se pongan al frente de la lucha contra el corrupto gobierno de Jimmy Morales y el FCN. Llamamos a la más amplia unidad de la izquierda, de las organizaciones obreras, estudiantiles, campesinas, populares e indígenas, para movilizarnos y convocar a un Paro Nacional de 24 horas, demandado la renuncia de Jimmy Morales y todo su gobierno. Llamamos a la unidad en la lucha y la movilización de todos los sectores realmente democráticos, que se oponen al corrupto gobierno de Jimmy Morales, heredero y continuador del statu quo establecido por las fuerzas reaccionarias que acribillaron la democracia guatemalteca en 1954, para en conjunto impulsar las reivindicaciones de los trabajadores, campesinos, sectores populares e indígenas.

El PSOCA llama a movilizarnos por la convocatoria inmediata de una Asamblea Nacional Constituyente, que agrupe a los trabajadores y los pueblos indígenas, plurinacional e inclusiva, que transforme y reorganice a Guatemala en favor de los oprimidos y explotados. De igual manera, llamamos a estar vigilantes contra las maniobras del Congreso de la Republica, controlado por el FCN y sus aliados.

¡EXIGIMOS LA RENUNCIA DE JIMMY MORALES Y SU GOBIERNO!

¡PROFUNDICEMOS LA LUCHA, HASTA DEMOCRATIZAR GUATEMALA AL SERVICIO DEL PUEBLO!

¡LA CORRUPCION ES INTRÍNSECA DEL ACTUAL REGIMEN POLITICO!

¡POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE DE LOS TRABAJADORES Y LOS PUEBLOS INDÍGENAS, PLURINACIONAL E INCLUSIVA!

¡PARO NACIONAL DE 24 HORAS!

¡ABAJO EL “MORALAZO”!

 

Centroamérica, 31 de Agosto del 2018

 

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

¡Campaña internacional de solidaridad para exigir la libertad inmediata de Medardo Mairena!

 

El viernes 13 de julio del año en curso fue detenido el líder campesino Medardo Mairena, en el aeropuerto de Managua, cuando se aprestaba a abordar un avión con rumbo a Estados Unidos, como parte de una gira de solidaridad con el movimiento campesino nicaragüense.

La Policía Nacional y la Fiscalía, bajo el control absoluto de la dictadura Ortega-Murillo, han inventado falsos cargos contra Mairena, acusándolo de ser el “autor intelectual” de la masacre ocurrida el día anterior en el poblado de Morrito, departamento de Rio San Juan, un confuso incidente en donde empleados de la Alcaldía en manos del FSLN abrieron fuego y asesinaron a elementos de la Policía Nacional.

Usando el clásico método de las almáganas, se ha culpado al movimiento campesino anticanal, de ser los autores materiales de dicha masacre, obviando que las turbas sandinistas habían atacado la masiva marcha de protesta contra el gobierno Ortega-Murillo. A Mairena le imputan cargos de “terrorismo”, tipo penal que contempla penas de 15 a 20 años de prisión. Ya se realizó la primera audiencia, en secreto, y sin que se le respetara el derecho a elegir su abogado defensor.

La detención arbitraria de Medardo Mairena es parte de sangrienta ofensiva militar que el gobierno Ortega-Murillo desarrolla contra de los tranques, especialmente contra aquellos que ha levantado el movimiento campesino anti-canal en la costa Caribe. Bajo la promesa que Medardo Mairena sería liberado si abandonaban la protesta, los campesinos se retiraron del tranque de San Pedro de Lóvago, en el departamento de Chontales, pero fueron emboscados en la carretera rumbo a Nueva Guinea, brutalmente asesinados y sus cadáveres quedaron tirados en el borde de la carretera.

Medardo Mairena es actualmente el coordinador nacional del Consejo de Defensa de la Tierra, el Lago y la Soberanía, mejor conocido como movimiento campesino contra la construcción del canal interoceánico. Medardo Mairena, junto a la compañera Francisca Ramírez, son los principales dirigentes del movimiento campesino anti canal.

La beligerancia del movimiento campesino anti canal se ha hecho sentir en los últimos años, siendo el sector que más se ha movilizado contra la dictadura familiar Ortega-Murillo. Lo anterior, ha permitido que Medardo Mairena represente al movimiento campesino en las negociaciones del Dialogo Nacional. Por ello, su detención arbitraria y los falsos cargos, tiene una clara connotación política.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a todas las organizaciones y centrales campesinas de Guatemala, Honduras, El Salvador y resto de países de Centroamérica, a sumarse a la campaña internacional de solidaridad, exigiendo la libertad inmediata de Medardo Mairena, y que cesen el acoso y persecución contra Francisca Ramírez.

Llamamos a las centrales obreras, a los sindicatos y organizaciones democráticas y de izquierda, de América Latina y el mundo entero, a pronunciarse de manera inmediata, exigiendo la libertad de Medardo Mairena.

Llamamos a recolectar firmas de dirigentes y personalidad, exigiendo la libertad de Medardo Mairena, a realizar mítines de protesta frente a las embajadas de Nicaragua en Centroamérica, América Latina y resto del mundo.

Enviar correros electrónicos o mensajes simultáneos, exigiendo la libertad inmediata de Mairena, a las siguientes direcciones:

Daniel Ortega Saavedra

Presidente de la República

Fax: +505 2266 3102

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Dr. Paul Oquist

Secretario Privado de la Presidencia

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Dra. Alba Luz Ramos

Presidente de la Corte Suprema de Justicia

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Dra. Ana Julia Guido

Fiscal General de la Republica

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La solidaridad internacional es un asunto muy importante para lograr la libertad de Medardo Mairena, apoyar la lucha contra la represión y para detener las masacres en Nicaragua.

 

Centroamérica, 15 de julio del 2018.

 

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

 

Desde mediados de abril del 2018, Nicaragua está siendo sacudida por una intensa actividad de masas, un genuino proceso de revolución democrática que, a pesar de las continuas masacres, involucra cada vez más a amplios sectores sociales que luchan conjuntamente para poner fin al régimen totalitario instaurado por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.

1.- Estallan pugnas interburguesas

Después de muchos años de férreo control del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) sobre el conjunto de la sociedad nicaragüense, la lucha contra las inconsultas reformas a la seguridad social, desató la rebelión estudiantil que rápidamente se convirtió en una semi insurrección popular, que a sangre y fuego fue detenido temporalmente por el gobierno Ortega-Murillo.

Fue así que la rebelión estudiantil encendió la llama del levantamiento popular. La crisis del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) pasó a un segundo plano. El clamor popular era y sigue siendo terminar con el asesino gobierno Ortega-Murillo.

