Por Francisco Quesada
Desde el día martes 14 de julio hasta el martes 21 del mismo mes, el diario La Nación publicó con gran despliegue, los salarios de ciertas ocupaciones de diversas instituciones del sector público. Por ejemplo, el día martes 14 de julio, de forma mal intencionada, decía que el “ICE paga a misceláneos y peones hasta 1,4 millones”, mientras que el día miércoles 15 de julio, otra vez, de forma mal intencionada, decía que “Un oficial de tránsito gana hasta 2,7 millones en UCR”. El objetivo de toda esta campaña mediática de los neoliberales es obligar al gobierno a discutir y aprobar en la Asamblea Legislativa los proyectos de empleo público y salario único.
Los sectores neoliberales sostienen que los salarios del sector público, así como las transferencias a las universidades públicas y otras transferencias, son los responsables del alto déficit fiscal del Estado. Sin embargo, todas las informaciones y estadísticas disponibles indican otra cosa. Según el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), citado por el consultor en impuestos, Marcelo Guevara Leandro, “… en el 2013 la recaudación en nuestro país del impuesto sobre la renta y utilidades significó un 4,1% en proporción con el PIB frente al 9,1% de los impuestos al consumo. Un evidente problema de regresividad que las autoridades nacionales deben resolver en conjunto con el déficit fiscal.” (La Nación, 21 de julio del 2015). Si sumamos ambos impuestos producen una carga tributaria del 13,2%, en donde el 69% del total de los impuestos son indirectos, descansando sobre los sectores de los trabajadores y demás sectores populares, en otras, palabras el sistema tributario costarricense es totalmente regresivo, lo cual debe invertirse y cambiar. Que los impuestos directos constituyan el mayor porcentaje del total de los impuestos.
Por otro lado, el mismo Ministro de Hacienda, Helio Fallas, en su documento “Causas Estructurales del Déficit Fiscal”, sostiene y reconoce que el alto déficit fiscal, no es causado por los salarios del sector público y otras transferencia, sino que es causado por “los altos niveles de incumplimiento tributario y las amplias exoneraciones que se han creado a lo largo del tiempo, -no se han podido compensar los ingresos- de los recursos perdidos por la estrategia de apertura comercial, o sea, los impuestos que se derivaban del comercio exterior.” (Mora, Guido: El déficit fiscal y las falacias de Otto Guevara, La Nación y Canal 7). Efectivamente, los impuestos a las exportaciones pasaron de constituir el 24% del total de los impuestos en el año 1983 hasta un 0,14% del total de los impuestos en el año 2011. Esta abultada y salvaje reducción de los impuestos a las exportaciones, principal motor de la economía nacional, explica unas de las causas estructurales del déficit fiscal. A todo lo anterior se le suma la gigantesca evasión, elusión y fraude fiscal que constituyen el 5,8% del producto interno bruto (PIB), cuestiones a las cuales Helio Fallas, llama eufemísticamente “incumplimiento tributario”.
Entonces en realidad, la causa del déficit fiscal y, por tanto, de la deuda interna y externa, se encuentran en las “amplias exoneraciones” fiscales, así como en la gigantesca evasión fiscal. Esto lo sostiene el propio Ministro de Hacienda, Helio Fallas. Por tanto, toda la campaña sucia y del miedo que han venido impulsando toda la derecha neoliberal en contra de los salarios públicos tiene como fondo, imponer sobre las espaldas y los bolsillos de los trabajadores del sector público el pago del déficit fiscal, que ha sido producido por todas las concesiones, exoneraciones y robo de los capitalistas.
Llamamos a todas las cúpulas y dirigencias sindicales de los diferentes bloques sindicales, centrales sindicales y demás organizaciones sindicales a deponer sus diferencias y unificar una propuesta unificada de lucha que impida que los neoliberales, desde la Asamblea Legislativa y fuera de ella, impongan el salario único, es decir, la eliminación de los pluses salariales. Los emplazamos a convocar una Asamblea Nacional y Popular en la cual se discuta ese plan, así como la preparación, organización y desarrollo de una huelga nacional que derrote a los neoliberales y el gobierno.