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¿Y el TLC con la Unión Europea?

La implementación del CAFTA en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, con la temporal excepción de Costa Rica --cuya ratificación será decidida en el referéndum del 7 de octubre de este año— nos hace olvidar que tenemos otro tratado de libre comercio, igualmente dañino, a las puertas: el TLC con la Unión Europea (UE), denominado Acuerdo de Asociación (AA).

La mayor parte de los centrales obreras y los partidos de izquierda centroamericanas tienen correctas posturas de rechazo al imperialismo norteamericano, pero se quedan callados en relación al imperialismo europeo, representado actualmente por la UE. Desde hace décadas, Estados Unidos y la UE libran una silenciosa y sórdida batalla por copar el mercado de América Latina, tradicional patio trasero del imperialismo norteamericano.

En Centroamérica, la UE ha financiado todos los proyectos de integración, desde el ineficaz PARLACEN hasta la Unión Aduanera, que próximamente convertirá a la región centroamericana en un solo mercado. Al igual que el imperialismo norteamericano, la UE financia y promueve la formación de un mercado o bloque regional, sin las interrupciones de las artificiales fronteras nacionales, pero no la formación de un Estado Centroamericano capaz de oponerle resistencia.

La Unión Aduanera es el primer paso en la implementación del AA. Esta primera fase ya está casi concluida, se ha logrado una armonización arancelaria en un 95 %. Incluso, para evitar posibles resistencias, a diferencia del imperialismo norteamericano que negoció los aspectos más relevantes del CAFTA por separado, la UE exige una negociación en bloque para desbaratar las reticencias de Costa Rica.

Una de las justas críticas a la implementación del CAFTA es que existen “asimetrías” entre los países industrializados y nuestros países, con economías atrasadas, agrícolas, que no pueden competir con la tecnología avanzada y con el subsidio a sus agricultores. Es un libre comercio desigual, es una pelea entre tigre suelto contra burro amarrado.

Pero todas las criticas al CAFTA son validas también contra el AA. Europa también subsidia a su agricultores. No hay TLC bueno ni aceptable para nuestros países. Creemos que la mayor parte de las centrales obreras y organizaciones de izquierda de Centroamérica han caído en la trampa de considerar a la UE como un sistema económico y político diferente al imperialismo norteamericano. Esta visión deviene probablemente por que durante el siglo XX no tuvimos intervenciones militares del imperialismo europeo. A veces se nos olvida que  el imperialismo ingles logró arrancar un pedazo de la nación centroamericano, llamado ahora Belice.

Desde El Socialista Centroamericano queremos alertar que no hay imperialismos buenos, que tanto Estados Unidos como la UE son países o grupos de países imperialistas, que saquean y explotan a los países atrasados, y que la diferencia probablemente resida en que los europeos tienen una diplomacia mucho mas inteligente, financiando sindicatos y ONGs, comprando amistades y promoviendo una falsa defensa de los derechos humanos.

Sin abandonar la lucha cotidiana contra el CAFTA, que ya es una dura realidad, también debemos prepararnos para luchar contra el AA con la UE, por que sus efectos serán igualmente destructivos contra la clase obrera y los sectores populares de la región centroamericana.