Por Lorenzo Martinez
Recientemente, después de muchos meses de estira y encoje en torno al tema de la representación juvenil, el pasado 8 de octubre, siempre en el salón del Hotel Holiday Inn, varias organizaciones estudiantiles y juveniles se presentaron como el Bloque Juvenil de la Coalición Nacional.
Disolución de los grupos estudiantiles y juveniles
La rebelión de abril del 2018 creo el fenómeno del surgimiento de nuevos grupos estudiantiles y juveniles. Estos surgieron espontáneamente como una repuesta ante la masacre del 19 de abril. Sin embargo, la mayoría de estos grupos no tenían experiencia política, y fueron manipulados rápidamente por los empresarios del COSEP y también por los ongs. Ante la ausencia de partidos revolucionarios, estos se presentaban como abanderados de la sociedad civil.
La dureza de la lucha, las masacres y la represión (casi todos los principales dirigentes fueron encarcelados) terminó disolviendo a estas primeras organizaciones. La Coalición Universitaria (CU) desapareció como tal. Una parte terminó siendo controlada por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD). La otra parte se aglutinó en la Coordinadora Universitaria por Democracia y la Justicia (CUDJ), ligada a la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), la cual también se fue debilitando en el transcurso del tiempo.
Los grupos que sobrevivieron a la represión se alinearon políticamente, o con la ACJD o con la UNAB. Al final, terminaron siendo satélites de los viejos grupos políticos que actuaban camuflados dentro de estas dos organizaciones, las cuales a pesar de sus diferencias tenían un punto común que las unía: conformar la Coalición Nacional (CN)
El problema de la representación juvenil dentro de la CN
Los viejos grupos que han logrado reciclarse y apoderarse tanto de la ACJD como de la UNAB, tenían un pleito interno por quien terminaría controlando las estructuras de la CN. Ambas organizaciones pensaron en utilizar a los jóvenes a su favor, pero se desató el pleito por quien lograban tener mas votos dentro de la CN. La UNAB creo el Sector Estudiantil y Juvenil (SEJ) con la sumatoria de la CUJ y otros pequeños grupos.
Como no se ponían de acuerdo, la CN primero resolvió que ambos bloques de organizaciones juveniles debían elegir un representante, es decir, debían tener una sola representación, lo que provocó el malestar de ambos grupos, ya que obviamente existen muchas diferencias políticas.
En el forcejeo, el SEJ planteó que fueran tres delegados, uno por cada bloque (CUDJ y ACJD), más un representante de las juventudes de los partidos zancudos que formaban parte de la CN (PLC, FDN y YATAMA). Esta propuesta hizo que las organizaciones juveniles de la ACJD se retiraran definitivamente.
Después el SEJ elevó la parada, proponiendo que el 50% de los miembros de la CN debían ser jóvenes, y elaboró una tabla de edades, dividiendo a los jóvenes en tres categorías: (18-27) (28-35) y arriba de 35 años.
Los jóvenes como categoría abstracta
Esta última propuesta era a todas luces absolutamente descabellada. Ya no se discutían propuestas, sino edades. El pleito por la representación juvenil se convirtió en un conflicto entre generaciones (jóvenes contra viejos). En realidad, no existe la juventud en general, existen sectores dentro de la amplia población joven. La mayoría de quienes encabezaron la lucha de abril del 2018, ya no están. Hay un pleito por apropiarse de la camiseta juvenil, pero dejando de lado las consignas y reivindicaciones de cambio de abril del 2018.
Puñalada contra los grupos juveniles
Mientras se lograba el acuerdo parcial sobre el artículo transitorio del Estatuto de la Coalición Nacional (CN), el bloque de los partidos zancudos (PLC, FDN, YATAMA y PRD (a esta votación se sumo el Movimiento Campesino- MC) decidieron que los jóvenes debían estar incorporados en cada una de sus organizaciones, o sea que no tenían derecho a representación independiente.
Esta puñalada golpeó duramente al SEJ de la UNAB, quienes se retiraron temporalmente en señal de protesta.
El Bloque Juvenil de la Coalición Nacional
Pero al final el SEJ dio su brazo a torcer. El 8 de octubre se anunció formalmente la constitución del Bloque Juvenil dentro de la CN, conformada por las juventudes de los partidos zancudos, mas los jóvenes del MC y el SEJ de la UNAB.
En el fondo, se cumplió la misma resolución que ordenaba que los jóvenes fueran representados por las organizaciones a las que pertenecían, con la diferencia que se las permitirá un voto a cada una de las organizaciones. Las juventudes de los partidos zancudos, que no participaron en la rebelión de abril porque eran inexistentes, tienen ahora el mismo voto que los grupos que si participaron. Con ello se anula cualquier propuesta de cambio que el SEJ quiera introducir, porque sencillamente son minoría.
El problema no es tener un voto, sino tener propuestas de cambio para impulsarlas de manera independiente de los partidos zancudos, pero lamentablemente no es así.