Por Leonardo Ixim

Con el inicio del ciclo escolar ha arreciado conflicto entre distintos sectores de la comunidad educativa sobre todo los estudiantes normalistas y el gobierno central.

Así, ante la negativa gubernamental, por medio de la ministra de educación Cynthia Del Águila, a realmente iniciar un diálogo con la infinidad de sectores que consideran peligrosas la reformas a la carrera del magisterio en lo concerniente a la formación inicial para docentes, hoy más que nunca es importante la movilización  para detener estas políticas privatizadoras de la educación y que responden a orientaciones imperialistas desde organismos financieros internacionales.

Desde el inicio del ciclo se han manifestado distintas formas de resistencia por parte de estudiantes, docentes y profesores, tanto en la capital pero sobre todo en el interior del país, donde ya han mostrado un nivel de combatividad fuerte. Así mismo, colegios privados han presentado sin éxito  acciones legales que han buscado parar la implementación de estas modificaciones. Tanto en la capital como del interior, ante el rechazo de buena parte de la población a la reforma magisterial, los padres no han inscrito a sus hijos en el nuevo bachillerato con orientación pedagógica que busca sustituir al magisterio. De igual forma ha habido tomas en varios institutos tales como los de Totonicapán y Huehuetenango y otras medidas como marchas en Zacapa. Vale mencionar la marcha  del miércoles 6 protagonizada por los institutos de la capital con presencia de estudiantes de otros departamentos, maestros, padres de familia y autoridades indígenas, actividad que se convirtió en un plantón y  huelga de hambre permanente por parte de algunos estudiantes.

Sobre esta medida de lucha, queremos mencionar que debe ser bien planificada por el peligro que implica este tipo de medidas a la salud de los que la realizan. Esto para evitar que la huelga de hambre sea vista  como una acción desesperada. También recordemos que el Estado y los órganos ideológicos de la burguesía muchas veces están dispuestos a correr el riesgo político de una muerte  antes que ceder simbólicamente la carga del poder.

Es importante también denunciar que en los últimos días varios compañeros han sido hostigados por la policía y en algunos casos consignados a tribunales de menores, dejándolos posteriormente en libertad. Sobre esto ni la Procuraduría de los Derechos Humanos, ni la Procuraduría General de la Republica, que tienen que velar por los derechos de los menores de edad, han intervenido para hacer valer los derechos de los estudiantes, mostrando negligencia e incumplimiento de sus deberes. Pero recordemos que pese a todas las conquistas que se pueden traducir en instituciones y leyes para salvaguardar los derechos de la población, el conjunto del Estado no sirve a los intereses de la clase trabajadora sino que a los de los poderosos.

Ante este panorama, los compañeros y compañeras deben seguir fortaleciendo sus asambleas por establecimiento como máxima instancia de decisión, articularse aún más entre todos los establecimientos y con el estudiante apático, para lograr un frente unitario y  buscar aún más la unidad con padres, docentes y organismos de la sociedad civil. Recordemos que las condiciones se unidad y solidaridad son vitales para la organización y el accionar, tal como se ha visto sobre todo en el interior del país. Es urgente identificar a los aliados estratégicos como sindicatos, organizaciones campesinas, estudiantiles e indígenas en su calidad de estratégicas y algunos tácticos donde se comparte algunos  objetivos en común,  como los colegios privados y católicos que se han opuesto a estos intentos de cambiar la carrera magisterial.

Por último como Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos por enésima vez a la conformación de un comité de apoyo a la lucha normalista y en defensa del magisterio, conformado por organismos populares, pero que sirva también para hacerle frente a la contrarreforma neoliberal política e ideológica que procura la privatización de la educación pública en todos los niveles.

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