Por Isyoli Mafú
Todo gobierno, cualquiera que sea, tiene por costumbre afirmar que la economía ha mejorado y que la población vive mejor, sin embargo, la realidad golpea la existencia de cada hondureño propinándole en su diario vivir tundas de miseria, en este gobierno del llamado “Socialismo Democrático” no es la excepción, y, las familias hondureñas que al menos tienen el ingreso económico mensual de uno de sus miembros deben hacer milagros con el ingreso para subsistir.
No hay duda que los indicadores macroeconómicos han mejorado en el país, de ahí que el FMI en la reunión a finales de octubre con los funcionarios hondureños propinó un espaldarazo a la Ley de Justicia Tributaria (LJT)que el gobierno de Xiomara Castro aun no logra consensuar con la oposición.
La LJT tiene como objetivo inmediato la captación de recursos económicos frescos para inversión social, al acercarse el año político 2025, el partido en el gobierno necesita tener una mayor proyección con la población para captar una mayor cantidad de votos que garanticen un triunfo absoluto en noviembre 2025, algo que la oposición representada en el Partido Nacional y Liberal no estarán dispuestos a apoyar, de ahí que, es muy remoto que se apruebe la reforma para que se aumente la recaudación fiscal para el 2025, eso significaría para cachurecos y liberales otorgarle armas al enemigo para el proceso electoral que está a la vuelta de la esquina.
El gobierno, hasta ahora, tiene tres rubros en los que ha destinado inversión; reparación y construcción de carreteras, reparación y construcción de centros escolares y la construcción de ocho hospitales. Si bien es cierto se está trabajando en estas áreas, no se desconoce que el país es grande y que existen zonas muy alejadas del área urbana que prácticamente están abandonadas. Lo que hace falta por hacer es bastante, por ejemplo; la construcción de viviendas populares, construcción de mercados, servicio de transporte público digno para las familias de bajos ingresos, modernizar las principales ciudades del país haciendo énfasis en el orden y la apariencia, construcción de hogares para niñas y niños que deambulan en las calles, contratación de médicos generales y especialistas para todos los hospitales públicos incluyendo el IHSS, y, algo en que no se ve por donde lo abordarán es mejorar la calidad educativa de la educación.
Todo lo mencionado anteriormente requiere mucho dinero, algo que el gobierno no tiene y aspiraba a obtener con la LJT, al parecer, al igual que muchas de las promesas, este propósito no se logrará a consecuencia del bloqueo de la oposición.
Sobre la LJT, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, en alusión a la Ley expresó “…el apoyo a la Ley de Justicia Tributaria, elogiando el enfoque del Gobierno de Honduras en involucrar al sector privado en el proceso de diálogo y adaptación de la normativa… una reforma de esta magnitud es un paso adelante para conseguir un sistema fiscal sostenible y eficiente en Honduras”. Sar.gob.hn (25/10/2024)
Por supuesto, si un gobierno desarrolla un país con inversión, por ende, se generan más fuentes de trabajo para la población dinamizando la economía. Pero, para invertir se necesitan mayores ingresos.
Microeconomía el lado flaco de la población
La macroeconomía el ciudadano común no la entiende, cada jefe de familia lo que entiende en su diario vivir son las bocas que debe alimentar y que debe solventar durante el día, por eso hay una lista de productos de la canasta básica que se mantienen controlados, sin embargo, aún así , esta se mantiene muy alejada del alcance de las personas con menores ingresos.
Un jefe de hogar con salario mínimo (entre 13,000 y 14,000 lempiras) no logra aspirar a obtener una canasta básica, el precio de la misma anda por sobre su capacidad “…en las principales ciudades registra un costo de más de 14,500 lempiras, en promedio”. LP (16/10/2024)
A los productos de la canasta básica hay que agregar el costo de la vivienda, vestimenta, salud y educación, rubros que se vuelven imposibles de satisfacer.
El actual gobierno de LIBRE, al no ser evolucionario como lo pintan, sigue cumpliendo al pie de la letra los acuerdos con el FMI, de tal forma que la devaluación de la moneda (por muy leve que sea), el aumento de los intereses de los préstamos individuales en los bancos, el pago de los impagables préstamos al FMI y al Banco Mundial, hacen que la inflación se incremente repercutiendo en el bolsillo de cada trabajador.
No se desconoce que el gobierne no tiene la suficiente fuerza en los poderes del Estado para implementar políticas revolucionarias en beneficio de los más necesitados, sin embargo, han sido complacientes con los empresarios dejando que el tiempo pase, también han acatado los mandatos del Fondo y por eso han sido alabados. Todo parece que en materia económica, el gobierno seguirá cumpliendo al pie de la letra las políticas que terminan repercutiendo en el bolsillo de cada hondureño, empobreciendo al asalariado y hundiéndolo más en la miseria. Algo que, sin duda alguna, los funcionarios ya dejaron de sentir desde que iniciaron a ganar más de siete canastas básicas en un mes.