Por Carlos M. Licona
Hoy 28 de junio del 2009, se están cumpliendo diez años del Golpe de Estado asestado a Manuel Zelaya Rosales. Curiosamente, estos últimos dos meses (mayo y junio) han sido heroicos con una nueva lucha de parte de algunos sectores de la población, principalmente de salud, educación y los jóvenes universitarios.
En la lucha contra el golpe de estado, posteriormente al 28 de junio de 2009, fue el magisterio la columna vertebral de lo que se conoció como el Frente Nacional de Resistencia Popular contra el Golpe de Estado y que luego se conocería únicamente como FNRP, el magisterio ofrendó cuota de mártires, detenidos, torturados y suspendidos o despedidos. Una vez consolidado el régimen post golpista, se le pasó la factura al todo poderoso gremio de la educación, siendo los resultados la eliminación de conquistas económicas y sociales, eliminación del Estatuto del Docente, la aprobación de las Reformas al INPREMA (Instituto Nacional de Previsión del Magisterio), la aprobación de la Ley Fundamental de la Educación y la instalación de una telaraña de activistas juanorlandistas en las direcciones departamentales y distritales, con toda la disposición de reprimir al menor intento posible de iniciar una lucha reivindicativa.
Pasaron casi 10 años para que el magisterio, después de estar oprimido, volviera a levantarse en lucha, en esta ocasión bajo la conducción de LA PLATAFORMA EN DEFENSA PARA LA SALUD Y LA EDUCACIÓN. Con la pretensión del régimen de aprobar en el mes de abril, un decreto para reformar los sistemas de salud y educación, esto originó que las direcciones del magisterio conformaran un bloque con el Colegio Médico, dirigido por la doctora Suyapa Figueroa.
Es de señalar, que los médicos ya tienen más de dos años de venir estudiando y generando oposición a la aprobación de la Ley Marco de la Salud Pública. Pero fue en el mes de abril en que los sectores de salud y educación se fueron a las calles unidos de forma granítica, logrando un triunfo con el retiro del Congreso Nacional, de tal ley.
Inmediatamente a esto, se inició una lucha por la eliminación de los Decretos Ejecutivos de Emergencia PCM, los que siempre mantendrían el camino libre al ejecutivo para aprobar las reformas que habían retirado del congreso. Fue así, que los maestros principalmente, se fueron a las calles, de forma frontal contra los PCM. La dirección de la PLATAFORMA vino a generar esperanza en la población, rápido generó confianza y credibilidad en la base. Siendo la última estructura de lucha en que la población se movilizó con absoluto optimismo para enfrentar al régimen.
La dictadura nuevamente sacó un as de la manga de la camisa y sentó a 4 de los presidentes de los colegios magisteriales, logrando debilitar la estructura de la Plataforma y restándole fuerza a las movilizaciones.
El diálogo -monólogo más bien- montado por el ejecutivo con los nuevos traidores del magisterio, originó que La Plataforma siguiera convocando a movilización para un diálogo verdadero con mesas técnicas representadas por todos los sectores sociales y populares. Parte del magisterio se mantiene en lucha y otra vez pone sus mártires, heridos, detenidos y judicializados.
La lucha en Tegucigalpa y en las regiones fuera de la capital
En Tegucigalpa, la conducción de LA PLATAFORMA manifiesta y enfatiza que la lucha es exclusivamente SOCIAL y que NO ES POLÍTICA, mientras en todas las regiones por fuera de la capital, se organizan las diferentes plataformas y se van frontal a las calles con la consigna ¡fuera JOH!
Se reconoce la conducción desde Tegucigalpa, pero dan un paso al frente y automáticamente se apropian de la consigna, tanto en defensa de la educación y la salud pública, como el FUERA JOH.
Desde un inicio en el mes de abril, mal intencionadamente, personajes y medios de comunicación ligados al régimen, introdujeron en un globo sonda la idea del "NO QUEREMOS POLÍTICOS" en las reuniones de docentes y en el pensamiento colectivo, idea que al final ha terminado pesando en los actuales resultados, porque de una u otra forma le restó fuerza al movimiento y marginó a militantes de vanguardia, los que optaron por mantenerse al margen.
