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Por ALex Burguess

El pasado 21 de mayo, los empresarios, el Gobierno (Ministerio del Trabajo) y los representantes sindicales finalmente firmaron el Acuerdo modificando el salario mínimo. Tal proceso había estado estancado por más de dos meses, en un “estira y encoge” entre los empresarios y sindicalistas.

La crisis: la excusa para todo

Desde enero del presente año, los empresarios del país han propagado la ideología de que fruto de la crisis mundial se hace necesario “tomar medidas” a fin de superar dicha situación. Tales medidas no son más que obligar a la clase trabajador a pagar la crisis del capitalismo.

Los empresarios representados por el Concejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) se manifestaron por aprobar un miserable 8% de aumento en el salario mínimo; lo cual fue rechazado en algún momento por los sindicalistas. Para la aprobación del Salario Mínimo se necesitan dos votos de las partes en negociación, en este caso los empresarios, los sindicalistas y el Ministerio del Trabajo.

El cómplice papel del Ministerio del Trabajo

Durante los primeros meses de negociación, los sindicatos abogaban por un aumento que oscilara entre el 15 y 20 por ciento en los sectores; más sin embargo el COSEP se opuso ofreciendo un miserable aumento del 5 por ciento. El Ministerio del Trabajo fue el cómplice silencioso del COSEP, pues pudiendo abalar la propuesta de los sindicalista y aprobar el aumento del salario mínimo, guardó distancia, provocando que el acuerdo no se aprobase sino 3 meses después.

Así mismo, el Ministerio del Trabajo avalo el vergonzoso acuerdo entre los empresarios y los sindicatos del sector maquila, el cual permitió que el Salario Mínimo para tal sector fuese aprobado en un miserable 8%.

El acuerdo

El acuerdo alcanzado esta semana, no fue más que una extensión de la claudicación del gobierno y las direcciones sindicales iniciaron en meses pasados con el acuerdo para el sector maquila y construcción. “Para los próximos seis meses, el 13 por ciento de reajuste será para los trabajadores agropecuarios, lo que significará un aumento aproximado de 183 córdobas. Para el sector de servicios básicos, comercio, transporte, seguros y establecimientos financieros, entre otros, el incremento será del 11 por ciento. El 8 por ciento fue estipulado para el sector industria, servicio, servicios domésticos, personales, gobierno central, pesca, así como micro y pequeñas empresas, entre otras que se reflejará en un promedio de 150 córdobas.” (El Nuevo Diario.-14/05/2009)

Es evidente que en los sectores que abarcan la mayor cantidad de trabajadores (industria, Gobierno, servicios) fue donde el aumento al Salario Mínimo fue el más miserable.

La falsa ideología

La claudicación del Gobierno ha sido justificada aduciendo que ante la situación de crisis no se puede aprobar un mayor incremento, dado que la economía está en abierta recesión. Lo que no dice, es que precisamente, por el caos económico la inflación el año pasado alcanzó el 19 %, y que la acumulada en el presente año está rondando cerca del 8%; por lo que el miserable aumento no cubre ni siquiera la pérdida del poder adquisitivo.

Igualmente es falsa la ideología oficial y del COSEP en cuanto a que el bajo aumento es para “proteger el salario”; ya que en los hechos, las empresas –por ejemplo en el sector maquila- siguen cerrando enviando a miles de trabajadores al desempleo, ante la mirada impasiva y cómplice del Gobierno sandinista.

Aumento salarial digno: la batalla de la clase obrera

Efectivamente existe una fuerte crisis económica, la máquina capitalista a nivel mundial ha dado un crujido; por esto no debe ser la excusa y justificación para aumentar la miseria. La crisis la deben pagar los burgueses, los trabajadores debemos luchar por un aumento digno, por un salario y empleos dignos. Debemos luchar porque el Gobierno tome medidas clasistas: empresa cerrada, empresa expropiada… que se nacionalicen bajo control obrero las empresas que pretendan cerrar. Sólo así garantizamos que la crisis no la paguemos los explotados.

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