La lucha estudiantil y popular destapó la crisis interburguesa que se venía gestando tiempo atrás, y que solo eran simples rumores en los pasillos de las cámaras empresariales. A pesar que desde el año 2007, para consolidar su régimen bonapartista, Daniel Ortega mantuvo una estrategia política de “alianzas, diálogos y consensos” con los grandes grupos económicos y la oligarquía financiera, que le permitió aprobar leyes y hacer jugosas concesiones económicas y fiscales, en el último periodo los grupos empresariales se quejaban de la corrupción y de la “competencia desleal”.

La masacre estudiantil de abril del 2018, y la semi insurrección obligaron a los grandes grupos económicos (Pellas, Coen, Chamorro, Baltodano y banqueros), al Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) y la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AMCHAM), a distanciarse del gobierno Ortega-Murillo y a subir el tono de sus reclamos.

2.- La ACJD: ¿Alianza táctica o Estratégica con los Empresarios?

En los últimos 12 años, la percepción popular ha sido que los empresarios del COSEP han colaborado con Daniel Ortega a cambio de la buena marcha de sus negocios, y que esto ha permitido consolidar su dictadura. El fenómeno de la semi insurrección de abril, y la posterior masacre, forzó a los empresarios a cambiar el discurso y a exigir lo que han llamado “democratización”.  En la medida que se terminó el alegre flujo de petrodólares de la cooperación venezolana, los empresarios comenzaron a hablar de reinstaurar la democracia, y a convocar a marchas pacíficas de protesta contra el gobierno.

La rebelión estudiantil de abril produjo el colapso de la anquilosada dirección burocrática de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), bajo el férreo control sandinista, y el surgimiento de nuevas e improvisadas direcciones del movimiento estudiantil, algunas de ellas ligadas a los ONGs que desarrollan algún tipo de lucha social. Estos ONGs autodenominados “sociedad civil” y las nuevas direcciones estudiantiles, establecieron una alianza con los empresarios del COSEP, para luchar contra el gobierno

El día 11 de mayo del 2018, antes de la instalación formal del Dialogo Nacional el día 16 de mayo, fue dada a conocer la constitución de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), compuesta por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES), el COSEP, AMCHAM, una alianza de grupos estudiantiles, el movimiento campesino anti canal interoceánico, organizado en el Consejo Nacional en Defensa de Nuestra Tierra, Lago y Soberanía, y otros grupos sociales.

En la lucha por la democratización de Nicaragua es válido establecer alianzas tácticas con diferentes grupos sociales, incluidos los empresarios del COSEP y AMCHAM, siempre con el objetivo de procurar la movilización popular que permita el derrocamiento del gobierno Ortega-Murillo. Una vez que se logre el objetivo central, ahí se deben acabar las alianzas tácticas.

Por ello insistimos que las organizaciones estudiantiles y demás grupos sociales que participan en la ACJD, como el movimiento campesino anticanal y otros grupos, bajo ninguna circunstancia deben supeditarse a la política y los intereses de los empresarios del COSEP. A nuestro criterio deben mantener en todo momento una posición independiente que defienda los intereses de los sectores sociales que representan, para evitar que el proceso de revolución democrática en curso sea negociado o traicionado.

Al comienzo, la alianza se produjo en torno a la consigna de renuncia del gobierno Ortega-Murillo, una demanda popular, lo cual era correcto: ¡todos contra el gobierno!. Posteriormente, sin consultar a sus bases, la alianza táctica con los empresarios del COSEP se convirtió en una alianza estratégica, que se produjo alrededor del documento conocido como “Agenda para la Democratización de Nicaragua”, el cual fue presentado en la sesión del Dialogo Nacional del día 23 de mayo del 2018. Como era de esperarse, el gobierno Ortega-Murillo se resistió inicialmente a hacer concesiones, suspendiendo temporalmente las negociaciones, acusando a la ACJD de impulsar un “golpe de Estado”.

Si bien es cierto que, en momentos de auge de la lucha popular, debemos cerrar filas contra el gobierno Ortega-Murillo, es lamentable observar cómo, a partir de la instalación del Dialogo Nacional, algunos dirigentes de las cinco agrupaciones que forman la Coalición Universitaria que participan en la ACJD han perdido el impulso democrático, limitando su autonomía e independencia política, subordinándose a las políticas y estrategias del COSEP y AMCHAM.

Pero no todas las nuevas dirigencias estudiantiles han sido neutralizadas. Todavía existen dirigentes realmente independientes, y esperamos que sean la mayoría. En una reciente entrevista, el dirigente universitario Harley Morales, expresó el malestar de una parte de los nuevos dirigentes y se mostró muy crítico con el comportamiento de algunos delegados estudiantiles en el reciente viaje a la Asamblea de la OEA, realizada en Washington: “(…) Este viaje fue financiado desde Estados Unidos (Freedom Foundation) y se les impuso una agenda, y eso es terrible. Fueron ellos quienes decidieron qué estudiantes irían (…) No sabíamos de las reuniones con Ted Cruz, con Ileana Ross ni con Marco Rubio. Tenemos un gran descontento con eso. Cuando vengan los muchachos, vamos a hablar con ellos. No podemos ceder en lo fundamental (…)”. (El Faro, 10/06/2018)

En relación a la alianza con el COSEP, Harvey Morales aclaró que “(…) Sabemos que cuando el COSEP no nos necesite, nos van a descartar. Pero nosotros tenemos otros planes. (…) A los empresarios los tenemos como aliados de cara al diálogo, pero no tenemos confianza. Una vez fuimos muy claros a ellos: les dijimos que temíamos que el diálogo fuera un show mediático y que el verdadero diálogo se estuviera haciendo bajo de la mesa. Esa es una sospecha latente. (…) La historia nos dice que no debemos supeditarnos a la agenda política y económica del empresariado y sabemos que nos dejarán en la calle. Sabemos el riesgo en el que caemos por estar recibiendo su apoyo. Creen que nos pueden pedir algo a cambio. Nosotros insistimos en justicia y democracia, y hay algunas cosas que decimos que no les han gustado. (…)”. (Op Cit)

Esta visión lucida contiene una sana y natural desconfianza a los empresarios del COSEP, antiguos aliados del gobierno de Daniel Ortega. Esta debería ser la actitud predominante de la dirigencia estudiantil y de los movimientos sociales que participan en la ACJD, ya que existe la posibilidad real e inminente que los empresarios lleguen a un acuerdo con el gobierno Ortega-Murillo para impulsar elecciones adelantadas, como un mecanismo para evitar una insurrección general que derroque al gobierno Ortega-Murillo

3.-  El abandono de la consigna de la renuncia del gobierno Ortega-Murillo

En esta alianza de la Coalición Universitaria con el COSEP, observamos que la primera claudicación se produjo cuando se abandonó la consigna de la renuncia de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, siendo sustituida por el primer punto de la “Agenda de Democratización” presentada por los obispos en la sesión del Dialogo Nacional del día 23 de mayo del 2018.

