Estudiantes rumbo a la Catedral de Managua
Por Diógenes Castillo
El pasado 13 de Julio, grupos paramilitares apoyados por la Policía Nacional, iniciaron el brutal asalto contra las barricadas y edificios del Recinto Universitario Rubén Darío (RURD) la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), en la ciudad de Managua.
Como ha ocurrido con todas las acciones desarrolladas por el gobierno Ortega-Murillo en la llamada “Operación Limpieza”, los paramilitares descargaron su poder de fuego contra personas desarmadas. Los morteros y las piedras jamás pueden ser consideradas armas letales, como sí lo son las modernas ametralladoras de los grupos paramilitares.
El ataque se produjo en momentos en que se producía una negociación entre los estudiantes y las autoridades universitarias, con el objetivo de abandonar la toma y hacer una entrega ordenada de los edificios. Las negociaciones se produjeron en los dos días anteriores al asalto final, que dejó dos personas muertas (Gerald José Vázquez y Francisco José Flores) y decenas de estudiantes heridos.
Los estudiantes habían tomado la decisión de abandonar la toma, para sumarse a las movilizaciones populares y con el objetivo de reactivar las movilizaciones del movimiento estudiantil. Daniel Ortega y Rosario Murillo ya habían tomado la decisión de realizar otra masacre contra la vanguardia del movimiento estudiantil. No quisieron recibir los edificios, y al contrario ordenaron el vil ataque, incendiando los laboratorios y otros edificios, para culpar a los estudiantes.
La saña contra el movimiento estudiantil se puso en evidencia, cuando los paramilitares y la Policía Nacional cercaron a los estudiantes que se retiraban, al interior de la Iglesia “Jesús de la Divina Misericordia”. Tuvo que llagar el Nuncio Apostólico y el Cardenal Lepoldo Brenes a interceder ante el dictador, para que no ocurriera otra masacre.
Ha quedado demostrado, una vez más, la complicidad de las autoridades universitarias, encabezada por la rectora Ramona Rodríguez, y el secretario general Luis Alfredo Lobato, y las constantes violaciones a la autonomía universitaria.
Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hacemos un urgente llamado a todas las organizaciones, grupos y federaciones estudiantiles universitarias de los restantes países de Centroamérica, a pronunciarse contra esta nueva agresión criminal contra los dirigentes estudiantiles, y brindar solidaridad material y moral a los compañeros que todavía se encuentran refugiados en la Catedral de Managua. El gobierno pretende encarcelar y enjuiciar penalmente a los dirigentes.
El gobierno Ortega-Murillo pretende crear un grupo de rehenes, montando juicios penales amañados contra los dirigentes estudiantiles y populares (como Medardo Mairena) para después insistir en aprobar una ley de amnistía general, que liberaría a los detenidos, pero que en realidad persigue el objetivo que queden en la impunidad los crímenes contra el pueblo cometidos por órdenes de la familia Ortega-Murillo, los altos mandos de la Policía Nacional y los integrantes de los grupos paramilitares.
Publicamos a continuación la Carta enviada por los estudiantes al gobierno, a las autoridades universitarias, y al señor Jorge Solís, Coordinador de la Comisión de Verificación y Seguridad del Dialogo Nacional. La repuesta a la posición de negociación de los estudiantes fue la salvaje represión del día 13 de Julio.
Managua 13 de julio del 2018
Sr. Jorge Solís
Estimado señor Solís, agradecemos su visita y la de Monseñor Avilés del pasado miércoles 11 de julio. Los estudiantes que nos encontramos antrincherados en la UNAN estamos conscientes del riesgo de un ataque inminente de parte del aparato represivo del gobierno como parte de su "Operación Limpieza", basándonos en los hechos acontecidos en Carazo, León y Matagalpa durante los últimos días. Atendiendo el clamor de los obispos y el pueblo en general estamos considerando la posibilidad de entregar el recinto a las autoridades correspondientes, siempre y cuando se cumplan los siguientes requisitos:
- Compromiso de parte de las autoridades académicas para iniciar una negociación en la que exigimos que los estudiantes que han participado en las protestas cívicas y en la toma de la universidad, de diferentes maneras, no sean llevados a consejo disciplinario; que se les garantice su registro académico, sus derechos estudiantiles para reestructurar la UNEN y que se les permita continuar con sus actividades académicas sin represalias ni interrupción, todo esto para reestablecer y normalizar el calendario académico del año en curso.
- Otorgamiento de las medidas cautelares por parte de los organismos internacionales de Derechos Humanos (CIDH y ACNUDH) a todos los estudiantes y sociedad civil involucrados en la toma del recinto Rubén Darío UNAN Managua.
- Cumplimiento y respeto por parte del gobierno ante estas medidas cautelares que serán otorgadas por los organismos internacionales de Derechos Humanos.
- Que el gobierno no presente cargos criminales relacionados a la toma de la universidad y protestas cívicas.
- Que el gobierno no incurra en represión selectiva contra los participantes de la toma de la UNAN Managua, ni contra sus familiares y núcleos cercanos.
- Que el gobierno, ni el consejo universitario incurran en represión selectiva contra los docentes, cuerpo administrativo y trabajadores en general que brindaron apoyo humanitario a los estudiantes durante la toma de la UNAN Managua, ni contra sus familiares y núcleos cercanos.
- Permitir una comisión de fiscalización en el momento de la entrega del recinto para hacer constancia del estado del mismo. Dicha fiscalización deberá ser grabada por el canal Católico. Así mismo en la entrega deberán participar las autoridades universitarias sin la presencia de los dirigentes ilegítimos de UNEN. Se requiere la participación de los organismos de derechos humanos nacionales (CENIDH, CPDH, ANPDH) e integrantes de la CEN.
- Garantizar casas de seguridad para los estudiantes y sociedad civil que necesiten refugio posterior a la entrega del recinto.
Una vez que se garanticen estos requerimientos mínimos de seguridad, nos encontraremos anuentes a entregar el recinto de manera cívica, buscando como objetivo principal garantizar la preservación de la vida de los más de 300 estudiantes que permanecemos actualmente en UNAN Managua como símbolo de la resistencia cívica y pacífica que hemos encabezado junto a todo el pueblo nicaragüense en contra de la dictadura Ortega-Murillo.
Como punto adicional, solicitamos una reunión de seguimiento con la comisión que usted preside acompañada por los organismos internacionales de derechos humanos CIDH y ACNUDH el día sábado 14 de julio del corriente.
Agradecemos de ante mano su atención a la presente y en espera de su pronta respuesta, me despido atentamente,
Juan Pérez
Representante de los Atrincherados de la UNAN/Managua