Huelga-Huelgas-de-hambre-

Por Claudia  Ayestas.

El pasado 28 de mayo se realizó en Tegucigalpa, un homenaje dedicado a nuestro compañero José Manuel Flores Arguijo; familiares, amigos, compañeros de labores, artistas, dirigentes  y estudiantes, abarrotamos el lugar cuya atmósfera pasó de ser un simple salón de eventos a un recinto colmado de palabras, notas armoniosas, videos, vítores, consignas  y aplausos para el compañero y amigo del que muchos aprendimos el arte del buen vivir; honestidad, nobleza, generosidad, solidaridad, aprehensión, claridad de su entorno, espíritu afable y combativo, luchador por la dignidad y la justicia… por momentos el ambiente se llenó de tristeza, melancolía y sollozos, pero aún y cuando las lágrimas rodaron por muchas mejillas, no se callaron las gargantas y se alzaron las voces en constantes ¡Manuel vive, la lucha sigue!

El acto fue engalanado con canciones, lecturas de poemas y en las participaciones políticas del evento resaltaron las palabras de nuestro compañero Juan Carlos Molina quien, para empezar, hizo una breve reseña sobre la participación de José Manuel Flores Arguijo en la conformación del Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) dada su aspiración a la construcción de un partido revolucionario –hecho que también fue mencionado por Tomás Andino, representante del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP)- seguidamente, hicieron eco en los asistentes la fuerte denuncia que el compañero Molina hizo directamente a la dirigencia del Frente pues ellos siguen dando tumbos sin ningún plan estratégico para lograr la Constituyente; comportamiento negligente e improvisado que Manuel Flores siempre denunció.

A la vez exigió a nombre del PSOCA el esclarecimiento de los asesinatos de los miembros de la resistencia y la condena para los responsables de los mismos, pues hasta ahora no hay ningún informe oficial sobre el vil asesinato de Manuel; y por último, confrontó a la dirigencia por la sectorización de las luchas en lugar de ser unificadas por el FNRP para garantizar la respuesta inmediata a las exigencias de cada sector en huelga.

Y es que en los últimos días, en la ahora llamada Plaza de los Desaparecidos (antes Plaza La Merced), ubicada en los predios del Congreso Nacional se encontraban cuatro carpas con gente en huelga de hambre, todos en su lucha justa por la reivindicación de sus derechos; por un lado el Movimiento Unificado Campesino  (MUCA) reclamando el respeto al acuerdo de compensación a sus legítimos dueños sobre las tierras del Bajo Aguán.

Irónicamente gobierno y dirigencia, firmaron un acuerdo que no favorece a estos últimos, pero aún así, no ha sido firmado por los usurpadores Miguel Facussé, René Kattán y René Morales, por lo cual los campesinos exigen sea respetado; por otro lado, los directores departamentales y distritales de educación a quienes se les destituyó de sus cargos de forma ilegal, exigen su reincorporación y el respeto al Estatuto del Docente.

También los padres de familia tienen presencia en su propia huelga de hambre en apoyo al Estatuto del Docente y en contra de la ley de educación que se pretende introducir en el pleno legislativo, pues ellos están conscientes de que con esta ley se privatizará la educación pública; y hasta hace una semana, los jueces y una magistrada despedidos arbitrariamente por no haberse integrado a favor del golpe de Estado, en su reclamo exigen el  reintegro de su cargo, la aprobación de la ley de adjudicatura y la práctica transparente y legítima del Poder Judicial, pero después de 17 días de huelga de hambre, ellos desistieron de la huelga retirándose de la plaza, dado que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) les ratificó su separación definitiva del poder judicial.

Los jueces argumentaron que esta acción (abandonar la huelga de hambre) no significa  arriar las banderas por la defensa de los derechos humanos y del Estado de Derecho, objetivos con los cuales seguirán vinculados junto a los sectores que luchan por la refundación del Estado hondureño (Los Necios, 03/06/2010); y por último, el sindicato de la UNAH cuya lucha viene desde el mes de abril por el respeto al décimo séptimo contrato colectivo y el reintegro de los 130 compañeros despedidos sin asidero legal.

Así las cosas en Honduras se ponen cada vez más color de hormiga y se le complica la situación política al Presidente Porfirio Lobo; internamente se encuentra entre la espada y la pared, pues por un lado sus compromisos pro-campaña electoral le obligan a ceder ante las pretensiones de la oligarquía azul pero por otro lado, su sentido común parece dar asomos de conciencia social discursando a favor del pueblo pero contradiciéndose ante los hechos que suponen sus verdaderas intenciones: conseguir la aceptación internacional de su gobierno.

Externamente la situación política de Lobo no ha alcanzado los niveles de aceptación internacional que requiere en su gobierno para apoyar su gestión. El grupo de UNASUR ha interpelado al mandatario hondureño para que haga posible el regreso de Manuel Zelaya a su país con garantías de que no va a ser objeto de ninguna represalia, que respete los Derechos Humanos de la población y esclarezca los casos de asesinatos de periodistas, maestros y miembros de la resistencia, si Lobo Sosa cumple con estos requerimientos consentirán el retorno de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA) y, "a pesar de que el tema de Honduras no figura en la agenda de la Asamblea General, estoy seguro que los cancilleres de la OEA abordarán el caso durante una sesión del lunes con agenda libre, dijo el jueves el secretario general de la OEA Miguel Insulza”. (El Heraldo, 04/06/2010).

Así, mientras Lobo Sosa se juega su papel en la historia de Honduras, el Frente de Resistencia desestima su fuerza como frente común en luchas aisladas que redundan en la improvisación y la falta de objetivos comunes, desbocando su interés en el regreso al país de Manuel Zelaya. Posterior a esto, nadie tiene certeza de cómo se encaminará la lucha por una Asamblea Nacional Constituyente, Libre, Soberana y Democrática, que realmente contenga los intereses del pueblo, nadie puede asegurar una victoria si la lucha esta fragmentada y si tampoco se tiene claridad de cuál objetivo se debe alcanzar; en el FNRP se habla de la formación de un partido político, pero con una dirigencia de “izquierda” que se ha subordinado a la dirigencia liberal ¿Quién nos garantiza que este nuevo partido político no será una continuación del liberalismo? ¿Cómo nos demostrarán que la dirigencia sindical no busca conseguir su cuota de poder con esta “nueva alternativa electoral”?

Estas y otras preguntas circulan cada vez con más frecuencia en la base del Frente y ante algunos indicios de acomodamiento, actitud servilista, contrarrevolucionaria y oportunista  por parte de los dirigentes, la base se está  pronunciado en reclamo a una mayor participación de las masas, comienzan a presionar y exigir cambios en la dirigencia, sus participaciones en los programas radiales dan señales de crecimiento y madurez en su conciencia de clase. Son muchos los que ahora reconocen que ya es tiempo de conformar un frente unido en el que cada ciudadano tenga participación democrática y sobretodo en el que la izquierda se organice y establezca una política común, para evitar que el liberalismo en resistencia se apodere de la lucha consiguiendo la continuidad de la burocracia liberal y no la Constituyente que debe ser nuestra bandera de lucha.

Es por eso que nuevamente el Partido Socialista Centroamericano hacemos un llamado a las organizaciones de izquierda para cerrar nuestras fuerzas contra la dirigencia oportunista del FNRP y a confrontarla a que redireccione la lucha, a replantearse los objetivos, a organizarse en un frente común y unificar la lucha o darle paso a los verdaderos líderes revolucionarios que Honduras necesita.

Hasta la victoria siempre.

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