El primer punto de la Agenda de Democratización de la ACJD se refiere a la realización de: “Elecciones libres y mecanismos constitucionales para la celebración de un procesal electoral justo y transparente (…) Reforma parcial de la Constitución Política a fin de adelantar las elecciones presidenciales, municipales, legislativas y de las regiones autónomas, a la mayor brevedad posible (…) 2.- Adelanto y convocatoria a elecciones generales de autoridades sujetas a elección popular. 3.- Reducción del período de las autoridades de los poderes del Estado (…)”

Se abandonó la exigencia de la renuncia de Daniel Ortega y Rosario Murillo, para dar paso a la realización de elecciones, previa reforma a la Constitución. La exigencia de la renuncia del gobierno Ortega-Murillo no aparece por ningún lado, no fue colocada como el principal punto de agenda. Al contrario, la propuesta de elecciones adelantadas, permitiría al FSLN reorganizarse, y mantener importantes cuotas de poder en los poderes e instituciones del Estado.

Todos los demás puntos, como reforma constitucional para prohibir la reelección presidencial, reestructuración de los poderes del Estado, nueva ley de partidos políticos, son secundarios porque dependen del resultado de las elecciones anticipadas.

Ahora bien, la Agenda de Democratización de la ACJD también contempla que “(…) 3.- las nuevas autoridades del CSE, CSJ y de la CGR son nombrados producto del Consenso de la mesa del Diálogo”. Este punto no queda claro si es antes o después de la hipotética convocatoria de elecciones generales anticipadas. Si es antes, significaría que, utilizando el método del consenso, los nuevos magistrados serian repartidos, otorgando una cuota a cada sector dentro del Dialogo Nacional, lo que implicaría que el FSLN tendría la mitad de los magistrados. Si es después de las elecciones generales, es una medida antidemocrática porque contradeciría al resultado de la voluntad popular en las elecciones.

4.- ¿Orteguismo sin Ortega?

Mientras los estudiantes y sectores populares pelean en las calles, los empresarios del COSEP conspiran para evitar el triunfo de una nueva revolución, como la que ocurrió en 1979, con la diferencia que en el actual proceso revolucionario no hay una organización guerrillera que la dirija.

Es un proceso masivo y espontaneo de rebelión y luchar popular, que no tiene una conducción reconocida ni centralizada. Quizá en es este aspecto esta la mayor fortaleza, y debilidad al mismo tiempo, de la revolución democrática en curso.

La ACJD no es la conducción de la lucha cotidiana en las barricadas, pero si es el sector que está negociado, y dentro del mismo los empresarios del COSEP han tomado el control e imponen la agenda y la dinámica a seguir. Es una enorme contradicción, por eso es que el rumbo de las negociaciones no refleja la dinámica insurreccional del movimiento popular.

Igual que en 1979, tenemos sectores que intentan torcer el rumbo de la revolución, negociando una “salida constitucional”, es decir, una salida que preserve los pilares fundamentales del Estado, como son el Ejército Nacional y la Policía Nacional.

Después de la liberación de ciudades como Masaya, Jinotepe, Diriamba y León, no cabe la menor duda que el gobierno está moribundo, importantes sectores de masas se han rebelado, pero todavía no ha muerto. El sistema político sigue intacto.

La escalada represiva de Daniel Ortega en los últimos días pretende crear las condiciones para que el pueblo insurrecto acepte como “mal menor” un adelanto de las elecciones, pero hasta noviembre del 2019, es decir, dentro de año y medio, lo que da un tiempo prudencial al FSLN para reorganizar sus fuerzas.

Este es el plan que el gobierno Ortega-Murillo ha presentado a Estados Unidos y la OEA, y que estos han aceptado en términos generales, lo que le permitiría al orteguismo negociar los poderes e instituciones del Estado, hacer algunos cuantos cambios formales, calmar a los empresarios del COSEP, quedar bien parado con el imperialismo norteamericano para que no le congelen los activos a la familia Ortega-Murillo, mantener el control de la Policía y el Ejercito, en pocas palabras, un orteguismo sin Daniel Ortega, pero conservando éste una altísima cuota de poder.

El problema es que, si revisamos con lupa la Agenda de Democratización presentada por la ACJD en el Dialogo Nacional, coincide parcialmente con el plan acordado con la OEA y Estados Unidos, porque en la misma ya no se plantea como punto central la renuncia del gobierno Ortega-Murillo, sino que está centrada en el tema del adelanto de las elecciones y la realización de importantes reformas democráticas.

5.- Propuesta de Programa Alternativo para democratizar Nicaragua en beneficio de los más pobres

La Agenda de Democratización de la ACJD no plantea ni una sola reivindicación estudiantil o popular. A pesar que el movimiento campesino anticanal es una de las organizaciones más importantes que participan dentro de la ACJD, no hay una sola reivindicación a favor de los campesinos y su lucha.

Por ello necesitamos con urgencia un programa que unifique a la mayoría del pueblo en torno a las reivindicaciones democráticas que satisfaga las aspiraciones de los sectores sociales en lucha.

Por ello, para contribuir al triunfo de la lucha que actualmente se libra en las calles, hemos considerado conveniente someter a consideración de la vanguardia estudiantil y de los sectores populares en lucha, el siguiente programa:

5.1.- ¡!Abajo el gobierno Ortega-Murillo!!

La consigna que ha unificado a la mayoría del pueblo es la exigencia de la renuncia del gobierno Ortega-Murillo, esta consigna, que ha sido abandonada en los hechos por la ACJD, debe mantenerse porque es el gran clamor popular.

5.2.- ¡!Adelante con la insurrección popular!!

Si no quieren renunciar debemos continuar profundizando la dinámica insurreccional, organizando milicias o brigadas de autodefensa, liberando municipios, avanzando con los tranques, constituyendo gobiernos locales, hasta liberara todo el territorio nacional.

Exhortamos a los miembros de la Policía y del Ejercito a no disparar contra el pueblo, y más bien rendirse como ha ocurrido en ciudades como León, Jinotepe y Masaya o, en el mejor de los casos, sumarse a la insurrección popular.

5.3. ¡!No a elecciones anticipadas bajo la existencia del gobierno Ortega-Murillo!!

El inminente anuncio de elecciones anticipadas para el año 2019, es parte del plan que Daniel Ortega negoció recientemente con el gobierno de Estados Unidos y con la OEA. Este plan pretende mantener con vida el represivo sistema orteguista, pero sin la presencia visible de la pareja Ortega-Murillo. Con ello intentan detener la dinámica insurreccional que actualmente se desarrolla en casi todo el país, y volcarla hacia las urnas electorales. En ese sentido, el anuncio llega muy tarde.

