Por Nicolas Lebrun
La crisis política que se cierne sobre la mayor potencia económica de la zona euro y del conjunto de Europa es una de las más importante del periodo de la post guerra.
La polarización social que se da en los votantes y en el conjunto del país obedece a varias razones. El ataque contra el nivel de vida de la clase trabajadora llevada a cabo por los diferentes gobiernos de derecha y de los socialdemócratas han provocado un gran descontento. La austeridad, los mini Jobs (contratos de trabajo mal pagados y fragmentados) han sumido en la pobreza a miles de trabajadores, sobre todo en la antigua RDA, a lo largo de estos últimos decenios.
“Los conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) ganaron este domingo las elecciones en Alemania con el 28,6% de los votos, según los resultados oficiales.
Cumpliendo con las expectativas de analistas y encuestas, la CDU fue el partido que más votos recibió y se espera que Friedrich Merz se convierta en el próximo canciller de Alemania tras unas elecciones en las que la la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo su mejor resultado histórico con más del 20%, lo que le sitúa como la segunda fuerza política del país.
El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) del actual canciller, Olaf Sholz, queda en el tercer lugar, solo con un 16%, seguido por el Partido de los Verdes, que lograron un 11,6%.
Tanto Merz como los líderes del AfD celebraron los resultados, mientras que Sholz reconoció "el sabor amargo" de la derrota.” (BBC.COM)
Los conservadores de la CDU lograron establecer en el mes de enero una escandalosa alianza con la AFD para promover el nuevo plan de inmigración. La ruptura del “cordón sanitario” que establecía ningún tipo de alianzas entre los partidos burgueses con la extrema derecha fue hecho realidad, algo que no sucedía desde la época de los nazis.
El voto por la extrema derecha en el este
La AFD obtuvo una gran votación en el este de Alemania, los antiguos territorios de la extinta RDA, un estado obrero gobernado por los estalinistas hasta la caída del muro hace un poco más de tres décadas.
La política de la burguesía del oeste de Alemania fue brutal. La destrucción de todas las conquistas sociales que habían obtenido los trabajadores, las mujeres y la juventud fue uno de los primeros objetivos. Esto para tomar luego el control, es decir la privatización de las industrias consideradas las más rentables, lo que ocasionó la pérdida del empleo de miles de trabajadores.
Luego de este ajuste brutal, la inversión en la región fue muy poca, con el objetivo de maximizar la rentabilidad del coste de la reabsorción del antiguo estado obrero.
“La desigualdad entre el este y el oeste de Alemania es una brecha socioeconómica que persiste aún en la actualidad después de la caída del Muro de Berlín y la reunificación de 1990. Según el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), el PIB per cápita en los estados orientales alcanzó solo el 73% del occidental en 2023. El origen de todo esto se remonta a la división tras la Segunda Guerra Mundial. Mientras la RFA (oeste) se industrializó con apoyo estadounidense, la RDA (este) adoptó un sistema socialista que colapsó en 1989. Sin embargo, la transición hacia una economía de mercado provocó una gran disparidad. Las empresas estatales se privatizaron y se perdieron el 70% de los trabajos. Para ver la magnitud de este problema, entre 1991 y 2019, hasta el 15% de la población oriental se trasladó hacia el oeste del país en búsqueda de mejores oportunidades.”( www.lisanews.org)
En el ámbito económico, las diferencias son evidentes. El salario medio en Alta Sajonia (este) es de aproximadamente un 18% menor que en Baviera (sur), y los asalariados del oeste ganan un 16% menos de media que los del este. Además, la tasa de desempleo en Mecklemburgo-Pomerania Occidental (noreste) duplica a la de Baden-Wurtemberg (sur). Aunque la tasa de desempleo en el este ha disminuido del 19% en 2005 al 7,2% en 2023, sigue por encima del 5,3% del oeste.
Un ejemplo claro de este fenómeno es la industria automotriz. Por ejemplo, aunque Volkswagen tiene presencia en Sajonia, su principal planta, los centros de decisión y los salarios más altos se concentran en Wolfsburgo (oeste). Esto provoca que tanto en este caso como en muchos otros más, los empleos menos remunerados se sitúen en esa región. En consecuencia, el Banco Central Europeo señala que la inversión en I+D en el este representa apenas en torno al 30% de la occidental. Lo cual frena la innovación y perpetúa esta desigualdad. .”( www.lisanews.org)
El ascenso de la extrema derecha en el este de Alemania como en el resto de Europa, es el resultado de varios de estos factores. Los gobiernos de la CDU y del SPD no han hecho nada o casi nada para que los habitantes de esta parte del país puedan ver como una mejora de su situación.
““…la existencia de una separación entre el este y el oeste alemán, algo que no está exento de consecuencias políticas. “El populismo de ultraderecha tiene mayor éxito en las zonas rurales y en las zonas económicamente más débiles”, mantiene Gornig, señalando especialmente al este alemán.
Para Franco Delle Donne, experto en comunicación política afincado en Berlín y co-autor del libro sobre el auge de la ultraderecha en el 'viejo continente' Epidemia Ultra: La ola reaccionaria que contagia a Europa (Autoeditado, 2019), la situación económica en el este alemán es un “disparador” para el voto a la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
“Con perspectiva, uno compara la Alemania del este de los años 90 con la actual y lo cierto es que mejoró en todos los sentidos. Ahora bien, no mejoró respecto a la expectativa que se tenía. Con la reunificación se esperaba una igualdad entre las dos Alemanias, se esperaba que se formase una Alemania homogénea con sólo algunas diferencias culturales”,” (eldiario.es 2019)
Una crisis política que se profundiza
El gigante de Europa conoce una crisis política que se ha acentuado desde el final de la era Merkel la cual estuvo en el puesto de canciller de la República durante 16 años. Durante el último gobierno de la Merkel, Scholz fue su vicecanciller.
