Por Divina Alvarenga

Los compañeros Fidel Martínez  y Tomás Martínez fundaron el Movimiento de Liberación Nacional (MLN) “Cinchoneros” y la Unión Revolucionario del Pueblo (URP) en 1980, profesionales de enormes capacidades técnicas, políticas y económicas, los conocí en el año de 1978, yo tenía 16 años de edad cuando inicie mi vida en la lucha estudiantil de secundaria y el proceso de militancia en el PCH, que requería en cumplimiento de requisitos, fundamentalmente el estudio del marxismo y los líderes de comité local de Tela ya habían aprobado mi ingreso, pero se requería una aprobación del secretariado, fueron ellos los me admitieron.

El 1979 con el triunfo de la revolución Sandinista, la efervescencia revolucionaria estaba en el corazón de todos y todas las jóvenes que participábamos en los movimientos socialistas y comunistas, exigíamos a nuestra dirigencia, pasar a una etapa de lucha armada, porque según nosotras existían la condiciones subjetivas y objetivas para iniciarla. En esta posición se encontraba Fidel Martínez y Tomás Nativí.  En 1979 se realizó la reunión en pleno del secretariado en algún lugar de Honduras, Fidel propuso que el  partido se preparara para  todas las formas de lucha, incluyendo la armada para así iniciar la liberación de Honduras,  esta posición fue atacada por los demás miembros de liderazgo del PCH, con los que se provocó un fraccionamiento del partido, Tomás Nativí formaría lo que es la Unión Revolucionaria del Pueblo (URP) que era una organización de masas, que aglutinaría todas la fuerzas sociales para hacer la lucha callejera  “En las Calles Esta el Poder”.

Fidel con otras compañeros y Compañeras, formaron el Movimiento de Liberación Nacional (MLN) Cinchoneros, que dirigiría la lucha armada del pueblo por la toma del Poder. En 1979 estando por concluir el Colegio Secundario, nos volvimos encontrar con Fidel y Tomas, en el Kilometro 17,  “Atenas de San Cristóbal, Municipio de Esparta”, allí estaba yo donde mi tía Gloria Alvarenga, cuando me explicaron los hechos que se habían dado en la reunión del PCH y el surgimiento de las dos organizaciones hermana pero diferentes en las formas de lucha, aliadas y comprometidas para logra el FIN, acabar con la dictadura del Capital y los capitalistas.

Fue entonces que la mayoría de mis compañeros y compañeras decidimos unirnos a las nacientes organizaciones. El trabajo que me asignaron fue la de ser formadora de la URP, en tres sus organizaciones: CNTC (Alfabetización, enseñar a leer y escribir a los primero campesinos que estaban en esa condición), MIR (En secundaria formarlo) y CNTC – Consejo Nacional de Trabajadores de la Cultura, porque hacía mis paninos como poeta, era primera clarinetista de la Banda Sinfónica de Tela, y declamaba en los campos bananeros, en la luchas sindicales y estudiantiles.

En 1980 se realizó el Congreso de la FESE en Tela, podíamos como MIR dar la lucha por la presidencia, pero Fidel y Tomas decidieron que había que apoyar la presidencia a Roberto Zelaya. Volví ha ver a Fidel un día de 1980 en plena graduación mía de secundaría, sabía que estaba necesitando dinero para los gasto de graduación y me lo llevó, cuando comencé la universidad en 1981 estaba estudiando Medicina y activando para el MIR pero la persecución contra mi persona me obligaron a escondida en casa de unos compa campesinos de Guaymas, y después se decidió mi exilio a Nicaragua, allí me llegó la noticia que los compas Fidel y Tomas habían sido secuestrados, que FIDEL  estaba muy mal cuando lo sacaron de la casa de seguridad, que Tomás estaba herido. Allí se derrumbó nuestra esperanza de una patria liberada de la opresión, las posibilidades de una vida mejor se habían desvanecido.

Quien era nuestro Fidel Martínez, era el compa estudioso, inteligente, capaz de transformar todo, ordenado, un gran estratega, sabia mucho de psicología humana y de planificar y actuar. Tomas Nativí por su parte era un escritor extraordinario,  organizados, formador de mujeres y hombres libres, un constructor de la liberación nacional y el estrategia “En las calles está el PODER”  de gran vigencia en la actualidad.

Cuando estos dos camaradas proponían algo uno la cumplía, porque no podía fallarle porque ellos no fallaban, siempre llegaban a concretar lo que habían planificado y con excelentes resultados. Además, eran unos aglutinadores de las luchas. Nadie podía cuestionar la grandeza ética de ambos, eran hombres de convicciones sólidas, de honestidad reconocida y trabajador por la revolución hondureña todos los días.

A 40 años de su siembra. Gloria a ti camarada Antonio y al compañero Tomás Nativí… estarán presente siempre en la lucha por la vida…. Por esos vivirán por siempre.

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