En condiciones normales, las elecciones anticipadas serian un mecanismo para que el pueblo decida democráticamente el futuro o la composición del gobierno, pero actualmente tenemos un proceso insurreccional que, a nuestro juicio, después de tanta represión y sangre derramada, ya no debe detenerse y debe culminar la grandiosa tarea de demoler el aparato represivo que los sucesivos gobiernos de Daniel Ortega construyeron en los últimos 12 años. Vistos los antecedentes de fraudes electorales, un requisito básico para la realización de elecciones democráticas es que desaparezca el gobierno Ortega-Murillo.

5.4.- ¡!Por un gobierno de los luchadores!!

La exigencia de la renuncia del gobierno Ortega-Murillo, si llegamos a imponerla, nos plantea inmediatamente el desafío y la interrogante de que fuerza es la que debe asumir provisionalmente el gobierno.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) consideramos que quienes deben asumir el gobierno son las fuerzas sociales que participan activamente en la insurrección, es decir, los luchadores, los estudiantes y campesinos descalzos, los que han estado realmente al frente de la lucha.

Por ello hemos insistido que, desde los municipios y ciudades liberadas, se extienda esta experiencia de autogobierno a todo el país, y se elijan delegados de forma piramidal, de abajo hacia arriba, hasta constituir un Consejo Nacional de Luchadores, que son los que deben asumir el control y nombrar un gobierno provisional, encargado de convocar a elecciones para Asamblea Nacional Constituyente.

5.5.- ¡!Por una Comisión Independiente que investigue las masacre, crímenes y actos de corrupción cometidos por el gobierno Ortega-Murillo!!

Una comisión compuesta por luchadores populares y familiares de las víctimas debe hacer las averiguaciones necesarias para determinar las responsabilidades y castigar a los funcionarios o civiles culpables. El gobierno Ortega-Murillo está negociando una amnistía general que le permita evitar el deslinde de responsabilidades. Debemos oponernos a cualquier intento de amnistía y exigir juicio y castigo a los culpables.

De igual manera, planteamos que todas las denuncias de corrupción y enriquecimiento ilícito, como la ocurrida con los fondos de Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) y otras instituciones del Estado, deben ser investigadas, y esos recursos sustraídos ilegalmente deben ser restituidos a dichas instituciones del Estado.

5.6.- ¡!Reorganización total de los poderes e instituciones del Estado!!

Una vez instaurado un gobierno provisional revolucionario, se debe proceder a la reorganización de todos los Poderes e instituciones del Estado, bajo la premisa básica de que cualquier alto funcionario debe ser electo directamente por el pueblo, debe ganar el salario de un obrero calificado, y su mandato puede ser revocado en cualquier momento.

Para evitar la corrupción, todos los magistrados y jueces deben ser electos directamente por el pueblo en cada distrito electoral, sea por medio de asambleas o urnas electorales, y revocados cada vez que sus electores lo consideren conveniente.

5.7.- ¡!Disolución de la Policía Nacional y sustitución por una Policía comunitaria!!

Bajo el gobierno Ortega-Murillo la Policía Nacional se convirtió en un pequeño ejército asesino, encargado de reprimir a quienes luchaban por la democratización del país. Esta Policía se alejó del pueblo y, por lo tanto, debe ser disuelta y sustituida por una nueva Policía Comunitaria, basada en el voluntariado de los pobladores en los diferentes barrios.

5.8.- ¡!Derecho al trabajo y plena libertad sindical!!

Debemos luchar por amplias libertades democráticas de los trabajadores, tanto del sector público y privado, garantizado el derecho de libre organización sindical. El empleo de los trabajadores del Estado no debe estar vinculado a la afiliación de un partido político, todos tenemos derecho al trabajo, independientemente de nuestra ideología o afiliación partidaria. Nadie debe ser obligado a participar en actividades políticas en contra de su voluntad, ni echado de su puesto de trabajo por sostener determinadas posiciones políticas o ideológicas.

5.9.- ¡!Defensa de la autonomía universitaria!!

Se requiere una nueva Ley de Autonomía de las Universidades, que garantice la libertad de catedra y los derechos democráticos y de autogobierno de los estudiantes, trabajadores y personal administrativo.

De igual manera, debemos luchar para que la nueva Constitución se establezca el 10% del presupuesto del Estado a favor únicamente de las universidades públicas, para garantizar el derecho a una educación superior de calidad a los jóvenes pobres o de escasos recursos.

Llamamos a todos los grupos a universitarios a unirse para construir una nueva federación de estudiantes universitarios, democrática, libre, cuyo gobierno sea electo por medio de asambleas en cada recinto. UNEN debe ser disuelta y sus bienes deben pasar a las nuevas organizaciones estudiantiles.

Se deben recuperar el auto gobierno, el manejo transparente del presupuesto universitario, debemos elegir nuevas autoridades en todas las universidades públicas, con la participación de estudiantes, profesores y trabajadores, sin injerencia del gobierno y con absoluta independencia del Estado, también debemos  restaurar la absoluta libertad de catedra.

5.10.- ¡!Derogación de la Ley No 840!!

La Ley No 840 fue aprobada en contra de la voluntad de decenas de miles campesinos que se niegan a entregar sus tierras. La construcción del canal interoceánico fue un engaño bien elaborado, con el objetivo de mantener ilusiones de grandeza y desarrollo económico, mientras se instauraban un régimen dictatorial El objetivo real de la Ley No 840 es expropiar valiosas tierras, indemnizadas a precios ridículos, para crear “proyectos y subproyectos” desconocidos a favor de empresarios capitalistas igualmente desconocidos.

5.11.- ¡Aumento de salarios conforme suba el costo de la vida!

Los trabajadores nicaragüenses ganan los salarios más bajos de Centroamérica, cuando los precios de los productos de la canasta básica, servicios básicos (agua, luz y telecomunicaciones) y gastos médicos están dolarizados. En la nueva Nicaragua se debe indexar los salarios al costo de la vida, y se debe reconocer el deslizamiento mensual del córdoba en relación al dólar.

5.12.- ¡Por una nueva reforma agraria con financiamiento y asistencia técnica!

El proceso de reforma agraria de la revolución (1979-1990) ha sido revertido en el transcurso de los años. Las mejores tierras han quedado nuevamente en pocas manos, especialmente en manos de la nueva burguesía sandinista.

Se debe impulsar una nueva reforma agraria, sin condicionamientos políticos, entregar tierras a los campesinos para que las trabajen. Llamamos a los campesinos a organizarse en comités, sin distingos políticos, con el objetivo de garantizar una justa distribución de la tierra. De igual manera, se debe garantizar el financiamiento por parte del Estado, con bajos intereses, para promover el desarrollo de la economía campesina.