El canciller Olaf Scholz del SPD, constituyó una frágil coalición con los Verdes y los liberales del FDP. Esta coalición se vino abajo luego de la expulsión de su gobierno del ministro de finanzas, el liberal Christian Lindner, el año pasado lo que llevó al ejecutivo a programar las elecciones anticipadas de este año. El resultado en las urnas para el canciller Scholz ha sido desastroso, el más bajo obtenido por el partido desde finales del siglo pasado.
La crisis política obedece entre otras razones a los eventos políticos y económicos que asolan la UE que pierde cada vez más su posición en el concierto de las naciones imperialistas. La pandemia, la guerra en Ucrania, los gobiernos de Trump y el ascenso de China como nueva potencia mundial, no dejan espacio para que la burguesía alemana pueda posicionarse de nuevo en el rol que había tenido hasta entonces.
Durante estos últimos años la retórica de los dos grandes partidos, SPD y de la CDU se han ido alineando con el discurso xenófobo y racista de la AFD, responsabilizando demagógicamente a los migrantes de la crisis del país. Este cambio es un cheque en blanco para los fascistas de la AFD que ven fortalecidas tácitamente en sus posiciones.
El probable nuevo canciller, el liberal Friedrich Merz, ha logrado constituir una nueva coalición con el SPD. Esta vez los Verdes no participaran en el nuevo gobierno.
“Merz dijo…que la líder de AfD, Alice Weidel, no quiere solucionar los problemas de Alemania porque "está feliz de que los problemas vayan cada vez a peor".
Entonces, ¿con quién puede gobernar? Los socialdemócratas son la elección obvia, aunque deberán encontrar puntos de acuerdo en economía y migración.
Si Merz necesita a los Verdes, deberá superar la animosidad entre ambos partidos. En las últimas semanas, Merz criticó al líder de los Verdes, Robert Habeck, mientras que Markus Söder, dirigente de los democristianos del estado de Baviera, descartó cualquier pacto con los ambientalistas, cuarta fuerza en el Parlamento.
"Un gobierno sin los Verdes sería un mejor gobierno", dijo Söder, mientras que Merz también prefiere un único socio en lugar de dos.
Lo que parece claro es que no será AfD, que anticipa un gobierno inestable y corto y por tanto unas elecciones anticipadas en las que aspiraría a dar un salto electoral aún mayor.”BBC.COM
La nueva coalición
Como se apuntaba anteriormente, la nueva coalición entre los partidos de la CDU y el SPD ha integrado en su agenda los puntos que levanta la AFD sobre la inmigración.
Por otro lado, como en el resto de Europa y anticipando el anuncio realizado por la presidenta de la UE, Ursula Von der Lyen, una suma astronómica será presupuestada para el aumento del gasto militar. Los tambores de la guerra baten con más fuerza y como en 1914, la socialdemocracia alemana le da su aval.
“Los líderes de la CDU/CSU, Friedrich Merz, y el de SPD, Lars Klingbeil, han acordado entablar negociaciones para formar una coalición. Al término de las conversaciones exploratorias, presentaron un documento de once páginas. Incluye un aumento de los controles fronterizos, un endurecimiento de la política de asilo, un aumento del salario mínimo a 15 euros por hora, subvenciones a la agricultura, una reducción del IVA para la hostelería y un precio de la electricidad industrial.
Además, se sustituirá la renta ciudadana por una nueva renta básica y se ampliará la congelación de los alquileres. La semana pasada, ambas partes ya habían acordado un nuevo endeudamiento masivo para financiar el armamento y las infraestructuras en Alemania.
El lunes, los comités de los partidos deben decidir el inicio de las negociaciones de coalición. El líder de la CDU, Friedrich Merz, que con toda probabilidad será el próximo canciller de Alemania, reafirmó sus objetivos de frenar la inmigración irregular y bajar los precios de la energía.
El líder del SPD, Lars Klingbeil, también declaró que esperaba que los partidos alcanzaran un consenso sobre "cuestiones fundamentales e importantes de la política alemana, nacional, europea e internacional”. (Euronews.com)
Las movilizaciones y Die Linke
Desde el anuncio del acuerdo sobre la inmigración, que luego fue abandonado, entre la AFD y la CDU, miles de personas a lo largo y ancho de Alemania salieron a la calle para protestar.
Estas movilizaciones, sobre todo compuesta por jóvenes, le permitió al partido de izquierda Die Linke obtener el 8,5% de los votos y 64 escaños en el Bundestag. Un cuarto de millón de personas manifestó a principios de febrero en Berlín contra el ascenso de la extrema derecha. Esto representa una creciente polarización de la sociedad alemana, lo que pone un grano de arena en la crisis política del país y de la región.
El papel de Die Linke debería ser el de catalizador de las movilizaciones. Las huelgas en diferentes sectores se han profundizado, lo que les permitiría de desarrollarse y ser la vanguardia en contra del nuevo gobierno de coalición.