Por otro lado, la coordinación del partido LIBRE, principal partido de oposición al régimen juanorlandista, planteó que no se inmiscuirían en la lucha de la Plataforma, sin embargo, invitaban a la militancia para que asistieran a las convocatorias.
El punto álgido de la lucha, se alcanza cuando el sector del transporte pesado se paraliza por unos tres días y un sector de la policía hace lo mismo. La oportunidad para levantar al pueblo es desaprovechada y ni la plataforma ni la oposición al régimen, hacen el llamado a la población para que salga a las calles. De forma espontánea la población sale a tomarse las calles, emulando la insurrección de septiembre 2009 y diciembre de 2017, pero rápido es contaminada por los saqueos a locales comerciales.
Es importante diferenciar la forma en que se desarrolla la lucha en las regiones, las que se hacen con la fuerza de la población y con la consigna central del FUERA JOH, mientras en Tegucigalpa, pesa la línea de la dirección de la Plataforma de insistir en que la lucha es social y que no es política, mientras los que se movilizan, por inercia y deseo asumen el FUERA JOH. Ante el permanente llamado a movilización de todos los días, estas van disminuyendo en afluencia y el cansancio en los docentes va pesando, los que van regresando poco a poco a las aulas de clase, muy desorientados y con el coraje de la traición de los dirigentes magisteriales que se sentaron con el gobierno.
¿La dirección de la Plataforma se quedó chiquita ante el empuje de la base?
Este 28 de junio se cumple una década funesta desde el golpe de estado. Lo que tendría que haber sido una jornada de luchas, ha sido una desmovilización completa de la oposición en todos sus niveles. El partido LIBRE no convocó a movilización y la dirección de la Plataforma informó que no convocaría para no ser confundidos con las actividades que realice el partido LIBRE. ¡INAUDITO!
Van dos meses en que la Plataforma ha convocado a las calles al magisterio, pero hoy decidieron no convocar, situación que le permite a los docentes regresar a las aulas de clase, mientras se llega el domingo 2 de julio, para que a las 10:00 p.m. se llame nuevamente a las calles.
Es curioso que se pretenda confundir con los calificativos que se están utilizando, este magisterio es el mismito de hace 10 años, es el mismo que ha sido reprimido, vilipendiado, ofendido, encarcelado, denigrado, utilizado y aplastado.
Este magisterio es el mismo que fue a las convocatorias del FNRP y es el mismo que va a las convocatorias de la Plataforma, más bien ahora, también se suman miembros del Partido Nacional y ciudadanos que antes se mantenían al margen. Todos gritan fuera JOH en cada movilización y la dirección en Tegucigalpa, manifiesta alergia a que esto no se vuelva político.
Es curioso, que en una fecha en que la dictadura ha perdido el apoyo de la iglesia católica, de un sector de la empresa privada y que internacionalmente el régimen está visto como narcotraficante y asesino del pueblo, no se haya movilizado. A todo esto, hay que agregar la invasión militar hecha al Alma Máter en esta semana, lo que provocó el malestar en la rectoría y ha sido mal visto internacionalmente, principalmente por haber disparado y herido a varios jóvenes.
Que la Plataforma avance: ¡que se conforme una dirección nacional!
En estas jornadas de lucha, la plataforma jugó un papel muy importante, pero desfalleció casi al llegar a la meta. Se negó a librar la lucha frontal y decisiva contra el gobierno de JOH, como reclama la mayoría. La política es el arte de aprovechar las oportunidades, y esta parece que se ha desaprovechado, cuando muchos sectores estaban a punto de deshacerse del dictador.
Diez años después debemos aprender la misma lección: el magisterio y los sectores populares necesitamos construir una nueva dirección sindical y popular, partiendo de la última experiencia vivida con la plataforma. Solo el magisterio y sin una brújula no puede seguir en las calles
¿Usted qué opina?