5.13.- ¡Por la nacionalización de la banca, pero bajo control de los trabajadores!

Después de 1990, se creó una banca privada conformada por un reducido grupo de oligarcas, quienes manejan el sistema financiero. Esta oligarquía financiera tiene las tasas de interés más altas de Centroamérica, y por ello explotan y convierten en esclavos a decenas de miles de productores pequeños y medianos, quienes en realidad trabajan para pagar altísimos intereses.

Es hora de acabar con esta descarada expoliación de las masas populares. Todos los bancos privados deben ser nacionalizados, sin indemnización, y puestos a funcionar bajo la dirección de sus propios trabajadores, con el objetivo de promover la producción y el comercio en condiciones justas.

5.14.- ¡Por la nacionalización de la industria eléctrica y  la comercialización de hidrocarburos!

Es del conocimiento público que alrededor de 5,000 millones de dólares del convenio petrolero con Venezuela, ha sido utilizado de manera privada para enriquecer a la familia Ortega-Murillo, millones de dólares que han sido invertidos en áreas estratégicas de la economía, como la industria eléctrica y la comercialización de combustibles e hidrocarburos, creando monopolios que expolian a la nación entera.

Es así que Nicaragua tiene los precios más elevados de energía eléctrica y de venta de combustibles. La energía es una necesidad vital en cualquier sociedad. Por ello, proponemos que estas dos áreas de la economía sean nacionalizadas, y puestas a funcionar bajo control de los trabajadores, los únicos que pueden evitar la corrupción y los sabotajes, los únicos interesados en defender sus puestos de trabajo.

5.15.- ¡Por una verdadera autonomía para la Costa Caribe!

El actual Estatuto de la Autonomía de las regiones de la Costa Caribe no permite a los habitantes de esa zona, disponer de los recursos naturales y decidir sobre los mismos. Por eso la autonomía de la Costa Caribe es todavía una ilusión de los miskitos, sumos, ramas y creoles. Se deben hacer todos los cambios legales que permitan a los hermanos de la Costa Caribe, hacer realidad ese sueño, que preserve sus tradiciones, idiomas, costumbres y cultura.

5.16.- ¡Por una reestructuración y democratización del Ejercito Nacional!

Hasta el momento el Ejército Nacional, que tiene su origen en las columnas guerrilleras de 1979, no ha intervenido abiertamente contra del proceso insurreccional, pero el uso de francotiradores nos obliga a investigar a la alta oficialidad. El Ejercito ha sido "neutral", permitiendo que grupos armados de paramilitares ataquen los tranques y las manifestaciones. Ha colaborado con las masacres por omision. Todos aquellos altos oficiales que hayan participado en crímenes contra el pueblo deben ser detenidos y procesados.

Exhortamos a los soldados a que, mediante asambleas, elijan a sus oficiales. El Ejercito debe ser un aparato reducido, compuesto en su mayoría por milicias populares, gente del pueblo adiestrada en el uso de las armas. Solo de esta manera se evitará que el Ejercito dispare contra el pueblo.

5.17. ¡Por una Asamblea Nacional Constituyente, Libre y Soberana!

Rechazamos la propuesta de elecciones anticipadas porque pretende detener el triunfo de la insurrección popular contra el gobierno Ortega-Murillo. Primero debemos aplastar al gobierno asesino, y una vez cumplida esta tarea aplicar las reformas democráticas al sistema electoral para garantizar la participación de todas las fuerzas políticas y sociales en elecciones para elegir diputados a una Asamblea Nacional Constituyente, libre y soberana.

En esta elección, los luchadores populares y las organizaciones sociales deben tener el derecho a presentar sus propios candidatos, sin necesidad de estar afiliados a ningún partido político. Mientras se redacta la nueva Constitución, esta Asamblea Nacional Constituyente debe elegir al nuevo gobierno, quien debe responder por sus actos ante la propia Constituyente.

5.18.- ¡Por la reconstrucción del Estado Federal Centroamericano!

Un posible triunfo popular en Nicaragua puede desencadenar acciones contrarrevolucionarias en Centroamérica, por eso la lucha democrática en Nicaragua, debe ligarse a la lucha por terminar con el gobierno dictatorial de Juan Orlando Hernández en Honduras, para terminar con el gobierno corrupto y represivo de Jimmy Morales en Guatemala, para terminar con el desastroso gobierno neoliberal del FMLN en El salvador, y unirnos a nuestros hermanos de Costa Rica, para detener todos los planes neoliberales del gobierno de Carlos Alvarado.

Como en 1979, cualquier triunfo democrático en Nicaragua, nos plantea la necesidad de reconstruir el Estado Federal en Centroamérica y restablecer la nación centroamericana.

5.19.- ¡Repudiemos cualquier injerencia del imperialismo norteamericano!

Tradicionalmente, Estados Unidos ha amamantado las dictaduras en Nicaragua. Con el gobierno Ortega-Murillo ha tenido una relación de apoyo crítico y tolerancia. Ahora que se desarrolla la insurrección popular, igual que en el pasado, Estados Unidos conspira con los empresarios del COSEP y la OEA para mantener el orden y el statu quo, y solamente presiona a Ortega-Murillo para que realice cambios democráticos, solo para arrebatarnos un posible triunfo de la insurrección popular.

Llamamos a los trabajadores nicaragüenses, a los luchadores, a mantenerse alertas ante las innumerables maniobras políticas que realizará el imperialismo norteamericano, a través de la OEA y de sus agentes políticos. Llamamos a enarbolar las banderas del antimperialismo hasta lograr nuevamente nuestra independencia política, como primer paso para la liberación total de Centroamérica.

****************

Sometemos esta propuesta de Programa a consideración de los luchadores, estudiantes, trabajadores, campesinos e indígenas, de Nicaragua y resto de Centroamérica. Llamamos a la vanguardia revolucionaria a marchar unidos sobre los puntos comunes, y a debatir democráticamente cualquier posible diferencia, la que debemos resolver en la marcha de la lucha democrática.

 

Centroamérica, 14 de junio del 2018

 

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)


Después de dos meses de dura lucha del pueblo en los tranques y en las calles, y ante la resistencia del gobierno Ortega-Murillo a realizar reformas democráticas, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) compuesta por organismos de la sociedad civil, el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AMCHAM), la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES) han decidido convocar a un Paro Nacional de 24 horas para el jueves 14 de junio del 2018, cediendo al clamor popular que demandaba acciones enérgicas y contundentes para detener la represión criminal del gobierno.

