Por Sebastián Ernesto González

El principal responsable ante el elevado aumento de la delincuencia en el país y, por ende, del crimen organizado tiene nombre y apellido: las instituciones represoras del Estado (militares y policía) y los operadores de justicia (jueces y fiscales). Ningún simple mortal podría por si mismo sacar tranquilamente armamento de un batallón, armas que se tienen como evidencias por el Ministerio Público, miles de kilos de droga en resguardo de los militares, o bien, millones de dólares del Banco Central de Honduras.

Tal y como la haría Mandrake el Mago, de pronto desaparecen de lugares (donde ni siquiera entra una mosca sin que lo sepa el General) armas, drogas y millones de lempiras. Obviamente, son estructuras delincuenciales organizadas que existen en todas estas instituciones y que planifican desde arriba hasta abajo los actos criminales que terminan incidiendo de forma directamente proporcional en el alto nivel de inseguridad que existe en el país.

Creer que al haberse dado un cambio de gobierno en el 2022 significa que la Fuerzas Armadas, Policía y operadores de justicia ya se convertían en instituciones de santidad es ser un iluso. Siguen siendo las mismas instituciones que existen desde antes del 2009 y que aplaudían a delincuente de Juan Orlando Hernández. El cambio de la cabeza no significa borrón y cuenta nueva.

¡Nunca hay culpables, en todo caso; solo bubuchas!

Las actividades de los artífices de la magia no son nuevas, algunos de los hechos más notorios son:

“Un total de 300 Fusiles Automáticos Ligeros (FAL) y 300,000 proyectiles calibre 5.56 milímetros (mm) que estaban bajo la custodia del Comando de Operaciones Especiales Cobras desaparecieron hace unos meses de la bodega de ese ente policial”. EH (01/07/2011)

Ese hecho se descubrió a mitad del 2010, antes de que despidieran a Oscar Álvarez y Armando Calidonio de la Secretaría de Seguridad.

“En octubre del 2012, EL HERALDO reveló la pérdida de 300 fusiles FAL y 300,000 proyectiles calibre 5.56 del escuadrón Cobras. Días después se conoce del robo de 40 pistolas del Instituto Técnico Policial, con sede en La Paz”.  EH (07/04/2014)

“Al menos 50 armas de fuego se robaron del almacén de evidencias de El Progreso, según las primeras inspecciones que han hecho agentes de investigación y fiscales…Las armas en depósito habían sido decomisadas por diferentes delitos y eran evidencias en casos”. LP (05/02/2024)

Otro caso sorprendente fue el realizado por la Fiscal, Francia Sofía Medina, ella retiró del banco Central de Honduras dos millones y medio de dólares “…formaba parte de la Fiscalía Especial contra el Crimen Organizado en San Pedro Sula había retirado 63 millones de lempiras (2.5 millones de dólares) de las bóvedas del Banco Central de Honduras (BCH)”, Proceso Digital (30/11/2023).

Hasta ahora, solo se encuentra presa Francia Sofía Medina, su novio German René Silva se encuentra prófugo, pero, sin duda alguna que, retirar esa cantidad de dinero del BCH no lo hicieron ellos solos.

El caso más reciente es la desaparición de 144 paquetes de droga del Batallón en Naco, Cortés, toda una conspiración que no pudo realizar un simple mortal, la droga de los paquetes fue sustituida por harina, hechos los paquetes nuevamente y todo como si nada pasó,  aún no hay detenidos: “Las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA), confirmaron la desaparición de 144 paquetes de clorhidrato de cocaína incautados y que se habían embodegado en el Tercer Batallón de Infantería en Naco, Cortés, al norte del país”. ET (21/05/2024)

Estos solo son algunos de los casos en que la corrupción de la institucionalidad queda en evidencia pero que, no se castiga a los culpables al no hacer investigaciones serias, por el contrario, la manipulación de las evidencias o la desaparición de las mismas son argumentos para no culpar a nadie. Por supuesto, la corrupción y criminalidad tiene sus tentáculos en todo el Estado, de ahí que, la población se encuentra indefensa e insegura ante el alto nivel de violencia.

¿Podrá el Socialismo Democrático detener la criminalidad en las instituciones?

La Presidenta Xiomara Castro ha seguido su rol de potenciar las FFAA al igual que lo hizo su antecesor, ha cambio a recibido la promesa de estas de no volver a ejecutar un Golpe de Estado. A los militares no les quedó de otra ante tanto desprestigio en que las sumergió Juan Orlando Hernández, por ahora pretender dar la apariencia de mansas palomas, sin embargo, son las mismas que han estado ahí siempre, solo hay un cambio de discurso.

El cambio en las autoridades del Ministerio Público y en la Corte Suprema de Justicia tampoco significa que ya se terminó la impunidad, al contrario, ahora planifican con más cuidado y más despacio, en esta triste realidad, es el pueblo quien sufre las consecuencias de la alianza entre institucionalidad y crimen organizado, mientras no se corte de raíz la epidemia, todo seguirá igual.

Las exigencias sobre una Asamblea Nacional Constituyente se diluyeron en el tiempo, un tema que debe ser retomado para dar el primer paso en la Refundación, de lo contrario, al igual que en salud y en educación, todo seguirá igual.

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