Por Roberto Martínez
Después de muchas semanas de forcejeo, finalmente hubo humo negro en la Comisión del Salario Mínimo (CNSM). Todas las partes acordaron que el nuevo salario mínimo sería del 3% y entraría en vigencia el 1 de marzo. Una vez más, la CNSM aprobó un salario mínimo inferior a la inflación y al costo de la vida, perjudicando el bolsillo de los trabajadores.
Deterioro del salario real
A pesar que en los últimos años ha aumentado nominalmente, de manera específica en los últimos tres años se ha producido una brusca caída del salario mínimo, y con ello un deterioro del salario real de los trabajadores
En 2018, año de la explosión social contra la dictadura, el salario mínimo aumentó un 10.40%, dividido en dos partes: el primer ajuste de 5.20% se aplicó desde el 1 marzo hasta el 31 de agosto, y el restante 5.20% se aplicó desde el 1 de septiembre, hasta el 28 de febrero de 2019. En este año, debido a la crisis económica, el Ministerio del Trabajo (MITRAB), congeló el salario mínimo, mientras el costo de la vida se disparó brutalmente. En el año 2020, en medio de la crisis económica y la pandemia, el ajuste al salario mínimo fue solo del 2.63%.
En estos años, el aumento del salario mínimo siempre ha estado por debajo del 5% de la devolución del córdoba en relación al dólar, y también por debajo de la tasa de inflación, que son dos indicadores diferentes. Mientras la economía esta dolarizada, los salarios se pagan en córdobas “chancheros” que se devalúan diariamente.
Como una maniobra monetaria, el Banco Central de Nicaragua ha disminuido el deslizamiento o devaluación del 5% hasta un 3%. Esta medida no beneficia al trabajador porque los productos importados en dólares continúan subiendo de precio, por la depreciación del dólar a nivel internacional.
Se acabó el show
Durante varias semanas se produjo un forcejeo entre la representación patronal y la representación sindical, mientras la representación gubernamental guardaba silencio, esperando que ambos sectores se cansaran y se pusieran de acuerdo. Incluso, la delegación sindical estuvo dividida en dos posiciones distintas, a pesar de que ambas corrientes son sandinistas
La Central Sandinista de Trabajadores (CST), que dirige Roberto González, aglutina a los sindicatos de la construcción y de las industrias, incluidos los escasos sindicatos de zona franca. La CST planteó inicialmente un ajuste del 5% en el salario mínimo, pero rápidamente se retractó y bajo su propuesta hasta un 3%.
Por su parte, el Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), que aglutina a los sindicatos de empleados públicos, y que es dirigido por el sempiterno Gustavo Porras, no presentó una propuesta concreta, pero terminó coincidiendo con el Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, (CONIMIPYME) alrededor un 3%.
El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) no participó en las discusiones, pero si lo hizo una de sus cámaras. La Cámara Nacional de Turismo (CANATUR), planteó inicialmente un 1% para el sector turismo, y un 3% para los otros sectores. La Asociación de Promoción y Desarrollo y Sostenibilidad de Nicaragua (APRODESNI), que aglutina a los empresarios sandinistas, planteó un ajuste del 2.9%.
Al final, todos coincidieron en el aumento del 3% que ni siquiera compensa el deslizamiento del córdoba en relación al dólar. Los trabajadores siguen pagando el alto precio de la crisis económica, sin sindicatos que luchen por sus intereses inmediatos.
La propuesta de subir el techo del IR
En medio de las discusiones, Roberto Gonzalez de la CST planteó la propuesta de subir el techo del Impuesto sobre la Renta (IR) a 150.000 córdobas para los trabajadores asalariados. Actualmente, los trabajadores que ganan más de 100,000 córdobas al año (8300 mensuales) deben pagar IR. Esta disposición golpea a los sectores medios.
El COSEP, desde afuera, planteó lo mismo, que en vez de aumentar el salario mínimo se subiera el techo del IR a 200,000 córdobas anuales. La mayor parte del presupuesto de la republica se financia con el IVA y con este cobro del IR a los trabajadores. La dictadura no acepto esta propuesta y prefirió descargar nuevamente el peso de la crisis sobre los estómagos de los trabajadores.
Salario mínimo de 500 dólares
Para julio del 2019 el Banco Central situó el valor de la canasta básica en C$14,159 córdobas. Este dato no ha sido actualizado, pero la carestía de la vida y el desempleo son los principales problemas que golpean a los trabajadores.
En realidad, como en el resto de Centroamérica, el costo promedio de la canasta básica ronda los 500 dólares. En Nicaragua ese debe ser el salario mínimo, y aumentar conforme el costo de la vida. Es el único camino para evitar la degradación de los trabajadores y sus familias.