En realidad, para no quedar descolocados en relación a la dinámica insurreccional, las cámaras empresariales decidieron sumarse al Paro Nacional que ya se venía realizando en algunas ciudades como León, que realizó un exitoso Paro Cívico Local el día de hoy. La semiparalización de las actividades económicas venía creciendo, fundamentalmente por la actividad revolucionaria de los tranques y las barricadas en los barrios.

Esta parálisis económica afecta duramente a los pequeños y medianos negocios, formales e informales, un sector social muy amplio, que se encuentran asfixiados, al borde de la ruina. El gobierno Ortega-Murillo pretende que este amplio sector social abandone la lucha democrática.

La ACJD finalmente ha convocado al Paro Nacional, no para derrocar el gobierno Ortega-Murillo, sino para presionar a Daniel Ortega, para que regrese a la mesa de negociaciones del Dialogo Nacional, que fueron suspendidas el pasado 23 de mayo del 2018.

Brutal contra ofensiva militar contra los tranques

Después de una fallida reunión de mediación de los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) con Daniel Ortega, el día 7 de junio del 2018, este  solicitó 48 horas para dar una repuesta a la propuesta de Agenda de Democratización planteada por la ACJD, pero al vencerse el plazo no hubo la repuesta esperada, lo que hizo fue desatar una contra ofensiva militar contra los principales tranques: Jinotega fue atacada a pesar de existir un acuerdo local de no realizar ataques violentos;  la población de Maderas fue atacada a balazos en medio de la oscuridad y la lluvia, cuando los morteros no pueden ser encendidos; el tranque en Sébaco fue atacado a balazos, obligando a los pobladores a replegarse, diversos poblados en Nueva Segovia y Carazo fueron atacados. Uno a uno, los principales tranques en las carreteras fueron atacados, algunos fueron disueltos, otros lograron mantenerse a un alto costo de sangre.

Los tranques no solo han semiparalizado la economía de Nicaragua, sino que tienen paralizado el comercio regional, en la medida que los camiones de otros países de Centroamérica no pueden llegar a sus destinos. La crisis en Nicaragua afecta directamente al conjunto de Centroamérica.

Aprovechando que los ojos del mundo estaban centrados en la cumbre Trump-Kim Jong Um, que se realiza en Singapur, Daniel Ortega desató una brutal contra ofensiva sangrienta a nivel nacional, confiando en que los organismos protectores de los derechos humanos se harían de la vista gorda, como realmente ocurrió. El número de muertos ya superó la cifra de 140 y ha aumentado dramáticamente el número de heridos y detenidos.

Las oscuras y sangrientas fuerzas de choque del FSLN

Las tropas de la Policía Nacional ya resultan insuficientes para aplastar la dinámica insurreccional que se manifiesta en el fenómeno de proliferación espontánea de tranques en todo el territorio nacional. Por eso el gobierno de Ortega ha recurrido, como lo hacían las dictaduras militares en América Latina, a grupos de simpatizantes cubiertos de capuchas o pasamontañas, quienes se movilizan armados con fusiles AK-47 y Dragunov, en las camionetas Hilux doble cabina, de uso reconocido por los ministerios del Estado, para sembrar el terror en los barrios, atacando hogares, cateando los hogares de reconocidos activista del movimiento popular, golpeando o asesinándolos, a veces secuestrándolos, destruyendo la vivienda y enseres domésticos.

El uso de este ejercito clandestino es apoyado por la Policía Nacional, quienes le cubren la retirada. El Ejercito guarda una “neutralidad” cómplice. La misión de estos escuadrones de la muerte es sembrar el terror, hacer la labor sucia de matar y destruir, pero sin usar a las tropas uniformadas de la Policía Nacional o del Ejercito. En las noches, principalmente en la ciudad de Managua, las calles permanecen vacías por temor a ser víctima de las fuerzas de choque que disparan a mansalva, con el objetivo de evitar que las noches sean utilizadas para levantar tranques.

Los tranques en Managua

La capital de Nicaragua ha sido la vanguardia en las movilizaciones nacionales que reclamaron la salida del gobierno Ortega-Murillo. La masacre del 30 de mayo tuvo el objetivo de evitar nuevas e impresionantes marchas. No obstante, el terror que siembran las fuerzas de choque por las noches ha obligado a muchos barrios de Managua a levantar barricadas, como medida de autodefensa para evitar que las fatídicas camionetas Hilux entren a matar y secuestrar activistas.

Fue así que el día lunes 11 de junio, los barrios orientales de Managua, de origen proletario, amanecieron con tranques, lo que obligó al gobierno Ortega-Murillo a desatar un violento contra ataque en su contra. La superioridad de fuego de la Policía y las fuerzas de choque destruyeron las barricadas. Los camiones de la Alcaldía de Managua, en manos del FSLN, se llevaron los adoquines para que no se levantaran nuevamente las barricadas, pero estas volvieron a ser levantadas en cantidades menores y en otros lugares.

En todos los mercados de Nicaragua los comerciantes han levantado barricadas para evitar los saqueos de las “turbas” del FSLN. Daniel Ortega resiste, a sangre y fuego, apoyado en la Policía Nacional, las fuerzas de choque y en la aparente neutralidad del Ejercito, porque sabe que entre más debilite a las masas, cansándolas y matando selectivamente a los mejores activistas, más posibilidades tiene de negociar mejores condiciones de un cambio de gobierno, manteniendo la continuidad constitucional, es decir, manteniendo intacto el sistema político y el aparato de Estado que reorganizó en los últimos 12 años.

Repliegue estudiantil en la UPOLI, asedio permanente en la UNAN

El sábado 9 de junio del 2018, los dirigentes del Movimiento Estudiantil 19 de Abril, que se habían atrincherado en la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI) tomaron la decisión de abandonar el recinto. Edwin Carcache, dirigente estudiantil, denunció la presencia de infiltrados del gobierno y declaró que “(…) nos retiramos de la universidad para ir a la calle a apoyar a la gente de los tranques, así como en su momento lo hizo la gente con nosotros cuando estuvimos dentro del recinto”, (END 09/06/2018)

No es una desbandada, es un repliegue en orden, una decisión tomada después de largas discusiones, un correcto cambio de tácticas, la lucha pasa a otro nivel y en otras condiciones. La lucha contra el gobierno Ortega-Murillo fue iniciada por el movimiento estudiantil, pero solo fue el detonante, ahora se ha convertido en una lucha nacional, de amplio carácter popular. Una toma prolongada en el tiempo, aislada de las bases estudiantiles, aparta a la vanguardia juvenil de la lucha de masas que en las condiciones actuales se libra en los tranques y en los barrios. Al retirarse los estudiantes de la UPOLI, los infiltrados aprovecharon para destruir las instalaciones, lo que confirma las denuncias estudiantiles.

Ahora, solo los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) libran una dura batalla, prácticamente solos, atrincherados en la toma de las instalaciones del recinto UNAN-Managua, quienes son asediados todas las noches por francotiradores. Ya mataron al primero compañero, el objetivo es imponer el terror y la desmoralización, para que abandonen el recinto tomado.

Exhortamos a los estudiantes de la UNAN a discutir democráticamente cuales deben ser las mejores tácticas de lucha en este momento. Ellos sostienen heroicamente en este momento las banderas de la lucha estudiantil.

La visita fugaz de Caleb McCarry

El 9 de junio se filtró la información que Caleb McCarry, asistente del republicano Bob Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, visitó Managua y se reunió con el presidente Daniel Ortega, en presencia de la embajadora norteamericana en Managua, Laura Dogu. McCarry fue coordinador de la Comisión para la Transición en Cuba, cuyo principal objetivo era organizar una transición en Cuba. No es funcionario del Departamento de Estado, pero si del Senado de Estados Unidos, lo que indica que los senadores están preparando la aplicación de sanciones contra la familia Ortega-Murillo y sus allegados, por continuar resistiéndose a aplicar reformas democráticas, tal como ha solicitado la Casa Blanca.

Con esos antecedentes, no hay duda que Daniel Ortega, acorralado por la insurrección desarmada y la proliferación de tranques, negocia secretamente con los “golpistas” de Estados Unidos una transición. Tal vez a esto se deba el repentino silencio de la administración Trump y de la OEA sobre la continua matanza de civiles en Nicaragua. Pero todavía no hay acuerdos finales, ha sido la negativa a realizar reformas lo que ha provocado una crisis en las negociaciones, y lo que ha forzado a los empresarios a sumarse al Paro Nacional, para elevar el nivel de presión interno sobre el gobierno Ortega-Murillo.

Lucha democrática, orteguismo y antiimperialismo

Algunos honestos compañeros sandinistas de base siguen considerando a Daniel Ortega como un revolucionario, pierden de vista que desde 1990 muchos antiguos comandantes de la revolución se convirtieron en lo contrario, en representantes políticos de un nuevo sector burgués que emergió de la ruina de la revolución de 1979. Por eso aceptan la propaganda oficial, en el sentido que el gobierno Ortega-Murillo es víctima de un “golpe de Estado”, orquestado por el imperialismo norteamericano.

No hay duda que sectores del imperialismo norteamericano presionan a Daniel Ortega para que haga reformas al sistema político y con ello calme la dinámica insurreccional.

No olvidemos que en 1978-1979, después de muchas suplicas de la administración de Jimmy Carter para que Anastasio Somoza abandonara el poder, y ante la resistencia de éste, Estados Unidos se vio obligado a impulsar sanciones en su contra. Somoza no era ningún revolucionario ni antiimperialista, era un dictador que había caído en desgracia, y Estados Unidos presionaba para que renunciara y de esta forma evitar el triunfo de la guerrilla sandinista, lo que afortunadamente ocurrió el 19 de julio de 1979. Las sanciones contra Somoza y la posterior prohibición de asilo en Estados Unidos, no lo transformaron en una persona progresiva, siguió siendo un asesino que huía de la justicia revolucionaria

Desde entonces, Estados Unidos aprendió la lección que debe intervenir antes de que ocurra un triunfo revolucionario como en 1979. Están muy preocupados por la dinámica insurreccional, a pesar que no hay armas para enfrentar el terror orteguista. Por eso presionan a Daniel Ortega, no para que abandone el poder, como sí lo hicieron con Somoza en 1979, sino para que realice cambios democráticos, dándole ciertas garantías a él y su familia. Ortega, al igual que Somoza, se resiste a hacer cambios en el régimen político.

Pero esta injerencia imperialista no convierte automáticamente a Daniel Ortega en revolucionario o antiimperialista, solo evidencia fuertes roces en torno al manejo de la crisis y sus resultados. Hasta hace poco, Daniel Ortega era un aliado ejemplar de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

En la lucha actual por la democratización de Nicaragua, toda acción que contribuya realmente a desarrollar la movilización y auto organización de las masas en lucha es bienvenida. Todavía no queda claro si habrá sanciones contra la familia Ortega-Murillo. Si estas llegasen a ocurrir, algo que no podemos descartar,  si el Congreso de Estados Unidos o la administración Trump votan o aplican sanciones contra la familia Ortega-Murillo o sus allegados, por violaciones a los derechos humanos o por blanqueo de capitales, no debemos derramar una sola lagrima, pero debemos advertir al pueblo de Nicaragua el objetivo real de una maniobra de ese tipo: Estados Unidos, los empresarios del COSEP y la OEA trabajan en un frente común que no persigue el derrocamiento revolucionario del gobierno Ortega-Murillo, sino que procuran una salida en el marco constitucional, como el adelanto las elecciones, para evitar el derrumbe total del Estado como ocurrió en 1979.

Seguir los ejemplos de Masaya, León y Jinotepe

Dos ciudades, antiguos bastiones del FSLN en la insurrección de 1979, Masaya y León, nos indican el camino a seguir. En Masaya expulsaron a todos los funcionarios del gobierno Ortega-Murillo, incluido el alcalde, y las masas insurrectas, con el barrio indígena de Monimbó a la vanguardia, instauraron sin muchas solemnidades un gobierno local de luchadores. Este gobierno mantiene el orden en la ciudad.

En León, diferentes organizaciones sociales, convocaron a un Paro departamental, el que se está cumpliendo el día de hoy, 12 de junio del 2018. Es un Paro local pasivo, nadie está en las calles, pero para que sea efectivo debe extenderse a nivel departamental y nacional, instaurando un gobierno local como se hizo en Masaya.

En Jinotepe, a pesar de los repetidos intentos de quebrar los tranques, las masas en lucha han resistido, han expulsado a las fuerzas de choque y en los hechos han establecido un gobierno local.

Convertir el Paro Nacional en insurrección general

Los empresarios del COSEP y ANCHAM al sumarse al Paro Nacional en realidad lo que hace es un lock out (cierre de empresas). Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a que los trabajadores, tanto del sector privado como del sector público, a sumarse a la lucha de los tranques de manera organizada, por medio de asambleas populares, creando comités en los barrios, para que mantengan el orden, el abastecimiento y organicen la autodefensa.

Por una Concejo Nacional de Luchadores

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a los trabajadores, jóvenes y demás sectores populares a convocar y ejecutar un Paro Nacional, e instaurar gobiernos locales formado por representantes de las organizaciones de luchadores, para instaurar gobiernos locales, departamentales, liberando territorios, de la misma manera que se hizo en 1979.

Solo una Coordinadora o Concejo Nacional de Luchadores, con delegados de las organizaciones o comités que están el frente de los tranques, puede llevar a cabo esta enorme tarea de construir una dirección centralizada, que responda de manera coordinada a las embestidas represivas del gobierno.

Este Consejo Nacional de Luchadores debe postularse como una alternativa de gobierno, diferente al que están negociando los empresarios.

Creación de Brigadas de Autodefensa

Llamamos a la formación de Brigadas de Autodefensa para defender los barrios y tranques del terror que pretenden imponer las fuerzas de choque del FSLN. Estas Brigadas o comités de autodefensa deben mantener el orden en los territorios liberados, y deben recopilar todo tipo de armamento que permita organizar la defensa ante los ataques criminales de las fuerzas de choque del FSLN.

 

Centroamérica, 12 de junio del 2018

 

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)


La violenta explosión del Volcán de Fuego el domingo 3 de junio por la tarde, en Guatemala, volvió a evidenciar que los desastres naturales que afectan a la población, produciendo muertes, heridos, refugiados y enormes daños materiales, podrían tener consecuencias menos catastróficas si viviéramos en un sistema social más justo, sin exclusión, pobreza extrema y miseria. Una vez más afirmamos que este es un desastre social, no un desastre natural.

Las personas afectadas por la tragedia eran habitantes de una de las muchas zonas de riesgo que proliferan en todo el país, donde se exponen a ser víctimas de situaciones lamentables como la que estamos viviendo; personas a quienes el injusto sistema capitalista no dejó otra opción que poblar esos peligrosos lugares.

La tragedia sepultó aldeas y comunidades enteras, dejando hasta el momento 110 personas fallecidas, 197 desaparecidos, 57 heridos y 4,175 refugiados. La reacción de la población ha sido la de brindar una enorme y generosa solidaridad: donaciones de ropa, medicinas, víveres y centenares de voluntarios. Pero en Guatemala también hay una enorme oleada de indignación provocada por la inoperancia del gobierno ante semejante catástrofe.

Desde las ridículas lamentaciones del Presidente Jimmy Morales el mismo día de la tragedia, diciendo que no tenía un centavo para atenderla, siendo que hay un procedimiento establecido para liberar fondos de emergencia. Y la irresponsabilidad de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), que habiendo sido advertida con tiempo por el Instituto de Sismología, Vulcanología y Meteorología (INSIVUME) sobre el peligro de la situación, no activó los protocolos de evacuación que hubieran podido salvar la vida de decenas de personas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala tampoco activó los protocolos de solicitud de ayuda humanitaria proveniente del extranjero, dándose la absurda situación de camiones con ayuda varados en las fronteras con El Salvador y México por falta de autorización; de donaciones que no eran recibidas en consulados guatemaltecos en Estados Unidos, y de tardanza en aceptar los ofrecimientos oficiales de gobiernos amigos y agencias de cooperación internacional. Además, CONRED no tenía un control ni censos de las poblaciones ubicadas a las faldas del volcán, de allí la falta de datos por muertos, soterrados y desaparecidos. Es más, la prevención estaría relacionada a que se declararan inhabitables las faldas, situación que debiera haber sido previa a la tragedia.

Contraviniendo lo establecido por la ley, el presidente Morales decidió que sería el Ejército, su institución favorita, la que manejaría la asistencia humanitaria. Desde los años 60s el Ejército había controlado el Comité Nacional de Emergencias, encargado de atender emergencias por desastres naturales. En 1996 fue creada la CONRED, que puso en manos de los civiles estas labores. El 6 de junio Morales anunció que el Ejército estaría a cargo, con la obediencia dócil de Sergio García Cabañas, secretario ejecutivo de la CONRED, un personaje con vínculos con el ejército.

En las redes sociales crecen las denuncias de que en ciudades del interior los alcaldes, en contubernio con la Policía y el Ejército intentan acaparar la ayuda en alimentos, ropa y enseres que la población ha donado generosamente, acumulándola en bodegas, separando la mejor ropa, etc. Todo para tomar el control de los albergues y aparentar que son los alcaldes, el gobierno central, los gobernadores departamentales o la Secretaría de Obras Sociales (SOSEP), a cargo de la esposa del Presidente Morales, quienes aportan los abastos entregados por el pueblo a los damnificados. Sin duda, se está gestando una gran estafa y robo al estilo de los años de los gobiernos dictatoriales militares.

Aprovechando la conmoción provocada por la erupción volcánica, los diputados conservadores de ultraderecha en el Congreso de Guatemala pretenden aprobar una serie de leyes regresivas, leyes que eximen responsabilidades por financiamiento ilícito electoral y legalizan el transfuguismo. Y otras que están en ciernes de limitación a las ongs y en contra de libertades políticas básicas. Esto se produce en un clima de asesinatos a líderes campesinos -del Comité Campesino del Altiplano (CCDA) y del Comité de Desarrollo Campesino (CODECA)- e intento de asesinato a otros, en un macabro regreso a los años oscuros en que los escuadrones de la muerte diezmaban a los dirigentes más combativos del movimiento popular.

En estas circunstancias, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) denuncia la incapacidad del gobierno y el empoderamiento dado al Ejército por el presidente Jimmy Morales. Ante el inminente mal uso, robo y malversación por parte de alcaldes, gobernadores y demás funcionarios, de la ayuda donada desinteresadamente por la población guatemalteca, proponemos que sean los organismos de la sociedad civil, sindicatos, organizaciones campesinas y las propias comunidades las que tengan el control de los recursos y administren los insumos entregándolos directamente a los damnificados.

Llamamos a las organizaciones de izquierda, estudiantiles, indígenas y populares, sindicatos, centrales obreras y campesinas, a iniciar una movilización unitaria para que, recibida la denuncia correspondiente, exigir que el Congreso de la Republica inicie un proceso de formación de causa contra el Presidente Jimmy Morales, principal responsable de la enorme cantidad de muertos y desaparecidos por una tragedia que, si bien no se podía evitar, si podían disminuirse los efectos nefastos sobre la población pobre que vivía en la zona aledaña al volcán de Fuego. Exhortamos a los diputados de izquierda, provenientes de los movimientos sociales e indígenas, que encabecen esta lucha por enjuiciar al Presidente Jimmy Morales, para que rinda cuentas por ser el responsable directo de la tragedia que enluta al pueblo de Guatemala y por su notoria incapacidad para ejercer el cargo.

Llamamos a la población en general a organizarse y manifestar su repudio al gobierno, a los diputados corruptos y los nuevos escuadrones de la muerte, en marchas, plantones, manifestaciones y cualquier otro medio de protesta popular.

Centroamérica, 9 de junio del 2018

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

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